Confidencias 02 y 03 Doble penetración
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alvaro-L-de-H.
Parte primera:
Adri, mi amor, solo tú eres mi consuelo.
¿Cómo puedes pensar eso? Yo te lo agradezco amor mío que quieras ayudarme y a mi familia.
No es tu obligación, no estamos casados para que cojas la responsabilidad de mis problemas.
Te quiero tanto, te necesito pero a mi lado, estoy muy confundido mi cielo.
No sé lo que Eduardo ofrece a mi familia, o el compromiso que tienen, pero mis padres parecen muy dependientes de él y como que le deben favores, creo yo.
Veo a mis padres ansiosos y queriendo pagar no se qué compromisos o deudas.
Dices que desciendes de una familia solvente, yo también lo pienso así por cómo vivimos, es otro motivo para que no comprenda lo que pasa.
Por favor Adri, mi vida, no pienses que te pido ayuda material.
Me dolería, yo te amo a ti y quiero que me hagas tu esposo, ¿pero me querrás después de que me utilicen esos hombres?
Mi amor, me dormí llorando pensando en ti, en nosotros y ha sido un consuelo recibir tu nota, también sentía algo de molestia en mi hoyito, la verga de papá es mayor que la de Pablo y me lo hizo muy duro, ya te dije que me gustó, a veces parezco un cínico.
A la mañana me despertó papá, le veía sonriente y pensé que lo la noche había sido un sueño.
-Venga, levántate, tenemos que trabajar antes de que vayas al cole.
No, no había sido un sueño.
Me llevó al baño y me revisó el anito.
-Solo lo tienes un poco rojo pero está bien, dúchate rápido.
No me había dado un beso y volvió a la habitación.
Hice lo que me pidió y me duche con rapidez, no quería que se molestara.
-A ver pequeño, tenemos que seguir trabajando tu culo, prepararlo bien hijito.
Me asusté por lo que tenía en las manos, una especie de pomo de las puertas, cónico, un plug que había visto en internet, era muy gordo y pensé que eso no iba a entrar por mi ano, era más gordo que su polla.
Lo estaba pasando su mano con una pasta gelatinosa.
Debió ver mi mirada de espanto y me sonrió sin tranquilizarme.
-No tengas miedo pequeño, te entrará después de que te preparé, pon tu culito para arriba sobre la cama.
Temblaba y nervioso fruncía mi culo con miedo.
Comenzó a darme besos y lamerme el anito, tengo que ser muy puta Adri, muy puta, me gustaba como mordía mis nalgas y metía su lengua, no le decía nada pero él notaba mi entrega.
-Todo es difícil hijito pero luego es bueno y te dará gusto.
Todo resultaba muy rápido, quería dilatar mi ano en poco tiempo y comenzó a hacerlo son los dedos.
A veces me dolía y era un dolor mezclado con placer que me encantaba.
-Ahora tranquilo tesoro, tendrás un poco de dolor pero pasará rápido.
Hooo! Como apretaba Adri, parecía que me estaba metiendo el puño, las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos pero mordí la almohada y aguante.
-Así me gusta que seas valiente como un hombre.
Me sentía desgarrado, sujetó mi vientre con su brazo para hacer fuerza y el plug venció la resistencia de mi ano, entro y lo tenía todo dentro, mi ano se cerró sobre su parte más fina quedando la base fuera del culo.
Después del dolor tan tremendo resultaba un alivio tenerlo dentro.
Comenzó a moverlo, sacarlo y meterlo un poco.
-Papi, por favor me duele, déjalo dentro.
-Mi amor tengo que ancharte un poco para que te lo saques en clase y te des crema, no quiero que te irrite el anito.
Con el plug en mi culo me fue dando las instrucciones de cómo debía sacarlo y meterlo, debía hacerlo siempre que tuviera algún escozor.
A papá se le había endurecido la verga mientras trabajaba mi anito pero no dijo nada de metérmela.
Todo el día sentía la molestia del plug, no lo que estaba dentro, lo que se había quedado fuera y tuve que ir varias veces al baño para sacarlo y darme crema que me calmaba el ardor de mi culito, no creas que fue sencillo tirar de él con todas mis fuerzas para extraerlo, meterlo resultaba más fácil sentándome en él y abriendo mis nalgas.
