Confidencias 18 Al macho mayor la verga no le responde
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alvaro-L-de-H.
Recibo sorpresas que no logro entender.
El lunes pasó sin nada que lo hiciera especial, bueno sí.
Pablo me evitaba en los descansos en que le veía en el colegio, huía de mí, como si acarreara alguna culpa que yo no le imputaba.
Alberto me envió un recado:
“Mi vida se hace difícil sin ti, se que existes y me faltas.
Solo respiro esperando confiado en que mi fortuna cambie”
¡Qué cursilada!, ¿verdad? Una tontería suprema pero sentí ganas de llorar.
No respondí a su mensaje.
Y otro de papá, para decirme que me extrañaba y sentía mi falta a su lado y que procurara un momento para estar con él, y más ganas de llorar me entraron.
¡Oh! Cuanta responsabilidad para un chico pequeño como yo.
Las clases evitaban que pensara en otras cosas y mi exposición estuvo bien puntuada.
Llegué a casa y Damián me dijo que volvía a salir para busca a su señor.
Como estaba solo después de ir a la cocina, para saludar a Dulce que no me había esperado en la puerta, y comer un plátano que Alicia quería pelarme, como si yo fuera un niño, comencé a preparar los deberes.
Nadé un buen tiempo con Eduardo cuando regresó y le dejé caminando sobre la cinta, me miraba mientras me secaba el cuerpo sin dejar de caminar.
-Luego tenemos que hablar, después de la cena, termina ahora tus trabajos.
Me dio un vuelco el corazón, lo decía tan serio y no había jugado en el agua, solo nadaba a mi lado.
Cenamos muy ligero, él comía poco y yo era igual, una tortilla francesa, fruta y yogur con miel con un vaso de leche grande y pasamos a un salón más pequeño en esa parte de la casa.
Puso a reproducir un CD con el sonido muy bajito.
Era de Boccherini y había bailado algún arreglo de él para la danza, en este caso sonaba la música nocturna en las calles de Madrid, se sentó a mi lado y como era él quien quería hablarme, esperé en silencio lo que viniera aunque temblaba un poco.
Había leído lo que tú me decías y temía que ya no me quisiera con él, que no le interesara.
Porque Adri, ¿a dónde iría si Eduardo me echaba de su casa? Dímelo tú.
Tenía la cena en la garganta.
Eduardo debió darse cuenta de mi preocupación y me pasó el brazo por los hombros, fue un bonito gesto y me pegué a él.
-Tiemblas pequeño, la calefacción está encendida y no hace frío, ven.
Me colocó la mano en la frente para ver si podía ser fiebre y quería llorar Adri, ¿cómo podría ser que Eduardo no me quisiera un poco? Me abracé a su cintura y bajé la cabeza para que no me viera llorando.
-No es fiebre igual te ha sentado algo mal de la cena.
-Estoy bien Edu, es solo un poco de frío.
Me apreté más a su cuerpo y subí los pies a la butaca para encogerme sobre él, me pasó la mano por la espalda y así me abrazaba él.
-Es importante lo que te voy a decir y quiero tu opinión cuando termine y decidas lo que tú desees que haga, ¿de acuerdo? Me dio un pequeño y cariñoso azote en la nalga y ya no me podía apretar más con él, éramos uno.
-Sí Edu lo que tu digas.
Le escuchaba respirar un poco fatigado o intranquilo.
-Tu madre quiere venir a vivir a esta casa, para cuidar de ti y que no estés solo.
-No lo estoy, te tengo a ti Edu.
Elevé la cabeza para mirarle y me besó en los labios.
-Espera y escucha pequeño.
En algunos argumentos tu mamá tiene razón, evitar el que alguien pueda sospechar al tenerte viviendo conmigo y que haya una mujer que lleve la casa y esto vuelva a tomar otro aire que para ti sería mejor.
Si se separa de tu padre y así va a ser, es lógico que se encargue de su hijo.
