Cuidando a Tavito (Parte 3)
Tercera parte ya del cuarto capitulo de mi despertar sexual con Tavito, y aún hay cosas por contar..
Comencé a despertar con mi propio ritmo matutino, había dormido delicioso, como un bebé. Comencé a mover los dedos de mis pies y lento fuí abriendo los ojos, estaba desnudo completamente, con una sábana cubriendo solo una parte de mi torso. Tavito, recordé, y rápidamente lo busqué con la mirada. Estaba ahí junto a mí, con su cuerpo desnudito también. Estaba boca abajo con una pierna levantada y dormía plácidamente como un angelito. Recorrí su espalda con mi mirada hasta llegar a su tracero, se miraba mi semen seco en la terza piel de sus nalguitas. Me arrimé a él pegando su cuerpo al mío, tenía ya mi herramienta lista para la batalla con la clásica erección mañanera así que la coloqué entre sus nalgas y lo pegué más a mí abrazándolo. Comencé a acariciar su pancita haciendo dibujitos con mis dedos y con delicadeza a bajar lento por su barriguita hasta llegar a su ingle y luego a su entre pierna. Tenía su verguita dura él también y yo jugaba con ella bajando su pielecita y pasando sus huevitos entre mis dedos. Me movía despacio pasando mi verga por la raja del culo de Tavito y le daba besitos a su cuello cuando él comenzó a moverse,
– Buenos días bebé- Le dije a Tavito dándole un beso en la mejilla. Él se talló los ojos con su manita y giró un poco la cabeza para verme,
– Hola- Dijo con voz aún floja. Pareció sentir mi carne entre sus nalgas porque volteó hacia abajo a ver entre sus piernas. – Ya la tienes parada- Dijo pegando más sus nalgas a mí, -Y yo también, añadió cerrando los ojitos y moviéndose restregando sus nalgas en mi herramienta.
– Ya quiero cogerte otra vez- Le dije mientras seguía con mis manos en sus partecitas y por momentos bajaba más mis dedos tocando su ano suavemente.
– Quiero lechita primero- Me contestó sin abrir los ojos. En su voz aún había sueño, pero su calentura era más grande y seguía restregandose en mí.
– Te voy a dar toda la lechita que quieras- Le dije, y saqué mi pene de entre sus nalgas. Comencé a hacerme hacia arriba, acercando mi dureza a su cara mientras él ya se giraba en directo a mi palanca y abrió grande la boca para comenzar a chupar. Le daba unas lamiditas a la cabeza y después una chupadita, bajaba de nuevo con lamiditas por mi tallo y nuevamente regresaba a la cabeza a chupar. Tavito ya había agarrado un ritmo excelente cuando un ruido nos interrumpió, era mi celular que sonaba en la otra habitación dentro de la mochila. Le tuve que quitar su biberón a Tavito para salir rápido desnudo con mi verga al aire, dura y ensalibada. Busqué rápido el celular en la mochila y me despabilé al ver en la pantalla que era Mayra, la mamá de Tavo quien llamaba
– Bueno- Contesté
– Buenos días Joel, te desperté?- Dijo la mamá de Tavito
– No, ya estaba despierto- Le contesté viendo a Tavito que me había seguido a la habitación. «Es tu mamá», le dije moviendo los labios. Él asintió.
– Y Tavito?- Preguntó Mayra.
– Bien, ya se está levantando- Le dije
– Que bueno. Ya sabes que en el refrigerador hay para que desayunen…- Me decía cuando Tavito hace algo que pudo haber terminado muy mal. El niño travieso se arrodilló y ahí en medio de la llamada con su madre regresó a su trabajo con la mamada que había iniciado en el otro cuarto. «No», le decía moviendo los labios, pero no soltaba mi verga por nada y me miraba con picardía miéntras yo reprimía con fuerzas los gemidos.
– Joel!… Joel!…- Decía su mamá al teléfono cuando separo mi mente de mi entrepierna y me vuelvo a enfocar en la llamada.
– Si!, Si!. Disculpe, sigo algo dormido. Que decía?- Le dije
– Jaja, ok. Mira, Te decía que me llamó mi mamá temprano. No podrá llegar hoy en la tarde porque el auto en el que la llevarían a tomar su autobús se descompuso y tiene que esperar a que lo reparen porque es un rancho en dónde está, así que llega hasta mañana. Entonces, voy a necesitar que me hagas el favorsote de cuidar a Tavito un día más. No sé si ya tenías planes, pero si es así por favor llévalo contigo si hace falta para que no esté solo, por favor, y te pago un poquito más.- Me decía Mayra con algo de preocupación en la voz.