De alguna manera mi culito fue acostumbrándose, adoptaba posturas que lo favorecían, mientras estaba sentado lo echaba para atrás y que se abriera y aprendí a jugar forzando los anillos de la entrada apretando y aflojando, convirtiéndolo en un juego y todo el tiempo con ganas de ir al baño, con deseos de cagar como cuando estas estreñido.
Ese día papá fue a buscarme al cole a recogerme y de pasó recogió a mis primos y a Pablo.
Pablo no me había dicho nada durante el día sobre lo que tuvo que escuchar, pero yo notaba que él y Erico sabían como estaba, seguramente también lo que llevaba dentro de mi recto.
Sus miradas los delataban, miradas de pena y conmiseración.
Papá me sacó el aparato en mi habitación, suspiré aliviado, dejó la puerta abierta y presentía que Pablo miraba.
-Esto va muy bien, lo has sabido hacer mi amor, así me gusta.
Está un poco dolorido y lo vamos a dejar descansar esta noche, mañana seguiremos.
Me limpió el culito con una toallita y sentí su frescor, después me aplicó crema metiendo los dedos, eso resultaba placentero.
-Ahora ya te entran sin problemas los dedos.
Te puedes vestir pero lo harás con está ropa para que te vayas acostumbrado a usarla.
Me di cuenta de que tenía una bolsa sobre la cama que no la había prestado atención.
Contenía ropa de chica, braguitas y tangas, boleritos para tapar los pechos, falditas muy cortas de colegialas, medias de varios tipos.
Él mismo escogió lo que debía ponerme.
Un bolero flojo que me tapaba por debajo de las tetitas, un tanga que tapaba mi verga con dos tiras muy finas que pasaban por detrás de mis nalgas y dejaban al aire todo el resto, medias blancas hasta medio muslo que luego vería como tenía que estarlas subiendo continuamente, una faldita muy corta de cuadros escoceses y tablas, tenía que agacharme como las chicas para recoger cualquier cosa si quería que no se me viera todo el culito al aire.
Luego me dejó el pelo suelto caído sobre los hombros.
-Preciosa, estas preciosa mi amor, volverás locos a esos hombres.
Papá me abrazó y me puso contento ver que era por mí y le hacía feliz, notaba la dureza de su pene rozando mi cuerpo, se contenía y solo me besaba.
-Diré a mamá que te lleve para depilar los pelos que aún te quedan.
Aquello no me gusto, tú sabes que el vello del pubis y de los sobacos no es mucho y me gusta tenerlo, pero no dije nada ni me opuse, ¿de qué hubiera servido?
-Te he traído unos videos para que los vayas viendo, algunos los veré contigo y practicaremos, tienes que aprender a moverte como lo hacen los chicos que salen y hacer lo mismo.
Ahora puedes terminar tus deberes antes de cenar.
Me besó dulcemente en los labios y se marchó.
Me miré en el espejo detalladamente.
Lo que veía no era yo, veía a una niña delgada de largas piernas, cabello rubio, plana y sin pecho, de estrecha cintura, culo altivo, curvé un poco la espalda para sacarlo más.
Me gustó esa parte de mi cuerpo, era un culito de niña pequeño y breve.
Llegó un momento en que jugaba adoptando poses de niña, como me veía y me hacía reverencias, así me di cuenta de que no podía inclinarme mucho para que mi culito no quedara a la vista.
Coloqué un DVD en el reproductor y lo fui pasando rápido para echarle un vistazo.
Chicos y chicos a montones, mamando vergas de diferentes longitudes y grosores, en distintas posturas, desfilando y haciendo monerías de niñas.
Folladas de sus culos, mostrando los detalles, vergas que era imposible que pudieran entrar en culos tan pequeños y tiernos, corridas y comidas de semen, gestos, actitudes.
Todo ello en capítulos donde explicaban cada cosa y con escenas ralentizadas.
Sin saber por qué, presentía que no me resultaría difícil ser uno de aquellos chicos y que me movería como ellos.
Algo dentro de mí me decía que yo servía para eso.