¿Tú quieres que venga tu madre?
-Lo que tú digas Edu, pero sí que me gustaría.
Añadiría que también quisiera a papá a mi lado pero la pregunta no iba por ese camino.
-Entonces se trasladará aquí y hará las funciones de señora de la casa, hasta ahí llegaré, esto alegrará también a tus abuelos y nos cubrirá hasta que tu situación se estabilice.
-¿Pablo vendrá también? Me miró como sorprendido.
-¿No deseas que venga aquí?
-Sí, sí que quiero pero no habías hablado de él y no sabía…
-Ese chico es un encargo de tu abuelo y si no te opones vendrá, además se lleva muy bien contigo, será bueno que esté aquí.
Era tanta la confianza que le dije lo que habíamos hecho el domingo, no podía tener secretos con él.
-Sí, me llevo muy bien con él y con mis primos, hemos estado siempre juntos y además ya sabes, jugamos a hacernos sexo… Guarde silencio esperando su reacción.
-¿Te folló? ¿En mi casa? Y soltó una carcajada.
-Precioso y encantador todo, vas a tener un hombrecito cerca para jugar cuando quieras sin tener que esperarme.
Muy bien me gustará veros, como te folla y ver tú cara disfrutando.
-A él le gustan más las chicas Edu, no me coge tantas veces.
Se le notaba contento y me dio un beso más largo y le entregue la lengua para que me la chupara.
Y no hubo más, dejar que los acordes del picado de las cuerdas de los violines arrancaran, mientras me acariciaba como si fuera su perrito mimoso sobre sus piernas.
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Voy a tratar de responder a todas las preguntas que me haces, algunas no las puedo contestar y para otras solo te puedo dar mi opinión o lo que yo pueda desear.
Sobre lo que Pablo dice de mamá y que tu no crees, yo desearía que no fuera cierto, aunque lo que pretenda con Eduardo no me importa.
Sé que me quiere, a su manera muy peculiar y que no me causará daño alguno, de esto estoy seguro, como también de que conseguirá lo que desee.
Creo que Pablo se refería a esto mismo.
El ver como se follan a mamá o me lo hicieran a mí delante de ella, no me atrae en demasía.
Con Pablo podría admitirlo pero pensar en que lo haga con Yasin, como que me da corte.
Tú eres más lanzado que yo.
Estamos hablando de ocurrencias que nunca se plantearán y como tales lo dejamos.
Hacerlo tú yo con Yasin no sería problema, recuerda que él es puto, aunque lo haríamos como amigos y sin pasar por su agencia, Eduardo ya les paga su dinero cuando requiere sus servicios, o de otros chicos y chicas.
Eso sí que me gustaría si tú no te opusieras, ser penetrado por él estando tu presente y chupar su gran pene entre los dos para beberle la leche.
Eso lo apunto ya en nuestras cosas pendientes.
Y luego, si tú quisieras, podrías probarla, que te cogiera tu culo, solo una vez y sin que te la de toda, no quiero que te rompa.
Lo que hace tu amigo con su mascota me tienta, y puedo probarlo, no sé cómo y de momento estoy muy bien con él como compañero en la cama si no tengo otro, y disfruto con sus lamidas en mi cara y sus juegos; de hacerlo sería más por Dulce que le gustan las caricias, que por mí.
Eso no lo apunto y tampoco a ti te interesa la zoofilia.
Ese gran danés que tú tienes parece un apático asexuado, tan raro me resulta.
Eduardo no tiene perros que guarden el parque, en cambio tiene cámaras y altos muros, creo que es un poco neurótico y piensa que podemos correr peligro o que nos puedan asaltar, y alguna vez ha sucedido en residencias cercanas.
Espero que no se te ocurra hacer cosas con tu perro, esos son muy grandes y puede hacerte daño, si es que consiguieras excitarlo y según tú eso es imposible.