– No hay ningún problema, usted no se preocupe, de todos modos yo no tenía planes. Yo me encargo de cuidar a Tavito- Le dije
– Muchas, muchas gracias. Con razón Tavito te quiere tanto, eres muy bueno- Decía, y yo acariciaba la cabeza de Tavo mientras me la chupaba.
– Si, no es ninguna molestia, y ya sabe que cualquier cosa me puede marcar- Le dije.
– Perfecto. Entonces cuidense mucho. Nos vemos- Dijo, y colgó. Aprovechando que tenía el teléfono en la mano abrí la cámara y le tomé una foto a Tavito con los ojos cerrados mientras chupaba mi verga, quería tener todos los recuerdos posibles de mis aventuras con Tavito para usarlas de inspiración cuando no pudiera estar con él y necesitara darme placer a mí mismo.
– Casi haces que tu mamá sospechara- Le digo sacándole mi verga de su boca y volviendo a metercela más profundo. Se la vuelvo a sacar y le azoto la carita con ella. -Imaginate que se hubiera dado cuenta, ya no podrías comerte esto- Le digo y se la vuelvo a dar profundo haciendo sus ojitos lagrimear. Le bombeo un par de veces y se la saco otra vez.
– Perdón- Dice, quitándose las lágrimas de los ojos.
– Voy a tener que castigarte- Le digo tratando de sonar serio.
– No. No lo vuelvo hacer- Decía haciendo pucheros. Lo hago que se ponga de pie y con un poco de brusquedad lo arrojo a la cama.
– Te portaste mal Tavito, y voy a castigarte. Le digo. Lo volteo boca abajo y le doy una sonora nalgada que le deja mi mano marcada.
– Ayyy- Se queja, y le doy otra nalgada igual de fuerte en la otra nalga haciendo que ambos de sus cachetes gorditos queden rojos. -Ayy, ya, ya no lo vuelvo a ha…- Se quejaba, cuando yo ya estaba comenzando a chupar su culito. Tenía un saborcito a mi semen seco de la noche anterior, pero no me molestaba. Yo lamía como loco su ano y por momentos le daba nalgadas ya algo más leves haciendo que Tavito diera brinquitos. Ya tenía a Tavito con su ano bien mojado cuando sin chistar le entierro dos dedos en su hoyito y le doy con ellos. -Auuhh- Se queja, pero yo solo subo mas la velocidad en que movía mis dedos dentro y fuera de él. Sacaba mis dedos, los chupaba, le daba un nuevo escupitajo al ano de Tavito y los volvía a introcudir haciendo que pronto su recto estuviera bastante lubricado y algo abierto. Tomo a Tavito y lo giro quedando con su verguita dura en mi cara, se la chupo fuerte y levanto su piernas,
– Agarrarte los tobillos con las manos- Le ordeno. Él obedece y queda con el culo levantado boca arriba. El me miraba extrañado sin decir palabra, hasta la fecha no había conocido mi lado brusco. Jalo a Tavito más al borde y le doy otro escupitajo a su entradita, me acomodo entre sus piernas y le coloco la cabeza de mi verga en su hoyito.
– No vuelvas a pórtate mal, Tavito- Le digo, y hundo la punta de mi pene en su ano.
– Auhhhh- Se queja, pero no se aparta, y comienzo a darle verga a su culito.
Tavito se quejaba, pero yo no paraba, le daba rápido a su hoyito y gozaba su calidez. Teníamos ya un par de minutos cuando Tavito comenzó a gemir. Miraba su verguita moviendose dura al mismo tiempo que la mía entraba y salía de su cuevita y me hacía jadear de calor. Sentía cómo salía una y otra vez gotitas de pre seminal de mi garrote y junto con el calor de Tavito mejoraba mi penetración cuando de un momento a otro lo tenía ya clavado con la mitad de mi verga igual que la noche anterior. Tavito cerraba sus ojos y se mordía los labios, ya no se sostenía las piernas con las manos sino que se sujetaba a la almohada bajo su cabeza y gemía con fuerza. Sin sacarle la verga estiré mi mano y tomé el celular el cual había dejado a un lado de él. Abrí la cámara y aprovechando que seguía con los ojos cerrados disfrutando de mi pene me hice un poco para atrás para captar a la perfección mi media verga dentro y él con sus piernas en el aire abiertas de par en par además de su verguita dura, todo en una sola toma.
