Crónicas de Diego: La fiesta de mi tío Erick (Parte 1)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por AngelTeller1.
Aquella noche pintaba para ser una gran noche.
Era el cumpleaños de mi tío Erick, el menor de los hermanos de mi papá. De hecho mi tío era mayor que yo solo por 10 años, y precisamente por eso él y yo siempre nos llevamos más como amigos que como tío y sobrino.
Mi tío Erick y yo nos teníamos un afecto mutuo muy grande, yo realmente lo tenía como a uno de mis mejores amigos aunque hasta la fecha yo conserve la costumbre de llamarlo "tío"; y fue por esta estrecha relación por lo que aquel sábado de enero no dude en llamarlo apenas desperté.
-Hola tío! Buen día y feliz cumpleaños, cabrón!! Ya te empiezas a parecer a mi papá, jaja.
-Jajaja, cállate Diego, que yo aún soy joven y estoy lleno de fuerza! – me dijo risueño mi tío Erick del otro lado de la línea.
-Jaja, lo se tío. Pero 32 años no son poco tiempo… en poco te saldrán canas- murmure yo entre risas-.
-Que te calles! Jaja. Hey, entonces que me preparaste para esta noche, querido sobrinito?- dijo en tono juguetón
-Para eso fue que te marque, para armar un buen plan para hoy!!
-Bueno, que tal si invitas a Eduardo y que el piense en algo? Ese tipo siempre arma las mejores fiestas.
Eduardo era un amigo mío desde que ambos teníamos 14 años, pero conforme fuimos creciendo la fiesta comenzó a fluir por sus venas y no era mentira que el siempre organizaba las fiestas más memorables entre todo nuestro grupo de amigos.
Lo que mi tío Erick no sabía es que en mi mente no solo estaban esas fiestas con todos nuestros amigos, sino también (si no es que mas) las que armábamos él y yo a solas. Desde hace casi 4 años que ambos descubrimos mutuamente el placer de estar con un hombre, primero casi por accidente por algunas caricias, luego con tímidos besos, pero después y hasta hoy con todo eso sumado a un muy ardiente sexo. Eduardo y yo no éramos novios, y de todos modos ninguno quería que eso sucediera, así estábamos bien. Él y yo somos amigos que comparten varias cosas como todos los amigos: alegrías, penas, parrandas… solo que también compartíamos nuestros cuerpos uno con el otro.
Todo esto, por supuesto, mi tío Erick no lo sabía. Aun siendo tan cercano uno del otro, nunca me anime a confesarle a mi tío sobre mis preferencias… y no pensaba hacerlo. Eduardo y mi tío Erick se conocieron hace menos de un año, en una fiesta que mi amigo organizo y a la cual invite a mi tío. Siendo el tan joven se acoplo rápidamente con muchos de nuestros amigos y entablo también cierta amistad con Eduardo. De ahí que mi tío pensara en él para organizar su propia fiesta.
-Ok tío, deja le mando un whatsapp para ver que se le ocurre y luego te digo propuestas- le dije saliendo de mis calientes recuerdos.
-Ya está, Diego. Espero que me armen algo divertido.
-Conociendo tu visión de diversión, probablemente baste con que te contratemos a alguna puta de esas que bailan con pezoneras, jaja.
-Jajajajaja- mi tío estallo en carcajadas- no me ilusiones si no me lo cumplirás, estúpido, jajaja.
-Jaja. Bueno, ya te digo después qué onda, tío. Hablamos al rato. Y feliz cumpleaños numero 32 de nuevo!
-Gracias, Diego! Ciao.
Y colgué.
Recapitule la breve conversación con mi tío Erick, y de repente caí en cuenta de que esta noche habría fiesta, una fiesta organizada por Eduardo… Sonreí al darme cuenta de que esta noche cogería.
……………………………………………………..
