Conociendo a Ger 1 (Cine)
Mi primera experiencia con un chico mayor en un cine. .
-Vos decís que no nos verá nadie?
-Tranquilo, siempre está vacío este cine, vamos a tener la sala para nosotros seguro.
Ger dijo esto con bastante seguridad, me hizo pensar que no era la primera vez que hacía algo como esto, pero no me importo demasiado.
Sea como sea, ya estábamos ahí, caminando despacio a la sala 3, entradas en mano, charlando bajito sobre cualquier cosa para ocultar el nerviosismo, al menos en mi caso. Si bien siempre tuve curiosidad, la suficiente para leer algunos relatos eróticos o mirar algún que otro video, nunca había tenido contacto sexual con otro chico.
Pero bueno, me estoy adelantando. Antes de narrar lo que ocurrió debería presentarme (y a Ger) brevemente.
En ese entonces era un joven en mis tempranos 20s, de estatura media, morocho de pelo relativamente largo, algo gordito pero no demasiado. Estaba dando mis primeros pasos en la vida adulta, con mis primeros trabajos y responsabilidades, cursando en la universidad, e intentando conocer gente nueva para conseguir nuevas amistades, o algo más si era posible.
Ger estaba en sus tardíos 20s, casi 30, aunque aparentaba menos. Era más alto, 1.80 creo, pelo recortado, piel muy blanca y bastante gordito. Creo que eso fue lo que más me gustó de él, siempre sentí mucha atracción por los gorditos (y por las gorditas). Nos conocimos en una de las muchas apps de citas que hay por ahí, y apenas hicimos match, luego de los primeros mensajes, estaba claro que nos gustamos y nos caímos bien. Pasamos de la app de citas a WhatsApp, de los mensajes a los mensajes picantes, de los mensajes picantes a las fotos explícitas, y de las fotos decidimos pasar a conocernos, tener una cita y ver que pasaba.
La idea del cine fue suya, incluso se molestó en elegir la película, pagar las entradas y los pochoclos. Cuando nos encontramos todo se dio con naturalidad, como si no fuese la primera vez que nos veíamos en persona. Nos encontramos cerca del shopping donde se encontraba el cine, caminamos unas pocas cuadras charlando con confianza, y llegamos a destino.
Me era muy difícil no sentirme excitado y ansioso, primero por sus claras intenciones de que ocurra algo interesante en la sala, y segundo porque no podía mirarlo sin recordar las muchas fotos de Ger que había en mi teléfono, su torso desnudo con su panza hermosa, su culo blanco, gordito, y su pija dura por la calentura.
Finalmente entramos a la sala 3, la que nos recibió casi completamente vacía, salvo por una o dos personas en las primeras filas. La sala solo estaba iluminada por la gran pantalla en la que se veían algunos trailers, la película aún no empezaba. Nos sentamos alejados tanto de las pocas personas presentes, como de la puerta de entrada. Buscábamos privacidad y escondite. Ger se sentó con el pasillo a su izquierda y conmigo a su derecha. Acomodamos las pocas cosas que llevamos en el asiento vacío a mi lado, que seguro nadie reclamaria.
El clima estaba caluroso ese día, por lo que ambos íbamos vestidos ligero, no más que una remera y una bermuda de Jean en mi caso, una musculosa y un short deportivo en el caso de Ger.
Comienza la película.
Era una de estas películas de superhéroes qué estaban de moda hace unos años, entretenida, incluso buena, pero se me hacía difícil prestar atención.
Ger pegó su hombro al mío y me tomó de la mano, fuerte, con intención. Apretaba y acariciaba mis dedos con los suyos, podía escucharlo respirar hondo mientras lo hacía. Me miró por un momento e inclinó su cara hacia la mía. Nos besamos, primero con timidez y luego con indisimulada calentura. Yo mordía sus labios de a ratos, él chupaba mi lengua mientras acariciaba mi pierna. Quería que me tocara, pero más ganas tenía de tocarlo. Me decidí, puse mi mano sobre su entrepierna y me dejé llevar. Su pene estaba tan duro y gordo; no fue difícil agarrarlo por fuera de su short. Comencé a masturbarlo lento, apretando y acariciando. Enseguida sentí su mano, pero me sorprendió descubrir lo pronto que desabrocho mi bermuda, bajó el cierre de la bragueta y metió su mano por debajo de mi ropa interior. Seguimos besándonos mucho, yo lo masturbaba lentamente, aún por sobre el short; el amasaba con dureza mi pija y mis huevos, me volvía loco. Metí mi mano dentro de su ropa, lo escuché gemir muy despacio. Su pene no era mucho más grande que el mio, pero si más gordo, y tan caliente que temí qué estuviera por acabar.
Me sorprendí a mi mismo imaginando como se sentiría tenerlo en la boca, lo deseaba, y eso me puso al límite.
-Te gusta? – Me preguntó, con la voz alterada por la calentura. Era obvio que si, pero no dije nada, solo lo besé y aumente la velocidad y la fuerza de mi mano. Me moría de ganas de hacerlo acabar, pero no era conveniente.
Estábamos en el cine, había que volver a casa y ninguno de los dos quería hacerlo con una mancha en el pantalón.
Termina la película.
Nos acomodamos la ropa, recogimos nuestras cosas y salimos despacio, riendo. Hablamos un poco de la película, pero no de lo ocurrido, haciéndonos los tontos por la razón que fuere. Ger me acompañó hacia mi parada y me despidió. No podía sacar de mi cabeza lo que había pasado, pero más aún no podía ignorar lo mucho que lo había disfrutado, lo mucho que quería repetirlo, y lo mucho que deseaba tener la oportunidad de dejarme llevar mucho más.
No era el único que se sentía asi; a las pocas horas, me llega un mensaje de Ger:
-Me quede con las ganas de hacerte un rico pete ❤️, será la próxima 😘


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