Criado como la putita por mis tíos
Mi breve historia de como crecí siendo la putita de mis tíos, quienes se hicieron cargo de mi cuando quedé huérfano .
Hola, soy Samu. A los 10 años, producto a un accidente, quedé huérfano. Era el único hombre de 4 hermanas, por lo que se decidió que me debía ir con los hermanos de papá a la finca. Mis abuelos se repartirían a mis hermanas, pero como los recursos eran escasos, ni los abuelos paternos ni maternos se podían hacer cargo de más de dos de nosotros. Yo al ser el único hombre, no tuve elección, me fui a cargo de mis tres tíos solteros que se dedicaban a trabajar la finca familiar que había sido de mi abuelo.
Recuerdo que llegué un día lunes, bastante temprano, habíamos salido con tío Manuel muy apenas aclaraba el día de la que, hasta en ese entonces, era mi casa. Mis hermanas se habían ido el día anterior y mi tío estaba bastante cansado, por lo que decidió que partiriamos en la mañana. En la finca estaba mi tío Ezequiel y mi tío Alberto, este último era el que menos conocía y del cual había escuchado cosas bastante raras, por lo que me generaban un poco de susto su presencia cerca. La finca era gigantesca y tenía una casa muy antigua que había construido el papá de mi abuelo cuando adquirió la propiedad.
A penas llegamos, tío Manuel pega un silbido y de la casa sale tío Ezequiel. Me abraza y me dice que lo siente todo lo que estoy viviendo y que ahí, entre los tres, me cuidaría como lo hubiese hecho papá. Tío Manuel pregunta por tío Alberto, a lo que tío Ezequiel le responde que anda viendo unos animales que se habían desaparecido durante la noche, por lo que no sabe si llegara ese día o no. Entramos y el desayuno estaba esperándonos. Luego de comer, tío Manuel me dice que lo acompañe y me lleva a una de las tantas habitaciones que tiene la casa. «Aquí dormirás, no hemos tenido tiempo de prepararla, pero durante la semana vamos al pueblo y conseguimos lo necesaria para que quede como a ti te guste». La habitación era bastante fría, se notaba que nadie la había ocupado en años, la cama era bastante vieja y los muebles se veían que habían sido sacudidos recientemente después de que nadie lo había hecho durante mucho tiempo.
Tío Manuel me dice que me acomode y que me cambie ropa, que iríamos al río a darnos un chapuzón. Salimos los dos con mi tío, caminamos una larga pradera hasta llegar al río. Allí tío Manuel comienza a desvestirse, sacándose toda la ropa, quedando todo desnudos. Me sentiré en ese momento súper incómodo y avergonzado. Papá, como eran más mujeres en la casa, nunca había andado en bolas por la casa, por lo que mi tío Manuel era el primer hombre al que yo veía desnudo en mi vida. Yo todo avergonzado me desvesti y solo me quedé en calzones «no tienes nada porque tener vergüenza chaval» espetó mi tío. Yo con una risa nerviosa le respondí que prefería bañarme en interiores. Tío me dijo que tenía que acostumbrarme, «acá somos puros hombres, así que en común andar en bolas por la casa y sus alrededores». En ese momento quise arrancar, pero no podía ni sabía a donde ir.
