Continuo manoseando a mí amigo después del descanso.
Acá continuo narrando cómo fue el primer día que manosee a mi amigo cuando cursaba el bachillerato..
Antes de continuar con los sucesos de aquel primer día en el cual le di tremenda manoseada a mi amigo en plena clase voy a pasar a describirlo ya que en el relato anterior no lo hice. Él en aquella época tenía quince por lo que es un año mayor aunque ya para esos tiempos era mucho más alto que él, no recuerdo su estatura pero debía rondar el metro setenta; solía jugar mucho fútbol estando en la posición de arquero, jugaba en casi todos los descansos (eran un par) y entrenaba seis días a la semana en una de las tantas escuelas de renombre que se encuentran al norte de la ciudad en la cual vivimos, gracias a esto, tenía muy buen físico, abdomen marcado, músculos formados (para su edad) y un culo bastante grande y firme (se lo llegue a agarrar en varias ocasiones pero es otra historia); era un poco moreno, de cabello castaño, linda sonrisa y una persona muy agradable.
Hecha la breve descripción continuo, habíamos parado debido a que había sonado la campana para salir al último descanso de la jornada que comprendía entre las doce treinta y la una de la tarde. Como era final de año escolar se tiene la costumbre en ese colegio que uno de sus últimos grandes eventos fuese un festival de danza al cual se le dedicaban en las últimas tres semanas de este año escolar las últimas dos horas de cada jornada para ensayos, búsqueda de indumentaria, coreografías, etcétera. Los ensayos se hacían en el patio pero por turnos, al ser un colegio pequeño y al salir los estudiantes de primaria una hora antes estos eran los primeros en salir a ensayar para después de un aproximado de cuarenta minutos dar salida siguiendo un orden a los cursos de bachillerato.
Se estarán preguntando el motivo del párrafo anterior y ahora mismo lo voy a explicar, como mencione el ensayo era de dos horas diarias pero la totalidad de estas no se ejecutaban en el patio, cuando no se ensayaba en el patio, se hacía en el aula. Para poder desarrollar estos ensayos en un espacio algo reducido se procedía a hacer una «mesa redonda», que consistía en dejar los pupitres pegados a los muros pero siguiendo su contorno, por lo que todos los pupitres quedaban en una o dos hileras frente a los muros, rodeando el salón.
Esto lo hacíamos al entrar del descanso, podíamos dejar nuestros puestos en cualquier parte del aula siempre y cuando se respetase lo mencionado. mis amigos y yo decidimos irnos al centro del salón, a un punto en el cual se podía decir que quedábamos en el «medio», esto lo seleccionamos ya que habían un par de pilares que sobresalían aproximadamente 50cm lo que nos daba un poco más de espacio ya que si nuestro puesto quedaba a un lado de estos pilares, la persona que se sentaba al lado no quedaba junta, se conservaba cierta distancia. Así fue.
A mí en aquella época no me gustaba bailar y como me desagradaba el colegio pues me resistía a participar en cualquier evento salvo por contadas excepciones.
Con mis amigos nos pusimos a hablar una vez acomodados y esperando a que a la mayoría de ellos les llamasen para ensayar su baile (eran varios bailes por curso, entre tres y cinco pero no todos necesariamente participaban en todos). Fuimos hablando hasta que les dieron el llamado quedando sólo mi amigo principal y yo. Él ensayaba uno de los últimos bailes, se había librado de ensayar más de uno y pues se la pasaba conmigo o con los demás del grupo. Al quedar solos me miro fijamente, obviamente le correspondí la mirada ya que estaba sentado justo a su lado, a su izquierda, se quedó mirándome un par de segundos y de forma muy rápida bajo su mirada y la volvió a subir, me había señalado su pene. posisiones unos cuantos pupitres
Mi respuesta fue a su mirada fue -suba la maleta- cosa que yo también hice y procedí a posicionar unos cuantos pupitres justo frente nuestro para obstaculizar mejor la vista de los que miraran desde afuera de nuestro mini entorno. Nos pegamos más sentándonos lo más cerca posible el uno del otro sin que se viese extraño y hecho esto empecé. Como estaba a su izquierda pero yo soy diestro, los primeros movimientos fueron torpes y muy lentos ya que no sabía bien cómo tensar el brazo para disimular. Los primeros minutos transcurrieron así hasta que pude encontrar la mejor manera y ya con la mano habiendo adquirido experiencia pude tocar mucho mejor. A los pocos minutos de haber iniciado comunico una profesora que ya se podía salir a ensayar por lo que en el salón quedamos muy pocos, como cinco estudiantes pero estaba cada quien a lo suyo.
