Confidencias a un amigo 30/05/21
Los pantalones, al ser tan ajustados le costó más retirármelos… Yo sin saber muy bien lo que hacía le ayudaba moviendo el cuerpo..
Hola mi Pablo! Primero un beso.
Contesto a us comentarios: Pues claro que Eis nos echa de menos, de eso estoy seguro, pero lo importante es el lugar en el que nos coloca entre sus preferencias. No considero que sea un padre desconsiderado, siempre te he dicho que ama profundamente a sus hijos, lo que pasa es que ahora me tiene a mi para que me ocupe de ellos.
Yo creo que ya te quiero Pablo, eres de lo mejor que tengo cercano, y al único a quien le confieso mis dudas y temores.
Pues me gustaría que te tomaras algo más en serio tus estudios, no es que te tengas que enclaustrar o estar prisionero, pero si obligarte tu mismo a darte un tiempo para tus estudios.
A ver, sí que me va bien en el trabajo aunque tengo demasiado, pero gracias a la ayuda de Olsen y otros puedo irlo sacándolo adelante. Aun no le he dado las gracias a Oliver por la ayuda que me brindó. He dejado a Olsen que vaya desentrañando, pidiendo datos sobre un trabajo nuevo que nos ha surgido, no tiene mucho que ver con depuradoras pero haremos lo que podamos.
Miles ahora ya tiene 19, No es que me anule en mis opiniones, cuando hablo de que me someto a lo que él quiere, me refiero a temas sexuales. Ya sabes que por mi condición no puedo oponerme a los que mi macho me mande, en la cama me anula cualquiera, estoy hecho para dar placer, a veces me siento una puta, y no lo digo menospreciándolas, que bien se que aportan un plus muy importante para satisface las necesidades sexuales de los machos.
Entonces yo, cuando estoy en la cama con cualquier hombre pues soy igual que ellas, lo siento mi amor, es mi cabeza o mi corazón que me orientan a cumplir con mi condición, y no creas que estoy tan contento pero ya he decidido aceptarme tal cual soy. Es difícil de comprender para alguien que no se sienta como yo y no tenga mis debilidades y sentimientos.
Fíjate bien lo que te digo, estoy hecho de tal manera que no miro si un hombre es viejo, o joven, si es feo o hermoso, solo siento un deseo irresistible de que se sienta feliz y goce. Claro que no soy tonto y prefiero un chico guapo, como tu por ejemplo, pero no puedo negarme a los deseos del macho, comparando podría ser, en ese sentido, como una yegua a la pude montar cualquier semental que le presenten, y conociendo mis debilidades por eso cuido no aproximarme demasiado a cualquiera, así me cubro las espaldas.
El otro día me llamó David, creo que ya te he hablado de él, el chico que fue mi primer novio oficial, compañero de carrera y del máster en la universidad de Cranfield y durante mi estancia en Leeds. Bueno, pues se le ha muerto la abuela, ya era muy mayor ochenta y tantos años, pero a David le ha dolido mucho porque vivía en su casa con ellos desde hace mucho tiempo. Fíjate que a veces le decía que no era raro que le gustaran los chicos, él era el único hombre, sin contar a su padre, atendido por tantas mujeres, su abuela, su madre y su hermana que es mayor que él.
Ahora trabaja en España, creo que ya lleva trabajando allí un par de años, desde que dejó Bombardier en Derby, está soltero, vamos que no vive con nadie y se ha comprado una casa. Ahora lamento haberle hecho sufrir como lo hice, no fui bueno y me dejaba seducir por Eis cuando me iba a visitar, David sabía que le ponía los cuerno y lo sufría en silencio, luego lloró cuando terminé con él, ya que fui yo, o por culpa el maldito Adrian que me volvió loco.
El caso es que no pude estar en el funeral, al menos para consolarle.
Por otro lado mis padres están ya en Londres, mi madre me ha llamado para darme la triste noticia de que el abuelo de mi hermano esta en las últimas, él no me había dicho nada, seguramente para que no me preocupara, pero eso no se hace.
Ya se que son sus abuelos pero yo también los quiero, han sido buenos conmigo, si dejé de visitarles fue por culpa de mi padre que me alejaba de él y de su entorno desde que nos sorprendió en la cama, me apartó como si, por ser maricón, tuviera la lepra u otra enfermedad contagiosa. Desde entonces no volvió a permitir que pasara tiempo en Londres, con mi hermano, con ellos, a su pesar se, por Gonzalo, que me recuerdan y siguen queriéndome.