Lo dejé para hacer mis deberes y ya era tarde cuando Pablo pasó por la puerta y se paró.
-Cómo lo llevas?
-No sé lo que está sucediendo Pablo, y tampoco sé lo que quieren de mí realmente.
Di por supuesto que él escuchaba todo lo que pasaba.
Se acercó y pasó su mano por mi pecho acariciando el bolero de seda.
-Pues sinceramente, estás muy guapa, pareces una niña de verdad, me gustas pequeña, espero que tu padre me deje seguir disfrutando de ti, ahora quiere ser él quien te enseñe.
Me besó en los labios con una rápida lamida en ellos y bajamos a cenar, creo que Carmen no me quería mirar y bajaba la cabeza, mamá cuando entró vino donde mi para mirarme detalladamente.
-Tiene razón papá, ahora eres una hermosa niña.
Como papá prometió, esta noche estaría tranquilo, solamente vino para volver a darme crema en el culito por dentro.
-Nos tienes muy contentos cielo.
-Papi, ¿vosotros me queréis?
-Claro hijito, tú eres lo mejor que tenemos, no tienes que preocuparte por nada, nosotros te guiaremos para que seas feliz.
-Me gustó papi, mucho.
-¿A qué te refieres amor?
-Cuando me castigaste por ser malo, al principio dolía, pero me gusta.
¿Volverás a hacérmelo?
-Amor ahora mismo te lo haría, tienes que descansar y estar bonito, tendrás todo lo que desees, primero tu papá y luego otros hombres te lo darán mi cielo.
Se inclinó para darme un beso en los labios, abrí la boca y metió su lengua.
Ayyy! Adri, estaba tan rica, ocupaba toda mi boca y movía la mía con dificultad para pasarla por la suya y sentir su sabor.
-¿Puedo mamarte la verga un poquito papi y me das la lechita?
-No puedo hijito, no pararía y quiero que tu culito este bien para recibir rico, hoy me espera tu mamá, también ella me necesita.
-Olerla papi, solo olerla! ¡Qué puto!, ¡qué puto Adri mío me estoy volviendo!
Su olor me enloquecía, su bóxer estaba mojado del precum que despedía, me llenaba y excitaba su olor de semental.
¡Qué horror! Deseaba a mi papá Adri, ¿te das cuenta?
Cuando intenté agarrarla me sujetó para taparme.
-No seas impaciente amor, todo llegará, lo tendrás todo.
No podía dormir Adri, no podía…, si tú estuvieras a mi lado, si sintiera el calor de tus brazos, si me llenaras con tu polla no necesitaría la de otros.
Un millón de besos vida mía.
No vuelvas a ser tan bueno conmigo o te tomaré la palabra, quiero que seas doctor, que estudies y si entonces, si me quieres, vengas a buscarme y seré tuyo, tuyo…
Respuesta.
Mi vida, me dejas deseoso de mas placeres, con cada letra que me escribes, y cada anécdota que me escribes, me fascina como me lo platicas, y de imaginarme como tu papi te da órdenes de andar con ese tremendo dildo en el culo por todas esas horas, hasta en el cole, yo solo lo hice por un tiempo corto y cerca de casa, pero tú fuiste más valiente que yo princesa.
Claro que te seguiré queriendo, claro si es que no me cambias en un futuro.
Mi amor para mí no es ningún problema la solvencia, pero cuando termine mis estudios seguro que pediré mi intercambio con un estudiante de tu país, y así podre viajar contigo, para tenerte por fin entre mis brazos y así por fin ser mi nena.
Mi amor gracias por tus deseos de que yo continúe, pero necesito que me prometas que por mas deudas que tengan por pagar, solo harás lo necesario y no más, si no que solo harás por necesidad y no porque te agrade, seguro esos señores como Eduardo por eso presta dinero o algo mas, para que después te traicione y te trate de cobrar con sus perversiones, esos tipos me caen mal, porque siempre buscan forzar a los jóvenes y todo porque no te dan otra opción y claro porque a ellos por más dinero que tengan, no saben lo que es el amor y nunca lo sabrán.
