Cuando sangre y leche se unen por primera vez
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era un niño muy consentido de mis padres por ser hijo único, bonito de sonrisa, de aspecto gentil, carácter sensible y tímido, labios finos bien formados, pelo rubio, piel blanca, dedos muy bien tratados, piernas gruesas y una particularidad consistía en que usaba shores muy apretados que amoldaban mi culito bien parado y un pene muy bien formado que para entonces sólo me servía para orinar.
En cierta ocasión, con mi familia y la de Julián fuimos al río de mi localidad a pescar, la mirada de mi primo a mi cuerpo era muy constante y siempre estaba al lado mío con el pretexto según él de cuidarme fue en ese momento que sentí por primera vez sus manos apretar mis nalgas y con sus dedos meterlos en mi culito, al prtincipio no dije nada pero me extrañaba que me lo hiciera seguidamente, también hacía que nos atrasemos de los demás para aprovechar en besarme el cuello y el pelo, él esperaba mi reacción que era de mirarlo sonriente y veía que en mi piel brotaba los granitos como de gallina, así seguimos por un tramo distante de los demás hasta que me llevó a un remanse de agua entre dos piedras altas y grandes y dentro del agua me dijo que me iba a enseñar un juego que era un secreto entre los dos, bajo la promesa de que yo no dijera nada, él me lo iba a hacer porque afirmaba que ese juego era muy rico.
Por la curiosidad y pese a mi timidez acepté, Julián empezó a besarme, al principio con mis manos en su pecho lo apartaba pero el me decía que para sentir rico tenía que dejarme, así lo hice permití que me haga todo, sus besos colmaban mi cuerpo descubierto sobre el agua, sentí sus manos por debajo del agua sobar mis piernas, meterlas por el short para llegar a mi culito e introducir y penetrarme sus dedos suavemente por mi huequito, con sus dos manos me bajó el short hasta quedar en mis rodillas, sus manos haciían un juego de masaje sexual en mi verga y mis testiculos, era la primera vez que mi verga era cogida por mi primo, sentí rico cuando con sus dedos me estiraba la verga al mismo tiempo que me besaba y me pasaba la lengua por el cuerpo, me sentí raro y a la vez extrañado favorablemente al sentir estas nuevas vibraciones sexuales que me hacía Julián, al momento sentí su verga que sobaba mis poiernas y que la introducía en mi culo, sentí dolor por su cabecita introducida a medias, el agua se agitaba, me volteó quedándonos pecho a pecho, algo levantó mi cuerpo para que su verga y mi verga culiaran, me apretaba tanto y yo a él que sentí un gustito rico sentir su verga con la mía, volvimos a besarnos y luego nos soltamos para unirnos con los demás que ya estaban bien distantes, Julián me dió una sonrisa que de igual forma la respondí, durante todo ese día cuando podíamos estar a solas del grupo de pesca, Julián al dismulo me estiraba la verga, me sobaba el culo o cualquier parte de mi cuerpo.
En mi mente tenía grabada las escenas sexuales muy deliciosas de Julián, quería estar con él, sus manos y verga me habían "embrujado" habían despertado mi deseo sexual, quería saber que seguia de aquello que pasó en el río. En cierta ocasión mis padres salieron a un bautizo, como tenía gripe me quedé jugando con mi primo Hugo, tiene la misma edad y es hermano de Julián. En eso se acerca Julián, se sienta junto a mi a jugar canicas, yo estaba apoyado en mis codos, con mis rodillas dobladas y mi culo punteado bien parado, Julián al disimulo me fue sobando el culo, me voltee y me le sonreí, deseaba culiarme, me miraba y se metía la mano por su short entre sus piernas estirándose su verga, le dijo a mi primo que su mamá lo llamaba y que fuera a hacer manadados.
Nos quedamos solos, Julián no pierde tiempo y me dice que me iba a terminar de enseñar el jueguito, yo le pregunté inocentemente que si lo hacía con gripe poodría ser peligroso, recibí de Julián un carcajada y un no rotundo sobándome con sus manos el pelo y el cuello lo cual me excitó parándose mi verga.