En fin, lo odie tantos años, me hice tanto daño a mi mismo por sentir aquel odio…, ahora ya no siento odio, ni rencor, solo dolor y rabia de que, por mi condición de puto y maricón, me privara de mi vida, de mi hermano.
Pero bueno, que no quiero ponerte triste, lo tenga que suceder pasará aunque no queramos, su abuelo es un señor tan viejo, tan mayor que no estoy seguro, pero pasara de los cien años, y pesar de eso se siente dolor cuando un ser querido se prepara para el último viaje.
Por lo demás ya te dije que el jueves hablé con Oliver, nada oye, se ofreció enseguida para ocuparse de los chicos, me animó a que aceptara la invitación de Logan, y sabes qué?, pues me ilusionó mucho cuando le llamé y Logan se puso tan contento, me dijo que me recogería el sábado y que pasaría por mi casa a las ocho para llevarme a la cena, pero no quiero adelantarme y ya llegará el momento.
El panorama se presentaba envidiable, el viernes se lo conté a Eis, que aunque Logan sea su amigo, no quiero hacer nada a sus espaldas, pero él tan campante, no le dio la menor importancia y hasta me dijo que me divirtiera todo lo que pudiera, que Logan me llevaría a lugares que me encantarían. Y vaya!, mira tu, que Logan pueda hacerlo y no él, no es para carcajearse un poco? Pues yo me muero de risa, y dejé ya todas las dudas que tenía en la cabeza, si él quería que me divirtiera, pues lo haría, vaya que si. Pues no me sentó nada bien que se lo tomara de esa manera, me sentí menospreciado por su postura.
El viernes a la tarde, más temprano que otras veces llegó Oliver para buscar a los chicos, Miles estaba de mala leche, desde el jueves se portaba como ofendido, molesto porque yo fuera a divertirme, los otros chicos, Liam y su hermano, encantadores, me desearon que lo pasara bien y que no pensara en ellos, solo en disfrutar, me dieron un abrazo tan cariñoso, y unos besos tan lindos que, de verdad, me hicieron sentir como si fuera su mamá, o su papá mejor dicho, no como el ogro de su primo, se montó en el asiento, al lado del conductor y ni se despidió, me dolió mucho, al fin y al cabo lo siento como mi segundo macho. Oliver se dio cuenta, me dijo que ya hablaría con él y le explicaría como eran las cosas. El viejito Oli! éste si que me quiere, siempre me ha querido como ya sabes.
Pues me vino bien quedarme solo, pude aprovechar para adelantar trabajos, analizar y ver lo que adelantaba Olsen con la autoría y los datos que iba recopilando. También aproveché para pasar un rato con Luis Enrique, le pedí que cenara a mi lado y disfrutar de un guiso exquisito de carne y una ensalada de ensueño. Ya sabes, también tiene sus problemas, como todos imagino, él solo piensa en su familia y como puede ayudarles, agradece vivir con nosotros, así todo lo que gana lo puede destinar para enviarlo a su familia. Es un chaval estupendo y bueno donde los haya.
Me preocupaba un poco mi aspecto, pero ya no tenía tiempo para pasar por el salón de belleza, en la ducha, antes de meterme en la cama, me miré todo el cuerpo, algún pelito se me asomaba donde no debía, las cejas me las pude arreglar de mala manera, no es lo mío, lo siento. Cuando me metí a la cama, pensé que era la primera vez que estaba la casa tan solitaria, Luis Enrique en su habitación del semisótano, en la planta superior no había nadie y yo estaba solo en la principal, sentía un poco de miedo, fíjate que tontería que nunca cierro la puerta de la habitación y ahora si que lo hice.
Sábado, me levanté tarde, las nueve de la mañana, para trabajar después del desayuno en mi despacho de la planta de los chicos, mientras, escuchaba moverse a mi fiel criado limpiando y recogiendo todo lo que los chicos habían dejado desperdigado por el suelo o encima de las camas, no es que sean muy ordenados, son chicos, pero ahora ya todos se encargan de su bolsa de viaje aunque dejen parte del armario fuera de su lugar. Al final de la mañana dejé de trabajar, había pasado mucho tiempo analizando el trabajo adelantado por Olsen, me sentía perdido y no quería molestarlo por teléfono, sabía que sus muchachos pasarían este fin de semana con él.
También, te lo digo con sinceridad, pero los nervios me podían, cada hora que pasaba me sentía más nervioso, me sentía como cuando era adolescente y había quedado con algún amigo para ir a una fiesta, peor aún debía estar ya que Luis Enrique me preparó una infusión de tila sin pedirla, hsta él se dio cuenta de mi nerviosismo.
