Conociendo el sexo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Lo de Víctor fue un encuentro casual. Cena de amigos viernes a la noche, un bar, invierno. Yo sentado en la punta de la mesa. El en la otra. Me gustaba, y mucho. Alto, como yo, casi 1,90. Rubio, ojos verdes; yo soy lo contrario: bastante morocho y pelo negro. Parecía tener buen lomo, yo en esa época iba al gimnasio todos los días. Nada exhuberante, los dos estábamos en esas edad, 24, 25, en que uno se pone lindo, está joven, saludable, que se yo, aparte de calientes! jajaja
Boliche. Tragos, musica, baile, charla. El estaba en pareja desde hacía 5 años, y vivia en otra ciudad, aunque los padres vivian aca, donde vivo yo, y el los habia venido a visitar.
Un roce casual, a mi mucho no me convencía, estaba de novio!. En ese entonces era muy cuidadoso con ese tema. Miradas, de esas que solamente nosotros sabemos de que se trata. Mas charla, mas tragos, mas manos que se tocan casi sin buscarlo. Estaba buscando escaparse de donde estaba. Yo en ese momento no lo sabía, pero tenia una historia de mierda con su novio
Tipo 5 de la mañana, después de mucho mucho franeleo casual se acerca, me mira, ya ni me acuerdo que dice. Pero lo beso. Que boca. Nadie me habia besado así. Fue como si me hubieran acercado un fósforo después de bañarme con nafta. Las manos, en la espalda. Mis manos, en su cuello. Suave, pero bien masculino. El pelo, la espalda, una caricia en el pecho, tenía que atarme la mano para no seguir bajando. El bajaba, me acarició a través del pantalón. Por atrás, por las piernas, por el borde del pantalón. No me acuerdo cuanto estuvimos besándonos. Fue mucho, fue recontracaliente. No daba para mas el boliche. Nos fuimos
Fue en su casa, pero ahora ya no importa donde. Fue una salvajada, pero creo que nunca mas la pase tan bien como con él esa vez y todas las que siguieron.
Me sacó la ropa, a lo bestia, por arriba la camisa, me bajó el pantalón mientras me metía la lengua hasta la garganta y tenía la otra mano por detrás, adentro del slips, tanteándome con los dedos. Yo también, le bajé el cierre, lo acariciaba mientras sentía lo duro que estaba. Se me hacía agua la boca, bajé hasta el boxer y sentí su aroma. La tenía durísima, se le escapaba por arriba. Me la metí en la boca, mientras lo disfrutaba, caliente, con un sabor a macho que me volaba la cabeza. Tenía su mano en la nuca, me empujaba suavemente, mientras gemía, despacio, podían escucharnos.
No lo hice acabar ahí porque la sacó de golpe mientras me levantaba y me volvía a besar. Sentí un dedo adentro, la presion para que nos tiremos a la cama, el cuerpo de él arriba del mío, la piel me ardía.
Fue una revolcada con todas las letras. Acostado boca arriba y el encima, me levantó las piernas, las puso en sus hombros mientras me miraba y adentro de esos ojos se veía todo el fuego. Me puso crema después de intentarlo a secas; era imposible, yo no tenía mucha experiencia y no me entraba. Fue a pelo, una locura, pero en ese entonces ni siquiera lo pense.
Me partía mientras entraba, pero a la vez me gustaba como nunca. Fue brusco y a la vez dulce, no se como explicarlo. Me estaba cojiendo un hombre como nunca antes. Era una barra de carne dura y caliente, húmeda, que me presionaba por todos lados. Fue como reducirme solo a su ritmo, entraba y salia, entraba y salia, con brusquedad, con fuerza, con furia. Yo volaba, me hacía una paja y cada vez que la sentía hasta el fondo me recorría un escalofrío por todos lados. Los gemidos. Como me calentaba sentir el goce mientras bombeaba, el suspiro al lado de mi oreja. No me acuerdo si decía algo, me acuerdo de su cara, de su ojos que se cerraban cada vez que sentía sus pelotas golpeándome. El ritmo, una y otra vez, mientras me deshacía, porque no hay otra manera de decirlo.
Yo acababa, y le dije, y el tampoco daba mas. Duramos 5 minutos pero fue genial. Mientras estaba llegando me dijo: la saco? No, quería sentir como me llenaba. Y la dejó, sentí como latía, sentía como se ensanchaba más, como explotaba adentro, sentí una humedad caliente que me inundaba todo. Mientras yo mismo explotaba sobre mi mísmo, en un torrente de leche, y entre su uhhhhhh y mis ahhhh, fue una de mis acabadas mas geniales. Casi esa luz que te explota en el cerebro y te pierde.
Que abrazo despúes, que besos, que lindo sentir como salía despacio. Dormimos juntos. Y despúes empezamos a salir. Se vino aca, salimos un año. Fue el amor de mi vida, aunque hace tiempo que nos hayamos dejado.
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