Besos mi amor, mi princesa y esclava, jijiji
Quiero que me digas que va pasando con ese tal Eduardo, no porque quiera juzgar, pero para saber cómo mí nenita tuvo que soportar a ese viejo rabo verde.
Parte segunda:
Adri de mi corazón.
Me sentí conmovido con tu escrito, te agradezco que pienses que debo cumplir con mi obligación y ayudar a mi familia, me siento moralmente obligado, son los míos y me necesitan.
Dices que me seguirás queriendo aunque mi vida se quiebre, gracias amor mío, es el mayor consuelo que puedo recibir, de mi amor adorado, mi maridito querido.
Como me lo pides seguiré contando lo que me sucede, quiero que lo sepas todo de mi, bueno o malo, porque sé que no me juzgas y sí, Eduardo es un viejo verde pero siempre le he visto cariñoso conmigo, no creo que llegue a ser cruel, disfrutará de mi y tampoco dejará que sus amigos me hagan daño, papá me lo ha prometido.
También quiero que estés tranquilo, te amo a ti y mi alma solo a ti te pertenece.
Somos carnales mi amor y ya ves que no puedo evitar gozar cuando me dan por el culo y tomando la lechita, como me sucedió con papá, adoro el sexo y no lo puedo evitar, solamente al escribirte se me pone el pito duro.
Pero mi amor es solo tuyo.
—————————————
Al día siguiente fueron todos a ver el partido de fútbol, yo me tuve que quedar en casa, papá quería que fuera viendo los videos y aprendiendo lo que será mi profesión hasta que pueda ganarme la vida de otra forma.
Me coloqué una ropita de nena, ahora tenía que vestir así dentro de casa, una túnica de tirantes que me llegaba hasta las nalgas y se me veía el culito tapado con unas braguitas transparentes.
Me incliné y se me veía el hoyito a través de la tela.
Mi anito está cerrado pero es suficiente que lo toque para que se abra con poco esfuerzo.
Había leído que a los hombres les gustaban los culitos prietos y que tuvieran que empujar para meter sus vergas.
Papá dice que no es así, que el ano debe de ser como un coñito de mujer, que se cierre y abra con facilidad y adiestrarlo para que apriete cuando hace falta, tengo que hacer ejercicios para aprender y conseguirlo.
Una de las escenas muestra a un chico que a voluntad se abre el anito y lo cierra sin tocarlo, utilizando los músculos.
Tengo que creer a papá, él sabe de eso.
Dice que eso es importante porque a Eduardo no le gusta trabajar mucho y no quiere esforzarse para meter el pene.
Quiere meterlo fácil y que luego el puto haga el trabajo para sacarle la leche.
Estuve haciendo figuritas ante el espejo y procurando ser muy mariquita y ensayando grititos de placer y poner carita de viciosa a la que le gustan las vergas, eso no lo tengo que fingir porque me gustan, otros chicos lo tienen peor, porque según papá, hay chicos heteros que son putos solamente por dinero aunque luego termina gustándoles y se vuelven putos de verdad.
Y tengo suerte, a los chicos refugiados sirios los cogen las mafias para ser prostituidos y golpeados además.
Cuando volvieron del partido los escuche en el hall de entrada de las dos viviendas, escuché como se despedían y Pablo con papá entraron en casa.
Sentí subir a Pablo por las escaleras corriendo y apareció por la puerta de mi habitación, tiró la bolsa de deportes en la entrada y se acercó a mí mirándome con cara de sorpresa.
-Waaauuu! Nene, estas diferente y tan guapa.
Me volví haciendo un gesto de coquetería que había ensayado para que me viera por detrás.
-Se me pone el rabo duro, nene, Dios, qué puto se te ve, tan erótico.
Se tocó el bulto que se apreciaba en su pantalón y llegó donde mi para abrazarme cogiéndome por las nalgas.
Luego me besó en los labios y se apartó.
-Me voy, si sigo aquí te follaría mariquita precioso, pero esta tarde papá quiere que estemos, ahora nos ha prohibido que te toquemos hasta que tu anito este bien.
Yo no decía nada aunque no me hubiera importado que me hubiera cogido en ese momento, después de lo pasado ante el espejo y lo que había visto, estaba muerto de ganas por un hombre y Pablo estaba delante.
