Culito de borracho, no tiene dueño Parte 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sirpepe.
Primera parte del relato: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-33236.html
(No es necesario que la lean para entender esta historia, pero si la leen, les aseguro que la disfrutarán)
-¡Wey, no mames, si ibas a tirarte al Yoshi me hubieras invitado!- Dijo Alberto mientras se limpiaba el semen de Joshua del pecho.
Yo no sabía que hacer o que decir, aún no podía creer que me habia tirado a Joshua, y todavía lo tenía ensartado por el culo en medio del baño.
-Alberto, yo, este…- Balbuceé tratando de explicar (Pero eso sí, no soltaba al Yoshi)
-Na, na, na, wey.
Ya sabía yo que tú eras puto.
– Dijo Alberto- Y ya sabía también que le traías ganas al culote del Yoshi.
Pero no mames, ¡no sabía que él era gay también!
-¡Cuidadito meco, que yo no soy joto!- Respondió el Yoshi con el hipo típico de los borrachos.
– Eh we, ya me la puedes sacar si quieres.
– Me dijo.
Yo no me habia dado cuenta que aún le tenía la verga metida por el culo.
Ya la tenía deslechada y flácida, pero no se salía debido a las nalgotas de Joshua que la tenían bien apretada (Y eso que ni fuerza estaba haciendo el chavo) Le saqué la verga y de su culo salió un chorrito de espeso semen que se cayó en el suelo del baño.
Luego el Yoshi se fue del baño, luego de darle un empujoncito a Alberto con el hombro para que lo dejara salir.
Alberto se me quedo viendo con una pícara sonrisa.
– ¿Te gusto wey?- Me dijo
-¿Qué?
-No te hagas el pendejo, y dime que tal.
Decidí seguirle el juego a Alberto.
-Bien apretado.
– Le dije.
-¡Ha! ¿Es neta?
-Compruébalo tu si quieres wey.
-Jajaja, con esa vergota que te cargas, dudo mucho que siga apretado el wey.
– Me dijo viendo mi polla flácida.
-¿Tú crees?
Alberto se me acerco, estaba a unos centímetros separado de mi rostro.
Fue ahí donde le puse atención a su cara por primera vez.
Alberto era un chavo de rostro redondeado, ojos alargados que debido a las pestañas parecían delineados.
Tenía unos labios ricos y besables, el labio inferior era un poco más grande que el superior, lo cual le daba un aspecto sensualon al chico.
-Yo digo que si.
– Me dijo.
Ya he desvirgado un buen de culos en mi vida, desde que tenía quince años.
Me he tirado muchas chavas, y uno que otro chavo.
En tiempos de guerra, cualquier trinchera es buena.
-Esta fue mi primera vez.
-Se te notó.
No duraste nada cogiéndote al Yoshi.
-¿Pues qué más querías wey, no has visto las pompotas que se carga el pendejo ese? ¡Ni un actor porno profesional aguanta los apretones que sus nalgotas dan en la verga!
-¿Entonces, solo le diste por el culo?
-Pues sí.
-¿Y no le dijiste que te la mamara, o se la mamaste a él?
Yo me sonrojé.
Luego Alberto se me acerco más hasta el punto que sentía la erección que tenía bajo el short pegada a mi miembro flácido, que de vez en cuando daba saltitos como queriendo revivir.
-No, wey.
No se mamar.
-Eso se puede arreglar.
Alberto, se bajó de golpe hasta estar en cuclillas ante mi pubis.
Luego, sin que me lo esperara (O tal vez sí) agarró mi pene flácido con su mano tibia y la hizo para arriba, apuntando a mi ombligo, para luego darle un lametón a mis huevos.
Luego se metió uno de mis huevos velludos a la boca y comenzó a mamármelo.
-¡Oh! ¡Weeey!- Gemía yo, mientras cerraba los ojos, dejando que Alberto continuara su trabajo oral.
Sus labios pasaban de un huevo a otro, rosando su piel con mi piel.
Seguramente, él ya sentía como mi miembro se empezaba a endurecer en su mano debido a su buen trabajo.