Sí te entiendo, el perro es serio y casto, así como el amo es libertino y sensual… Me encanta tu sentido del humor.
Y piensas que Alicia pueda querer algo conmigo…, cómo eres de pícaro.
No lo creo, no se me ha insinuado ni creo que se atreviera.
Tengo amigas, saben que soy gay y nos llevamos muy bien pero nunca he follado con ellas, no sé si podría, las veo guapas y me gustaría tocarles las tetitas, por curiosidad y saber lo que se siente, verles la vagina y todo eso para explorar.
A alguna las gustaría que las atendiera y me lo han pedido pero no se ha dado la oportunidad.
No me importaría probar con alguna conocida y que no se riera de mi si no pudiera penetrarla, ya sabes, la vergüenza va por delante y el temor de no saber cumplir como un macho.
Igual un día le pido a Eduardo para que lleve una chica a casa, una profesional que sepa trabajar a los muchachos jóvenes e inexpertos.
Don Manuel vino como lo que es, un amigo de Eduardo y mi abuelo.
Mamá necesita de Eduardo y de don Manuel para lo que pretenda.
Aunque son algo más jóvenes que mi abuelo son amigos y ahora viven lejos y casi no se ven.
Y ahora pensaras que son unas personas depravadas que se follan al nieto de su amigo.
Bueno don Manuel no me ha hecho nada, besarme y tocar el cuerpo, a él le gusta que se la metan, lo vi cuando Yasin lo cogió.
Otro tema, Eduardo no se molestó con Yasin por la aventura que tuvimos Rubén y yo con él, su enfado era por llevarnos a su casa y entregarnos al novio de su mamá y al otro amigo.
Ya te he dicho que tiembla porque me pueda suceder algo malo.
Me dijo que soy libre pero siempre que no comprometa mi seguridad y su responsabilidad.
No le importa que lo haga con mis primos o con Pablo, con Yasin u otros del catálogo que se me pueda encaprichar, pero todo muy reservado.
Por cierto en ese catálogo casi todos los chicos son puticos, como Gustavo y Óliver, mariquitas pero tienen muy pocos chicos activos como Yasin, se cotizan y son más caros que los pasivos.
Ese trío o cuarteto que propones de nosotros con tu ex novia y su amiga, no me importaría hacerlo.
Sabes mis limitaciones por ahora; contigo no tendría problemas igual que con Rubén, pero tampoco he penetrado muchos culos, sabes que me gusta más ser penetrado y mamar las pollas, ser pasivo es lo mío.
Vosotros tres me enseñaríais con paciencia, estoy dispuesto.
Una cosa más pendiente para cuando estemos juntos.
A mí me gusta también que seamos tan sinceros, sin ocultarnos cosas.
Poder hablarnos con tranquilidad sabiendo que no nos molestamos, tú no lo haces y puedes estar tranquilo, si alguna vez no me gustara algo te lo diría sin ofenderme.
A ver Adri, pienso que en todo lo que me has dicho no había una sola guarrada, ni insulto o falta de respeto, así es como quiero que sea con sinceridad y sin ver cosas feas donde no las hay.
Nunca te voy a odiar, puedes estar seguro de eso.
¡Ah! Deseas que te viole, mi dulce y tierno loquito.
Fantasía, pura fantasía lo que pienso hacerte.
Atarte las manos con alguna de las medias que aun tengo por aquí, unas blancas serían lo ideal y vendarte los ojos con otras negras.
Dejarte un tiempo solo, bastante tiempo y volver a la habitación acompañado de otro chico, alguien como Pablo sin que supieras quien es y creyeras que yo no estaba.
Que te hablara duro y seco para que sintieras su fuerza y energía de macho, y nalgueara tu culito hasta dejártelo rojo para que yo lo calmara con la boca y la lengua hasta que se pasara el dolor.
Hacerte notar su dura y larga verga a la entrada de tú anito como si fuera a forzarte para sentir tu terror.
