Culiando con un amigo de la familia
Para culiar solo se necesitan ganas y tener la oportunidad .
Hola amig@s
Les contaré las veces que tuve sexo con un amigo de la familia siete años mayor que yo.
Aquella primera vez tendría yo 14 años y él 21.
Siempre llamó mi atención, más por la lujuria que sentía que por lo atractivo que fuera. Sin embargo, fue algo que disfrute mucho, pues su pene media como 20 cm y grueso. Siempre corrí con esa suerte, de tener penes grandes a mí disposición. La mayoría de las veces.
Aquella noche estábamos sentados todos viendo TV, parte de la familia y amigos de la misma, que prácticamente pasaban el día allí. Tal vez eran las 8 pm. Ambos, él y yo, estábamos al final del grupo, uno frente al otro.
Yo movía mis ojos indicándole que saliéramos al patio, en el cual no había nadie. El hacia lo mismo y afirmaba con su cabeza.
Creo que tome la iniciativa y salí al patio, dirigiéndome a lo más alejado y oscuro del lugar.
Casi al instante llegó él, se paró a mi lado, sacó su pene y se puso a orinar. Era muy excitante todo aquello. Así que tome su pene, un poco morcillon y lo sostuve para que orinara.
Terminado, lo sacudí, lo limpie con su ropa interior, me agaché y se lo mamé. Sentía como ese pene iba cobrando vida, creciendo en mi boca. Que delicia esa sensación.
No fue mucho el tiempo que pase mamando ya que cualquiera podría llegar y encontrarnos, eso lo hacía más excitante, me encanta correr ese riesgo.
Una vez lo tenía bien parado y lubricado con mi saliva, me levanté y le pregunté si él acababa rápido.
Cuando estoy cachuo (excitado) sí. Me dijo
Así que baje mi pantalón dejando mis nalgas al descubierto, las que él apretó con sus manos fuertes y callosas.
Me gustan tus nalgas, me dijo.
Son todas tuyas, le dije.
Te voy a coger rico. Dijo
Eso quiero, dije.
Me incline parando mi trasero y con mis manos separé mis nalgas, permitiendo tuviera acceso a mi culo, el cual tocó con uno de sus dedos dejándolo ir sin previo aviso lo que me hizo suspirar.
Se acercó, tome su pene y lo dirigí a la entrada de mi culo. Sentir su glande tocandome fue electrizante.
Empujó un poco y su cabeza entró sin problema.
Despacio, le dije.
Tranquilo, toda va a estar bien. Me dijo
Y siguió con un leve mete y saca cada vez más profundo.
Pero a esa edad ya mi culo estaba acostumbrado a recibir todas las cogidas que me daban y que quisieran. Sin embargo, siempre molesta un poco. Igual lo disfruté.
Que caliente lo tienes, me dijo al oído, y aprietas rico.
Que bueno que te guste, le dije.
Y empezó a menearse con más fuerza. Hubiese querido que durara más, tener más tiempo para nosotros y poder disfrutar al máximo, pero la realidad era que debíamos terminar rápido.
Me cogía con mayor rapidez hasta que me dijo al oído que ya iba a acabar.
Te voy a llenar tu culo de leche, dijo, ahí te va… Aaaaa aagg
Yo levanté más mi trasero y con mis manos separé mis nalgas para que fuera lo más profundo posible. Al mismo tiempo trataba de contraer mi ano para darle mayor placer, y lo conseguí.
Que rico aprietas, me dijo lleno de excitación.
Cuando ya iba a salir de mi, apreté lo más que pude, ricooo dijo.
Tenemos que repetir, me dijo. Me gusta ese culo tuyo, hacia rato que deseaba cogerte.
Claro que sí, le dije. Cada vez que tú quieras. Este culo es tuyo.
Esa fue la primera de tantas veces que culiamos.
Con él se dieron muchos encuentros más, los cuales iré contando.
Aquí mi correo [email protected]
Que estén bien.
Que excitante es estar siendo follado con el nerviosismo de poder ser pillado en plena cogida.