Cuarenta minutos después estaba terminando de bañarme. Cuando salí de la regadera me di un vistazo al espejo de cuerpo completo que tengo sobre la puerta del baño. Me sentía orgulloso del físico que había conseguido después de años saliendo a correr alternando también tardes de gym. Mi mirada de ojos grises me regresaba ese vistazo desde el espejo, por debajo de mis mechones de cabello rubio oscuro que caían pegándose aun mojados a mi frente, y mi barba de 4 días enmarcaba la sonrisa satisfecha que comenzaba a dibujarse en mi rostro. Tenía espalda ancha, siempre he sido de cuerpo robusto y no muy alto, mido aproximadamente 1,75, así que muchos me decían que tenía un torso un poco cuadrado que ahora marcaba más gracias a mi evidente musculatura. Por enfrente, se me percibían unos pectorales bien marcados y firmes, coronados cada uno con unos pezones y aureola no muy grandes y poco oscuros, los cuales contrastaban de una singular manera contra mi blanca piel. Además, por todo mi pecho, y desde la parte baja de mi cuello hasta básicamente mis tobillos, todo yo estaba cubierto por una capa de vello, el cual era más bien delgado en la mayoría de las zonas, excepto por mi pecho, abdomen, axilas y, por supuesto, en ese lugar de deleite que tantos momentos de goce me ha dado, y que también ha brindado muchas noches de placer. Mi pene no era demasiado largo, pero así me gustaba porque no quería parecer ningún tripie ni burro.
Me media unos 15cms, pero lo que si es que era grueso. Mi glande era de un sensual color rosa que usualmente estaba expuesto debido a que soy circunciso, y debajo del inicio de mi tronco descansaban mis bolas en sus colgantes bolsas de piel cubiertas de pelo.
Mi mano se fue instintivamente a mi durmiente pene, el cual de durmiente tuvo solo como 5 segundos más porque de inmediato comencé a sentir ese cosquilleo que anuncia una próxima erección… pero tenía una fiesta de cumpleaños que planear junto a Eduardo, así que tome mi toalla para terminar de secarme y enredármela a la cintura.
En cuanto salí del baño tome mi celular de la cama y le mande un whatsapp a Eduardo: “Hey cabrón, márcame AHORA MISMO”. No pasaron ni dos minutos cuando mi celular sonó y de inmediato conteste y puse el altavoz para hablar con él mientras buscaba que ropa ponerme.
-Que pedo Diego, porque la urgencia?- me dijo mi querido Eduardo con un pequeño tono de preocupacion.
-Wey, esta noche necesito que te luzcas y organices una de tus fiestas más chingonas!! Hoy cumple Erick, mi tío, y él pensó en ti en específico para que le prepares la noche- casi le grito.
-No mames, tu tío Erick?!- el tono de Eduardo se hizo bastante mas relajado.- Pues si de preparar la noche se trata tráelo a mi casa, aquí le puedo dar un gran regalote, jaja
-Jaja, no seas pendejo, mi tio se ha cogido a casi todas las chicas de su oficina-lo cual era cierto-, asi que lo mas duro que puede darte a ti seguramente seria un puñetazo, jaja. Pero ya que tocaste el tema, prepárate no solo para la fiesta, sino también para que esta noche yo te abra ese rico culito que tanto me gusta
-Eso si no te lo abro primero yo, jaja.
-Jajaja. Bueno, ya Eduardo, concéntrate y dime que puedes hacer para la noche!!
-Umm – Eduardo guardo silencio un momento-pues me das muy poco tiempo idiota, pero déjame hacer algunas llamadas y te aviso que consigo
-Ok. Confió en ti, vale?! Dependiendo de lo buena que la armes será lo duro que te la meteré después…
-Uyy, pues con esa motivación si le ando consiguiendo a Lady Gaga para hoy mismo, jaja
-Jajaja. Pues consíguela, pero me conformo con un buen antro. Ya haz tus llamadas y me avisas para yo decirle a mi tío.
-Ok Diego. Hablamos al rato.
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Por fin era de noche, y yo estaba en la sala del departamento de mi tío esperando a que terminara de arreglarse. A veces este hombre puede ser muy narciso, pero aun así todo el mundo lo aprecia mucho.
-Entonces a que bar iremos, sobrinito? -escuche la voz de mi tío Erick desde su habitación, mezclada con el sonido de su desodorante en aerosol.
-Eduardo me dijo que es uno nuevo no muy lejos del centro, así que por favor hay que salir ya!
