Conociendo el Cyber
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cada vez que tenía un "desliz" gay, éste iniciaba con la lectura de historias eróticas y yo masturbándome en el baño. Pero en cierta ocasión me encontré un relato acerca de un encuentro sexual entre dos hombres en un cyber de "ambiente". El relato me excitó mas que ningún otro, me imaginé paso a paso que yo era el protagonista del mismo y me masturbe en repetidas ocasiones con esa idea.
Unos días después descubrí en facebook la página de un cyber de este tipo, disfrazado como cyber normal que ofrecía conexión a internet, copias y artículos de papelería; y en el piso de arriba y en la parte mas alejada de la casa acondicionada como local un cyber de "ambiente" perfectamente bien escondido.
Mi curiosidad fue demasiada, no lo podía creer. Además, el cyber quedaba camino a mi casa por lo que si salía unos minutos antes podía echarle la culpa al tráfico y darme una vuelta. Lo pensé un par de días y finalmente decidí visitarlo. La clave era pedir una cabina del segundo piso, te entregaban tu ficha numerada y te daban instrucciones de como llegar.
Pasabas por un pasillo largo que terminaba en una habitación de doble altura donde había un baño, a la izquierda había unas escaleras que terminaban en una puerta del segundo piso. Detrás de esa puerta se encontraban unos 15 cubículos lo suficientemente grandes para una mesa, una computadora de escritorio y una silla, todos ellos con puerta que podías cerrar con seguro.
En los pasillos no había nadie, pero se escuchaba por momentos como hacía uso de un teclado de computadora. Me tocó el cubículo 3, justo entre el número 2 y el número 4. Entré, cerré la puerta con seguro y me senté. Encendí la computadora y observé todo el lugar. Finalmente me dí cuenta que las paredes laterales tenían unas pequeñas tapas que cubrían unos agujeros circulares de unos 10 o 12 centímetros de diámetro. Las tapas se podían girar y dejaban los agujeros abiertos, días después aprendí que eran los gloryhole.
En los cubículos laterales no había nadie. Alcanzaba a escuchar otras dos personas pero en otros cubículos no próximos al mio. Mi pantalla terminó de cargar el windows y rápidamente abrí el navegador para buscar videos de sexo gay. Busqué algunas de mis escenas favoritas mientras de apretaba el bulto por encima del pantalón.
Luego de unos 20 minutos pensé que no tenía caso esperar y cuando estaba a punto de apagar la computadora escuché que se abría la puerta del cubículo número 2 a mi izquierda. Mi tapa estaba abierta pero la tapa del otro cubículo estaba cerrada. El solo hecho de saber que había alguien del otro lado me excitó tanto que decidí abrir mi pantalón y sacarme la verga para masturbarme.
Luego de unos minutos escuche un ruido, mi vecino había abierto la tapa de su lado. Me asomé y en el estaba un joven de unos 22 años aproximadamente, cabello rizado y perfil muy guapo. Era delgado y vestía pantalón de mezclilla y camiseta. Veía videos de sexo gay en su pantalla y se acariciaba el bulto por encima del pantalón, un bulto interesante.
Aparentemente me ignoraba, así que regresé a lo mío. Otro video y seguí masturbandome. De repente escuche un ruido, miré a mi izquierda y vi unos dedos que hacía una seña de "acercate" y un ojo que estaba fijo en mi verga.
Me paré, me bajé el pantalón a las rodillas y me acerque al gloryhole. Metí mi verga y esa deliciosa sensación de una boca húmeda y cálida me cubrió la verga. Wow! Que delicia. El chico chupaba despacio, con ritmo y usando su lengua de manera deliciosa. Me la estuvo chupando por varios minutos y de repente terminó. Me moví hacia atrás para ver que pasaba y me encontré con esta verga deliciosa que pasaba por el gloryhole.
De unos 18 o 19 centímetros, circuncidada, blanca y ni muy gruesa ni muy delgada, el tamaño perfecto. Me senté en la silla y me acerqué a ella. Olía delicioso, definitivamente se acababa de bañar. La metí entre mis labios y en pocos segundos la mamaba como si no hubiera mañana, sabía delicioso, mis labios llegaban hasta su vello púbico y testículos. Disfruté esa mamada como nunca, hacia años que no lo hacía.
Se escuchaban los gemidos de mi vecino, definitivamente lo estaba haciendo bien.
