Continuacion de "Mi vecinito, mi enfermerito"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jfe_1162.
Como sabrán después de despedir a Carlos los tres con nuestras miradas cómplices sabíamos que tanto Javier como yo continuaríamos a solas y si mientras aminábamos a casa mi bulto empezó a abultarse y a balancearse dentro de mi short que como ando sin ropa interior era más que evidente mi excitación y Javier no se quedaba atrás pues él también andaba sin ropa interior y se le notaba su erección también, bueno entramos y nos enrollamos en un beso apasionado, yo quitándome las cholas y lo único que cubría mi erección, el short y Javier también se desnudo y bajo a mamarme el guevo parao, me dirigí al sofá de la sala y Javier me siguió cual perrito en cuatro patas, meneando sus hermosas nalgas a ambos lados, me senté abriendo mi piernas para que Javier observara a plenitud todo el juego que le ofrecía, bolas y guevo apuntando al techo para él, se acerco con una sonrisa picara y comenzó a besar y chupar mis bolas, yo cerré mis ojos y los abría mirando al techo de tanta lujuria tomo mi pene en su base con sus manos y lamia desde abajo hasta el glande que para entonces lo tenía mas hinchado y purpura que antes, ya sus dientes no los sentía como antes y aunque no lograba metérselo completo en su boca el mete y saca de sus labios me transmitían un éxtasis descomunal haciendo que mis bolas se arrugaran pero yo sabía que podía acabar lo cual no quería aun, tome a Javier de sus hombros y lo bese acariciando su cuerpo, dándole pequeños succiones en las orejas, baje por el cuello, mis manos estrujaban sus par de nalgas y mis dedos hurgaban en sus ano, yo me lo llenaba de saliva y volvían a su ano, veía como disfrutaba mi enfermerito y seguía succionando sus tetillas, baja por el centro de su abdomen y el gemía y gemía, lo tenía dominado a mis caricias y le digo suavemente al oído.
_Papi te quiero coger, quiero meterte mi guevo en tu culito pero es demasiado grande y temo lastimarte
Él gimiendo me decía
-mmmm papi yo también quiero que me hagas lo que le hacías a Carlos, quiero sentirlo adentro mmmmm cógeme como cogías a Carlos si?.
anda házmelo yo aguanto mmmmmm.
Sus palabras me excitaban demasiado ahí mismo le decía.
_Debemos ser cuidadoso nene tanto aquí como en cualquier lado, no podemos dejar que descubran nuestro secreto.
-Tranquilo papi que esto lo deseaba desde hace tiempo cuando estabas en cama y te ayudaba para orinar y no he dicho nada a nadie – prosigo – no sé si te dabas cuenta pero me gustaba agárratelo con mis manos y sentir lo grueso que tienes tu guevo papi y me gustaba agarrarlo sin guantes como me decía mi mamá.
Nos miramos sonrientes y seguíamos besando.
Entonces yo le sugerí que se colocara en el sofá de manera que me diera la oportunidad de mamarle el culito a si dilatarle bien el culito, se volteo y comencé besándole y succionándole la nuca baje por su espalda y él gemía levantando sus nalgas para mí.
Tener ese para de hermosas nalgas blanquitas, duritas paraditas coloque mis dos grandes manos en cada una y procedí a abrirlas para yo meter mi lengua hasta el ardiente ano de Javier el cual aun estaba virgen de verga, no por mucho porque yo no lo iba a permitir.
Javier gemía mas fuerte cada vez que mi lengua entraba en su culito y yo lo llenaba de abundante saliva para que mis gruesos dedos se deslizaran dentro de ese huequito caliente, metí uno y mi lengua acariciaba su esfínter para relajarlo, escupía y movía en círculos mi dedo dentro haciéndolo más flexible, metí dos dedos y Javier gemía y me decía.
_ mmmmm rico papi, sigue, sigue, me gusta, me gusta mucho como me comes el culito, eso me excitaba más y mi pene chorreaba abundante precum que enchumbaba de baba mis bolas.
Cuando pude meter tres dedo dentro de culito de Javier, él mordía el cojín del sofá y me veía lujuriosamente, ya no aguantaba mas y fui a buscar un lubricante que tenia cerca para meterle mi grueso guevo en ese estrecho culito dilatado, Javier veía lo que hacia lubricando mi verga y sabia lo que ya venía, espero calladito y sumiso a que yo untara también su culito con lubricante y procedí a colocar mi enorme cabeza del guevo en la entrada de su culito haciéndole presión para que entrara lentamente, yo me agarre la base de mi pene y presionaba y lo sacaba, le echaba mas lubricante y volvía a presionar sobre el culito de Javier, es indescriptible esa sensación pero igual seguíamos en ese jueguito hasta que paso, entro la cabeza de mi guevo y Javier dio un grito que ahogo con el cojín que antes mordía, yo me quede quieto para que se relajara y su culito se acostumbrara a mi intruso, yo le decía.
_ papi tranquilo ya va a pasar, shhhhhiiiiiiii….
No me movía para que no se le saliera.
Él tampoco se movía y una de sus manos acariciaban mi abdomen sin mirarme dándome su aprobación, cuando quito su mano yo ejercí un pequeño empujón y metí algo más de mi pene en el mientras le decía.