Mi tio por fin salio de la habitacion, se habia puesto una camisa de botones que le quedaba de poca madre sobre su musculoso pecho y unos jeans semi ajustados, ademas de que se habia arreglado la barba y ahora se le veia como una sombra oscura sobre su rostro y cuello. Mi tio, como yo y toda mi familia, tambien era blanco, y la barba le hacia un excelente contraste. La verdad es que se veia muy guapo, seguro que esta noche se ligaria a alguna tipa del barecillo al que iriamos,
-Y bien? -me dijo mi tio levantando sus brazos a los lados- Que tal me veo, Diego?
-Pues jodido, pero que le vas a hacer? Jajaja
-Jajajaj, pendejo! -me dijo dandome un puñetazo no muy suave en el hombro.
-Bueno, ya Erick Saldaña! Tenemos poco tiempo para llegar al bar y la reservacion se vencera!
-Uuuy, el sobrinito se enojo!! Jajaja. Pero cuál es la prisa? Como va a empezar la fiesta sin el cumpleañero? Jaja- ese hombre sí que era testarudo
-Jajaja. Nadie te gana, cabrón. Bueno, vámonos ya
-Ok. Pero tu manejas, hoy es mi noche!
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-Wey, estas bien? … Erick… Tío Erick… ERICK!!
-QUE?! –al fin contesto mi tío.
-Wey, no mames!! -dijo Eduardo bastante agitado desde el asiento trasero -Ya me había asustado!!
La noche habia sido un total exito, mi tio se habia divertido como los grandes y Eduardo le habia hecho segunda. Por mi parte, al ver la cantidad de alcohol que esos dos se estaban metiendo, preferi beber solo dos vampiros y convertirme (por segunda vez en la noche) en el chofer de mi tio Erick. Eran ya las 4am e ibamos de regreso al departamento de mi tio. Mi idea original era dejarlo ahi y despues agarrar mi propio auto, que habia dejado estacionado en el estacionamiento del edificio en el que vivia mi tio, e irme de ahi con Eduardo para por fin dar rienda suelta a todos los calientes pensamientos que me habian llegado mientras veia su cuerpo sudar mientras bailaba. Sin embargo, cuando faltaba poco para llegar al departamento de mi tio, fue cuando de la nada se quedo callado y tuve que orillarme en una lateral de la avenida.
-Tío… Erick! Eres un grandísimo pendejo!- le dije bastante molesto, aunque mas aliviado de saber que al menos estaba con vida- Venias contándonos no sé qué mamada sobre la tipa a la que segun tu te ibas a llevar y de repente te quedaste callado y voltee y estabas todo ido y con la boca abierta. Pensé que te había dado una congestión alcohólica o algo así, pendejo, te tomaste como botella y media de vodka tu solo mas todas las otras bebidas!
-Ya, ya, ya, ya, ya. Estoy bien. Cállate y ya, ya, ya, ya… ya, ya, ya…
No hubo forma de mantenerlo consciente más tiempo y de inmediato se puso a roncar en el asiento del copiloto. Al menos escuchar sus ronquidos me decían que estaba con vida, así que me dispuse a manejar los 15 minutos que faltaban hasta llegar a su departamento.
-Diego, te juro que hasta lo pedo se me bajo ya de ver como se puso Erick. Wey, casi me cago en los pantalones, pense que le habia dado algo- dijo Eduardo desde atras cuando puse el motor en marcha.
-Ya se, yo igual me asuste cabronsisimo. Y wey, no cantes victoria con eso de que se te bajo lo pedo, que seguro fue solo por el susto y de un momento a otro te regresa.
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Cuando por fin llegamos, entre Eduardo y yo bajamos cargando a mi tío y como pudimos llegamos a su piso y al fin lo metimos a su habitación y lo acostamos en su cama. Mientras Eduardo iba al baño (probablemente a vomitar) yo me quede con mi tio y le quite la camisa, el pantalón y los zapatos para que durmiera más o menos cómodo. El ni se inmuto de lo noqueado que estaba, y en ningún momento dejo de roncar. Crecí junto a él, así que no era raro para mi verlo con poca ropa por las muchas veces que fuimos a piscinas o a la playa, y su cuerpo era realmente parecido al mío físicamente… o más bien, el mío al de él. Él era hermano de mi padre, después de todo.