«Ya chaval vamos para la casa» me dice mi tío después de un rato, quien sale del río y recién ahí me fijo en su cuerpo curtido por el trabajo de campo bajo el sol, con una barriga incipiente por el alto consumo de cerveza y una verga que le cuelga de su pelvis bastante grande (me llamo la atención desde el comienzo). Nos vestimos, yo sin dejar de mirar a mi tío y este al terminar, me ayuda a vestirme a mi para luego partir de vuelta a las casa. Cuando llegamos, ya había aparecido tío Alberto (a este solo lo había visto un par de veces, producto a un problema por el que se habían dejado de hablar con papá), cuando lo vi, algo me cautivó de su mirada. Me abrazo y me dijo que a pesar de todas las diferencias que tuvo con papá (que habían sido muchas), sentía de todo corazón lo que le había pasado y que ellos iban a procurar que me sintiera como en casa. Nos sentamos a comer los 4, mis tres tíos y yo, para luego ir a dormir una siesta. Yo aproveché ese momento para conocer la casa y sus alrededores. En eso estaba cuando, pasado el rato sale tío Alberto, completamente desnudo gritando mi nombre. «Acá estoy tío» grité desde atrás de la casa, «andaba conociendo» le dije mientras me acercaba y le miraba el cuerpo entero. A diferencia de tío Manuel, tío Alberto se veía más acabado, pues era el mayor de todos los hermanos, tenía una panza bastante definida y una verga, más pequeña que la de tío Manuel. «Hijo, me asusté, como no te vi en tu habitación» me dijo mi tío, yo le respondí que en la ciudad no se acostumbra a tomar la siesta, por lo que aproveché el momento y salí a conocer los alrededores. Volvimos a dentro de la casa y nos sentamos en la sala, mi tío me empezó a contar historias de la infancia y como había crecido y sido criado en esa finca, así estuvimos un par de hora hasta que tío Alberto me dijo que debía ir a encerrar a las vacas.
A la mañana siguiente mi tío Ezequiel me despertó temprano y me preguntó si quería aprender a trabajar la tierra. Yo, sin otro panorama, le respondí que si. Me hizo levantarme y en la cocina me esperaba él y mis otros dos tíos. Salimos y nos subimos al tractor. Tío Manuel dijo «ustedes dos son muy brutos, asi que Samu me ayude a mi. Yo le enseño, el es un niño y no puede hacer el trabajo de un hombre adulto» mis otros tíos se miraron y aceptaron sin drama alguno. Nos bajamos con tío Manuel y este me dice «lo primero es que vamos a ir a ver la canal». Nos acercamos a esta y mi tío dice que hay que limpiarla, para lo que se comienza a desvestir y nuevamente queda en bolas y se mete a la canal. «Me vas a ir pasando las herramientas» me dice, mientras el comienza a sacar basura de la canal.
T M: yo se que te puede ser difícil lo que estás viviendo, pero cualquier cosa aquí esta tu tío para lo que necesites.
Y: gracias tío
T M: tu tío Alberto está loco, después de su paso por el ejercito nunca volvió a ser normal. Por eso lo mejor que este acá el campo
Al escuchar esto, debí haber puesto una cara de miedo que tío río
T M: tranquilo chaval, tu tío es buena persona, solo que un poco bruto, pero buena persona. Tienes que saber que al lado de él, siempre estarás seguro. Tu tío Ezequiel es una persona que siempre le costó todo, le iba mal en el colegio, por lo que si no aprendía a trabajar la tierra se moría de hambre. De el tienes mucho que aprender, es medio lento, pero de los tres es quien mejor sabe trabajar la tierra y, lo más importante, es quien se hace cargo de las cosas de la casa.
Y: tío y tu? Que me puedes enseñar tío?
T M: yo te enseñaré de la vida. En mi quiero que veas a lo que fue mi hermano, estaré siempre que necesites guía. Siempre admiré la familia que había hecho el Shamo (así le abría puesto de apodo mi abuelo a mi padre cuando chico, ya que él al igual que yo se llamaba Samuel)
Y: y tu porque nunca te casaste y tuviste hijos?
T M: mira, la vida para mi no es tan fácil. Cuando crezcas verás que no todos se nos permite amar como lo deseamos
Y: porque lo dice?
T M: porque si no más. Ahora sácate esa ropa, que quiero que me ayudes acá
Esta vez, a diferencia del día anterior, no tube problema y quede en bolas al igual que mi tío. Este al verme se río y me dijo que ya estaba aprendiendo las costumbres de la casa. Estuvimos ahí en el canal limpiando hasta que el agua comenzó a salir cristalina. Yo comencé a moverme, aprovechando de que el agua salía limpia, para bañarme y bajar el calor. Veo que tío Manuel hace lo mismo. Me zambullo en el agua y al salir veo a mi tió frente a mi. Me mira y me dice «te ves bien para ser un niño». Yo río y lo miro con un poco de vergüenza.
T M: no te avergüences, el hombre debe sentir orgullo de su cuerpo, más que mal es el único que tiene
Río y lo miró
Y: tío, se que el cuerpo crece y esas cosas pero, todos vamos a tener el pene del mismo tamaño?
