Creciendo en el incesto IV

Luego de una serie de charlas con mi tío, la cosa se calienta a tal punto que me invita a su departamento a cojer como animales.
¿Qué tal gente? Siguiendo con la continuación del relato anterior. Hoy les voy a narrar como termine encamandome con mi tío querido, el hermano menor de el mejor macho que tuve a mis 15: mi papá.

Como corto preámbulo, yo y mi tío veníamos teniendo 《sexting》casi todas las noches. Hablando de todo lo que nos haríamos, dejándo nuestro chat de fotos y videos gimiendo, sudando y derramando leche frente a la cámara. Sin embargo, ya era hora de nuestro primer encuentro.

Hay que aclarar algo, y es que mi tío era juntado. Vivía con su pareja (otro muchacho) y alquilaban un departamento no muy lejos del centro de mi ciudad. Ese iba a ser nuestro nido de incesto. Ya que era muy joven yo como para que me llevara a un hotel jaja. Entonces hablando y hablando, cuadramos una fecha y un horario después de que asista al colegio. Recuerdo que me estaba esperando cerca de la entrada. Lo salude con un beso en la mejilla y un abrazo, puesto que no podia comerle la boca ahi mismo frente a todos jaja. Recuerdo que charlamos mucho como Tío y sobrino claramente. Subimos al auto bus y me agarro la mano disimuladamente. Ya en el centro íbamos mas sueltos hablando. Sobre el tiempo que teníamos antes de que mi familia pregunte por mi, y antes de que su pareja vuelva del trabajo. Eran aproximadamente dos horas, hora y media teniendo en cuenta el viaje de ida a su apartamento. Llegamos, e instantáneamente nuestro vínculo cambio, pasando la puerta ya no era su sobrino, era su amante. Y me lo hizo notar con un profundo, lascivo y húmedo beso con lengua aprisionandome contra la pared. Yo lleve mis manos a su cuello para abrazarlo y no soltar su boca ni su lengua. El me agarro de la cintura y luego llevo sus poderosas manos a mi culo apretandolo a su gusto. Paramos para tomar aire y me saque mi uniforme y mochila del colegio.

El se saco la remera y me lanzó al sillón del living, seguimos en Un chape furioso en el que perdí mi remera. Sentía su verga durisima queriendo romper su pantalón asi que se lo saque rapido, y me encontré con una maravilla de carne de unos 18 cm. Preciosa verga tenia, un grande bien formado, como una frutilla casi jaja. La olfatee un poco y me la metí en la boca de una. El suspiro y empezó a acariciarme la cabeza tan rapido que ni alcance a darme cuenta que esta era la segunda verga que chupaba en mi vida (ya que primero habia sido mi primo y no habia tenido chance de probar la de mi papá aquella noche). Empecé ese movimiento ritmico con mi cabeza y boca para tragar al menos, 15 cm de verga. Costaba pero con cada comida que daba, llegaba mas abajo. El me detuvo en un momento y me dijo que vayamos a la cama. Me llevo del culo hasta la cama y me despojo de mis pantalones y mi bóxer. (Cabe aclarar que yo ya estaba mas que preparado para la ocasión, mi culito bien suave, limpio, y dilatado previamente con mis dedos). Sin embargo, no me esperaba lo que me iba a hacer este macho. Me ordenó que me sentará en su cara, me abrió las nalgas y empezó a lenguetear mi ano de manera magistral. Casi parecía que el hijo de puta estaba recitando poesia con mi culo en la boca. Me daba chirlos, metía lengua, lamia alrededor en círculos. Y yo me seguía comiendo su rica verga en ese hermoso 69. Estuvimos asi unos minutos en los que empezó a meterme dedo a loco para que mi culo estuviera listo. Los gemidos se convirtieron en gritos de placer y mi única forma de callarme era con la.verga en la boca. Ya cuando nos dimos cuenta habia pasado una hora y poco mas. Asi que decidimos pasar a la acción verdadera. Me ordenó sentarme encima de su verga y a puro intento, saliva y paciencia, media verga se metió en mi culito de adolescente. Con algo de dolor pero con las hormonas a full, empecé a cabalgarlo suavemente, tomando ritmo mientras seguíamos besandonos como si fuéramos no se, una pareja recién casada.

Poco a poco mi galope era mas intenso y lo agarre por los hombros mientras el apretaba y nalgueaba mi culo. Ya entraba toda su verga sin chistar, el dolor ya no existía, solo habia placer, gemidos, sudor y incesto puro. Lo habré cabalgado unos quince minutitos más entre besos y chirlos. Mi culo ya estaba rojo de los manotazos. Nos quedaba una media hora.

Entonces me acostó sobre la cama y levanto mis piernas sobre sus hombros, y ahi si tuve algo de miedo porque sabía lo que venía, poco a poco metió toda su masculinidad en mi culo ya re amoldado a su tamaño y empezó el vaiven de su cintura para cojerme asi. Estocada tras estocada, yo ponía los ojos en blanco cada que su pelvis me penetraba. Ya no habia palabras para describir semejante extasis. Casi ni me percate qué su verga ya habia explotado dentro de mi, y su leche estaba literal escurriendo de mi ano. El siguió cogiendome por 10 minutos mas hasta que en un intenso beso, yo tambien llegue a mi clímax total sin siquiera tocar mi verga. El me acompaño con un segundo orgasmo y ambos quedamos ahi, abrazados, queriendo recuperar el aliento tras semejante cogida. Mis piernas aún en sus hombros y su verga todavía dentro mio. Nos dimos un par de besos mas, de esos románticos, mirándonos a los ojos mientras me decía que me quería mucho y que amo este momento.

Nos dimos un duchazo rapido para sacarnos los olores y el semen. Nos dimos unos besitos mas y nos vestimos. El puso las sabanas a lavar y le acompaño al autobus otra vez. No sin antes decirme algo que me quedo dando vueltas en la cabeza esa noche mientras me masturbaba intensamente recordando todo.

«Quiero que seas mi novia».

Tío y sobrino, en la cogida de sus vidas. La primera de muchas, pero creo que fue la mas especial por ser la original. Luego de esto, comencé a «salir» digamosle con mi tío. Nos veíamos a escondidas y salíamos por ahi. De ahi surgieron un par de experiencias que podría contar en otro capítulo si es que este tiene bastante apoyo.