Al fin pasó la tarde, estuve viendo la tele después de comer, sin verla realmente hasta que decidí prepararme, con tranquilidad ya que tenía tiempo de sobra. Sabía que Luis Enrique saldría a la tarde, había alguna reunión de su congregación y él, no te lo he dicho porque hace poco que me enteré, le han dado un cargo relativamente importante en su iglesia, debe ser algo bueno para él ya que estaba muy contento.
Escogí la ropa que me iba a poner, pantalón de pitillo, gis claro, ajustado hasta las rodillas, allí se abría un poco en campana hasta los tobillos, se ajustaban al cuerpo al ser elásticos como si fuera una segunda piel y decidí usar simplemente suspensorio para que no se notara el slip. camisa de seda negra, de cuello redondo para mostrar mi cuello del que me siento satisfecho, Chaqueta entallada con maga francesa y que me llegaba hasta inicio de las nalgas, permitiendo que desde allí se mostrara la silueta de mi cuerpo, delgado, sostenido en mis largas y modeladas piernas, me eché un fular dorado para taparme la garganta si hacía demasiado frío y en los pies unos botines con algo de tacón de cuero color beis. Como un toque final mi apliqué algo de brillo a los labios y me peiné al descuido con los dedos.
Cuando Luis Enrique me vio a parecer solo dejó exclamar:
Patroncito, le se van a tirar a los pies! Me hizo tanta gracia la expresión que me puse a reír y le abracé dándole un beso, le solté cuando me di cuenta de lo violento que se sentía, a pesar del color de su piel se lo notaba colorado.
Perdóname Luis, me he dejado llevar.
También él se había puesto guapo, y olía de maravilla, no era a una colonia comercial, se le desprendía de la piel. No se lo quise decir para no ponerle más violento y rojo.
Se marchó y miré inquieto mi reloj, estaban a punto de ser las ocho y no tenía noticias de Logan, comencé a pensar que quizá se había arrepentido, o pudiera haber tenido un accidente, pero no le llamé para no mostrar que ya estaba, además de impaciente, muy, pero que muy nervioso.
A las ocho en punto me llegó su llamada, estaba esperándome en la calle y me pedía que saliera, me di cuenta de que no quería entrar en la casa y después de dejar la alarma conectada salí al jardín y luego a la acera.
Justo delante de la casa se encontraba un coche enorme, de esos que llevan los famosos, era de color negro y brillaba como si lo terminaran de sacar de la cadena de montaje. No tuve que esperar mucho, se abrió la puerta trasera que daba a la acera y descendió Logan.
Le miré quedándome sorprendido, iba vestido muy sencillo, con unos pantalones negros ajustados a las piernas, camisa blanca, y una americana deportiva, a pesar de ello se le notaba que eran ropas escogidas y muy caras, desde luego era todo un tipo elegante y con una figura deslumbrante. Se acercó para darme un beso en la mejilla, me miró de arriba abajo varias veces antes de sonreír.
Estas precioso, bellísimo… y sin más me dio la mano y me invito a que pasara al interior, delante de él. Solamente había visto coches tan llamativos y elegantes en las cocheras del abuelo de mi hermano, la parte del conductor estaba separada por una luna de cristal de la parte de viajeros, los asientos, estaban tapizados en cuero azul. Sonreía pensando en el contraste de mi coche con aquel que me llevaba a una cena y una fiesta después de tanto tiempo.
Logan me cogía la mano y me dijo si deseaba tomar algo, le dije que no pero eso me oriento a pensar que el coche disponía de algún tipo de bar. Los dos nos habíamos quedado algo sorprendidos y nos costaba buscar algún tema para iniciar una conversación.
Logan se llevó mi mano a los labios y luego se la retiré.
He quedado con unos amigos, cenaremos y en el mismo local tenemos reservadas las plazas de la fiesta, así no tendremos que viajar a otro lugar.
Se debió dar cuenta de mi nerviosismo ya que volvió a cogerme la mano.
Te gustarán, es gente amable y divertida, ya verás.
Lo cierto era que me había dejado más tranquilo saber que no estaríamos solos, que otras personas estarían con nosotros, aquel hombre, sin duda me inspiraba una desazón que no podía explicarme.
Esta bien Logan, si son tus amigos seguro que estaré seguro. Logan me miró sorprendido y girando la cabeza dejo salir una risa.
Seguro lo estarás siempre, además sabes que no me como a las personas, en todo caso, y como mucho, las puedo morder si están tan apetitosas como tu. Volvió a reír y de nuevo solté mi mano que mantenía en la suya.