Lamer, después de tu miedo hasta el punto de que te orinaras sobre tu cuerpo, comer tu anito y darle besitos de amor hasta que se abriera para mi lengua hasta conseguir que tu verga se endureciera para cabalgarla como una yegua y conseguir tu eyaculación en mi vientre.
Eso quiero hacer contigo y muchísimas cosas más que se me ocurrieran.
Lo de que Edu me compro, no lo veas en el sentido literal pero en realidad algo así ha sucedido, el me quería tener y lo ha conseguido indirectamente, cobrándose en mi los problemas de papá.
¿No me preocupa que alguna vez quiera cambiarme por alguien más joven y quizá fuera lo mejor que me pudiera suceder?, no lo sé.
El puede comprarlo todo y tener los muchachos y las chicas que quiera, lo mío viene de lejos.
Pero me siento a veces querido por él y se preocupa mucho por mí, y también me siento como si fuera un objeto de lujo como sus automóviles y obras de arte.
No puedo pensar mucho en eso, no quiero hacerlo, aunque a veces no lo consiga, tengo que esperar, al menos a que tú puedas protegerme y ocupar su lugar, se que lo harás.
El día que me vengas a buscar habrá pasado el tiempo, ahora es lo que hay.
Espero haber contestado todas tus dudas, preguntas y sugerencias a tu gusto y cómo quisieras.
Gracias por escucharme y entenderme, amo estos momentos íntimos y privados.
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La normalidad parecía haberse impuesto y lo de la casa para mí era ya una rutina, me había quedado tranquilo, de momento.
A la mañana Alberto insistía, sin pesadez, después de aquel mensaje cuando le agregué, este era el segundo.
“Algunos tienen la suerte de verte durante horas, yo necesito un minuto.
¿Cuándo llegará mi turno?”
Adri, que no te moleste, ¿por favor? Cuando lo leí sentí la necesidad de aquella descarga eléctrica que me recorrió el cuerpo cuando rozo mis labios con los suyos.
No le respondí, como al otro recado, aunque mis dedos se deslizaban inseguros por la pantalla.
Necesito que me aconsejes sobre esto que me está pasando con ese tonto muchacho.
En la clase de ballet me centré muchísimo en lo que tenía que hacer y la ayuda de Asaf resultó muy profesional, aunque no perdiera la ocasión de rozarme más de lo necesario.
Adri, estos machos se creen que por dejarte coger una vez tú vida depende de ellos.
Y el resto fue todo normal, nadé un rato, aquello me estaba gustando y a Eduardo le estaban practicando un masaje en la zona de gimnasio, sobre la mesa camilla que había quedado allí.
No conocía al señor y Eduardo no me lo presentó.
Fue después, cuando hubo terminado con él que me preguntó si me apetecía para relajar el cuerpo, estuve de acuerdo recordando el masaje de Asaf y el de Adrian, tan relajantes y eróticos donde terminé siendo follado en las dos ocasiones.
Ese no era el caso y su masaje aunque placentero y agradable no fue como los de aquellas veces.
Realicé mis deberes y no había terminado cuando me llamaron para cenar.
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No voy a repetir lo mismo, pero no me faltó el mensaje de Alberto con parecidas palabras de otras veces.
Comenzaba a cobrar importancia en mi cerebro y ya deseaba que llegara el sábado para poderle ver si es que volvía a salir de fiesta, cosa que sin dudar deseaba.
Al fin Pablo perdió su aire de culpa, o no sé lo que era y me habló durante un descanso, con el resto de los amigos y amigas sin problemas, pude reírme con ellos y escuchar sus comentarios a veces subidos sexualmente de tono.
Hicimos la vuelta en el coche de Eduardo y dejamos a todos en sus casas.
Dulce me esperaba para jugar y estuve con él mientras merendaba una fruta y hablaba con Alicia.
