Con uno de mis clientes.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Para no hacer larga la historia, comenzare.
Yo trabajo de un café del Centro Histórico de la Ciudad de Aguascalientes Mex.
Como ya no es de sorprenderse, en fines de semana el centro es una zona bastante concurrida de la ciudad, así como las personas llegan, se van. Pero ese día fue distinto, a una de mis mesas llegan un grupo de chicos todos heterosexuales al parecer, lo cual me incomodo un poco, ya que a cientos de kilómetros se me lo pasiva, pero bueno.
Entre ellos había un chavo bastante hermoso diría yo, era alto, cabello y barba castaña, Dios, no podía creer que tanta belleza estaba frente a mi, sus ojos profundamente ámbar, pero las importante sus labios, que es lo primero que veo un hombre.
Toda la noche se me quedaba viendo de una manera inusual a como un cliente ve a un mesero, llego un punto en el que me puse bastante incomodo, dejando de lado eso todo fluyo de manera normal, ordenaron y entre ellos platicaron. Ellos fueron la ultima mesa en irse, a lo lejos escucho.
– Espérame wey deja voy al baño.-
Yo seguía ahí, recogiendo las mesas ya para hacer el aseo del lugar.
Sube y me ve, tímido me agacho y el entro al baño, disimuladamente lo vi por detrás, su hermoso trasero.
Cuando el salio del baño, me da un papel y a la ves me dice. " LLÁMAME CUANDO SALGAS " Al terminar de decir eso con un voz profunda y seductora, su mano derecha se acerco a mi trasero, los estrujo y se fue.
Yo estaba que no lo podía creer, un chico de esa categoría haciéndome semejante proporciono por que claro estamos de acuerdo que nadie te busca a las 2 de la mañana para tomar una taza de café. Sin pensarlo dos veces al salir le llame.
No demoro mas de 20 minutos cundo un carro bastante lujoso me esperaba en la esquina. Me subí y me beso desenfrenado, sus labios húmedos y carnosos sobre los míos en perfecta sincronía, su barba picando por toda mi cara, me atrevo a decir que fue el mas largo y mejor beso que me han dado.
La charla en el coche fue agradable, a pesar de que nos acabamos de conocer, en conclusión el chico no era de aquí sino de Guadalajara, venia solo aquí solo unas semanas y después regresaba a la Universidad, lo que recuerdo el era su perfume Hugo Boss penetrado en todo mi ser. No me llevo a un Motel, mejor aun, fue en el Marriot donde esa noche termino.
Llegamos y con prisa subimos, al estar en el elevado nos volvimos a besar, son muchos pisos para llegar al ultimo, mis manos exploraron todo su cuerpo, pasaron desde su cuello hasta su redondo trasero, al igual el me tocaba cada parte del mio, el elevador llego a su destino, entramos a su habitación y fue cuando todo comenzó.
Cerramos la puerta y fue como un aviso al salvajismo, sus besos se volvieron mucho mas intenso, sus manos cada ves mas inquietas con tal grado de exageración que rompió mi camisa, desgarrada toda por la espalda, yo solamente sumiso sedia a cada impulso suyo, se agacho un poco para tomarme por la piernas, cargándome hasta la recamara. Valla era demasiado para una noche, sus fuertes brazos cargándome, sus aborrascados besos, todo era demasiado.
Llegando a la cama me avienta sobre ella, el subía lentamente llegando hacia mi boca, fue cuando decidí tomar el rumbo, mientra el me besaba, mis brazos tomaron fuerza y lo voltee, ahora quede yo encima de el, besándolo mas y mas bajando por su cuello desabroche cada uno de los botones, sintiendo con mi lengua su bello en pecho, lamiendo sus posones en círculos, baje por el camino de la felicidad hasta llegar al paraíso, mientras todo eso ocurría con mis manos sentía como lentamente el cielo iba creciendo, de poco a poco 15 cm se convirtieron en 27, 27 cm de Hombre Tapatío todos para mi.
Solamente la mezclilla me separaba del la gloria, baje su la cremallera y fue cuando desesperado con manos saque su grande verga, sus 27 cm, era tan gruesa que mi mano cerraba, su cabeza inmensa, sus venas incontables, eran demasiadas, todas reunidas por la presión de sangre en ellas, sus testículos grandes, y velludos, podría pasar todo un día describiéndola, pero después de tal asombro, mi boca tomo posición y fue cuando el con su manos me empujaba hacia mas, se sentó y yo me puse de rodillas, seguí haciendo lo mio, subiendo y bajando con mi lengua por todo el tronco de su pene, llegando hasta su glande, haciendo círculos con lengua, la presión en sus manos se volvía mas intensa, yo bajaba hasta sus testículos y uno por uno los metía en mi boca, comiéndomelos hasta el cansancio, el me tomo de la cintura y me subió hasta su boca, nos volvimos a besar.
Con ternura me acomoda hacía el, me sube de la cadera hasta que quedo mi ano en su cara , sus manos lo me abrían las nalgas y su lengua se comía todo mi ano, su barba raspaba todo, cada uno de mis tejidos internos pedían a gritos sus 27 cm, el seguía y yo solamente le pedía que me penetrara sin piedad, el accedió, saco un condón de la cómoda junto con un lubricante, lo destapo y pudo un poco en su gran pene, de perrito comenzamos, al principio me dolió bastante, sentir una cabeza como la de el si era un poco doloroso, después ya cuando tenia todo el dentro de mi el dolor paso a segundo plano, se volvía mas rápido, los golpes de sus cuerpo desnudo con mi culo sonaban en todo el cuarto, mi gemidos y los de el era música, en maravillosa sincronía, me safe de el y lo recosté, me subí en el y yo ahora tenia el control, a sentones me lo comía todo, el con su brazos me voltio, ahora el estaba sobre mi, sus penetradas con fuerza, mis manos recorrían toda su espalda, el me besaba, yo lo arañaba, sus embestidas eras cada vez mayores, sus 27 cm golpeaban cada parte de mi ano, yo le pedía mas y el con placer lo daba.
Durante todo el acto no nos dijimos ni una palabra, eso fue lo mas hermoso de todo.
Espero les haya gustado.
EAMM19.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!