CON VECINITO DE 7
Cuando todo se conjuga para disfrutar a tu vecinito.
Hace algunas semanas mis vecinos tuvieron que hacer un viaje de urgencia a su pueblo natal, en otro estado.
Como iban porque fueron llamados porque la mamá de mi vecina estaba muy grave, tocaron a la puerta de mi casa y me dijeron de manera apresurada que si no podía cuidarles al niño en lo que iban a su pueblo porque no consideraban prudente llevarlo por su edad y porque lo más probable era que tuvieran que quedarse al velorio y sepelio ya que la señora estaba muy gravemente enferma y porque hace tiempo un primo molestaba mucho a José, mi vecinito de 7 años.
No hubo tiempo de negarme, pues casi me obligaron a cuidarlo. Mi esposa había salido unos días a un curso de capacitación en su trabajo y mis hijos estudian en la universidad. Estaba solo en casa por esos días. me dejaron algo de dinero, para llevar al niño a comer afuera y una maleta con su ropa, algunos juguetes y artículos de higiene para él.
Se despidieron pidiéndole se portara bien y no me diera problemas.
José es un niño tranquilo, morenito claro, hermoso y con un cuerpecito de deleite, antojable en toda la extensión.
Entramos a la casa, lo puse a ver TV un rato, le pregunté si deseaba que saliéramos a cenar afuera o pedir una pizza y eligió lo segundo. Así que ordené una pizza, le pedí ir a bañarse y cambiarse en lo que llegaba lo ordenado. Él, sin más, y con toda naturalidadse despojó de toda su ropa en mi presencia y se encaminó al baño.
Cuando iba a entrar, se giró un poco y me dijo:
–¿Usted no se va a bañar, don Javier?
–Si, le dije, pero después que tú te bañes…
–Mmmmh, es que mi papi me baña cuando mami no está en casa y jugamos en el baño, ¿No quiere Usted bañarse conmigo y jugar?
Yo me quedé asombrado y pensando a qué jugarían padre e hijo y, por curiosidad, acepté bañarme con él, pero yo me metí en boxers.
Al verme, me dijo:
–Mi papi se quita todo, como yo, para bañarnos y jugar.
Y tomó mi boxer y comenzó a bajarlo hacia mis tobillos. Yo me dejé hacer…
–Listo! Uy, pero su pajarito está dormidito, así no podemos jugar. ¿Quiere que le ayude a despertarse para que podamos jugar?
Yo solo atiné a asentir con la cabeza.Y él se abalanzó sobre mi pene, lo acarició un poco, le dió algunos besitos y lamidas y como era lógico, mi pene comenzó a reaccionar ante ello hasta quedar completamente ercto en sus 18 cm, duro como piedra. Al verlo erecto, él sonrió y dijo:
–Ya se despertó y levantó. Uy, está más grande que el de mi papi y mi primo…Ahora sí podemos bañarnos juntos, y después jugar a la casita con su pajarito…
Y se metió a la regadera, y me jaló hacia ella, me pidió enjabonarlo y tallarle todo su cuerpo y después él hizo lo mismo conmigo. recordé que estaba por llegar el repartidor con la pizza encargada, así que le dije:
–Espera, no tarda en llegar lo que pedí para cenar…¿Quieres que cenemos y después jugamos como lo hacen tú y tu papi?
–Sí señor, está bien, así que salimos del baño, nos secamos y vestimos para esperar lo ordenado y cenar. Justo cuando me estaba peinando, tocaron el timbre de la puerta, recibí la pizza, nos dirigimos a la sala para disfrutar la pizza y unos refrescos y malteadas encargadas mientras en la TV veíamos una película infantil…
Cuando acabamos, me dice:
¿Ahora sí podemos jugar, señor?
Pronto, la continuación…
Me mataste jajaja quede a la expectativa x favor
A ver a q juegan..
gran relato con ganas de leer la sigueinte parte