Alguno de mis amigos conocen a Gonzalo tu hermano, también conocen a Eistein, o sea que no te apures, yo voy a cuidar de ti.
No me di cuenta del camino que seguíamos y el viaje no fue largo, solo podía ver algunas calles conocidas y luego ya el paisaje para mi era desconocido. De pronto el coche frenó y Logan bajó para sostenerme la puerta.
Hemos llegado, espera un momento. Se dirigió a la ventanilla del chofer y estuvieron hablando, imaginé que estaría dándole instrucciones.
Estábamos delante de una construcción antigua rodeada de jardín y habían encendido las luces de la entrada, unas imponentes puertas de roble permanecían abiertas dejando salir la luz y algunas voces. Logan me cogió la mano y tiró de mi para subir los tres escalones antes de llegar a un gran rellano de losas.
Vamos Jaime!, yo me había quedado impresionado ante la entrada, aquello parecía un viejo palacete de tiempos de la conquista francesa. Me sujetó de la cintura para hacer que le siguiera.
En un salón, justo a la entrada, estaban dos señoritas que debían atender y recoger los abrigos, aún se necesitaban en Montreal a pesar de estar llegando el verano, Logan me guió hasta otra estancia, allí había bastante gente, todo muy iluminado, con elegantes camareros vestidos de blanco y negro y que portaban grandes bandejas con distintas clases de bebidas.
Algunos de los presentes saludaban a Logan aunque yo no conseguía reconocer a nadie hasta ese momento, con algunos se detenía y hablaba unas palabras, a mi me miraban curiosos, pero no fue hasta que llegamos a un círculo de unas ocho personas cuando Logan se detuvo y fue presentándome, como Jaime, un amigo español. Los únicos que se me quedaron en la mente fue una pareja de orientales, un chico y una muchacha, ambos jóvenes de la misma estatura, la verdad, muy guapos y altos los dos. Me dieron la mano y la joven me dio un beso.
Logan me los presentó como Ichiro y Kyomi, Ichiro era un jugador de fútbol, y la chica que le acompañaba, Kyomi, era su hermana, algo me había dicho Logan, de que conocían a mi hermano de alguno de sus viajes a Canadá. De los demás recuerdo muy poco, quizás por ser ellos los que llamaron más mi atención.
Pasó uno de los camareros y Logan le cogió un par de copas de champan, me ofreció una de ellas, yo bebo muy poco, apenas uno o dos vasos de vino en las comidas y no siempre, veía que la gente no se privaba de beber y vaciaban una copa tras otra, la bebida hacía que la lengua me picara y el burbujeo saltaba hasta mis labios sin probar la copa, sorbito a sorbito me la fui bebiendo mientras escuchaba las conversaciones.
No se si alguien había dispuesto los asientos, y destinado las personas que los ocuparían, pero me tocó en suerte, a mi izquierda a Logan, a la derecha a Ichiro y a su lado estaba su hermana. Habían dispuesto mesas pequeñas de unos 8 comensales, aún mantienen algunas normas que impuso el virus.
Me sentí fuera de lugar al principio, Ichiro quería hablarme de fútbol, y me daba apuro decirle que no me gustaba y además que no lo entiendo, aunque Logan me rescataba cuando me veía confundido con alguna palabra graciosa que despertaba la risa de Ichiro, su hermana hablaba animadamente con un el chico que tenía a su derecha.
En la mesa sirvieron vinos, pero yo decidí continuar bebiendo champán y no mezclar por el peligro de llegar a marearme, la cena resulto abundante, al menos para mi que con los entrantes hubiera sido suficiente, me daba cuenta de que los camareros, de pie tras los comensales, no dejaban que se vaciaran las copas y los vasos, continuamente estaban llenándolos sin que lo pidieras. Ya llevaba tres copas bebidas, me sentía acalorado, alegre, comenzaba a perder la timidez inicial y sin entender intervenía en la conversación que se llevaban entre Ichiro y Logan…
Más tarde, al terminar la cena la gente se fue levantando. Logan me sujetó de la cintura con su brazo cuando me puse de pie.
Ahora vamos a pasar a la sala de baile. Me hablaba al oido, las voces se había ido elevando y era difícil entenderse.
Tendré que pedir un taxi para la vuelta a casa… Se lo repetí tres veces y me entendió a la tercera, entonces Logan me llevó hasta tocarnos los cuerpos y me susurró al oido.
Aún es pronto, queda mucha noche aún, y no te preocupes, yo te he traído y te devolveré a tu casa vivo, sano y salvo, e inopinadamente me besó en los labios.