-Si quieres te la chupo para que te corras.
Toqué su pija y se retrajo.
-A la tarde bonita, ahora van a llamarnos para comer.
Cuando escuché a mamá llamando me puse una faldita para que mi culito estuviera oculto.
Carmen tenía el día libre.
En la mesa papá y Pablo me miraban cuando caminaba para ayudar a mamá a llevar la comida a la mesa como si fuera una chica.
-Mira Pablo como ayuda a su mamá nuestra nenita.
Me sonrojé y eso les gustó y se rieron.
Le llevé el pescado y lo dejé al lado de papá, abrazó mi cintura y me achuchó un poco.
-Lo estás haciendo todo muy bien princesita, estoy orgulloso.
Me puse más rojo aún cuando metió la mano debajo de la faldita y me acaricio las nalgas queriendo llegar con sus dedos a mi anito.
Mama y Pablo estudiaban mis reacciones y me ruborizaba más y más viendo como sus dedos avanzaban.
-¿No es preciosa? Se sonroja como una nena dulce, esto los va a volver locos.
Mamá y la tía salieron y a Rubén no lo había visto, solo escuchado cuando volvieron del fútbol.
No había recibido órdenes, solamente me había dicho papá que me lavara el culito todo él y me lo diera bien de crema, metí el tubito de limpieza y dejé que el agua tibia corriera, después de evacuar todo lo que contenía el recto dejé el agua abierto, cuando notaba como se me hinchaba la tripita hacía fuerzas y lo expulsaba sin sacar el tubito de acero.
Así me entretuve en tan placentera labor, luego me apliqué la crema metiendo los dedos que entraban perfectamente en mi ano.
Me mantenía en mi habitación con la misma ropa, esperando lo que Pablo ya me había anunciado sobre lo que pasaría a la tarde.
Escuché abrirse la puerta y la voz de Erico hablando con papá, no lograba entenderles aunque hablaban en voz alta, escuché el crujir de los escalones y aparecieron en la puerta de mi habitación, Papá y Erico venían envueltos en un albornoz blanco.
-¿Ya te has preparado amor? Voy a buscar a Pablo.
Marchó a la puerta de al lado, podía haberle llamada, estaba a unos metros de distancia, pero quería hablarle, no solamente llamarle.
-Hola nena, ¿Cómo estás? Ya no me llamaban por el nombre, era la nena, la princesa, bonita, dulce y cosas así, parecían estar todos de acuerdo.
Erico al fin se acercó y me abrazó contra su pecho, estaba algo excitado y no dejaba de mirarme.
-Pablo tiene razón te estás convirtiendo en una nena preciosa.
Me estaba besando con dulzura en los labios cuando papá y Pablo entraron.
Puso en marcha la TV y el DVD, comenzaron a aparece la imágenes que había ensayado sobre hacer una chupada de polla y lo puso en pausa.
Se sentó en el borde de la cama y se quitó el albornoz.
¿Te he dicho que papá tiene un cuerpo espectacular?, ¿varonil, lleno de vellos distribuidos en los lugares correctos?, su verga colgaba dormida junto con sus huevos.
-Amor quítate las braguitas y el vestidito.
Llamaba vestido a la corta túnica.
-La falda y las medias te las dejas y ven aquí.
Vosotros colocaros para que veáis bien todo.
Podéis tocaros y tocarle a ella pero no os podéis correr, necesitamos vuestras vergas bien duras.
-A ver cariño lo que has aprendido, vas hacer a papá una mamada como lo hacen esos chicos.
Miré la pantalla, pasaban escenas que había visto ya y se me habían quedado grabadas en la cabeza.
Erico y Pablo, sentados al lado de papá, miraban la pantalla y a mí mientras me quitaba la ropa, lo que papá ordenó.
Lo hacía despacio imitando el desnudar en una exhibición, tirando de mis braguitas para que fueran bajando y mostrando despacio mi culito, me agachaba para que vieran surgir ante ellos las montañitas de carne de mi trasero.
-Mírame, tienes que mirar a tu macho, hacerle saber que estas para servirle a sus pies, para darle placer mi vida.
Papá me iba aleccionando, ya lo sabía hacer pero él puntualizaba.