Lo cubrí con el edredón y salí de su habitación sin tener mucho cuidado de ser silencioso, ni un tren lo podría despertar en el estado en el que estaba.
Cuando sali, Eduardo estaba sentado en el sofa de la sala.
-Diego, tu tío sí que vivió esta noche, pero ya ni yo me pongo así, jaja
-Sí, ya se wey. No sé qué le paso, pero lo bueno es que me resigne a no beber para poder manejar de regreso a su depa y cuidarlos a los dos… porque no mames, tú también estuviste mamando de las botellas como becerro!
-Mamando de las botellas como becerro? No querrás decir “como Diego con la verga de Eduardo en su boca”? Jajaja
-Cállate pendejo!! Sabes que mi tio no sabe nada de mi y menos de lo de nosotros.
-Cálmate Diego, Erick está encerrado en su cuarto y aun así esta destrozándome los oídos con sus ronquidos. Esta bastante noqueado
-Si, pero aun asi no me siento comodo diciendo estas cosas aqui en su departamento- Eduardo dio palmadas en el cojin del sofa que estaba al lado de el para que me sentara.
-Ah, no te sientes comodo hablandolo, pero bien que no tienes ningun problema en actuarlo, verdad? -dijo mientras yo me sentaba junto a el. Muy tarde, habia caido en su trampa- Porque si mal no recuerdo, creo que me prometiste una gran noche para hoy… -me dijo Eduardo mientras acariciaba mi paquete sobre la tela de mis jeans.
-Eduardo, aqui no… -pero el comenzo a bajar mi cierre- Eduardo, no…
-Ya Dieguito, estoy pedo y tengo muchas ganas de ti -me dijo mientras introducia su lengua en mi boca y su mano en la abertura del cierre abierto. El contacto de sus labios con los mios me hizo estallar, y con una mano acaricie sus recien rasuradas mejillas. Me gustaba mas como se veia con barba, pero el a veces preferia afeitarse al ras.
-Yo tambien te he estado deseando toda la noche, pero espera solo un poco a llegar a mi casa… Al menos a mi carro y me la mamas mientras conduzco -Se que eso puede ser riesgoso, pero la calentura me nublaba la mente. Ademas dentro de mi vision personal de riesgo, consideraba mas peligroso coger con Eduardo en el piso de mi tio que hacer algo mientras manejaba.
-No Dieguito, no aguanto mas -Dijo Eduardo quitandose torpemente la camisa y reclinandose en el sofa mientras acariciaba el gran bulto que le habia crecido en el pantalon.- Ven pequeño, ven y chupamela tu primero.
Yo me le lance, pero no al paquete, sino a su pezon derecho. Siempre me han gustado sus pezones, oscuros y contrastantes contra su blanca piel al igual que los mios. El gimio en cuanto sintio la calida humedad de mi lengua contra su piel, y yo le comence a dar pequeños circulos con la punta. Cuando cerre mis labios en torno a su pezon y comence a succionar y con mi mano izquierda empece a acariciar y apretar su pectoral izquierdo, Eduardo tomo mi cabeza con su mano, perdiendo sus dedos entre mi cabello, y gimio tan alto que sali de mi caliente ensoñacion y recorde que mi tio Erick estaba a solo unos metros de ahi.
Aunque ya no se oian sus ronquidos de leon, era obvio que mi tio seguia dormido en su habitacion, asi que me despegue de los pectorales de Eduardo para enderezarme y el ni tardo ni perezoso comenzo a reclamarme
-Diego, no jodas. Ya me pusiste a 100, no seas un calientavergas!- me dijo, arrastrando un poco las palabras. Seguro que lo pedo le estaba volviendo.
-Tranquilo -le dije acercandome y callandolo con un beso. Seguia consciente de la presencia de mi tio, pero si no le cerraba la boca de un modo efectivo terminaria despertandolo. -Te prometi cogerte esta noche, y el sol no saldra sino hasta despues de que te deje bien rojo ese rico culito que tienes.