Cuando notó que mi verga agarro un tamaño considerable (Pero no estaba del todo erecta) se la metió toda a la boca.
Hasta que mis vellos púbicos tocaron su cara.
-¡No mames, wey, no mames!- gritaba yo al sentir como su lengua jugaba con la cabecita de mi pito.
Así duró un ratito la mamada hasta que mi miembro tomo su máximo tamaño dentro de la boca de Alberto.
No podía creer que hace apenas unos minutos, tenía mi verga dentro de un culo, y ahora la tenía dentro de una boca.
¡No la dejaban descansar!
Alberto parecía pulpo, con sus manos libres y mientras me daba la mamada, comenzó a tocar mi cuerpo.
Pasaba sus rasposas manos por mi vientre y por mis nalgas, rosando de vez en cuando mi culo.
Tengo que admitir que no tenía tanto culo, pero bueno, comparado con el culo de Joshua a quien me habia tirado hace un rato, nadie tenía buen culo.
Miraba hacia debajo de vez en cuando, y me topaba con la cabellera rubia y lacia de Alberto, quien de vez en cuando me volteaba a ver y se comía mi polla completa.
Cuando sus labios llegaban hasta mi vello púbico, el me miraba y me guiñaba el ojo.
Yo solo gemía.
El wey sí que era bueno para mamar.
De pronto comenzó a succionar mi polla como si chupara una paleta de hielo.
Succionaba con tanta fuerza, que pronto comencé a sentir la sensación de correrme una vez más.
-¡No mames wey, me vengo, me vengo!
Pero a pesar de mis advertencias Alberto no cedió y continúo mamando más fuerte, ahora solamente la puntita de mi verga mientras que con una de sus manos me masturbaba con fuerza.
Entonces disparé mi semen dentro de la boca de Alberto.
Unos siete chorros fueron a parar en la lengua y garganta de mi mamador.
Yo coloque mis brazos tras la nuca, y deje que el terminará de limpiar mi polla exprimida.
Ya llevaba dos corridas en pocos minutos, y ambas fueron fenomenales.
Apenas cuando terminé noté a Alberto masturbarse con vigor.
Fue entonces cuando se puso de pie y comenzó a masturbarse con fuerza apuntando a mi pene flácido y mis pelotas.
Yo le ayude y comencé a masajearle los testículos levemente, con mi otra mano jugueteaba con la mata de vello púbico rubio que estaba sobre su miembro.
Alberto explotó y lanzó sus chorros de leche tibia en mi pene y mis bolas, los cuales se pintaron de blanco rápidamente.
Duro unos segundos viendo como su semen se escurría de mis partes y caía en gruesas hebras hasta el suelo.
-Te mamaste wey, literalmente.
– Le dije con una sonrisa.
-Un placer.
A propósito ¿entonces crees que el Yoshi siga apretado?
-Te lo aseguro
-¿Vamos a ver quién le aguada el culo primero?
-Arre, de volada.
– Dije.
Fuimos lentamente hasta la habitación en donde estaba Joshua, abrimos la puerta tratando de no hacer ruido, y lo encontramos en la cama.
Estaba desnudo, boca abajo y con el culo al aire.
No podía creer que yo me habia desvirgado esa colota de macho hace unos minutos.
-Pinche Yoshi.
– Dijo Alberto y se arrimó a Joshua quien descansaba sobre sus brazos que hacían de almohada.
– Esta bien buenorro el wey.
Alberto empezó a tocarle suavemente las nalgas a Yoshi con una mano, y comenzó a abrírselas para revelar el culo.
-¡No mames, wey!-Me dijo susurrando.
– Arrímate y mira, tiene el culo más chiquito y cerrado que jamás haya visto.
Ni parece que te lo hayas cogido.
Me acerqué a ver y en efecto, su culito estaba chiquito y cerrado.
Eso sí, un poco rojito por la fricción de mi pene con el cuándo me lo cogí, y con sus pelos del culo húmedos por todo el pre y el esperma que le habia soltado.
Alberto me miró y con una sonrisa picarona me dijo:
-Entonces ¿Quién primero?
Continuara….
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