Eduardo se retrasó y llegó a la hora de la cena cuando yo ya había terminado mis trabajo y nadado en la piscina.
Al despedirnos me dijo que desea estar un rato conmigo después.
Ya sabía que debía prepararme para darle sexo a la noche y que me usaría, no me molestaba, es más, llevaba días sin tenerlo y deseaba jugar un poco y darle placer a mi culo caliente e insatisfecho.
Me preparé como se esperaba de mí, un puto mantenido de lujo, y no me ofende reconocerme tal cual soy porque de esta manea me lo han hecho ver.
Me puse un pantaloncito de seda blanca, de finura exquisita y haciendo juego con el carado de mi piel, se introducía en la rajita de mis nalgas y me llegaba hasta el ombligo, las patitas eran anchas y casi no existían dejando que mis nalgas quedaran a la visa.
Esperé jugando con Dulce sobre la cama, peleando y metiéndonos bajo las sábanas la llegada de Edu que tardó.
Como siempre y pareciendo una ceremonia Tomas le ayudo a desnudarse y esperó a que tomara las pastillas y el agua.
Había quedado tumbado esperando a que Tomás saliera y empecé a moverme voluptuosamente en la cama, estirando y encogiendo el cuerpo, los brazos y acariciándolo con las manos estiradas, colocándome arrodillado para que disfrutara de la visión de mis nalgas, bajándome el pantaloncito para enseñarle el botoncito de mi ano limpio e hidratado para él.
Me estaba excitando a mí mismo y mordí mis labios lujurioso, veía como la verga de Edu comenzaba a crecer excitado también por mis sensuales y eróticos movimientos de puta de escenario.
Abracé a Dulce y le hice resbalar por mi pecho y vientre hasta colocarlo sobre mis genitales mirando a Edu provocativo haciendo movimientos de pelvis como si estuviera follando a mi perro.
La polla de mi amo no daba más de excitación y había llegado a la culminación de su dureza, se le ponía impresionante, con grandes y resaltadas venas por todo el fuste y los testículos le colgaban moviéndose en el interior del escroto.
Ya necesitaba su verga para tenerla en las manos y se las tendí ofreciéndole la cama para que acompañara a su amante que le esperaba.
Cogió a Dulce y lo dejó en el suelo y se tumbo a mi lado abrazándome de costado.
Besé su boca y me llenó la mía con la lengua llevándose toda mi saliva y sabores, sabía besar bien rico, llegando con la lengua hasta el fondo de la boca y acariciando el paladar causándome allí cosquillas y un extraño placer.
A pesar de tener la boca llena gemía y él me la metía más enterrándola toda ella hasta sentir los pelos de su bigote raspando mis labios.
-¡Ahh! Edu que bien besas, vuelve a hacerlo de nuevo.
Me escupió en la boca para meter otra vez la lengua buscando buceando su saliva, esto le cansaba bastante y se colocó de espaldas, le besaba sus gordos pectorales llenos de pelos y sus pezones enormes comparados con los mío que eran puntitos escritos en un papel, la redondez de su barriguita donde se ocultaba profundo el ombligo y hurgué con la lengua para sacar sus sabores de hombre limpio, cogí su pene con la mano, estaba mojado de precum que resbalaba hasta su pubis y sus huevos.
Me enamoran las vergas grandes y coloqué la mejilla sobre la suya dura y caliente, la besé enamorado de ella, lamía todo su fuste y su gran cabeza morada y brillante, y comencé a darla tiernos besitos rescatando de entre los pelos el precum que se había escondido.
De pronto noté que tenía competencia.
Dulce había vuelto a subirse a la cama, e imitando lo que yo hacía, como si fuera un juego entre nosotros, empezó a pasar su lengüita por los huevo de Edu, enseguida los dejó para llegar hasta el glande más jugoso por los flujos que tiraba.
Edu notó que no era yo quien le lamía y levantó la cabeza, yo le miré divertido.