-Pero yo no quiero esperar hasta llegar a tu casa. No seas cruel!- Eduardo siempre era terco, pero el alcohol lo ponia peor.
-No te preocupes, mi sexy Edu. Vamos a la otra habitacion.
-Si, perfecto! -me dijo con brillo en los ojos.- No se como no se te habia ocurrido antes, estas bien pendejo, jaja -me dijo, aunque parecia que tenia aun mas entumida la lengua que hace un minuto.
Si, claro que sabia de antemano que en el piso de mi tio habia una habitacion extra con una cama preparada, ya que yo muchas veces me habia pasado fines de semana enteros ahi y esa habitacion quedaba destinada siempre para mi. Pero no la habia considerado antes para coger con Eduardo porque seguia siendo riesgoso al estar al lado del cuarto de mi tio Erick, pero ya que Edu no tenia intenciones de callarse a menos que fuera por mamarme la verga, finalmente decidi usarla. Ademas, bueno… la verdad es que yo tambien estaba ya muy caliente.
-Bueno, solo ire al baño a lavarme la cara. Esperame en el cuarto.
-Nah, te espero aqui sentado. Mejor aprovecho y me despejo un poco mientras estas en el baño, me siento un poquito mareado- dijo Eduardo mientras se recostaba en el sofa y cerraba los ojos.- Pero no tardes, Dieguito bonito sexy, que ya no aguanto!- y levanto ambos brazos al techo mientras se ponia a reir. Lo dicho, le habia regresado lo pedo.
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Sali del baño 10 minutos despues. Aunque solo le habia dicho a Eduardo sobre cogerlo, la verdad es que yo tambien tenia ganas de que me clavara, asi que habia aprovechado mi escala al baño para meterme a la regadera y lavarme el culo lo mas que pude, incluyendo mi agujerito, claro esta. Ademas asi comenzaba a dilatarmelo y ahorraria tiempo con Eduardo. Despues de lavarme el ano lo mas profundamente que pude, pase a limpiarme tambien la verga. Si despues de todo el no me la metia, al menos unas mamadas si me iba a dar.
Sin embargo, cuando sali del baño y fui a la sala, encontre a Eduardo profundamente dormido en el sofa.
-Pinche puto! Se queja de que soy calientavergas y en cuanto me doy la vuelta se queda jeton! -dije hablando en voz alta. Me agache a su lado y comence a moverlo- Edu, despierta. Eduardo! Sexy… despierta sexy. Ven Lalito, vamos a que te abra el anito… Eduardo… Si despiertas ya, dejo que me la metas primero tu a mi. Vamos Eduardo, wake up!! Eduardo! Wey, no mames, despierta pendejo!
Pero todo lo que le decia fue en vano, Eduardo estaba igual de noqueado que mi tio. Por lo visto, la diversion de la noche fue solo para ellos y yo tendria que conformarme con dormir. Me enderece y busque la camisa de Eduardo, se la puse de nuevo y lo acomode en el sofa para que al menos no despertara con torticolis por dormir con la cabeza colgada hacia atras. Al ver que aun asi la posicion no parecia muy comoda, considere cargarlo al cuarto conmigo, pero inmediatamente deseche la idea. Quien le manda a quedarse dormido y dejarme con semejante calentura?
Decepcionado me diriji a la habitacion que suelo usar. Cerre la puerta y comence a desvestirme, quedandome unicamente con mis boxers rojos tipo trunks, y en cuanto me meti a la cama pense en jalarmela para al menos lograr venirme y no dar la noche por total perdida, pero debido a que tenia mis expectativas puestas tan alto para ese momento de la noche, pense que jalarmela era un premio de consolacion demasiado pobre, asi que mejor me di la vuelta con la intencion de dormir.
La cama estaba pegada a la pared, y yo estaba de cara a ella, de modo que la puerta quedaba a mi espalda. Por este motivo, despues de unos 10 minutos de haberme acostado, me tomo por sorpresa el sonido de la perilla dando vuelta para despues abrirse y de inmediato cerrarse la puerta. Estuve a punto de voltear, mis hombros ya se estaban moviendo, pero entonces escuche un "sshhh" que rompio el silencio de la oscuridad de la habitacion. De inmediato me di cuenta de que Edu por fin habia despertado de su sueño de sexy durmiente y habia venido a buscarme, por lo que ya no me movi y solo sonrei cuando senti el peso de Eduardo sobre la cama cuando el se recosto sobre ella detras de mi.
