Corrompiendo a mi hijastro Parte 1.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy Saúl, viudo con un hijo un adolescente, estoy aún bastante presentable, y aunque soy entre mis amigos el más masculino, fui durante la universidad pos’ un poco heteroflexible.
Todo comienza un día como cualquiera cuando salí de compras cerca de mis rumbos, y vi un pequeño querubín de ojos verdes y pelito oscuro en manos de un hermoso espécimen femenino, claramente madre e hijo. En ese momento me dije
-Saúl , has estado de luto por demasiado tiempo-.
Aun con la mirada juiciosa del pequeño me acerque a ella. De manera sutil empecé a Platicar de los precios y lo caro de criar niños hoy en día. Creo a mi presentable aspecto ella correspondió a la coquetería. Así me entere que era madre soltera, religiosa, que vivía cerca y que tenía una suerte bárbara. Aunque intercambiamos números no fue hasta la semana siguiente que los volví a ver. Yo devolvía un colchón inflable que no servía más que para una sábana y ella ropa interior con dinosaurios. Después de saludarnos me relato como las trusas eran demasiado pequeñas para Ian, su celoso hijo, bastante colorado de la plática que estábamos teniendo. Ese día acordamos vernos para salir. Después de varias citas y muchas noches compartidas decidimos vivir juntos. Ella me convenció que sería bueno para nosotros dos estar juntos, y para Ian tener una figura paterna que lo oriente en las cosas de hombres.
Así fue como después de Remodelar mi casa, se mudaron. Todos estábamos muy emocionados y después de sentarnos todos en familia y tomar el desayuno, el día pronosticaba ser Excelente. Ese mismo día establecimos las reglas de la casa, entre las cuales estaba que por un tiempo los chicos compartirían cuarto. Después de mucho platicar y de acabarse la comida, Ricardo, mi hijo, llevaba a Ian a su nuevo cuarto y nosotros a disfrutar de nuestra nueva suerte.
Caminando muy emocionado Ricardo jalaba a Ian dentro del cuarto.
-ven chaparro, nuestro baño tiene jacuzzi. –
-No me gusta el agua, no sé nadar… Y no digas chaparro, estoy creciendo. –
-aja, como digas pequeño, yo si me voy a meter.-
Sin tomar en cuenta la cara de disgusto de Ian, el adolescente se empieza a quitar su camisa y a desabrocharse los pantalones sin pudor.
-que!, que haces?- Rick voltea y sarcástico dice -wey, tú te bañas con ropa o qué?-
– no, no… Pero no vas a cerrar la puerta al menos?-
-bueno…no tengo la costumbre pues- va y pone seguro a la puerta del cuarto. -ya?-
-siii- dice Ian mientras su nuevo hermano se expone sin tapujos. Ya desnudo voltea y le dice burlon
– que me ves cabron!?, te gusto?-
-Noo!- contesta rápido, -perdón- y se dirige bastante rojo a la puerta
– a dónde vas?, no abras que me pueden ver- y se planta junto a él, disfrutando la dominación.
-puedes ver lo que quieras, pero tu igual me tienes que mostrar-
En los ojos de Ian se formó el pánico y rápidamente se lanzó a la manija pero Rich le tomo de las manos en 3 segundos lo sometió y lo acostó en la cama.
– cálmate, no vayas a gritar, no te voy a hacer nada, anda metete conmigo, no seas penoso, ya somos hermanos Ian-. Después de algunos segundos recobrando el aire el niño dice resignadamente
– está bien –
– Déjame ayudarte – dice Ricardo, Desabrochándole la camisa – pero me prometes no reírte Rich?-
– jejeje hoombre pero si estas reguapo, de que me voy a reír?- solo quedandose en ropa interior, voltea buscando aprobación en su hermano mayor
– me queda apretada mi trusa –
– pues quítatela.- se la baja a los tobillos y se tapa temeroso de las burlas
– mira- destapándose lentamente
-te dije wey, si tienes muy buen cuerpo – dice aun encima de el
– jiji pero es que tu estas bien musculoso y tienes tu picha bien grande – en eso Rich estira la mano y rozando el pene de Ian,
– aah, qué haces?- dice Ian asustado
– te la jalas ya? –
– claro que no… que es eso?-
-ay pequeño, hay muchas cosas que enseñarte – en eso Rich empieza a bajar por su abdomen le besa su ombligo y le agarra fuerte las piernas – jeje, eso me da risa Rich, no- y se abalanza a engullir su virilidad.