-Para los dos no tengo suficiente, sois dos perritos golosos los dos.
No le aparté y continuamos lamiendo la polla y el escroto de aquel macho entregado a nosotros, abrió las piernas permitiendo que le llegáramos al ano y la verdad es que Dulce lamía a mucha velocidad y atrapaba cada gota de precum que salía por la uretra.
Notaba que a Edu le encantaba y le temblaban las piernas cuando dulce rodeaba el capullo de su polla con su leguita de color rosa.
-Quiero meterla en tu culito pequeño dejar de mamar.
Esperé sus gestos para saber como quería cogerme.
-Túmbate, voy a hacer un esfuerzo.
Se colocó sobre mi sin apoyar todo su cuerpo, solo su barriga que se adaptaba perfectamente a la mía, como dos piezas que encajan, como su polla y mí culo; la prominencia de su barriguita peluda descansaba en la hendidura de la mía aprisionándome el pene.
Abrí mucho las piernas para alojar su gran cuerpo y metí dos dedos de cada mano en mi ano para abrirlo y prepararlo para que su verga me penetrara con el menor esfuerzo, ya me había dilatado anteriormente en el baño y no me llevo mucho esfuerzo, sujeté su rabo gordo y macizo y lo apunté en la entrada de mi culo.
-Ya Edu, lo tienes encajado amor, puedes apretar y entrarme.
Tenía que ser él quien se moviera, yo estaba aplastado por su cuerpo.
A pequeños golpes fue metiéndome la verga, costó que entrara la gran cabeza que resulta lo más sabroso en el recto pero luego era más fácil.
Unos minutos más tarde me sentía invadido totalmente y lleno de su miembro, del cetro de mi amo, mi hombre y aunque viejo mi macho.
Me sentía bien así, tan repleto de polla, hasta me gustaba su peso y que no pudiera respirar.
Intentaba mover las caderas y la pelvis, y el poco movimiento que hacía lograba que mi ano se contrajera placenteramente acariciado por el grueso pollón, y que pudiera jugar apretándolo y soltándolo para exprímele y que la leche le saliera.
Y otra vez Dulce vino en mi ayuda, notaba su lengüecita alrededor de mi estirado ano, lamia la verga de Edu cuando salía de mi culo y mi tirante piel, la sensación era nueva y deliciosa, miré a los ojos a Edu que levanto la cabeza oculta en mi yugular hasta entonces.
-¿Lo sientes? Es fabuloso como lame.
Bésame Edu.
El beso duró muy poco, mi hombre se ahogaba y llevé su cabeza sobre mi cuello para que la reposara, no quería que se moviera, ya lo haría yo y con la ayuda de Dulce mi hombre empezó a dejar el semen en mi vientre, con convulsiones cortas y jadeantes en mi cuello.
También me dio placer sentir como me llenaba con sus fluidos y los tiritones que daba su cuerpo sobre el mío hasta que se quedó quieto y su verga empezó a salir y abandonar mi ano.
Dulce no paraba de lamer y limpiarle la verga, ya pellejo, de Edu y mí abierto ojete donde metía la legua buscando el néctar del macho, hice fuerza para que el semen fuera saliendo despacio, brindándome un suplemento placentero por las lamidas fuertes de mi perro que no quería que se perdiera nada de lo que iba expulsando.
Escuchaba el alocado corazón de Eduardo y su respiración agitada.
Se deslizó cayendo a mi lado y me volví de costado para limpiar con la sábana su sudor.
Luego lo besé y me quedé mirándole a los ojos.
No me decía nada pero su mirada era tremendamente agradecida, en ese momento me sentí contento por ser útil para algo y para alguien.
Abrí las piernas porque mi perrito quería seguir lamiendo lo que me salía del culo.
-Ya lo sé pequeño, no puedo más, pero prefiero terminar así, a tu lado, que esperando sin hacer nada.
