Cuidando a Tavito (Parte 4)
Las mini vacaciones con Tavito empezaban de maravilla. .
Dejé a Tavito solo bañándose mientras yo iba a mi casa para preparar mi equipaje. Llegué e inmediatamente fuí a la cochera a ver mi nuevo auto, ahí estaba estacionado tal y como lo recordaba. Yo nunca he sido un fanático experto en autos, pero mi papá si y él me ayudó a escogerlo, no era un auto nuevo pero era el primero para mí, así que yo solo estaba feliz de que el diseño era el que yo había seleccionado y en color rojo, mi favorito.
Entré a mi cuarto apurado y empecé a sacar la ropa sucia que traía de la casa de Tavito para comenzar a preparar una maleta pequeña. Dos cambios de ropa de baño, uno más de ropa casual para el regreso y otro más para dormir. Me cambié también la ropa que llevaba puesta y salí apurado tomando las llaves deo automóvil de la canastita dónde teníamos siempre las llaves de la casa. Cinco minutos después ya estaba de regreso en casa de Tavito, entré y comencé a llamarlo,
– Tavo, dónde estás?
– Ya voy- Me dijo desde su habitación. Entré y estaba todavía acomodando su ropa.
– Pusiste la ropa que te dije?- Le pregunté mientras revisaba lo que había escogido
– Si, llevo una toalla, dos trajes para bañarnos, mi pijama y otro cambio más- Contestó. Me parecía bien lo que había elegido, pero me dí cuenta que no había empacado ropa interior.
– Y no llevas calzoncillos?-
– No, mira- Me dijo y se volteó bajando su shortsito mostrándome el culo.
– Me gusta cuando no traes ropita abajo, pero vas a tener que usar- Le dije, y comencé a buscar en su cajón. Le escogí un boxer negro, una trusita blanca, los calzoncitos de Bob esponja que llevaba la primera vez que lo tuve desnudo en mi cama y entonces ví al fondo del cajón una trusa roja bastante pequeña con estampado de Ben 10,
– Y esto?- Le pregunté sacándo la prenda del cajón.
– Ese casi no me lo pongo porque me aprieta poquito- Contestó. Yo me lo imaginé con esa trusita apretada y la eché en la maleta con una sonrisa lujuriosa. Antes de salir le dí un vistazo al atuendo de Tavito, se había puesto una playera sin mangas y un short bañero estampado en azul, de esos que son cortitos y bombachos haciendo lucir más esponjoso su culito.
– Me gusta como te vez- Le dije dándolo un abrazo. Bajé mis manos por su espalda y metí la mano por debajo de su pantaloncillo para darle un rico apretón a sus nalgas,
– Me la vas meter antes de irnos?- Preguntó tavito sobando mi pene por sobre la ropa.
– Si quisiera, pero ocupamos irnos ya para llegar temprano para la comida- Le dije, sacando la mano de su ropa, -Y ponte calzones, no quiero que se vaya a dar cuenta alguien- Le dije sacando una de las trusas de la maleta. Tavito se quitó su pantaloncillo delante de mí para ponerse la ropa interior lo que me puso un poco caliente, pero debía aguantar un tiempo, ya habría oportunidad de meterle mano a ese cuerpecito. Diez minutos más y ya estábamos en camino.
Llevábamos 15 minutos de viaje, había parado antes en una tienda de conveniencia para comprar botanas y refrescos para el resto del camino. Eran casi 2 horas de carretera, el lugar a donde íbamos era a las afueras de otro estado vecino, así que nos esperaba un buen rato en movimiento. Teníamos una hora de viaje avanzado, hacía varios minutos que habíamos salido de la ciudad y Tavito ya había terminado con las botanas,
– No me dejaste nada- Le dije dándole un sorbo a mi bebida deportiva.
– Ya nada más quedan estos- Dijo, abriendo un paquete de submarinos, -Quieres?- Me preguntó, y yo abrí la boca para darle una mordida a uno. Masticaba el submarino cuando tavito comenzó a reírse.
– Qué?- Le pregunté curioso.
– Se parece a tu vergota- Decía, y presionaba el pastelillo para sacarle la crema y lamerlo, -Mira, también le sale cremita- Y volvía a carcajearse haciéndome reír también. Estábamos en un lugar bastante solo así que quise jugar un poquito con Tavo.
– Ven pues, comete éste otro submarino- Le dije mientras hacía un poco hacia atrás el asiento y desabrochaba mi pantalón sacando mi verga dura.
