Cruising en el metro… ¡Sorpresa Inesperada!
Jamás imaginé que me convertiría en un pervertido. .
(Relato ficticio)
Este relato contiene descripciones muy subidas de tono que pueden herir la susceptibilidad del espectador, si no están de acuerdo con la fantasía que se describe. Estás en toda la libertad de salir de este relato.
¡Hola! Soy un chico de 32 años que reside en México, específicamente en una de las ciudades más caóticas del mundo. Pero… Para mi gusto, de las mejores que pueden existir. Ya que me encanta vivir en la Ciudad de México ¿porqué? … Por el metro. Jajajajaja amo hacer Cruising, el hecho del vouyerismo y exhibicionismo me exita de sobremanera, y la interacción que se llega a tener con otros morbosos, pajas, mamadas, besos, fajes… Es algo que recomiendo bastante. Aunque, no todo el miel sobre hojuelas, siempre hay una vieja que caga todo el desmadre.
En fin… Yo soy Abogado, y trabajo en un despacho contable. Soy la parte legal de la empresa y me gusta mi trabajo, no me quejo. Tengo horarios flexibles. Pero… Lo que más me gusta es entrar temprano a trabajar porque puedo disfrutar de la hora pico entrar las mañanas.
Mi trabajo se encuentra algo retirado lo que me hace dar un trayecto entre la línea verde y marrón. Qué es donde hay más actividad, los que hacemos Cruising sabemos perfectamente a dónde dirigirnos. Y pues… Un día, estaba preparado para irme al trabajo, la verdad… Aunque disfruto bastante el hacerlo, no siempre pienso que encontraré algo y la verdad esa semana estaba bastante cansado el trabajo por un caso que estaba resolviendo en el despacho que me volvía loco. Aunque amo lo que hago, a veces es súper cansado. Pero en fin… Llegué a la estación y como mencioné antes, era hora pico. 7:00 am el metro hasta su máxima capacidad. Y mis pensamientos, por más extraño que parezca no estaban en que iba a encontrar. Pero algo pasó… llegó el metro y la gente empezó a empujar, yo iba tan distraído que me empujaron y quedé todo aplastado en el lado de la escalera. No me podía mover.
El metro cerró sus puertas y comenzamos a avanzar, y como era costumbre… Comenzaron los toqueteos, pero por alguna razón. Solo sentía a los demás hacerlo, quizás por mi estado la gente no quería tocarme, ni que yo los tocase. Pero… 5 estaciones después, descendieron varias personas y subieron más de las que se encontraban ya dentro del vagón. Cosa que suele suceder. En lo que siento una mano en mi entrepierna… Y ahí, perdí. Volví en sí, la verdad me exité muy rápido. Olvidé mi estrés por el trabajo y me dejé llevar. Como el metro venía tan lleno no podía ver quién era quien me estaba sobando la verga tan rico, hasta qué logró bajar mi cierre y sacar mi verga (yo no uso ropa interior), así que fue más fácil para quien me estaba ayudando a satisfacerme.
En eso… Avanzamos 4 estaciones, y el metro se para y se corta la luz.
Creo que fue el destino, porqué en el segundo que eso sucedió, sentí que el ayudante metió su boca a mi verga. ¡Dios! Era la mejor mamada que me habían dado en la vida, se sentía riquísimo, estaba extasiado de recibir esa mamada tan rica que no quería venirme, la verdad el apagón duró unos 10 minutos. Y yo disfrutando de esa gran mamada. Fue raro que durante ese lapsus nadie se acercara o me acariciara, pero no me importaba. Estaba siendo ordeñado por una boquita experta. Hasta que caí un poco en cuenta de la lógica. Si todos estábamos tan apretados, era imposible que alguien se bajara a mamar la verga, no se podía. Igual no le di muchas vueltas.
La luz regresó, y yo no pude evitar correrme. Tuve que aguantar demasiado las ganas de gemir del rico orgasmo que me provocó el putito que me ordeñó. Me acomodé como pude la verga y me subí el cierre, ya que en 2 estaciones bajaba. Y recordé que iba al trabajo y ya iba muy tarde. Pero… algo muy extraño pasó.
Un señor como de 45 años que iba adelante mío, me dijo; Que bueno que mi niño por fin pudo saciar la inquietud de mamar la verga de alguien más.
¡Me quedé en shock! El tipo seguro me estaba vacilando, y como pude quise salir en la siguiente estación y tomar aire. Y pensar que el tipo me estaba vacilando. Pero… ¡no!
Salgo como puedo, y baja consigo el señor junto con un niño de no más de 5 años. Mi corazón casi se detiene que justo fui ayudado por la misma persona, porqué sentí que me iba a desmayar. Varias personas me trataron de ayudar, pero él les dijo que yo era su hermano. Yo estaba tan mal y hasta ganas tenía de vomitar del shock de saber que quién me había dado la mamada de mi vida era un niño.
La gente creyó el cuento y me quedé con el. El tipo cuando me vio mejor, me dijo; no pensé que te pusieras tan mal. Ibas disfrutando tanto que pensé que hasta gusto te iba a dar. La verdad, es algo que jamás he hecho. Y fue una suerte que el vagón se quedará sin energía un buen rato. No se llámalo destino. Jajajajaja
Yo no sabía qué decir aún me encontraba en shock. Pero… Estaba muy confundido porqué lo disfruté como jamás en la vida. Y El tipo y su hijo se dieron cuenta inmediatamente porqué traía una carpa , que decía lo contrario.
Luis: Discúlpame, no me presenté. Soy Luis y este putito, es mi hijo. Armando.
Aquí está mi número, por si gustas repetir. Que por la carpa que traes ahí, será muy pronto.
….
Ojalá les guste… Y dejen ideas para seguir con la continuidad.
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