Crónicas I
Historías y relatos de iniciación y despertar erótico que me han ido contando a lo largo de los años.
Fue a los 6 años. Esa tarde me había quedado solo con mi primo Arturo, él tenía 15, su papá, mi tío Miguel siempre le decía que se buscara una novia que le sacara la leche, yo no entendía, a mí me gustaba estar con mi primo, esa tarde él se quedó en su habitación viendo pelis, en un momento yo fui a su habitación y lo ví sentado con el pantalón de deporte bajado mientras se agitaba el pipi, recuerdo que me impactó mucho ver qué tenía pelos. Cuando se dió cuenta que yo estaba allí se tapó y me preguntó que qué quería, nada, dije yo pero seguí allí.
– Ven siéntate pero no le digas a nadie
En la pantalla del televisor una chica tenía el pipi de un señor en la boca y se la metía y se la sacaba, se veían muy agitados, yo miraba la tele y a mi primo que poco a poco iba perdiendo el miedo y volvía a tocarse el pipi, me quedé embelesado mirando la cabeza brillante y como se movía el pellejito.
– Tócala
yo quería pero no me atrevía,
– Ven tócala un poquito, me insistió y yo alargué la mano, sin que me dijera nada comencé a mover mi manito imitando lo que le ví hacer, el se levantó se puso de pie frente a mí yo seguí moviendo y estrujando,
– dale un besito en la puntita, ni lo pensé, me tiré de frente, le di un piquito y todos los labios me quedaron embarrados con ese líquido baboso que tenía en la punta
– así como en la peli mira, ella lo besa porque lo quiere y se la chupa, tú me quieres?,
Yo quería a mi primo Arturo, abrí la boca y lo primero que sentí fue el sabor saladito y baboso, intenté meterme lo más que podía pero le hice daño con los dientes, me tiró de la cabeza,
– no, no metas los dientes que me duele, tienes que hacerlo con cuidado de no rasparme con los dientes
Segundo intento, esta vez fue mejor.
Después de esa primera vez mi primo aprovechaba cada oportunidad para darme biberón, yo estaba encantado, a veces ni siquiera decía nada, solo se ponía frente a mi, se sacaba el tolete y yo solito me ponía como becerrito. Un día su hermano Juan, que tenía 22 años y prestaba el servicio militar nos descubrió; Juan era grandote, yo estaba sentado en la cama y Arturo de pie, yo peleaba por tragarme su verga, él disfrutaba sin prestarle atención a nada. Juan entró gritando
– que carajo haces?
Yo me asusté mucho
– nada, respondió Arturo tapándose la verga llena de mi saliva
– cómo que nada, tú estás loco o eres imbécil?
– pero si a él le gusta!!
– que le va a gustar ni que mierda!, y si te pillan? el problema en el que te vas a meter…
– pero el me busca todo el tiempo, él es el que me insiste…
Mi primo Juan se me quedó mirando solo un momento, detrás de mi miedo pudo ver que sentía la vergüenza de quién se siente descubierto y culpable. Arturo se fue y yo me quedé allí sentado con miedo a que Juan contara algo. Los días fueron pasando, Arturo y yo al principio no hicimos nada, pero él a su edad era una máquina de leche, y yo ya estaba enviciado; Juan me miraba diferente desde aquella que vez, un par de ocasiones me di cuenta que me miraba y se tocaba el bulto, a veces andaba por la casa en shorts y se notaba que debajo no llevaba interiores porque se notaba como se movía colgando entre las piernas, a veces yo me quedaba mirando sin darme cuenta y veía como se lo agarraba.
Un día después de un partido de fútbol en el barrio todos se habían quedado charlando, alguien le decía a Arturo que para cuando la novia, y él dijo que ya tenía una, todos creyeron que era broma, uno dijo que entonces ya tenía quién le sacara la leche, el dijo que era una experta, que se la traga todita, yo me sentí avergonzado y orgulloso al mismo tiempo; Juan, que también había jugado en el partido, dijo:
– muy experta no será, seguro que ni sabe chupar bien
– se la traga toda y no se cansa hasta que no le doy todo el biberón, respondió Arturo mirando a Juan y lanzando una mirada hacia mi
– biberón ni que biberón, un chupetín es lo que tienes tú ahí, a lo mejor con uno grande de verdad se ahoga dijo Juan mirándome a la cara, yo bajé la mirada.
Tres días después aprovechando que no había nadie en la casa y yo miraba la tele en la habitación esperando que Arturo volviera de acompañar a mis tios de hacer unos recados, Juan apareció
– A ver si es verdad… dijo hablando solo mientras se sobaba el bulto sobre el short
Yo temblaba y permanecí callado,
– así que te gusta la verga no? vamos a ver..
Cuando se bajó el short no podía dejar de mirar aquél trozo de carne que le colgaba, grueso, oscuro, el olor me llenó la nariz y el cerebro,
– venga chupa
Como un zombi me lancé, cuando me la metí en la boca casi inmediatamente se puso dura como un palo, sentía que no me cabía; me agarró la cabeza y me empujaba hacia su cuerpo intentando pasar al fondo de mi garganta, yo sentía como se me atoraba. Aguantaba la respiración y sentía que la nariz se me llenaba de mocos, la boca llena de una mezcla espesa de mi propia saliva y la baba salada que soltaba su verga
– tragatela toda, así,
Me sentía mareado, su sabor, su olor, quería tragarmela toda pero no podía, ya había aprendido a sacarle la leche a Arturo, pero la verga de Juan me daba mucho más trabajo, y aún así me sentía afortunado de tenerla, de poder exprimirla. De repente sentí su descarga, empujó todo lo que pudo, yo sentí que tenía la bulbosa cabeza de su vergón detrás de mi lengua, sentí los primeros chorros en el fondo de mi garganta, me dieron arcadas pero logré retenerla; él se movió un poco hacia atrás y yo acabé con la boca llena de leche, una leche espesa viscosa, la saco rápido aún dura, yo seguía deglutiendo la masa viscosa y salada algo amargosa, el subió su short y salió sin decir nada, sin mirarme siquiera, yo quedé ahí sentado, con seis añitos, la cara llena de mocos y saliva, aturdido y embriagado por el sabor de la leche de mi primo Juan de 22 años en mi boca
Igual de niño me toco mamar verga de un primo las primeras veces me dio asco, pero después no sabía cómo deshacerse de mi. Me volví un adicto a la verga.
Si …de adolescente eso me paso jugando con un amigo a las escondidas,se puso tras de mi y sentí su bulto,solo tomo mi mano y se la tome se la saco y se la mame de ahi en adelante tuve esa sensación de tener algo asi siempre.
Que delicia, espero leer los demas