Con vecino de 12 Parte 2
Una disculpa, por error no envié completa segunda parte….
Salió de mi y comenzó a asearse su pene, yo lo abracé y besé un poco, pero en ese momento le llamaron a su celular…
Así terminó la primera parte. Va la segunda quevespero les guste;
Quien le llamaba era su papá, para preguntarle dónde estaba y él comentó que conmigo, que le estaba apoyando a repasar algo de la escuela en lo que llegaban ellos a casa. Se despidió de su papá y colgó.
–No modo, Ernesto, no se te hizo ganarte tu buen dinero y a mí cogerte ese culito tan lindo que tienes…como no fue culpa tuya, te daré esto (y le ofrecíalgo de dinero que éltomógustoso), y te espero cuando gustes para terminar lo que empezamos…si tú quieres, claro.
–Sí, don Javier, el sábado salimos más temprano de trabajar, si quiere les aviso que me voy a traer cuadernos y libros para repasar con Usted, ¿pero sí me va a dar lo prometido, verdad?
–Claro que sí, pero vamos a hacer todo, aquí nos vemos, anda, ya vete si no, tu papá te puede regañar…ah, y estos días no quiero que mojas a nadie ni te la mamen ni te la jales, para que me guardes tu lechita, ¿Va?
Aceptó y se despidió de mí. Apenas era miércoles, ya se imaginarán la tortura que fue para mí esperar tres largos dias…
El sábado siguiente, no veía la hora de que terminara su jornada, al fin, el maestro albañil se despidió de él y tocó a mí puerta.
Abrí y apenas entró lo abracé y comencé a besar y acariciar por todo su cuerpo.
–Espere–me dijo– me gustaría bañarme antes…
–Claro, como tú digas…es más, me gustaría bañarme contigo, si tú quieres, claro…
–Sí, está bien…
Y nos dirigimos al baño, lo desnudé y él a mí, nos metimos a la regadera y lo seguí acariciando
Era un verdadero deleite ver cómo la espuma resbalaba por su cuerpecito de adolescente. Sin más, me agache y comencé a disfrutar de su lindo pene y testículos que por su tamaño devoraba por entero. Él sólo gemía y jadeaba hasta que, no pudiendo contenerse más, se vino en mi boca con varios chorros de su semen que me pasé y lamí y exprimí su lindo pene hasta dejarlo completamente limpio…
Tu turno, le indiqué señalando hacia mi verga erecta y dura más no poder. Sin dudarlo, se inclinó y comenzó a masajear, acariciarby apretar con sus dos manos mi mástil para después llenarlo de besos, lamerle y finalmente, meterse a la boca la mitad de mis 18 centímetros y comenzar a darme una chulada deliciosa, el contacto de sus labios y lengua me provocaban sensaciones de placer indescriptibles que, quien haya tenido la dicha de experimentarlas, sabe bien a lo que me refiero.
Lo sacaba y metía de su boca, pasaba su lengua por toda su extensión a la vez que masajeaba y acariciaba mis testículos y volvía a chuparle de nuevo. No aguanté más de 15 minutos debido a lo excitado que estaba y a lo rico que me lo mamaba y llené su boca con mi semen, él se atragantó un poco, sus ojitos se pusieron vidriosos pero reponiéndose, se los pasó y después, al igual que yo, lamió todo rastro de semen de mi pene.
–¿Le gustó? Preguntó con.una sonrisa pícara…
–Mucho, no imaginas cuánto. Y más me va a gustar hacerte mío, comerme tu lindo culito y meter en el mi verga, pero eso será después de comer, vamos a la sala.
Y nos sentamos a comer unas hamburguesas con papás y pizza a acompañados de refresco para él y cerveza para mí…le ayudé un poco con sus tareas y trabajos pendientes a la vez que nos acariciábamos mutuamente. Al terminar, lo cargué entre mis brazos para llevarlo a la recámara donde me acosté no a arriba y le invité a subirse sobre mí de manera que pudiera chipar mi pene a la vez que yo hacía lo propio en sus genitales y anito para irlo estimulando, dilatando y preparando para hacerlo mío.
Él se sorprendió un poco al se tiró mi lengua jugar en su anito y penetrarlo un poco, pero le gustó esa nueva sensación. Después metí un dedo y luego dos con facilidad y el sólo gemía. Él me había dicho que sólo lo habían cogido y había cogido a niños de su edad o más chicos y pude comprobarlo cuando traté de meterle tres dedos pues le dolió y me pidió parar un poco. Así lo hice y luego, una vez que se relajó, pude meter y sacar tres dedos de su hoyito con lo cual quedó listo para ser empalado por mí.
Lo puse de lado y me acerqué a él. Lleve con una de mis manos su pierna de arriba hacia su pecho para que su anito quedara expuesto y abierto para mi pene y así, de «cucharita» acerqué mi pene a su hoyito, unté crema en mi pene y en su anillito, jugué un rato con mi pene pasándolo por su orificio anal. Lo coloqué en él, le pregunté si estaba listo y él asintió, así que empujé un poco y…su capullo fue abriéndose hasta devorar mi glande, un segundo empujón y se comió la mitad de mi pene.
Pequeños ayes de dolor escaparon de su boca y me pidió parar un poco. Lo hice, para permitirle a su anito acostumbrarse a mi pene. Una vez que se relajó un poco, le dejé ir todo mi mástil hasta que chocaron mis testículos en sus glúteos.
Gritó de dolor y unas lágrimas asomaron y salieron de sus ojos. Yo, de nuevo, me quedé quieto unos momentos. Al cabo de un rato, me pregunté si dolía mucho y me dijo que ya casi no. Le pregunté si podía continuar y me dijo que sí, así que inicié un delicioso vaivén. Sacaba un poco el pene y volvía a penetrar lo por entero. Era un placer enorme sentir y ver como su culito se tragaba mi pene.
Le pedí ponerse en posición de perrito con sus nalguitas levantadas para nuevamente empalarlo por entero. Finalmente, lo puse en la orilla de mi cama y levanté sus piernas a la altura de mi pecho para amarlo y ver los gestos que hacía. No pudiendo aguantar más, explote como nunca y llené su interior con mis jugos mientras me derrumbaba sobre él y lo abrazaba a mí.
Le pedí que ahora fuera el quien me hiciera suyo y, obediente, así lo hizo.
Como ya era tarde, nos vestimos, lo abracé y besé dándole las gracias por lo feliz que me había hecho. Le di lo acordado y un poco más por el buen trabajo y placer que había hecho y lo despedí…
¿C O N T I N U A R Á?
como continua
Muy buen relato. Besitos.
Menuda carrera le espera