Cuando fui tuyo por primera vez
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por diegoelzorro1.
Hoy al llegar del trabajo me tomaste por sorpresa besándome con pasión mientras me llevabas a la cama donde pasamos varias horas sin salir de ella, y luego estuvimos recordando como fue la primera vez que fui yo el uke y tú el seme.
Fue durante el verano, después de un tiempo de novios fuimos a tu casa un día que no había nadie y pasado un rato no recuerdo como empezó, solo recuerdo que nos estábamos besando despacio, tu empezabas a acariciarme la mejilla mientras una de tus manos la pusiste en mis piernas ya que estaba con unos shorts y empezaste a hacerme caricias muy suaves, seguíamos besándonos y luego pusiste una de tus manos sobre mis pezones y me los apretabas despacio, nunca habíamos llegado a esto era la primera vez que me tocabas así, estaba con una camisa y empezaste a desabrocharme los botones yo estaba sintiendo algo dentro de mi que nunca había sentido, me sacaste la camisa y acariciabas mis pezones y yo me retorcía del placer que empezaba a sentir, de pronto bajaste tu rostro y empezaste a besarme el pecho, lo chupabas y yo ya no aguantaba, tu seguías chupando mi pecho y mis pezones, otra vez posaste tu mano en mis piernas y por debajo del short metiste tu mano tocando mi verga sobre mi slip y yo sentía un cosquilleo, me pusiste de pie y me bajaste el short,
Me sacaste muy lentamente la ropa interior, empezaste a tocar y la sangre se me subía a la cabeza, me hiciste recostar en el sofá me terminaste de sacar la ropa y quedé completamente desnudo frente a ti, abriste mis piernas y empezaste a acercar tu rostro a mi pene, en mi verga sentía tu respiración y de pronto me estabas besando mi pene, lo lamias haciendo círculos en mi glande con tu lengua, yo me retorcía del placer que me estabas dando con esas lamidas que me hacías, yo ya estaba muy caliente y tuve el primer orgasmo de mi vida, mi cuerpo comenzó a temblar y me retorcía del placer, después de limpiarte la carita me volteaste, me hiciste ponerme con mi culito apuntando hacia ti y empezaste a chuparme la entrada de mi ano no me imaginaba por que lo harías, pero el placer que me dabas era inevitable, metiste un dedo en mi culito, luego dos, los sacabas y los metías me estabas penetrando con el dedo, tu aún seguías vestido, el placer que me dabas era único estuviste un buen rato jugando con mi glande y mi anito, los orgasmos venían uno tras otro, yo también quería hacerte sentir placer y te comencé a desnudar, le quité la camiseta, te volví a besar y con mis manos empecé a sacarte el pantalón, quedaste en ropa interior y tu pene estaba muy erecto dentro de tu bóxer, empecé a tocarte por debajo de tu lindo bóxer, la verdad es que era la primera vez que tocaba un pene y la primera vez en ver uno, antes solo lo había visto por libros o láminas, pero nunca una verdadera, me dijiste que me arrodillara, tu te paraste frente a mi y te comencé a quitar tu bóxer tan sexy apretadito, pero mientras lo bajaba tu pene salió como un resorte apuntando hacia mi cara, era muy grande, lo apreté con mis dos manos, me decías que te hiciera una jalada, comencé a subirlo y bajarlo, estaba tan cerca de mi que en ocasiones rozaba con mis labios, me decías que continuase con la jalada, pero ya no con las manos si con la boca, yo la verdad no estaba seguro, pero te amaba tanto que decidí hacerlo, primero le daba besos a la puntita pues no sabía como hacerlo así estuve hasta que de un golpe me lo metí en la boca no entraba todo pues era muy grande, pero trataba de meterla lo más posible.
Comencé a lamerla, chuparla, hacerte sentir mucho placer, cada vez lo hacía mejor, tu rostro me lo decía todo, yo te la seguía chupando hasta que me hiciste poner de pie, volviste a chuparme mi anito, metiste tu lengua hasta lo mas que pudiste, me tumbaste en el sofá y te acomodaste para penetrarme estaba con un poco de miedo pues era muy grande e imaginaba que no entraría o aún peor que me iba a doler mucho, tu viste mi temor y me dijiste que confiara en ti, si me dolía te avisara y la sacabas, te dije que estaba bien y que confiaba en ti, pusiste tu pene en la entrada de mi ano y empezaste a empujar un poco, estabas empezando a penetrar mi culito, el glande avanzaba un poco más y comenzaba a dolerme, pero estaba bien, la metiste un poco más y ya estaba sintiendo un poco más de dolor hasta que sentí que ya no entraba más, miré y aún no llegaba ni a la mitad y me dolía, la dejaste un rato allí para que se acostumbrara mi culito a tu pene y después la empezaste a sacar un poco y luego de una sola embestida la metiste toda
Me hiciste dar un pequeño salto y sentía que me desgarrabas todo mi interior, cuando lograste meterla toda me ardía mucho, quería que la sacaras, pero si la movías me dolía aún más así es que la dejaste allí un rato hasta que el dolor desapareció, la empezaste a meter y sacar, lo hacías despacio y poco a poco aumentabas la velocidad y pronto el dolor de convirtió en placer, un placer mas intenso del que ya había sentido, tu no parabas con tu tarea, que placer el que me dabas con las embestidas cuando me la sacaste y me dijiste que te la volviera a chupar, yo lo hice, te la chupaba, lo hacía ya muy bien que en un instante te viniste dentro de mi boca y algunos chorros cayeron sobre mi pecho que placer el que también tenias tu, los dos estábamos saciados y te la seguí chupando aún después de haberte venido hasta que te viniste por segunda vez, me tragué algunas gotas de semen que no me importó porque fue del hombre que amo, del hombre que me hizo sentir hombre por primera vez y eso jamás lo olvidaré.
Después de eso me limpiaste el pecho con una lengua maravillosa que me hizo estremecer de placer para luego compartirla conmigo con un largo beso y era el mas pasional que me habías dado hasta ese momento y el primero de muchos que tenían semen, me volviste a penetrar por mi anito pero ahora ya no me dolía, solo sentía excitación y placer, tus embestidas parecían que me iban a reventar, el placer crecía cada vez más y más y ya no aguantaba, mientras me hacías tus embestidas me la jalabas muy fuerte, me estabas excitando demasiado y sentía que me iba a desmayar tuve orgasmos casi instantáneos seguidos uno de otro, ni recuerdo cuantos fueron tu seguías con tus embestidas sin parar y yo gozaba, los dos nos sentíamos felices de esto pues nos amábamos con tanta pasión que deseábamos todo eso, mi cuerpo estaba adormecido de tanto placer que sentía de tenerte dentro de mi, era lo que más deseaba, era mi sueño hecho realidad, estuvimos varios minutos así, cambiábamos de posiciones para no cansarnos, de repente sentí que algo inundaba mi interior y era que te habías venido dentro de mi y la sensación de sentir esos chorros de semen eran únicos y tuve un orgasmo simultáneo al tuyo, nos besamos, nos quedamos dormidos algunos minutos abrazados lo dos.
No olvidaré que la primera vez que lo hice fue hermoso y además fui desvirgado por todos lados y por la persona que amaba y que aun sigo amando después de que llevemos más de 30 años juntos.
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