Mi tío me mira con sorpresa
Y: tu dijiste que te podía preguntar y bueno, ayer vi a tío Alberto y lo tiene más chico, es grande también, pero más chico que tú. Y el mío es muy chico… es que no se, siempre los chicos en el cole hablaban del pene y del tamaño, yo los escuchaba y bueno, a uno le nacen dudas y mi papá nunca me habló del tema.
T M: mira chaval, el pene de un hombre crece lo que tiene que crecer y el tuyo no es pequeño.
Mi tío se acerca y me lo toma. Vas a tener el pene de nuestra familia, somos vergones así que no te preocupes, tendrás algo como esto (lo dice mientras se agarra su verga). Ahora se ve un poco chico por el agua fría, pero crece y mira que crece.
Me acerco por curiosidad y sin que este se de cuenta, le tomo la verga
Y: así que voy a tener una de este porte – digo sin soltarsela a mi tío
T M: si muchacho, es una herencia de familia
Y: y cuanto crece?
T M: bastante, pero no deberías… – dice, tratando de apartar mi mano
Y: porque no debería? Es malo?
T M: bueno, para mi no lo es, al contrario me gusta, pero para el resto esto no debería pasar
Y: ya bueno
Le solté la verga. Al rato nos vestimos. Mi tío me enseñó a como debía regar la tierra con el agua de la canal. Como tenía que ir trabajando las plantaciones de vegetales que ellos tenían en grandes extensiones de tierra. Volvimos a la casa sin hablar más del tema, esa noche cansados comimos lo preparado por tío Ezequiel y luego a la cama.
Ya entrada la noche, no me acostumbraba a mi cama, por lo que no podía dormir. En eso estoy cuando siento que entra tío manuel, quien para variar va desnudo.
T M: estas despierto muchacho?
Y: si tío
T M: mira, yo quería hablar de lo que pasó en el canal. Eso no puede volver a pasar. Esas cosas son de adultos y no tiene porque pasarle a un niño.
Y: lo siento tío. Es que como tu dijiste que…
T M: se lo que dije, pero esto se puede ver mal. Mira, yo soy un hombre adulto y tengo que ser responsable y no hacer tonterías, por más que me gusten – dijo esbozando un Bonita sonrisa
Y: y porque esta mal? A mi también me gustó
T M: si, si a mi también me gustó y mira como me pone
En eso veo a mi tío y este tiene la verga completamente erecta. Nunca había visto una verga así, por lo que mi sorpresa fue grande
Y: tío, no te duele?
T M: no muchacho, solo que es incómodo un poco para caminar
Y: y porque le pasa eso al pene?
T M: bueno, cuando pasa algo que te agrada entre adultos, suele pasar
Dubitativo, sin más aviso se la tomé. Mi tío no puso oposición alguna. Me sorprendía lo dura que estaba, mi tío me miraba con cara de agrado. Comienzo con un juego de sube y baja, le veo la cara a mi tío y esta es de agrado. El suspira y yo comienzo con un mayor fuerza el juego. De repente mi tío me dice «juega con tu lengua, tiene un rico sabor», si pensarlo lo hice y me gusto. Mi tío me decía que le pasara mimlengua como si fuese una paleta, yo lo hacía y me agradaba mucho la sensación. En una de esas mi tío me dice que la introduzca entera a mi boca, lo intento pero en mi boca de niño no cae. Me dice que no importa y me comienza el a jugar con su verga. Me dice que me dará mechita para crecer. Yo con sin saber que vendrá lo miro y de un momento a otra, tío Manuel grita y sale un líquido caliente que cae en mi rostro. Tío Manuel, con su propia lengua, me limpia la car y me da un beso en la boca y me dice que es hora de dormir
El se acuesta al lado mío. Me abraza y me dice que el me cuidara, hora que no estará mi papá. Nos dormimos, el abrazo a mi y yo por primera vez en día que me sentí en total calma y serenidad.
Continuará…
Que rico inicio de relatos… Bien ahi…!!!!!
Muy buen relato, espero la continuación.
Sigue contando es una rica historia