– noo, aah, no, que haces!?, me da asco…-grita y se queja Ian empujándolo con sus manos, que Rich agarra y pone detrás de su espalda, – relájate, no grites, confía en mi – Ian agitado aun, decide guardar silencio pero sigue moviendo su cabeza diciendo que no, implorándole a su hermano que pare este acto inmoral, pero solo consigue cerrar los ojos ante los hábiles lengüetazos de su hermano. Empieza a sentir mariposas en su estómago y como una electricidad increíble y solo después de pocos segundos de manipulación -aah… Siento cosquillitas, huum …ya Rich…por favoor-
-de veras quieres que pare?- e Ian solo responde que no con la cabeza, aun con los ojos cerrados. Ricardo continúa con sus rápidas manipulaciones.
-qué es esto!? aaah!- dice Ian que empieza a empujar desesperado sus caderas ante la boca que le está dando tanto placer. El adolescente se despega un poco y empieza a darle largas y lentas chupada
– eres muuuuy sensible chaparro -para después seguir chupando y succionando fuertemente
– nooo… Me digas chap….ah, me hagoo! Aaaah!! Riiiiich!- Ian dejo de respirar después de su primer orgasmo, convulsionando consternado de tanto gusto.
Después del seco clímax Ricardo siguió pasando su lengua suavemente – uh, ya por favor, mi pilin esta entumido y muy sensible Rich – él ya le suelta los brazos y empieza a subir dándole besos en su abdomen y en sus sensibles pezones, luego se acuesta al lado de él, viéndolo con lujuria y apretando con su mano su erección en el pecho de su hermanito. Ian se da cuenta de las intenciones de su hermano con su tremendo nabo, duda si ceder ante las sucias intenciones o hacer lo que se le ha enseñado en catecismo y rápidamente se levanta y se pone su trusa y su camisa,
-ya por favor, déjame salir Ricardo – su hermano con una sonrisa en los labios y su pene en la mano dice
-solo abre la puerta chaparro, pero entérate que ya me la debes – mientras sigue tentándolo con su órgano erecto. Ian se pone rápidamente su pantalón y sale agitado. Siguiendo las voces de los adultos llega a la sala
– hijo que te pasa? Estas asustado? – nnn… No.. No mamá, es que todo está muy raro… y grande…. en la casa y me pierdo… –
– vamos a ser una gran familia, pequeño- dijo Saúl
– no somos unas familia!…. y no estoy pequeño!! – refunfuña azotando la puerta al patio.
No paso mucho tiempo hasta que oscureció y era hora de cenar. Apenas en el comedor Ian escapaba de sentarse junto a Ricardo, pero al sentarse todos, ellos dos quedaron frente a frente… cuestión que Ricardo aprovecho, poniendo sutilmente un dedo en sus labios ordenándole un silencio cómplice al niño. Luego empezó a acariciarle sus piernas con el pie desnudo. A Ian se le subían los colores al rostro pero nada decía por temor a que lo encuentren haciendo esos juegos inmorales, y por segunda ocasión. Rich fue
subiendo lentamente su pie hasta acariciar muy por encima el pene de su hermanito que ya estaba en su completa erección. Ian ya no comía, estaba sonrojado y respiraba cada vez más rápido, tenía el cuello y los hombros tensos por las ministraciones de su hermano. Ricardo era todo lo que él quería llegar a ser de grande, guapo, fuerte, atrevido… porque insistía en estimularlo allí abajo?, no estaba bien… le gustaba demasiado pero… Estaba mal… no?. Ian estaba muy exitado, tenia los labios rojos y se los mordía fuerte, en eso susurro
-detente por favor, no, noo…- cuando Ricardo sintió que Ian empezó con suaves embestidas se detuvo por completo y empezó a hablar con él como si nada.
– sabes chaparro, aún no hemos elegido en que cama estará cada quien, pero sé que te gustara la grande. Vas a ver que no te querrás separar de ella todo el día.- le dijo mientras se metía triunfalmente un bocado. Mamá y Papa claramente no entendieron la insinuación pero a Ian le recorrían escalofríos de solo pensarlo, mientras recobraba el aliento.
En la noche Ian insistió mucho en dormir con sus papas, aunque lo rechazaron y le dijeron que los chicos duermen en el cuarto de los chicos. Resignado Ian entro sigilosamente al cuarto donde Rich estaba ya acostado sin camisa. – entra y pon seguro pequeño, sabes, me gusta dormir desnudo… –
como sigue