Había comenzado lamiendo sus huevos y viendo como su verga crecía ante mis ojos, intenté olvidarme de mi entorno como él me aconsejó hacía un momento y pensar solamente en ese maravilloso rabo al que tenía que poner duro y sacarle sus jugos.
-Empieza amor, come la verga de papá.
–me había arrodillado y me sentía muy mal al hacerlo delante de mi primo y Pablo.
Es cierto que les había chupado sus vergas muchas veces y a los dos a la vez, y que me habían follado como habían querido, pero…, hacérselo a papá delante de ellos me cohibía y avergonzaba.
-Pero papi ellos… Señalé con la mano a los dos.
-No pienses en ellos amor, a veces tendrás que hacerlo con espectadores, tienes que verlo normal.
Sabía que era así pero no podía evitar sentir vergüenza que vieran como tragaba la tremenda polla de papá y como la gozaba ansioso, lamiendo todo el largo tronco y enroscar mi legua en su rojo capullo.
-Así, así hermosa, ¿te gusta, verdad que le gusta la verga a mi niña? Tienes que decirle a tu hombre como te gusta su polla, dime cosas, eso es tan importante como mamar bien.
-Si papi, tu verga me sabe rica, Ayy! Papi que verga tan dulce, la mejor que he chupado.
Seguía sus instrucciones mamando sin parar, solo para hablarle y decirle el gusto que sentía y lo dura que la tenía y como sentía el calor que desprendía.
Me retiraba el cabello de la cara para que los otros vieran bien como hacía la mamada.
-Así pequeña puta, coge mis cojones con la mano derecha y acarícialos, dale gusto a tu macho preciosa, mama, mama.
Con tu mano izquierda acaricia mi abdomen, dime como te excito y te gusto, dilo puto.
Papá se estaba excitando, su lección se convertía en su placer y yo hacía lo que él quería, enredaba mis deditos en los vellos de su ombligo.
-Qué macho eres papi, mi semental, mi hombre, me gustan tus pelos papi, me vuelven loco y me gusta cómo me llena tu verga.
-Sí puto, habla y come verga.
Se inclinó y tocó mis nalgas, su pene se retrajo y salió de mi garganta.
De repente sentí el dolor de una palmada muy fuerte entre las dos nalgas, no podía gritar por tener mi boca ocupada pero me impulsé contra su polla tragando más, escapando del castigo como acto reflejo.
-Acariciarle el culo.
Hablaba a Pablo y a mi primo, pronto sentía varias manos acariciando mis nalgas y calmando con sus lenguas el dolor de la piel.
Uno de ellos tiraba de mis montañitas de carne y comenzó a lamerme el ano.
Adri, mi amor, no te enfades, pero eso era el paraíso perdido y hallado otra vez.
Uno de los chicos tiraba de mi pene y el escroto y el otro hurgaba con su lengua en mi ojete, la verga de papá se hinchaba por momentos, seguro que también a él le excitaba ver a los chicos detrás de mí lamiendo y mamando.
Pasamos así un rato donde a veces veía las vergas de los muchachos y como se las acariciaban pero guardando su turno como papá les había ordenado.
Me gustaría que mamaras una verga de hombre mayor, para sentir el placer de sus jugos maduros, la dureza de una verga recorrida por venas abultadas que notaba en los labios, la textura de un glande prodigioso y grande que forzara tu garganta sintiendo dolor y placer a la vez.
Pablo y Erico me mantenían caliente pero sin dejarme llegar al orgasmo que deseaba que me viniera.
-Mi amor, me corro, voy a llenarte la boquita de semen, mi dulce nena chupa y no te lo tragues tienes que enseñarnos lo que voy a dejar en tu boquita mi amor.
Papá hablaba entrecortado, yo le miraba, y él a mi no, cerraba los ojos concentrándose en el placer que recibía, redoble las metidas de su verga y rotaba mi cabeza para que tuviera más placer hasta que rugió como un toro y tuvo cuidado de sacar su polla dejando la puntita dentro, para que todo el semen cayera en mi boca.