– Que rico- Dijo Tavito, y bajó su cabeza pegando sus labios en mi «submarino» de carne. Tavito me la chupaba muy rico y yo baja la velocidad en algunos puntos para que el placer que me hacía sentir no me hiciera cometer una estupidez al volante. Tavito tenía 15 minutos mamando cuando sentí que me venía, me detuve por un momento en medio de la carretera y comencé a bombearle en la boquita y empecé a vaciar toda mi lechita en su boca, esperé a que saliera hasta la última gota de semen y después me guardé la verga en el pantalón para volver a pisar el acelerador. Tavito volteó sonriendo con algo de leche escurriendo por los lados de sus labios lamiéndoselos y limpiándose con los dedos. Tenía unas ganas enormes de cogermelo ahí mismo pero era muy peligroso y ya faltaba poco camino, así que me contuve. Nos quedaban todavía un poco menos de una hora de camino cuando se me ocurrió platicar con Tavito sobre algo que nunca le había preguntado,
– Tavito-
– Qué?- Me contestó
– Oye, tu ya habías antes hecho con alguien más algo como lo que haces conmigo?- Le dije sin apartar la mirada de la carretera.
– Pues no, yo nunca había tenido ningún amigo grande y con los niños de la escuela y los de mi calle solo jugaba- Me decía. Su respuesta me daba algo de alegría, eso significaba que yo era la primera persona a la que tavito se entregaba así, y eso me daba algo de ternura. -Porqué me preguntas eso?- Me dijo
– Por nada, quería saber nada más si alguien más te había visto así sin ropa o te había tocado- Le contesté.
– Pues no, nada más tú. Al principio me dió miedo contigo, pero me gustó cómo me tratabas, y ya luego me gustó tu palancota- Me decía sobando mi entre pierna, -Y tú ya habías hecho eso con alguien?- Me miraba a la cara.
– No. Yo había tenido novias antes, pero nunca hicimos algo así como tú y yo. Sólo tú me haz conocido así todito el cuerpo- Le dije riendo.
– Entonces ahora somos novios?- Me dijo poniéndose de rodillas en el asiento. Me encantaba lo tierno que Tavito era.
– Si- Le dije, -Pero es un secreto de los dos, para no tener problemas y eso haga que ya no podramos vernos- Le añadí sobando su piernita.
– Bueno- Me dijo, y me dió un beso en el cachete para después volver a sentarse. Yo solo le sonríe y seguimos el viaje.
Faltaba poco para las 2 pm cuando por fin llegamos al lugar. Nos bajamos del auto y avanzamos tavito y yo a la entrada, él miraba fascinado lo que se alcanzaba a ver del parque desde afuera, quería ir a ver los toboganes directamente, pero hacía hambre y mejor lo invité a ir a comer antes de eso. Al entrar una señorita checó mi tarjeta del club y me dió la bienvenida,
– No viene el señor Suárez- Me dijo preguntando por mi padre.
– Solo mi primito y yo- Le contesté y Tavito la saludo con una sonrisa. No había tenido ningún problema para registrarnos, mi papá era cliente frecuente y además teníamos un buen descuento porque el parque era propiedad de un íntimo amigo suyo, así que los trabajadores pocas preguntas hacía mientras yo evitaba que alguno conocido me viera. En el lugar podías alquilar una cabaña para hospedarte pero me llamó la atención que pocas estaban ocupadas, algo que me parecía bien porque probablemente no haríamos muchas filas en los juegos y además podía pedir una cabaña alejada para poder estar a solas con Tavito, así que pedí la última cabaña del rincón y mientras la preparaban pasamos a comer en la cafetería del lugar. Tavito ya no aguantaba por ir y entrar al parque acuático y las piscinas, pero debíamos esperar unos minutos para hacer la digestión. En eso ya me habían traído la llave de la cabaña, y fuimos a dejár nuestras cosas, tomé un cambio de ropa y las toallas en una mochila y salimos al parque. Tavito miraba contento los juegos y como la gente jugaba,
– Hay que bañarnos ya- Me dijo ansioso,
Pero le dije que antes fuéramos a los vestidores/baños para cambiarme, agradable fué mi sorpresa cuando entramos y no había nadie más. Al ser un parque grande y concurrido me resultaba extraño que no estuviera tan lleno como de costumbre, pero eso me dejaba cancha libre para hacer travesuras con tavito.
-Vamos al último de allá- Le dije, apuntando al último cubículo del rincón. Entramos, cerré la puerta y comencé a quitarme la ropa iniciando con la playera y le dije a tavito que se acercará a mí y empecé a besar su cuello mientras con las manos apretaba sus nalgas sobre la ropa.
– No hagas ruido- le dije metiendo mi mano en su traje de baño para empezar a tocar su ano. La piel de Tavito se puso chinita,
– Quiero ir al baño- Me dijo y salió corriendo para entrar en uno de los wc. Yo estaba demasiado caliente, solo esperaba que nadie entrara pero era inevitable, algunos señores con sus hijos entraban al lugar y yo los escuchaba, más no hacía ruido y ni cuenta se daban. Eran ya unos minutos de tavito en el baño cuando escuché que el último grupo de niños salió,
– Joel?- Escuché la voz de Tavito que despacio me llamaba. Abrí un poquito la puerta para verificar que no hubiera nadie más en el baño,
– Vente rápido- Le dije, y él salió corriendo entrando conmigo. Yo seguía con la erección a mil así que en un solo movimiento me quité el pantalón y salto mi verga ya embarrada de líquido en la punta y tavito empezó a pajearme haciendo que más gotitas brotaran de la punta.