Me quedé un poco perplejo pero con la alegría de la bebida, y sin pensarlo, le devolví el beso.
En la sala de baile no había tanta luz como en el comedor, un disc yokey pinchaba una música de baile suave, llegamos a una mesa que tenían reservada, inmediatamente un camarero nos llevó bebidas que alguien había encargado, yo le pedí a Logan que me pidiera champan para no cambiar.
Se hablaba muy alto, era una tertulia general donde nadie se entendía y gritaban para hablar, al menos a mi me lo parecía. La música no cesaba y aunque sonaba suave contribuía al ruido general. Pienso que Logan vio un cierto aburrimiento en mi cara porque le habló a Ichiro sentado cerca de mi, la verdad es que no se separaba mucho y aunque yo no le daba mucha conversación parecía preferir estar a mi lado.
Lleva a Jaime a bailar para que no se nos duerma, luego me añado.
Inmediatamente Ichiro se levantó ofreciéndome la mano para ayudarme a levantar.
Te molestará la chaqueta cuando entres en calor, mejor que las dejemos aquí.
Le hice caso y me quité la chaqueta a la vez que él lo hacía, con el fular quedaron en el asiento, así quede únicamente con mi camisa de seda negra pegada a mi cuerpo, lo mismo que el resto de mi ropa, pensé que tenía razón y ya me sentía asfixiar, por la bebida y el exceso de comida.
Ichiro me llevaba de la mano, sorteando a otras parejas ya se habían lanzado y se movían en la pista, admiré que las mujeres aguantaran los altos y finos tacones sin caerse. Sonaba una música suave y melancólica, algunos bailaban sueltos pero la mayoría lo hacían abrazados.
Ichiro me pasó el brazo por la cintura arrimándome a él, con la otra mano me sujetó del hombro, ahora podía ver que era un chico alto, más yo por lo menos 10 ó 12 centímetros, me arrastró al ritmo de la música y me dejé llevar, al principio rozaba su cintura con mi mano hasta que él me abrazó con ambos brazos por la cintura y yo los subí para sujetarme en su cuello, estábamos muy próximos, pegados, sentía la dureza de sus músculos, realmente el chico estaba cuadrado, en el buen sentido.
Según avanzaba la música ichiro me sujetaba más fuerte haciéndome sentir la potencia de sus brazos. Yo dejé caer mi cabeza sobre su pecho, a pesar de la música y el ruido de las voces, escuchaba el palpitar de su corazón algo acelerado.
Eres muy bello Jaime. Me hablaba con suavidad con los labios sobre mi pelo y su cálido aliento me calentaba la piel.
Hueles bien, me gusta como hueles. Sus manos acariciaban sutilmente mi cintura y descendió a mis caderas, intenté alejarme un poco de él pero me agarró con firmeza y una de las manos descendió hasta colocarla en mi nalga y allí la dejó de momento.
Lo que también notaba era como se le iba endureciendo la entrepierna, indudablemente al oriental, japonés para mas señas, le gustaban lo chicos, o al menos yo le gustaba, no lo hubiera pensado en el primer momento de verle, perecía, y era, muy varonil y a todas luces hetero, pero me equivoqué y no supe ver las señales que me lazaba, como no apartarse de mi lado.
Oh! Ichiro, quizá Logan nos esté buscando, creo que debíamos volver a la mesa. Le sugerí ya que aquello se estaba saliendo de onda.
Como quieras Jaime, estás mal a mi lado, te he molestado?
Oh, no, que tontería, me siento muy a gusto, podemos seguir un rato.
Seguimos bailando, muy juntos, abrazados como una piña hasta que pusieron otra música donde me separé de él para danzar a lo suelto, aunque la intención de Ichiro no era separarse mucho.
Volvimos a nuestra mesa, Logan y otras personas se había evaporado, me senté con Ichiro a mi lado, tenía la copa llena y la vacié de un trago, estaba muerto de sed, rápidamente un camarero me lo volvió a llenar y volví a vaciarla, parecía que me rescataban del desierto, sin darme cuenta, en mi cabeza comencé a ver estrellitas, aunque eran las luces de aquel globo gigante que giraba y giraba como loco.
Mi compañero de baile permanecía a mi lado, aferrado al alto vaso del que también bebía con ansia. Logan no aparecía y aunque miraba a la gente en la pista no conseguía distinguirle. La cabeza comenzó a caérseme, no sería de sueño ya que a la noche dormí como pocas veces, entonces sería sin duda la bebida, me di cuenta de que tenía que haber pedido agua y no aquel delicioso vino con burbujas.