-Parece que siempre si viniste, eh?- dije aun sin voltearme- Cuando se trata de coger ni siquiera el alcohol te detiene, jaja.
A traves de la puerta de mi habitacion se filtraban desde afuera los ronquidos de mi tío Erick, al parecer le habia vuelto el sueño pesado, lo cual me tranquilizo lo suficiente como para pensar en ahora si y por fin darle duro a Eduardo.
El me abrazo por detras, y con su mano comenzo a acariciarme el muslo mientras se acercaba tanto que sentia la respiracion de Edu sobre mi mejilla. Yo seguia con la cara hacia la pared, pero cerre los ojos por el placer que sentia al tener su mano recorriendo de arriba a abajo por mi pierna.
-Que cariñoso andas hoy, pense que lo que querias era que te abriera el culito… -apenas dije eso, Eduardo llevo su mano a mis nalgas y comenzo a acariciarmelas- Jaja, es verdad. Te dije que si despertabas dejaria que me la clavaras tu primero. Ok, pues comienza- le dije agarrando su mano y llevandola al centro de mis nalgas, directamente sobre la tela que cubria mi raja.
Eduardo comenzo a acariciar ahi, pero poco duro en esa zona porque de inmediado introdujo su mano por la abertura superior del boxer y por fin pude sentir el contacto de su piel contra la mia. Comenzo a pasar uno de sus dedos por todo lo largo del espacio escondido entre mis nalgas, y luego se detuvo sobre mi estrecha entrada y comenzo a presionar un poco.
-Au. Oye, no seas tan bruto, al menos usa un poco de saliva- le dije a Eduardo dandole un codazo hacia atras. -Vaya, te volviste a quitar la camisa, eh? Vienes bien preparado, jaja- dije cuando mi codo sintio la calida y firme textura de su abdomen
Eduardo no dijo nada, pero saco su mano de mi boxer durante pocos segundos para de inmediato volver a meterla, y ahora su dedo se sentia humedo y un poco frio
-Uff, ahora si, sexy. Mete ese dedo.
Ed comenzo a dar pequeños circulos alrededor de mi ano y despues volvio a presionar. Gracias a mi anterior lavada, mi entrada no puso mucha resistencia y dentro de poco la mitad del dedo de Eduardo ya estaba dentro de mi
-Ufff, que gustazo! Tenia toda la noche esperando a que llegara este momento.- dije entre un profundo gemido. No aguantaba mas, necesitaba de nuevo sus labios contra los mios, asi que voltee el cuello todo lo que pude para poder besarlo. A medio camino de su boca, mientras el aun bombeaba su dedo dentro de mi, mi mejilla rozo la suya y su raspante barba acaricio mi rostro…
Me llevo dos segundos darme cuenta: Eduardo se habia afeitado el dia de hoy, yo mismo habia acariciado sus rasuradas mejillas hace no mas de 20 minutos! Abri los ojos tanto y tan rapido que casi me dolieron, pero solo veia oscuridad.
-Que… ?!- abri la boca, pero de inmediato una mano la tapo con fuerza.
Me revolvi asustado en la cama, haciendome un poco de daño en el ano debido a que aquel dedo seguia dentro, y un breve quejido ahogado salio de mi cubierta boca. Al momento aquel tipo saco su dedo de mi, y en su lugar coloco su palma contra mi pecho.
-Sshhh… sshhh, tranquilo- dijo, y al escuchar esa palabra un gran peso cayo sobre mi, dejandome completamente quieto. El aprovecho y acaricio mi pecho mientras se acercaba a mi sien y su barba me tocaba mi piel al darme un beso.
Me movi para ponerme boca arriba y al voltear mi cabeza hacia el, pude verlo a 5 centimetros de mi cara y confirme con los ojos lo que habia deducido al escuchar su voz. El sonido de mis palabras fue apenas un susurro:
-Tío Erick…
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