Con una burra a mis 17

Mi primera vez con una burra a mi edad de 17 años.
Soy de Colombia, más específico, de la costa. En mi pueblo natal y en la  costa Colombia existe una costumbre donde las personas mantienen relaciones sexuales con un animal, más específico, con una burra.

Esto pasó en mi pueblo, cuando tenía 17 años. Yo era un poco solitario. Media 1.78cm, delgado pero con músculos, moreno, pelo negro y ojos castaños. A esa edad ya era un poco calenturiento y arrecho así que siempre tenía morbo en probar nuevas experiencias, y siempre quise saber lo que se sentía comerme una burra.

Una vez, cuando fui a mi pueblo, algunos familiares, incluyéndome, salimos a la finca a pasar una tarde en familia, con mis padres, tíos, y primos, etc. La finca está ubicada a unos 20 minutos del pueblo así que está alejado de las casas. Cuando llegamos la pasamos un rato refrescandonos, y para antes de que hicieran el almuerzo, mis primos tenían la costumbre de salir a cazar iguanas o aves con una honda, resortera o tirachinas, como le llamen en tu país. Yo me fui con ellos, caminamos unos cuantos metros hasta que nos alejamos de el sitio donde estaban la mayoría de nuestros familiares, hasta el punto en el que no se escuchaba nada mas que nuestras voces y pasos.

Era medio día así que hacía calor y me cansaba rápido, mis primos tenían un poco más de mi edad, y éramos como 6 yendo a cazar animales. Después de recorrer unos 20 minutos a pie, me había cansado y quise regresar pero ellos querían seguir adelante así que me regresé solo. Me sentía agusto ya que me encantaba la soledad y estar solo en la naturaleza se sentía bien. Mientras regresaba, me quedaba a investigar las zonas naturales que habían cerca hasta desviarme un poco del camino para regresar. Encontré un pequeño lago rodeado de árboles donde parecía que había rastros gente, porque habían cosas como bancos y tazas hechas manualmente, pero no había nadie. Caminando un poco más pude ver qué había un burro amarrado en un árbol y me acerqué a él un poco hasta cuándo me di cuenta que en realidad era una burra.

Había oído historias y chistes sobre culiar burras y así, y a mí, que me encantaba experimentar y siempre quise probar, la curiosidad me mató. De solo pensar en culiarmela, mi verga se me puso dura como un mástil y me empecé a calentar.

Me acerqué un poco y parecía que la burra era mansa, empecé a acariciar su lomo y a observar si había gente alrededor. No escuchaba ni pasos ni voces así que estaba seguro. Pase un rato acariciandola hasta que poco a poco fui bajando hasta su trasero. No me aguantaba las ganas, así que empecé a tocar su vagina, al inicio parecía no importarle así que empecé a meterle los dedos y a frotarlos dentro de su vagina. Empezó a hacer espasmos, levantó la cola y abrió las patas y se orinó, gracias a Dios no estuve detrás de ella. Seguí masturbandola y pareció gustarle, porque empezó a hacer ese corto y rápido movimiento hacia adelante, así que era momento. Agarré el banquito que había por ahí cerca para poder alcanzar. Traía unos shorts negros y una camisa blanca, me quité la camisa y la coloqué en mi hombro y me bajé los shorts hasta la rodilla por si alguien llegaba. Me quedé en boxers y ví como mi precum empezaba a notarse desde mi boxer. Me lo bajé.

Mi verga era grande, un poco curva, media alrededor de 17cm (ahora es más grande) y mis primos hacían bromas sobre lo grande que era solo para molestarme. Me escupí la mano y embarré mi pene de saliva, luego hice lo mismo pero embarré la chucha de esa burrita para que esté resbalosa. Y era el momento.

Me agarré la mondá para apuntar y poco a poco la fui metiendo. mientras iba entrando, sentí el calor de su vagina y sentí que me retorcía de lo sabroso que se sentía. Para cuándo la tenía toda adentro, empecé a culiarmela, mete y saca, mete y saca, y empezó a escucharse ese sonido como de chapoteo, que me hacía calentarme aún más. Era un sentimiento extraño pero delicioso, sentí que su vagina me succionaba la mondá (oí rumores de que culiarse a una burra te hacía crecer la verga pero yo no estaba seguro de eso), su pared vaginal se sentía húmeda y suave, sabrosa, sentía como si tocara el cielo. A mí me daba pena gemir, pero en ese momento no me importaba nada y empecé a gozarlo y a gemir sin parar, era lo mejor del mundo.

Así estuve un rato culiandome a esa belleza de burra, la estaba pasando bien, el sonido de mis huevos chocando contra ella eran excitantes, sentí como la chucha de esa burra se iba sintiendo más viscosa y más resbalosa, se sentía caliente. Duré como unos 7 minutos hasta que sentí que me iba a correr, mis piernas empezaron a temblar y sentí que mi estómago se retorcía, nunca había sentido algo como eso pero se sintió genial. Me vine. Mi mondacón palpitaba dentro de su chucha mientras mi leche salía para almacenarse en su vagina, estaba suspirando rápido, estaba sudando mientras mis manos reposaban en las nalgas de esa burra, unos segundos después saqué mi verga solo para ver cómo un hilito de semen conectaba nuestros 2 genitales y mi rico semen se asomaba y se deslizaba hacia abajo en su rica vagina. No lo pensé y empecé a lamer su chucha con mi lechita dentro, se sentía rico, aunque ya se me había pasado el éxtasis. Busqué una hoja para limpiarla bien y eliminar sospechas mientras mi verga seguía al aire, limpié la escena, me subí el boxer y los shorts, me puse la camisa, verifiqué si había alguien cerca. Todo bien. Bendito sea ese día que me mamé a esa burra por primera vez, ya estaba listo para irme sin antes darle una buena palmada en la nalga a esa burra, y agradecerle por esa experiencia inolvidable.

Si tienen la oportunidad de comerse a una burra, se las recomiendo al 100%, es una experiencia inolvidable y créanme que van a querer más. Me despido y que tengan lindo día/tarde/noche.