Ichiro se había aproximado a mi y dejé caer la cabeza en su brazo.
No se lo que me pasa Ichiro, estoy mareado y se me cierran los ojos.
Necesitas un descanso, ven te voy a llevar a un lugar más tranquilo, allí podrás descansar. Tiraba de mi mano insistentemente.
Pero tenemos que esperar a Logan, me resistía con voz quejumbrosa.
No te preocupes, Logan sabrá donde encontrarnos cuando vuelva.
Me di por vencido y le seguí apoyándome en él y pasando mi brazo por su cintura. A pesar de mi mareo veía a otras parejas encaminarse al mismo punto donde Ichiro me llevaba, yo daba algunos traspiés aunque era conscientes de lo que pasaba, el camino se me hacía largo, quise seguir a un hombre y una mujer que iban delante.
No Jaime, nuestro camino es otro. Llegamos a un ascensor con puertas acristaladas, no sabía al piso que Ichiro había pulsado.
Esta muy lejos? Le pregunté. Mi amigo se rio en tono bajo.
No sabía que te afectara tanto el champán, ánimo que ya estamos llegando.
Había alguien ante una de las puertas de un corto pasillo, Ichiro habló con él y nos franqueó la entrada, recuerdo una habitación semi en penumbras, encendieron una lámpara que me hizo cerrar los ojos, mi amigo me ofreció un vaso para que bebiera, tenía muchísima sed y bebía sin pensar. Sentí como se cerró la puerta antes de que Ichiro me guiara hasta una enorme cama, bajó la intensidad de la luz, me dejé caer en ella y mi amigo se tumbó a mi lado, se me cerraban los ojos.
No te duermas Jaime. Posó sus labios en los míos, sentía sus besos húmedos, como pasaba la lengua por mis labios y mi cara.
Oh!, tengo sueño. En mi duermevela notaba como Ichiro, o quien fuera, me iba quitando la ropa, primero la camisa, aquel ser me acariciaba el pecho, empezó a pasar la lengua por mis tetilla, sentía como se ponían duras y me hacia cosquillas, deje salir una risa cantarina.
Te gusta eh Jaime? No abría los ojos pero la voz era de mi bailarín amigo. Volví a reír como respuesta.
Los pantalones, al ser tan ajustados le costó más retirármelos… Yo sin saber muy bien lo que hacía le ayudaba moviendo el cuerpo.
Levanta el culito Jaime, no puedo con tus pantalones. A veces reíamos los dos como en un juego.
Es muy bonito el slip que te has puesto, más que bonito es muy práctico. Ahora sentía sus manos jugar amasando mis nalgas.
Estás más lindo de lo que Logan me dijo, eres un bocado delicioso Jaime. Me abrió las piernas y sentía su cara en mis nalgas, los dientes me las mordían.
Ábrete más, quiero comerme el culo. Estiré mis piernas hasta formar un ángulo de 180 grados con ellas, cogí una almohada y recosté la cabeza en ella. No me daba cuenta al cien por cien de lo que pasaba, solo sentía la delicadeza de la lengua de Ichiro queriendo entrar en mi culito, empecé a gemir.
Así me gusta Jaime, queremos que lo pases bien. Ese “queremos” en un principio me alarmó, pero estábamos solos los dos, el hermoso japonés y yo unicamente en la habitación, dejé de pensar para centrarme en las sensaciones que sentía.
Ya lo tienes bien abierto, ahora llegó el momento que esperaba. No sabía cuando se había quitado su ropa, pero ahora le sentía pegado a mi, su piel tocando la mía, al girar la cabeza lo tenía ante mi desnudo del todo, tuve que agudizar la mirada para centrarme en la enorme polla que portaba Ichiro, yo pensaba que los asiáticos la tenían pequeña, mentira, es como pensar que todos los negros la tienen grande…
La de Ichiro era una polla enorme, seguro que pasaba de los 20 centímetros, y gorda, con pocos pelos negros e hirsutos en la base y también en la bolsa de los testículos, pensé que me hubiera gustado chupársela, en otro momento se lo hubiera pedido, ahora no había tiempo, se colocó sobre mi y con rapidez inició la penetración. Fue sin ápice de dolor, solo sentía resbalar aquel tubo de carne caliente en mi interior.
Ahhhh! que rico estás Jaime amigo, ya te la he metido entera. Comenzó a bombear muy rápido, sus golpes eran certeros, entraba de maravilla a pesar de que por la gordura de su polla mi ano la comprimía.