Luego de unos minutos se retiró y me hizo la seña de acercarme nuevamente. Así que lo hice, metí mi verga por el gloryhole de modo que estuviera toda del otro lado. La chupo vigorosamente y hasta el fondo, delicioso. Luego se retiro y siguió masturbándome, cambió de mano y de repente sentí una presión contra mi verga dura. Antes de poder saber de que se trataba sentí como se abría y se tragaba mi verga de apoco pero sin detenerse. El solo se estaba clavando mi verga, la sensación era increíble, intensa. Su culo era suave y cálido, no podía quitarme.
En pocos segundos la tuvo toda adentro y por instinto me empecé a mover, la saqué casi toda y la volví a empujar hasta adentro. Todavía había algo de resistencia, su culo estaba un poco apretado. Pero poco tiempo despues entraba y salía sin problema mientras mi vecino gemía en voz baja.
Me cogí ese culo despacio y sin prisas. Tomé un ritmo delicioso, mi verga se resbalaba hacia adentro y hacia afuera con la sensación mas excitante que hubiera sentido nunca. El orgasmo se empezó a acumular en la base de mi verga, aceleré un poco el paso y sentí como mi vecino empujaba su culo contra mi verga, no quería perder un centímetro fuera de su culo.
Aceleré de a poco, cada vez más, me agarré con ambas manos de la parte superior de la pared divisoria, empujando cada vez mas duro contra su culo, gemía con cada embestida y de repente comenzó el orgasmo. Chorro tras chorro de semen se fue directo adentro de su culo mientras yo gemía de éxtasis y él de gusto por lo que estaba recibiendo.
Finalmente cedió el orgasmo y me quedé dentro de él unos segundos, y finalmente se la saqué.
Inmediatamente se volteó y metió la verga por el gloryhole. Supongo que él esperaba cogerme a mí, pero yo no estaba listo para eso todavía. Así que se la empecé a mamar como nunca había mamado una verga. Le hice garganta profunda y lo dejé que me cogiera la garganta. Luego de un par de minutos sentí como esa verga deliciosa se puso dura como roca, se hizo un poco mas gruesa y empezó a latir mientras los chorros de leche me inundaban la boca.
Los primeros dos fueron los mas intensos, golpearon la parte de atrás de mi garganta obligando a tragármelos. Su orgasmo fue intenso y demasiada leche salió de esa verga. Me comí la mayor parte y sólo unas pocas gotas escaparon de mis labios. Estaba hincado en el piso con los pantalones en los tobillos y los labios llenos de semen, que delicia.
Me paré, me limpié un poco, me acomodé la ropa y me senté en la silla para descansar un poco. No lo podía creer, había tenido sexo con un extraño en un lugar "público" y sin protección. Me había tragado la primera carga de leche de un desconocido y lo peor de todo… lo estaba disfrutando inmensamente.
Mi vecino salió rápido de su cubículo y para cuando abrí la puerta para verlo ya estaba saliendo por la puerta del segundo piso. Solo pude ver su delgada figura de espalda y los chinos de su cabeza mientras cerraba la puerta y desaparecía.
Regresé a mi lugar, me senté y me dispuse a apagar la computadora cuando escuché un ruido. Miré hacia mi lado derecho y en el gloryhole del cubículo 4 se asomaba una verga morena, grande y gruesa. No me pude resistir y la empecé a masturbar.
Unos segundos después me hinqué nuevamente y empecé a mamarla. Al principio me costó trabajo pues era demasiado gruesa. Ya ensalivada era capaz de meterme a la boca la mitad de ella. Era demasiado gruesa para pasar por mi garganta pero haciendo el intento chocaba contra ella y provocaba gemidos de placer de su dueño.
Sabía delicioso. Se la chupe despacio y con ritmo. Le chupe los testículos, que eran grandes y colgaban por dentro de mi pared. Se la mamaba y al mismo tiempo lo masturbaba. Se empezó a mover siguiendo el ritmo y poco a poco fue acelerando sus movimientos.
Yo estaba muy excitado, esa verga sabía delicioso.
Luego de varios minutos de gloria, finalmente se ensanchó mas esa verga y empezó a llenarme la garganta y boca de leche. Era tan gruesa que mi única reacción fue tragar y tragar su semen. Finalmente terminó y continué chupando y lamiendo su verga un poco mas flácida y su cabeza brillante y suave. Le exprimí hasta la última gota y nos desperdicié nada.
La retiró, se limpió, se vistió y se salió del cubículo. Yo me levanté, me acomodé la ropa, apagué la computadora y me salí de regreso al trabajo. Definitivamente no haber comido había valido la pena, claro que si había comido, dos deliciosas y abundantes cargas de semen.
Esa fue la primera de muchas visitas al cyber, donde pasé momentos excitantes y muy calientes. Pero esos se los platico después.
Gracias por leer, espero sus comentarios.
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