La sentía llena y con necesidad de tragar pero recordé su orden y lo mantuve en la boca mientras terminaba de vaciarse los testículos, saco la polla y tuve que cerrar la boca para que sus fluidos no cayeran.
-Abre la boca amor, vamos a ver lo que te he echado.
La abrí mirando hacia arriba y los tres, los tres miraban la gran cantidad de semen que papá me había vertido.
Pablo se inclino para besarme en la boca y metió la lengua.
-No lo hagas.
Resonó la voz de papá.
-La leche es para el que la ha sacado y tú eres un macho, son los putos los que se comen el semen.
Pablo se separó aunque creo que quería seguir gustando el semen de papá que me llenaba la boca.
-Ahora muévelo en la boca.
Ya te digo que para todo seguía sus órdenes sin protestar.
Volvió a hacerme abrir la boca para mirar las burbujas que había creado al mover el esperma mezclado con la saliva.
Ya puedes tragarlo y limpiarme la verga.
Lo deglutí y me sabía exquisito, sabroso entre dulce y amargo y limpié todo los restos de lo que había quedado en su pija.
-Vosotros sois machos y cada uno tiene su labor que hacer.
El es puto y su deber es dar gusto a los machos como nosotros, al puto hay que tratarlo bien para que quiera dar gusto a los machos y nosotros disfrutar de ellos.
No lo olvidéis.
No sabía que papá supiera tanto de putos y sus conceptos estaban claros.
Erico y Pablo me miraban con deseo mientras lamía la verga de papá y sus huevos hasta que perdió toda la dureza y el pene volvió a colgar acompañando a los huevos.
-Ahora os llegó el turno de disfrutarlo.
Se levantó y buscó una escena en el DVD donde un chico era sodomizado por dos machos en una doble penetración, no le gusto y pasó rápido las escenas hasta que encontró lo que buscaba.
Dispuso a mi primo y a Pablo tumbados en el suelo, mirado al techo y uniendo sus culos con las piernas estiradas al costado de los cuerpos.
-Tenéis que conseguir unas vergas duras, el máximo que podáis, acariciaros para ello.
Tú.
-se dirigía a mí.
Ponte de rodillas para verte el anito.
Metió despacio sus dedos, el índice y corazón de cada mano y comenzó a tirar de mi ano hacia los laterales para ancharlo, no me producía dolor, era distinto, ¿molestia, envuelta en placer?
Me pidió que me sujetara de su cuello y mientras Erico unía su verga con la de Pablo para hacer una doble polla, Pablo me sostenía por el culo hasta que apoyé mi hoyito en la punta de la polla de Pablo que es más larga.
Papá me fue dejando bajar despacio, la punta de la polla de Pablo había entrado sin sentirla y tropecé con la otra, Erico movió la cadera para que comenzara a entrar y el dolor me retorció.
-Papi, papi, me duele, no me dejes caer.
-Lo sé mi amor, es un poco doloroso al principio, iremos despacio.
Apretaba muy fuerte su cuello para no bajar más pero él se inclinaba, y aunque yo no quisiera las dos pollas iban entrando perforando mi ano causándome algún dolor, quizá no fuera tanto y resultara producto de los nervios, ya conoces como una vez quisieron metérmela los dos como hicieron a Rubén y yo no quise.
Después de unos minutos y como si fuera un milagro tenía las dos vergas en el culo, papá me soltó y tuve que apoyar mis rodillas en el suelo para no caer sobre ellos y empalarme por entero.
Adri, mi amor, vida mía, me gustaba, era delicioso sentir mi culito estirado y las dos vergas palpitando a la vez, comenzaron a moverse siguiendo las órdenes de papá y me decía lo que yo debía hacer, como debía cabalgar la verga de los dos machos que follaban mi culito.
No se vinieron a la vez, me desmontaron y primero Erico y después Pablo me cabalgaron tumbado en el suelo, ofreciéndoles mis nalgas que perforaron sin piedad hasta que se corrieron uno antes y luego el otro.
Miraba como papá se excitaba viendo a los dos cogerme con ganas y masturbaba su falo que había vuelto a crecer y lo tenía muy duro.
Cuando Pablo terminó y se vació en mi culo, se quedó tumbado sobre mi espalda agotado, papá hizo que se levantará.