Siendo ahora estás las condiciones del aula me relaje mucho más y empecé a manosear con más gracia. Ya para este punto mi amigo tenía la verga dura, muy dura y como yo también estaba muy caliente procedí a desabrochar su pantalón bajar la cremallera, puso un poco de resistencia y me llego a decir que no pero a mí me dio igual si le parecía o si era todo lo contrario, yo también estaba disfrutando y no iba a parar. Su negativa fue muy momentánea ya que era evidente que lo estaba disfrutando mucho. Una vez sorteado este primer obstáculo metí mi mano, acá ahora me encontré con su pantaloneta, una tipo bóxer bastante holgada, jugué con su pene por encima de la pantaloneta por un rato hasta que las ganas de más volvieron a incrementa, metí la mano en la pantaloneta. Al haber llegado a este punto el contacto directo de mi mano hacía su pene sólo lo interrumpía un pedazo de tela delgado, suave al tacto, agradable, ya podía sentir el contorno de su verga, palpaba sus venas más gruesas, percibía su glande, sentía el subir y bajar de su prepucio todo esto sumado a lo caliente que estaba ahí adentro, se sentía un calor sofocante pero a la vez cautivador, su calzoncillo azul agua marina también me daba más información, estaba mojado justo en la zona en donde se encontraba su glande, estaba muy mojado. Al haber tan poca gente presente retiro un poco su maleta que se encontraba apoyada contra su vientre y pecho, ahora se sostenía únicamente en sus piernas, al haber hecho esto y también al estar todo desabrochado su pantalón mientras tenía mi mano dentro, se libero uno de los mejores olores que haya podido percibir, una combinación de sudor, precum, sumado a su olor corporal característico, no doy más detalles ya que me es difícil describirlo pero sí digo que me cautivo, al voltear a ver lo que hacía mi mano y ver su bóxer la imagen me fascino y sin saberlo nació en mí uno de los fetiches que más disfruto, interactuar a grosso modo con calzoncillos ajenos, pero eso también es otra historia.
Al estar en esta situación tan propicia y justo después de palpar sus testículos aun por encima de ese calzoncillo, me decidí a dejar de darle largas al asunto y disfrutar directamente de lo que consideraba era mío, mi mayor premio y también mi mayor deseo. Al meter mi mano entre su bóxer sentí éxtasis. Por un momento no era consciente de lo que me encontraba haciendo para pocos instantes después no creerme lo que estaba sucediendo, que de verdad estaba pasando aquello que estaba realizando, estaba al borde de ser consumido por la lujuria pero la razón y la fuerza de voluntad me impidieron llegar a puntos muy arriesgados tanto para mí como para él.