Toma mi verga, toma mi verga, siéntela en tu culo. Así estuvo unos minutos, yo, en un duermevela disfrutaba, me cogía muy bien, sabía lo que se hacía a pesar de su urgencia, y de repente rugió en mi oreja mientras se sacudía en convulsiones enormes.
Toma, oh sí, toma mi semen en tu vientre. Los chorros de esperma que tiraba se iban depositando en mi recto, era la primera vez que el semen de un oriental me preñaba.
Se quedó tumbado sobre mi, respiraba con dificultad por el esfuerzo, pero de pronto alguien me sujetó la mano y no era Ichiro, éste las tenía agarrándome la cabeza.
Me sobresalté y por poco salto de la cama, no podía moverme mucho por el peso del cuerpo de Ichiro encima mío, mis mareos casi desaparecieron, tenía a mi derecha a un hombre desnudo, gordo, con una panza enorme que le colgaba hasta caer sobre su pubis, iba a chillar cuando escuché la voz de Logan.
Tranquilo, tranquilo Jaime. Bruce es amigo de confianza, no pasa nada.
Pero yo miraba aquella mole de grasa temblorosa, arriba de la enorme panza unas tetas que se unían a la panza, una enorme pija puntiaguda y roja le salía de debajo de la morcillona tripa, dos gigantescos testículos le colgaban de una bolsa con algunos pelos, como los de un toro me parecieron, también su pija se le parecía, yo pensaba que podía hacer aquel hombre allí, giré la cabeza al otro lado donde sonaba la voz de Logan.
Me sonreía sentado en la cama, también desnudo, cuándo habían llegado?, me preguntaba, no los había sentido, intenté levantarme pero tenía sobre mi a Ichiro y no dejaba que me moviera. Logan se inclinó y me besó la boca
Logan, qué pasa? Pregunté con cierta angustia.
Tranquilo bebe, no vamos a hacerte daño, queremos que disfrutes, Bruce solo quiere probarte.
El tal Bruce se agarraba aquella verga tenebrosa, se la iba masturbando mientras esperaba la señal que alguien le diera para montarme, debía tener muchas ganas, los huevos se le encogían y alargaban, cayendo pesados, en la enorme bolsa, se le notaba impaciente, la enorme papada que le colgaba de la cara le brillaba sudorosa, también la frente, volví a mirarle la pija, parecía que se alargaba, que engordaba más de la mitad a la base, de la punta afilada le colgaba un hilo de preseminal que se perdía en el aire, me fui tranquilizando por los besos de Logan y las caricias del oriental, el tal Bruce no soltaba mi mano y la llevó para que le agarrara la verga, aquella cosa quemaba, la veía muy roja y llena de sangre, vibraba como un diapasón muy excitado, cuando Ichiro me notó calmado terminó de sacar su verga de mi culo y se dejó caer a mi lado.
Para el gordo Bruce debió ser la señal que esperaba, se subió a la cama y luego encima de mi, no me cambiaron de posición, así de espaldas como me la había metido Ichiro les parecía bien, y el macho gordo suspiró satisfecho dejando caer todo su peso sobre mi espalda, su barriga se conjugó adaptándose embebida en la curva de mi cintura, me cogió la cabeza pretendiendo que la girara y me plantó un beso en la boca, al principio sentí repugnancia, luego la abrí para recibir su lengua, tenía mucha saliva en su boca y la empujó con su lengua para pasarla a la mía, no me quedó de otra que degustarla y tragarla, sabía a licor, era muy babosa, al hombre le costaba mantener la postura, sudaba un montón, yo había cerrado las piernas al quitarse Ichiro de encima mío, ahora alguien tiraba de ellas para abrirme, hasta que la parte baja del gordo se colocó entre ellas, comenzó a moverse buscando encontrar mi agujero con la verga muy dura, me picaba con la punta afilada, no acertaba y solo me pinchaba entre las nalgas hasta que alguien, Ichiro o Logan se la pusieron en la entrada de mi culo.
Bruce inició una precipitada penetración, al principio no sentía nada, era la parte más delgada de su verga lo que me metía, pero no acababa, necesitó más de cinco empellones para que sintiera la enorme bolsa de sus huevos pegada a los míos.
Luego me follaba con fuerza, fuerza quejumbrosa que le obligaba a resoplar en mi nuca; y te preguntarás como me sentía yo, divinamente Pablo, aquello era un enorme rabo que me follaba sin dejar un rincón de mi culo sin explorar, aquella verga tan fea a la vista, resultaba deliciosa follando mi culo, gemía desesperado deseando que no se detuviera, tenía miedo de que no terminara, de que cayera muerto en mi espalda por lo mucho que le costaba respirar.
