Cruising en la playa (1/7)
Sobre la primera vez que tuve sexo con un amigo en la playa.
Como saben por mis otros relatos, me inicié en el mundo del sexo desde que era muy chico siendo abusado por mi primo.
Este relato ocurrió cuando tenía 20 años. Yo me había mudado a la ciudad para ir a la universidad y decidí quedarme viviendo allá. Un día salí con un amigo (Luis) a una barra gay que había en nuestra ciudad y de esas donde había gogo boys. A la verdad que los chicos que bailaban allí tenía un buen cuerpo y luego de las 12 de la noche, se desnudaban completamente y se paseaban por el público dejándose tocar. Mi amigo y yo ya habíamos bebido bastante y estáabamos bastante calientes.
Cabe destacar que mi amigo Luis tenía un novio con el que tenía una relación semiabierta y a quien no le molestaba que salieramos juntos a beber.
Mientras hablábamos sobre los gogos, noté que uno de ellos me era familiar. Era un chico que acababa de cumplir 18 años y que había laborado conmigo en una ocasión cuando él era menor. Inmediatamente me dio el morbo, y al verlo desnudo no pude evitar acariciarle el culo. No protestó pues le ofrecí algunos pesos. Eso me calentó muchísimo y hasta mi amigo bromeaba sobre como se me marcaba el paquete en el pantalón. «Qué? Te gusta lo que ves?» le dije a mi amigo. El asintió con una sonrisa maliciosa lo que provocó que me lo sacara frente a todos y dejara que me la tocara. Sentir su mano en masajeando mi verga mi puso mucho más caliente y le propuse que nos fuéramos.
De camino, mientras conducía, Luis continuaba masajeandome hsta que no aguantó y comenzó a darme una mamada demasiado rica que casi me hace explotar en su boca. Le dije ue se detuviera, pues quería experimentar en público. Esa idea me volaba la cabeza y al parecer a él le calentó muchísimo, pues no puso peros y sus pantalones parecía que querían romperse de la fuerte erección que traía.
Conduje hasta una playa oscura y nos bajamos. A la orilla de la playa había una zona residencial, pero que tenía algunos edificios abandonados donde la gente se metía a tener sexo y drogarse. Mientras caminábamos buscando el lugar perfecto, pudimos ver como habían más de 15 hombres, de todas las edades paseándose por la playa buscando acción. Llegamos hasta uno de los edificios abandonados y cuando entramos pudimos ver que ya había gente en acción. Una pareja en una esquina se masturbaban juntos, mientras en la otra otros dos se follaban salvajemente contra un muro.
Inmediatamente, bajé mi pantalón y Luis se arrodilló y comenzó a mamarmela. Sentir su boca caliente saboreando mi verga era delicioso. Yo no podía aguantar mis gemidos. Un grupo se acercó a vernos y comenzaron a masturbarse cerca de nosotros. Uno de ellos se acercó y comenzó a empujar la cabeza de mi amigo para que se la tragara toda. Era la primera vez que hacía algo así en público y me exitaba demasiado.
Luego de un rato no aguanté más y comencé a disparar cinco chorros de leche espesa en la boca de Luis, lo que tragó sin problemas. No podía creer lo que habíamos hecho. Nos incorporamos y nos fuimos a nuestras casas quedando en repetirlo.
En el próximo relato les contaré cómo volvimos a la playa y nos encontramos a su novio cogiéndose a un morrito de 15 años.
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