Yo ya sentía la calentura en los tímpanos con cada sonido de nuestras partes húmedas haciendo fricción. Sin sacar mi palanca hice a Tavito al medio de la cama y me subí en él quedando en posición de misionero besando su cuello y dándole con más velocidad que nunca a su culito. Sentí como nuevamente el recto de Tavito se contraía igual que el día anterior anunciando su orgasmo y acto seguido estimulado por la forma en que su ano apretaba, mi verga empezó a escupir esperma en las tripas de Tavito.
Me quedo encima de él sin sacarsela, esperando a recuperarme, mientras Tavito solo miraba a un lado recuperando también la respiración.
-Te dije que iba a castigarte- Le dije. Tavito volteó a verme.
– Si me dolió- Dijo serio. -Pero me gustó- Añadió.
Nos levantamos unos minutos después de nuestro primer acostón del día, yo tenía un poco sucia mi verga de excremento, al parecer en las próximas horas Tavito tendría que vaciar sus tripitas otra vez y entonces mi verga estaría lista para rellenarlas de nuevo.
Eran ya las 10 AM. Entramos al baño uno a la vez para limpiarnos, después le dije a Tavito que ya casi era hora de desayunar.
Preparé huevos con jamón como desayuno, estábamos Tavito y yo comiendo cuando vuelve a sonar mi celular, solo que es esta vez era mi mamá,
– Bueno- Le contesto
– Buenos días, hijo. Solo te llamo porque tu tía me habló para confirmar el viaje a la playa, para que no si te olvide.- Me dijo. Yo ya ni recordaba ese viaje. Una tía nos había invitado a su casa en la playa y partiriamos ese mismo día en la noche cuando la abuelita de Tavo llegara.
– No voy a poder ir. La mamá de Tavito me llamó porque se le complicó el viaje de regreso para su abuela y no podrá llegar hoy, entonces me pidió que lo cuide hasta mañana- Respondí
– Uyyy, que lastima hijo, pero así pasa con los trabajos. Y te van a pagar más por lo menos?- Me preguntó
– Si, pero pues ya no podré acomañarlos- Trataba de sonar convincente, pero por dentro en realidad yo preferiría tener a Tavito para saciar mis impulsos carnales que ir a pasear a la playa con la familia.
– Bueno, no te preocupes, yo le explico a tu tía.- Dijo mi mamá. Estaba ya a punto de colgar su llamada cuando dice, -Ah, por cierto, el ogro trajo hoy temprano el auto que te compró. Te voy a dejar las llaves ya sabes dónde.- (Ogro es como mi mamá se refería a mi papá.)
– Ahhh! Que buena noticia- Le respondí emocionado. Ahora no solo tendría a Tavito y las dos casas solas, sino que además teníamos en qué movernos si algo más se me ocurría. Las opciones aumentaban.
Terminé la llamada con mi mamá y seguí desayunando, tavito ya estaba viendo las caricaturas y yo trataba de idear el mejor plan para nuestra próxima cogida cuando se me ocurrió una idea: casi todos los años íbamos a un parque acuático con mi papá, incluso ahora que él tenía otra familia. Éste era uno de los pocos años en que no teníamos ese viaje con él, sin embargo meses atrás me había regalado una tarjeta adicional a su membresía al club pues prácticamente ya sería mayor de edad y podría usarla, así que no lo pensé dos veces,
– Tavito. Ve a bañarte y lavarte los dientes. Después empaca ropa de playa. Iremos de viaje.- Le dije. Tavito sonreía contento, ni siquiera se imaginaba lo bien que la pasaríamos y que en unas horas más esa carita angelical estaría llena de mi leche.
Super exitante continúa lo siguiente saluditos
Que gusto que disfruten mis relatos tanto como yo escribiendolos. Pronto viene más.
Buen avance… sigue así. Cada vez mejor.
Caliente, caliente quiero más de tavito
muy bueno la pasas con tavito
Woow q caliente es tavito y q rico es tener q cuidar a un niño calentón pq desea más a cada hora q pasa 😍😍😍
Que bello relata, que manera mas exquisita de castigar a ese travieso Tavito culendotelo de esa manera brusca placentera.Y el es todo un amor jugando a ser tu esclavo sexual en todo lo que le digas. Ansioso de leer que pasara en ese viaje en auto solo con el. Ah y que buena suerte tienes con las dos mamas.La tuya y la de el. Todo se confabula para que gocen tranquilo.Tu 18 años y el 10 añitos.Que belleza!