Me sorprendí a mi mismo pidiéndole más verga, que me diera más duro, los vapores de la bebida se había evaporado, aquello era increíble, y yo gritaba a la vez que el berreaba como cerdo colgado en mi espalda… Un alarido terrible le salía a trompicones de la boca cuando descargaba el contenido de sus cojones dentro de mi culo. El hombre aquel había conseguido lo que no pudo Ichiro, que yo también me corriera del gusto que su verga me daba.
Bruce quedó como muerto tendido sobre mi, sin dejarme apenas respirar por su peso, tuvieron que girarle entre Ichiro y Logan para que cayera sobre la cama, su verga parecía atornillada en mi culo sin querer abandonarlo, yo me sentía muy cansado, también mi culo estaba algo dolorido aunque la enorme polla había entrada como Pedro por su casa, Ichiro le había preparado el camino y lo había dejado lubricado con su semen.
Qué más te cuento de esa noche? Sí claro, que Logan me folló, pero fue más tarde, después de que Bruce se hubiera marchado y yo me hubiera dado una ducha, no sabes la cantidad de leche que tire en la taza del váter, aquel hombre, Bruce, debía ser un verdadero semental de raza.
Pues sí, me folló Logan, delicioso el hombre, yo ya estaba del todo consciente, lo gocé, vaya que lo gocé. Seguido, cuando Logan salió satisfecho de mi culo me la volvió a meter Ichiro, y dirás que soy un vicioso, y tendrás razón, porque no me hubiera importado que Bruce volviera y termina la faena con su polla, no creo que pueda olvidarla, era como si me hubiera follado un toro, sinceramente así me sentía.
Luego dormimos, no podía moverme y sentía muerto todo mi cuerpo. A la mañana nos sirvieron el desayuno en aquella habitación, Logan ordeno que cambiaran las sábanas mientras estábamos en el baño, los tres a la vez, volvieron a hacerme gozar con sus pollas, mientras Logan me daba por el culo, Ichiro se aprovechaba de mi boca.
Es para no creer, porque después del desayuno Logan dijo que había que aprovechar el cambio de sábanas y otra vez volvieron a joderme el culo y la boca.
Cuando Logan me dejó en mi casa no podía dar un paso certero, temía el culo escocido y la boca desencajada, nada que no se pueda curar en poco tiempo.
Al despedirnos Ichiro me pidió el teléfono, quería que hubiera otras veces, no se lo di y espero que tampoco lo haga Logan, es difícil que esta misma situación pueda volver a repetirse, salvo que Eis siga sin atenderme como debe.
La vuelta la hicimos en aquel lujoso coche, Logan se me aproximó abrazándome y dándome besos, me dio las gracias y dijo que había estado genial, que follaba muy bien aceptando todo tipo y tamaño de pollas. Además me preguntó si me había molestado algo de lo que pasó, Le dije sinceramente que no, aunque no me lo esperaba. Se disculpó por haber agregado a Bruce, en la fiesta había despertado la admiración de varios hombres entre ello la de Bruce, que había insistido tanto que tuvo que ceder. Tambien le respondí que el hombre follaba bien y me había hecho gozar, que a pesar de ser tan feo, viejo y horrible tenía una buena verga que nunca había visto hasta ahora.
En fin, me hacía muchas preguntas para saber si yo lo había pasado bien, le dije que solo había fallado la primera cogida de Ichiro, ya que estaba muy mareado y no la había sentido, bueno si que le sentí pero que me hubiera gustado más saborearle bien al asiático estando más sereno. Tampoco quiso entretenerse y me dejó en la acera, delante de mi casa donde me recogió.
A pesar de haber dormido me sentía cansado, con el culo y el cuerpo dolorido, por eso cuando entre en casa lo primero que hice fue meterme en el baño, aplicarme las cremas milagrosas en el ano y pronto aquello mejoró, sabía que en pocas horas mi culito volvería a estar cerrado, casi como si no me hubieran follado.
Luego dormí hasta que Luis Enrique me llamo ya que la familia estaba a punto de llegar.
Y ahora, espero tu sentencia, te lo he contado lo mejor que lo recuerdo, claro que faltan cosas, pero sería muy largo y lo resumo para que tu lo entiendas.
Bueno corderito, mi corderito amado y precioso. Besazos para tu boca, cuándo podré chuparte la polla? Cuando podré gozar de tu verga en mi culo?
Te envío lo poco que tengo de Miles, no son muy buenas las fotos, ni en verdad llegan a reflejarle, trátalas con discreción.
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