El tacto… El tacto lo recuerdo muy bien, era muy suave, la sangre recorría en grandes cantidades y de manera frenética ese falo ya que se sentían todas y el mismo falo a pesar de su suavidad estaba firme y macizo, no cedió en ningún momento, su pubis era muy velludo, los pelos eran largos y ondulados, por un rato me detuve a jugar con ellos; sus huevos debido al calor estaban colgando, eran incluso más suaves que su pene y esto a pesar de estaban cubiertos por abundante pelo. En este punto mi frenesí por tocar todo lo que podía empezó a disminuir, quería ahora dedicarme a explorar cada parte y cada pliegue de esa gran verga, por lo que empecé por sus huevos, les agarraba con delicadeza a la vez y de manera individual, los presionaba un poco siempre siendo muy cuidadoso de no hacerle daño a mi querido amigo, movía mi mano de arriba hacía abajo para sentir como caían ligeramente, lo máximo que llegué a tocar estando ahí fue justo antes de llegar a su culo, en ese pliegue que separa a los testículos del ano, no me anime a más por miedo a su reacción aunque nunca me reprochó nada por cómo lo tocaba y en dónde lo hacía. Dejando a sus huevos de lado, pase a su tronco, como ya mencioné en ningún momento perdió forma por lo que cerraba mi palma en torno a este y subía y bajaba lentamente mientras que a la vez hacía ligeros movimientos circulares para que no fuese repetitivo. Legando ya a su cabeza, comencé metiendo la punta del índice en su prepucio para acariciarle únicamente la punta y lubricar de mejor manera hecho esta acción, le bajaba el cuero y me dedicaba a sobar con toda la mano ese gran cabezón hinchado y embadurnado de precum, soltaba esporádicamente ligeros gemidos.
Todo esto no recuerdo cuánto duro pero toda está serie de acciones duro el tiempo suficiente para que nuestro grupo de amigos volviese del ensayo. Nosotros al notarlo volvimos a pegar mejor nuestras maletas y acercar los puestos que habíamos corrido un poco cuando estirábamos las piernas.
Saque mi mano de su calzoncillo y la posicione sobre su pantalón, ya que había la posibilidad de que realizará la acción de pararse o de correr la maleta y debido a esto sólo yo podía encargarme de volver a abrochar su pantalón subir su cremallera en el tiempo optimo y de la manera más disimulada, menos mal no hubo tal necesidad. Nuestros amigos se sentaron al frente nuestro y uno diagonal mío, a mi derecha. Al tener las maletas en nuestras piernas y estar tan juntos el uno del otro, no se evidenciaba que estuviéramos haciendo algo raro. Nos pusimos a hablar con toda y al entrar ya en un estado de relajación más propicio y al haber dado ligero movimientos de mano continuos para constatar de que cuenta no se dieran los demás de lo que estábamos haciendo, pudimos retomar nuestro juego frente a todos nuestros allegados, en sus narices y a escasos centímetros. Nuestro nivel de descaro fue tal que a pesar de que ya no hacía movimientos rápidos o muy complejos el manoseo siguió hasta que se tocó la campana que indicaba la salida del colegio, en todo el tiempo que precedió ese suceso y que comprendió desde que llegó nuestro parche, estuvimos hablando, riendo y jodiendo mientras que yo a su vez, manoseaba por encima del pantalón, por encima de la pantaloneta, por encima del bóxer y directamente manoseaba su pene sin interferencia, repetía el patrón un puñado de ocasiones haciendo mayor énfasis en las partes del proceso que más me gustarán, quisiera repetir o más llamaran mi atención en dichos momentos. Paramos al escuchar la campana, acomode su pene, su calzoncillo y pantaloneta y abroche su pantalón, nuestro amigos se habían ido a por sus cosas y a dejar su correspondiente puesto en el lugar original antes de cambiar todo de sitio gracias a esto mi amigo se hizo cargo de subirse la cremallera. Arreglamos todo y salimos del salón continuando la conversación interrumpida por la campana.
Bueno, he aquí la continuación de lo acontecido ese día, la primera vez que manosee a mi mejor amigo estando en el colegio. Espero les guste y espero sus comentarios. Vuelvo y hago la aclaración que hice en la primera parte, todo esto fue real y aconteció prácticamente como lo comente.
Gracias por leer.
Falto solo que lo hicieras acabar, espero la historia continúe