Cruising con sorpresa – Parte 3
Había llegado el día de compartir la experiencia del cruising en familia.
Esta es la continuación del relato Cruising con sorpresa, os dejo los links de la parte 1 y la parte 2
Me levanté como siempre para ir a trabajar, mi hijo y mi mujer también despiertos y en la cocina cuando bajé yo. Mi mujer se pasó la mayor parte del tiempo cabizbaja, avergonzada por el espectaculo sonoro que habiamos hecho la noche anterior… y mi hijo… me miraba con cara de insultarme por la dulce venganza que me cobré.
Mi mujer sale de casa un poco antes que nosotros, nos da un beso a cada uno y nos dice que no lleguemos tarde.
A: que te pasa Ricardo, hijo…
R: eres un cabrón papá, te cobraste la venganza eh….
A: te gusto oirnos o que jajaja
R: más me gustará verte esta tarde, a las 4 eh.
A: si peque, a las 4 en los baños…
Cuando ya se iba por la puerta se acordo de darme un beso, se acerco a mi cara y me dijo
R: me hice una buena paja, tengo que admitirlo
Me dio un beso y se fue.
Mi día transcurrió con normalidad, con nervios por lo que tenía que pasar… pero con normalidad. Llegué al trabajo y al acabar la jornada me dirigí directo a los famosos baños del centro comercial.
Eran las 4 en punto cuando entraba, y me embargó la decepción, absolutamente nadie, ni mi hijo ni nadie más. Decidí esperar un poco a ver si por lo menos me saciaba con alguien y allí llego, un hombre de unos 35 años, rapado 1.70 y con pinta de ser peludo. No era bien bien lo que me hubiera gustado, pero yo que se, en el amor como en la guerra, cualquier agujero es trinchera… ahora solo faltaba saber si a ese agujero se podia llegar.
El hombre se puso en el meadero de mi lado y yo ya vi un patrón de comportamiento, empezó a mirarme por el lado a ver si le mostraba mi trozo de carne, cosa que obviamente hice. Cuando el chico parecía que se animaba se oyó un ruido y volvió a su lugar, miro a la puerta y veo a mi hijo.
Si que había venido, la verdad es que resople un poco aliviado durante 2 segundos y luego me embargaron los nervios de no saber si estaba haciendo bien. Mi hijo se colocó en el meadero contiguo al del buen hombre bajito y empezó a mear, debía venir con ganas del instituto.
Nuestro tercer miembro de la fiesta se cortó al máximo, vería aquel chaval joven y le dio vergüenza supongo, pero yo, ni corto ni perezoso, me giré totalmente hacía el y le enseñe la polla que ya la tenía un poco morcillona. El se quedó parado, supongo que pensando en que si me había vuelto loco porque había otra persona allí… pero mi hijo cogió e hizo lo mismo, se giró hacia el hombre y se empezó a tocar el miembro.
El buen hombre se soltó, agarró una polla con cada mano y empezó a menearlas. Ahí fue la primera vez que le vi el pene a mi hijo. La verdad es que para tener 15 años tenía un buen tamaño. Un poco mas estrecha que la mía pero un pelín más larga. Debían ser unos 19 cms de polla… nada mal pensé yo.
La verdad es que esa visión me estaba calentando mucho, pero el tema de las dos pollas, una joven y una más mayor parece que a nuestro invitado no le desagradó nada. El tio estaba tan centrado en nuestras pollas que se olvidó completamente de la suya. Se guardo su herramienta, que por cierto, era de menor tamaño que la mía y se agacho acercandose nuestras pollas a la boca.
El chaval empezó juntando nuestros glandes y relamiendonos las puntas juntas, esa sensación de unión con mi hijo me gustó mucho, pero parece que no tanto como a el, que tenía la polla sacando liquido preseminal practicamente a chorro. Se centro en la de mi hijo sin soltarme la mia y empezó a metersela en la boca de forma torpe, parecía que no tenía mucha maestría, debe ser hetero pero con hambre, pensé yo, y luego me centré en mirar como mi retoño recibía esa mamada. Mi niño lo estaba disfrutando como si fuera su primera chupada. Practicamente tenía los ojos en blanco, ya no porque el hombre lo hiciera bien o mal, si no por la situación de tener a su padre allí con el. Le agarré la cara, sacandole un poco del trance, y le metí la lengua lo mas que pude, busqué su lengua y nos retorcimos en un beso. El chaval me dio el beso mas apasionado que me han dado nunca, me lamía, me absorbía la lengua, estaba entregadisimo hasta que separó la cara para decir un «me corro»
Ataqué otra vez a esos labios que me tenian loquísimo y el hombre que hacia lo mismo con su polla se aparto para que su leche saliera disparada al meadero. No paré de besarle ni un momento y la situación me excito tanto que cuando mi hijo hubo acabado de correrse le agarré la cabeza al calvo y le pegué una follada de boca que no se esperaba… le dieron arcadas un par de veces hasta que yo también, fruto del calentamiento, me corrí en el baño.
Mi hijo tenía intención de irse hasta que lo miré con cara de que esto no había acabado. Cogi al señor que nos había ayudado en nuestro primer encuentro y le bajé la cremallera del pantalon, la desabroché el botón y saqué su polla que salió disparada de su ropa interior. Le hice un gesto a mi peque y se puso en cuclillas.
Yo le di la entrada, cogí esa polla y empecé a lamer todo el lateral que estaba a mi alcance, de cabeza a base, de base a cabeza, el chico tenia bastante pelo, pero una vez allí eso ya no me molestaba, el me había ayudado, yo le iba a ayudar a el. Mi hijo al ver como estaba chupandole se agacho y empezó con la misma idea pero por su lado. Nuestras lenguas se iban tocando mientras ibamos lamiendo todo el recorrido de ese pene, le lamiamos los huevos y sobretodo nos fundiamos en un beso con su capullo en medio.
El hombre estaba flipando del premio que le había tocado. No tardo en correrse, nos avisó pero yo no quise separarme de mi criatura, se corrió en nuestro beso apasionado, cosa que me calentó hasta limites insospechados. Despues de eso el hombre se recompuso, le temblaban las piernas, pero se fue hasta los lavamanos y se lavo la boca y las manos. Una vez limpio y mientras mi hijo y yo estabamos recomponiendonos me vino y me pidió el telefono o si podía quedar otra vez con nosotros. Yo le dije que mejor nos veríamos por aquí. Le di un beso, le dio otro mi hijo y se fue.
R: Joder papá, ha sido la ostia.
A: Vámonos a casa, mejor hablamos allí.
Nos lavamos y nos dirijimos juntos a casa, de camino estábamos tanto el como yo eufóricos. Hablando de como había ido el trabajo y el instituto e intentado evitar el tema del baño.
Llegamos a casa. Y le digo, me voy a ducharbo vas tu primero, me miró a los ojos y se abalanzó sobre mi boca, empezó a tocarme el pecho con cariño, la espalda y bajó incluso a sobarme el culo mientras su lengua recorría todos los rincones de mi boca. Yo le correspondí con un abrazo y jugueteando con mi lengua hasta que el paró, se separó y me dijo. Te quiero muchísimo papá, gracias por todo.
Se apartó y se fue a la ducha.
- Ese fue nuestra primera experiencia… pero no es la última, os aviso ya… cruzamos mas barreras en próximos relatos
Hola buen día muy buen relato.como sigue 👍 ahí nomas tuviste sexo con tu hijo supongo en la ducha?