-Ahora voy a ser yo el que termine la tarde.
Tiró de mis caderas para que elevara las nalgas, colocó las manos en mis hombros y llevó a pulso su larga verga a mi culo, tanteaba buscando mi entrada y cuando la encontró comenzó a penetrarme sin cesar hasta tiro de mis hombros y no podía meterla más.
Me follaba sin parar, sin descanso, con golpes muy rápidos queriendo vaciarse pronto y muy excitado.
Escuchaba el sonido de la humedad del semen de Erico y Pablo al ser expulsado de mi recto, era asombroso el placer que me llegaba sintiendo la pija que me dio el ser, perforando mi trasero y al final me abrazó por el abdomen llevándome hacia él, metiendo lo imposible en mi, si hubiera podido hasta sus testículos los metería en mi culo.
Se corrió soltando más leche que los otros chicos juntos.
¿Y yo? Me vine varias veces, alguna sin eyacular y dos con copiosas rociadas de leche que echaba en el suelo.
Luego lamí sus vergas limpiándolas de los restos de semen y limpié lo que yo había tirado en el suelo con mi lengua.
Entonces papá se dio por satisfecho.
Les ordenó que no me la metieran en unos días y que lo mejor sería que me la dieran a chupar para que fuera practicando a mover los labios y la lengua mejor de lo que hacía.
-Ahora podéis ir donde vuestras novias y disfrutarlas como los machos a sus hembras.
Sí, papá nos dirigía a todos.
Salimos a pasear, Rubén y yo, solos, y llegamos hasta el paseo de la playa.
-¿Estás bien?, ¿cómo has sentido que te metan dos vergas por el ano?, aquella vez no quisiste.
-Bien, lo pasé bien y es mi obligación, pero prefiero cuando alguno de vosotros va a mi cama para hacer el amor con besos, esto es todo sexo.
-De eso se trata, solamente sexo a cambio de favores o dinero.
-¿Tú serás puto también?
-Claro, yo iré después que tú, tienes que decirme como es.
Ya está amor mío, han decidido lo que debo ser y con quienes tengo que ir a la cama.
Hacía frío y tenía que abrigarme.
A la noche papá revisó otra vez mi culito, debía ser el bien más preciado que tenía.
Me ordenó que no me dejara coger hasta que él lo dijera y que el plug lo tenía que utilizar a las noches, dejando descansar el ano durante el día, que me movía menos en la cama y era mejor.
Empieza mi aprendizaje, ¿o ya lo estaban haciendo desde tiempo atrás?
Adri, te quiero, te amo mi amor, siento tener que entregarme a otros y no poderlo hacer contigo.
Maridito, quiero ser tuyo, solamente tuyo.
Respuesta.
Princesa, tu sabes que yo te apoyo, y claro que no me importa lo que hagas con esos hombres, porque sabré que tu no los amas y que lo haces por favor o necesidad, pero la verdad me apasiona y me pone a pensar en que tal vez desde hace mucho tiempo te estuvieron preparando para todo lo que viene, tal vez ya sabían tu papi, Pablo, Erico y tu mami, que te entregarían al tipo Eduardo.
Mi nena me imagino viéndote vestida así sexy, con una blusita pegadita a tu cuerpo sexy, con una faldita cortita que cada vez que te mueves me deja ver tu culo, tu hoyito y tu verga, mi amor también me imagino el plug en tu colita durante toda la noche, no te duele tanto por la noche?
Oye guapa, pero como esta eso del DVD que, acaso aparecen nenitos como tú en el video?
La verdad como tu papi te hizo guardar el semen y como hizo para que lo tragaras me fascina, te usó como un recipiente de semen para que lo comieras y te alimentaras de ello, pero lo que más me gusto fue que por fin te animaste a la doble penetración o más bien te forzaron, pero vaya que tu culito se devorara dos vergas de un solo tirón, vaya que lo tienes profundo, jijijiji
Mi amor ojala me enseñes a lavarme el culito para yo solito masturbarme y que me sepa rico, jijiji
Besos mi nena, me mantienes informado de lo que pase, siii?
Es que quiero saber cómo se está portando mi nenita, hermosa.
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