_ papi ya metí algo solo hay que esperar que se te acostumbre, no te voy hacer daño – y besaba su espalda.
Javier mordiendo el cojín afirmaba con su cabeza gimiendo de dolor un dolor que le estaba brindando mucho placer y él no quería desperdiciar, yo por mi parte estaba disfrutando como ese anillo de su culito apretaba mi grueso pene y trataba cada vez que podía meter un pedacito mas empujándolo, el placer era inmenso y yo trate muy bien a Javiercito para culminar felizmente este proceso de penetración inicial, le dije a Javier
_Papi yo no voy a meterlo más, te dejare a ti que lo hagas para que sea tu mismo, has movimientos leves de tu cintura y así vas metiendo lo que tú puedas soportar
Tenía casi la mitad de mi pene en su colita, si ya le había entrado la cabeza de mi guevo, que la tengo grande y esponjosa, solo restaba que se acostumbrara y relajara el esfínter un poco más, yo veía como parte de mi pene se perdía dentro de su colita y como se veía apretadito dentro de este, le echaba mas lubricante y así fue como Javiercito empezó a mover su cadera en sentido adelante y hacia atrás haciendo que entrara mas y mas, gimiendo y junto a sus movimientos mi pene se perdia dentro de él.
Mientras él hacia eso yo observaba en un espejo que tengo en la sala como mis piernas de casi el doble de las de Javier y ver esas nalguitas blanquitas y ricas que me estaba cogiendo me brindaba ese placer de poseerlas, yo deje que él solo iniciara el mete y saca sin sacarlo y así fue entrando hasta que mi bellos púbicos tocaron sus ricas nalgas, cuando al fin logre ver que metía y sacaba parte de mi pene en él yo lo envolví por la cintura con mis brazos y bese su cuello haciendo que él se pegara mas a mi arqueando su espalda, ya Javier no sentía dolor y si lo sentía lo disimulaba muy bien dejándose besar volteando su cara para que mi lengua lo besara, lo levante aun ensartado con mi pene adentro y veíamos el reflejo de nuestros cuerpos desnudos en el espejo donde yo lo estaba cogiendo, él paso un brazo por encima de mi cuello y yo le sostenía las piernas hacia ambos lados logrando que observáramos como mi pene entraba y saliera de su rosadito culito junto con el balanceo de mi bolas, era un espectáculo espectacular, ambos de frente, yo cargándolo abriéndole las piernas y yo con movimientos de cadera introducía y sacaba parte de mi pene, sus pene se balanceaba de igual forma y después cuando yo ya me sentía un tanto agotado por la posición lo lleve de nuevo al sofá y me senté con él encima, ya para entonces lo tenía todo adentro y gemíamos de puro placer, así mismo como estábamos le sugerí que se diera vuelta sin sacárselo para que quedara frente a mí y lo hizo, yo besaba su carita su boca chupaba su cuello y él subía y bajaba con facilidad sobre mi pene erecto, daba movimientos circulatorios, me abrasaba y con una de sus manos lograba acariciar mis bolas, se tanteaba la entrada de su culito para verificar que tanto tenia dentro y seguíamos gimiendo uuuuufff que placer tan intenso, sentía como su anillo rectal apretaba mi pene y succionaba, no sé cuantas veces acabaría Javier sobre mi solo sé que como ya se me acercaba mi orgasmo comencé a mover mis caderas profundizando la penetración, busque sus labios y mientras le llenaba sus entrañas de mi caliente y abundante leche lo abrace y lo besaba para ahogarle los quejidos de placer, mi grueso pene palpitaba dentro de Javier soltando chorros y chorros de leche y yo seguía besándolo hasta que ya ambos estábamos acariciándonos de tan furia faena sexual, nuestros cuerpos completamente sudados y yo aun dentro de él, no dejábamos de admirarnos y de saber que este seria nuestro gran secreto, ya con una mirada cómplice nos empezamos a sonreír y mi pene empezó a deslizarse de dentro del culito de mi Javier cayendo sobre una bolas flácida y colgante sentí como salía parte de mi semen del culto de Javier y con mis dedos sentí como se lo había dejado abierto, le digo con voz tierna
_ ¿Te duele mi bebe?
_ Un poquito papi pero me gusta, me gusta mucho que hayamos hecho esto – me respondió el acariciando mi cara y besándome los labios.
Así mismo lo cargue y fuimos a ducharnos lo lave, nos lavamos y luego le unte crema en su colita, hablamos para entablar como debíamos comportarnos ahora en adelante y asintió en todo, a partir de ese día y hasta hoy, 10 años después hemos sido tan cómplice que inclusive hemos cogido aun con cliente que vienen a buscar sus camiones para sacarlo del estacionamiento y nosotros estamos tirando (cogiendo) por algún sitio del inmenso terreno que poseo, el iba al colegio hacías sus labores cotidianas y venia ya por mí, yo siempre lo he esperado ansioso, hemos hecho tríos con Carlos y otros amigo más, hasta lo inicien con las mujeres, haciéndole probar una vagina por primera vez con una amiga que invite a mi casa, definitivamente Javier en además de mi Vecinito mi Enfermerito pues siempre me cuida de mi calentura.
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