– Quiero hacértelo ya- Le dije a tavito bajando su short y dejándolo en trucitas, era la trusa de Bob esponja que me gustaba como lo hacía lucir más inocente. Le bajé deprisa la ropa interior y chupé como loco su verguita y sus huevos a la vez, mientras con la mano izquierda le enterraba los dedos. Debía ser porque acababa de ir al baño, pero su ano estaba muy suave y algo abiertito, era tanta la excitación que no me importaba que los dedos salían un poco embarrados de mierda. No podía más, se la quería dejar ir ya por entre sus nalgas pero en eso más personas entraron. Tomé a tavito y lo senté en una banca que había dentro del vestidor, pues ahí no se miraría sus piesitos junto a los míos y le dije que no hiciera ruido mientras la gente se iba. Tavito no perdió el tiempo y empezó a darme besos y chupetones en mi palanca mientras yo trataba de espiar para ver cuándo se fuera la gente. La saliba de tavito ya me bajaba a los huevos cuando el último grupo de personas salió. Rápidamente le di la vuelta a tavito y lo volví a subir de rodillas sobre la banca y escupí entre sus nalgas. Tantié con mis dedos su entrada, afortunadamente seguía un poco abierta. Me coloqué detrás de él y de un empujón quedó ensartado en mi verga.
– Auhhhh- Dijo Tavito quedito.
– Te duele?- Le pregunté.
– Poquito- me dijo y él solito empezó a darse con mi cabeza en su culo. Yo no me hice del rogar y empecé a cogerlo con velocidad y mi verga comenzaba a hacerse paso más profundo en su recto.
– Que rico tu culo- Le dije a tavito al oído y fué como si le hubiera hecho el mejor cumplido porque mi verga avanzó más en él quedando la mitad sumergida en su ano. Ya estaba soltando bastante líquido dentro de tavito cuando un niño entró corriendo y trató de abrir la puerta del cubículo donde estábamos, pero aún así no detuve mis embestidas.
– Está ocupado- Le dije tratando de que no escuchara mi respiración agitada.
– Perdón- Dijo el niño y se pasó al cubículo de a lado. Yo tenía a Tavito bien atravesado, me movía muy lento y le besaba el cuello esperando a que el niño se fuera. A penas escuché que el pequeño salía y cerraba la puerta se la saqué toda a Tavito, me puse más saliva y se la volví a meter de golpe. Tavito quiso dar un pequeño gritito, pero yo le tapé la boca con la mano. Miré hacia abajo y pude notar que un par de centímetros más de mi verga habían entrado en su culito. Debía de vaciarme ya antes que alguien más llegara así que con mucha velocidad le daba al culo de Tavo, él ya no se quejaba, ahora solo pujaba de placer pero yo le ponía la mano en la boca para tratar de ocultarlo cosa que no era de gran ayuda porque de todos modos los sonidos que hacía mi verga al contacto con su cuerpo no podía apagarlos. Estaba sudando mucho, le daba como loco a ese culito cuando en un último empujón llené el hueco de Tavo con mi crema y sentía a la vez como su ano se contraía apretando delicioso. Me quedé unos segundos en Tavo y lento se la saqué botando su ano toda mi leche.
– Te gustó?- Le dije recuperando el aliento y quitándome el sudor de la frente.
– Si, pero me dolió poquito, ahora me la metiste más- Dijo sobándose en culito.
– Perdóname- Le dije ya con más cordura pensando en que estaba siendo brusco innecesariamente con él,
– No te preocupes, a mí también me gustó- Dijo, y me abrazó así todos desnudos y sudados, -Ya vamos a los juegos- Me dijo, y yo acentí y le dí un beso en la frente.
– Vamos- Le dije.
Nos limpiamos con papel, le pedí a tavito que se pasara de nuevo a un baño mientras yo me ponía el traje de baño. Limpié mi semen del piso antes de salir y le pedí a Tavito que saliera él primero de los vestidores y luego me uni con él afuera.
– A cuál tobogán te quieres subir primero?- Le pregunté y él corrió a verlos nuevamente para escoger, mientras yo desde atrás miraba su figura y me imaginaba su culito sin ropa de nuevo y aún con el ano abierto después de tremenda cogida que le acababa de dar. A penas habíamos llegado al parque, pero yo ya me había divertido bastante y había descubierto que el peligro de ser descubiertos me hacía poner más caliente. Seguí a Tavito rumbo a los juegos, todavía teníamos un día más junto al agua, los toboganes y más horas de sexo para divertirnos a lo grande.
Que envidia. Excelente tus relatos
Uffs la adrenalina hace muchas cosas ricas amigo excelente relato sigue con más 😍😍😍
que morbo uff estar expuestos excelente relato
Me dejaste mas caliente que nunca con este relato.NAda mas adrenalinico que hacerlo en un vestidor o baño publico y sobretodo con un mocoso de 10 años y mas encima que adora tu vergon de 18 años.Bien!!!! 5 estrellas