CONSEJO PARA SEDUCIR HETEROS Y GOZAR DEL SEXO ENTRE VARONES SIN COMPLEJOS NI CULPA.Por Ruizy

Probando gozar del placer que proporciona el cuerpo masculino. Escribo para quienes ya han experimentado el goce sexual con otro hombre, pero como me dijo un amigo que me folló: en la variedad está el gusto. Y para decir la verdad, todos hemos deseado a ese macho que nos atrae, pero .
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Probando gozar del placer que proporciona el cuerpo masculino.

Escribo para quienes ya han experimentado el goce sexual con otro hombre, pero como me dijo un amigo que me folló: en la variedad está el gusto. Y para decir la verdad, todos hemos deseado a ese macho que nos atrae, pero que parece inconquistable.

El arte de a seducción

No es mi propósito escribir un tratado o un paper sobre este tema, solo algunos consejos prácticos de cómo iniciarse en ese terreno y luego, cada uno descubrirá que funciona dado su estilo hasta convertirse en un experimentado seductor.

La estrategia del cura.

Esta forma tiene su base en una historia real de uno de los curas de mi pueblo. Para no ofender su memoria lo llamaremos Camilo. Era un cura joven de una familia adinerada. De buena figura, piel alba y sonrosadas mejillas que le daban un aire de chico pícaro detrás de su velo de ingenua santidad. Como franciscano usaba sandalias y túnica, a veces se le asomaban los pantalones, pero en esa oportunidad no llevaba nada. Según me contó alguien que conoció de primeras aguas lo ocurrido.

La primera intentona había sido una vez que llevo a su dormitorio a esta persona con pretexto de entregarle algo. Cuando entraron, el cura prendió el televisor y se  reprodujo una cinta de escenas pornográficas de orgías entre hombres que se mamaban y otros que follaban en sexo grupal. Por supuesto que tomó el paquete y salió presurosamente de la habitación mientras el cura Camilo lo llamaba.

La segunda vez cuando iba pasando por la calle que daba a la iglesia, el cura lo llamó diciéndole que subiera, que necesitaba su ayuda porque se sentía enfermo. Una vez que llegó, vio al cura  boca abajo en el lecho y le pidió que abriera el armario y sacara una crema y le diera un masaje en la cintura porque no podía moverse.Sin percatarse de nada, sacó la crema y se dirigió a cumplir la petición del cura.

-Súbeme el hábito. Me duele mucho la cintura y me toma toda la espalda. Cuando le subió el hábito, dejó al descubierto el trasero desnudo, antes de que pudiera reaccionar el cura le tomó la mano y se la llevó a la cintura y le dijo que le esparciera la crema y le frotara porque necesitaba ese masaje.

El sorprendido feligrés hizo lo que le pidió el cura y se dio a la tarea de esparcir la crema y realizar el masaje solicitado. El cura se quejaba cada vez que las manos se deslizaban por su cuerpo. De pronto mientras estaba inclinado sobre el cuerpo del cura, sintió que una mano le sobaba el paquete y constataba que tenía una erección. Lo demás se deja a la imaginación de cada cual. Por cierto, las nalgas albas del cura ocultaban un ano rosado adornado por pliegues que invitaban a abrirlos para introducir la erecta verga y dejar toda su lujuriosa carga dentro del insaciable culo del sacerdote.

Una vez que se supo la historia, el cura tuvo una pléyade de feligreses que con cualquier pretexto lo visitaban para conocer de primera mano las bondades de su cuerpo que usaba tan libertinamente, pero también era eximio mamador y succionador de vergas. Degustaba los placeres de la leche viril con suma habilidad.

Hasta que llegó a oídos de la curia y se le obligó a trasladarse a una apartada comarca donde debería expiar sus pecados de la carne. No pocos fueron los reclamos de prominentes vecinos que valoraban los esfuerzos del curita y su curiosa misión ‘evangelizadora’.

Como seducir a un hetero

En mi caso les contaré como seduje a un técnico en informática que daba servicio al cliente como instalador del cable y de internet domiciliaria.

Mientras estaba saliendo de la ducha matutina, sentí el timbre que sonaba insistentemente. En ese momento estaba solo en casa, así que me envolví la toalla en la cintura y me acerqué a observar a través del visor, de quién se trataba. Era el técnico que venía a instalar el servicio solicitado.

Abrí la puerta y lo invité a entrar. Me pasó la orden de trabajo y me pidió que la firmara. Cuando fui a hacerlo, se me cayó el lápiz y me agaché a recogerlo. Cuando estaba en eso, la toalla se desprendió de mi cintura y quedé desnudo apuntando mi cola hacia el visitante. Intenté recoger la toalla, pero no alcancé a hacerlo.

-No es necesario. Se la paso.

Efectivamente, me pasó la toalla y me di cuenta que tenía una erección. Eso me hizo darme cuenta de que había una oportunidad que debía ser aprovechada, sobre todo porque hacía mucho tiempo que no estaba con un hombre y necesitaba sentir esa erección perforando mi anhelante canal.

-¿Te gusta lo que viste? Me acerqué lo suficiente para acercar mi torso desnudo a su cuerpo mientras mi mano asía el paquete que había que liberar de su encierro.

-Ven. Lo llevé hasta el dormitorio y lo acosté de espaldas mientras le arrancaba el pantalón y saltaba su verga erecta. Con suma prisa le acomodé el condón y me subí a horcajadas. Me ensarté de una su verga hasta el final. No me importó el dolor que me ocasionó porque era más fuerte el deseo de ser perforado y cepillado por ese pico que no demoró mucho en acabar y llenar el condón con su semen.

Después supe que era la primera vez que tenía sexo con un hombre. Llevamos tres años culiando cada vez que podemos estar solos.

Espero que mis ´consejos´ te abran la mente para el acto siguiente: usar las técnicas de la seducción para atraer al hetero que te calienta y entonces podrás ampliar tus horizontes además de abrir las nalgas para ofrecerte al varón que nunca ha estado con otro hombre.

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