Me llevó a mi cuarto, me acostó suavemente en mi cama, me dijo: déjate hacerlo, sólo muevete cuando yo te diga, de repente sentí sus labios y lengua besar y chupar mi cuello y garaganta, me besó muy rico, le abrí la boca para que me introdujera su lengua, era sensacional, se corrió a mis piernas, me bajó la cremallera, me bajó un poquito el pantalón y el calzoncillo y entre éstos metió su cara actuando oliendo y chupandome la verga, me dijo que era grandecita para mi edad, me sacó poco a poco el pantalón y el calzoncillo, los zapatos y las medias, me levantó, alcé mis brazos para que me sacara la camiseta gruesa que portaba ese día, estaba completamente desnudo, me sentó en la cama, se arrodilló y me mamó la verga, la punta de su lengua estirada que salía por su boca topaba la punta de la cabecita d emi verga, era un gustito muy delicioso.
Vi cómo se despójaba Julián poco a poco de su ropa mostrándome su pecho y piernas velludas, pero lo que más me llamó la atención fue su verga llena de pelos, no era tan grande como las que ahora conozco, De lo sentado que estaba con sus manos empujó mi pechito doblandome, mis piernas topaban la madera vertical y mi espalda topaba el colchón quedando en posición que mi verga punteaba boca arriba el filo de cama, Julián acercó su verga a la mía y me dijo que hací me lo hizo en el agua, mientras frotaba mi verga con la suya me estiro los brazos llegando a la altura de la cabecera de mi cama entrelazó sus manos con las mías, alzaba y bajaba su cadera chocando nuestros penes y moviéndose en forma circular, cuando hacía estos movimientos me decía que este jueguito que hacíamos se llamaba culiar o culeo, me decia: culea, culea, culea, yo movia mi verga en señal de culeo.
Miraba gustoso cómo culiaban nuestros penes, pero lo mejor estaba por venir, me puso a filo de cama boca abajo, escupió saliba en sus manos y la embarró en su vergota, con una mano me bajo la espalda con otra puso sobre mi verga 2 almohadas, era para puntera y alzar mejor mi culito descubierto, su verga buscaba ansiosa mi culito rosado calenturiento, sentí su cabeza con dolor, me la sacó y la entró suavemente varioas veces, en eso hizo dos embestidas más profundas, yo no quería que siguiera porque el dolor era intenso, me dijo que esperara que ya terminaba el juego, que no era correcto que quede otra vez incompleto, pese al dolor aguanté sus embestidas, cuando sentí su penetración total de testiculos y pelos, sentí miedo y lloré, Julián sudorosso de tanta embiste de verga, me besaba las mejillas diciendome con respiración acelerada que ya terminaba el juego de inmediato sentí un liquido tibio, lloré más intensamente, en mi espalda sentí el pecho belludo acelerado de Julián y su aliento en mi nuca, su lengua completaba la tarea de lamerme el cuello, garganta y pelo, su verga quedó en mi culo un buen ratito, me la sacó de a poquito, quise salir al baño, al levantaerme miré atrás a mis pierna un liquido blancuzco rojizo que me corría asustado lloroso le pregunté a Julián que era eso, él me contestó que era el premio del jueguito, ientras me contestaba estaba acostado boca arriba en mi cama estirándose su vergota nos fuimos desnudos a hacearme, cuando entré a defecar boté todo ese liquido, me ardía y a la vez me dolia, Julián con jabón me limpió, no podía muy bien caminar del dolor por un rato,
Estuvimos desnudos sentados sobre la cama unos minutos, Julián se puso filo de cama y me pídió que lo culiara, yo al principio por el dolor no quise, el me dijo que le hiciera el jueguito de culiar con mi verga, no con mi culo, luego de un rato de casi sentir poco dolor me animé, creo que esa era la prueba que quería Julián para saber que había aceptado culiar y que no lo delataría como así sucedió. Mi verga sobaba su culo lleno de pelos, sentí un gustito que contrastaba con el poco dolor mi culito asi que fui al baño a orinar, Julián me acompañó y mientras orinaba él me colmaba de besos en mi espalda y culito, yo movía mi verga a todos lados porque conocí y sentí un nuevo placer que mi primo me brindaba.
Nos metimos a la cama abrazándonos un buenrato, Julián me preguntó que si me había gustado el jueguito, yo le respondí que al principio si pero que después duele, me dijo que calladito d elos demás seguiríamos jugando tantas veces como quisiera y asi fue hasta que cumplí 12 años cuando se casó. Fue asi como mi culo unió su sangre con la leche de Julián por primera vez.
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