-No quiero que te pase algo malo Edu y me dabas miedo.
Colocó la mano sobre mi cara, la posaba muerta.
-Tranquilo Oriol, no me voy a morir.
Me abracé a él y me iba quedando dormido sin que él se marchara a su cama.
Si Adri, mientras me follaba creía que se moría aquí mismo y la verdad tengo miedo, le he llegado a querer y también porque no se lo que pueda ser de mi si me falta.
¿Quién otro iba a querer un puto como yo?
No había llegado a correrme pero lo disfruté, gocé sintiendo su gozo y placer y hubiera sido mejor con otros de mis amantes, Pablo, Erico o Yasin, pero no importa, es mi trabajo.
Tengo ganas de que mamá y Pablo se vengan a vivir con nosotros y no estar tan solo, pero no sé nada y nadie me habla.
Te voy a enviar esto que he escrito, imagino que lo estarás esperando.
Besos mi vida y perdóname.
Respuesta:
¡Hermosa!
Oriol, mi amorcito goloso.
Mi vida, creo que es cierto, soy lanzado ¡jajaja!, con todo eso de la imaginación me he vuelto imparable.
Claro mi vida, es de lo más normal que no te gustara ver a tu mami y a ti follando al mismo tiempo, ya que sería raro y no tan bonito como creí.
Follar con tus primos es una cosa, pero otra es muy diferente que te cojan enfrente de tu mami, ¿eeeh?, ya te emocionaste con lo del perrito y como masturbarlo ¡jajaja!, creo que sí te dan ganas de hacer algo rico con tu cachorrito, no es necesario que vayas directo a follar, sino que juegues con él y su anito.
Tal vez como lo hago yo, que juego con mi ano metiéndome dedos y cositas ricas.
A tu cachorrito seria más prudente meterle un dedito y moverlo dentro de él para que sienta placer, tal vez ir avanzando con mas dedos, pero ir despacio para no lastimarlo y que te siga deseando, ¡jijiji!
Amorcito, me alegra tu excelente idea de cómo violarme así de rico, me excita saber que me atarías y me encerrarías, estaría solo por un tiempo pero regresarías con alguien más y que me usarías para que también me diera placer, y yo sin ver nada de lo que pasa, tu montado en mí y yo violado y violando ¡jajaja!
¡Wooowww! Tener a Yasin conmigo.
¿Tú crees que Yasin me cogería como a ti y que me trataría despacito como la primera vez contigo que tanto placer te dio?
Espero que alguna vez eso suceda ¡jajaja!
Mi vida, Eduardo te ha querido más que nadie hasta ahora , y que te cuida mejor que cualquier otra persona, y con Asaf es cierto, ya con que una vez tuvieras un pequeño encuentro ya creen que es por siempre, pero eso no, porque tú eres libre y decides con quien sí y con quien no, y con Adrian, el chico que te depila y te pone más sexy de lo que ya eres, ¿cómo te ha tratado?, ¿o ya no lo has visto desde lo de Eduardo que te dijo que te quería con pelitos?
¡Amor!, me he estado masturbando por mi anito con mis dedos y un dildo que compre, ya he llegado a los orgasmos sin tocarme la polla, pero ahora ando por mi casa, calle, escuela e incluso en la oficina con él dentro, pero ahora sí, como dicen "me pica la colita".
La verdad que últimamente me dan ganas de tener algo dentro, pero trato de pensar en otra cosa, y en solo pocos momentos me complazco como una vez me dijiste, pero ahora si siento como una necesidad de algo en mi cola, pero por ahora me he abstenido y me concentro en otras cosas para no hacer algo que no me gustaría que alguien sepa después, y que me conservo para ti mi bebe sexy.
Te amo mi vida, tú sabes que aquí estoy para ti hoy y siempre mi vida.
Soy tu confidente, tu novio y si tú quieres también un día tu esposo.
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