Cumpleaños de mi novia termina en orgía
Unos tragos de más y un reto provocan una orgía entre 5 veinteañeros..
Era el cumpleaños de mi novia, Daniela. Ya eran cerca de las 2am la mayoría de invitados se habían ido o se habían quedado dormidos en las habitaciones, pero quedamos unos pocos en la sala del apartamento.
Éramos mi novia y yo, junto a mis dos mejores amigos que son José y Angel. José es el mayor del grupo, 5 años mayor que yo, así que por esas fechas tendría 26 aproximadamente, es muy parecido a mí físicamente aunque él sí se deja crecer la barba, igual de delgado pero definido. Ángel lo conozco desde la secundaria, tiene mi edad, es también delgado y usa lentes pero no es para nada un nerd. También nos acompañaba la novia de Ángel, Patricia, apodada cariñosamente como Paty, es súper hermosa, una piel blanca y unos labios carnosos que provoca besar a cada momento, unos cuantos tatuajes en sus brazos, sus muslos y su espalda, también usa lentes pero le dan un look aún más sensual, un poco rellenita pero con unas piernas y un culote espectaculares, aunque con pocas tetas.
Ya estábamos con unos tragos de más aunque todos estábamos conscientes. Desde que estaba en la secundaria me dí cuenta que era bisexual, aunque he tenido más relaciones románticas con mujeres que con hombres la verdad es que el sexo con hombres lo disfruto muchísimo. Ángel nunca creyó que yo fuera bisexual justamente porque nunca le he presentado un novio, y también porque mi forma de ser no encaja para nada con la imagen de hombre bisexual que tiene en su mente. «No me creo que seas bisexual» dijo Angel. «¿Otra vez con eso? Desde el liceo estás con eso de que no lo soy» le respondí. «Es que nunca te he conocido ningún novio, y no eres afeminado ni nada de eso» me respondió. Los demás respondieron por mí al unisono: «No tiene nada que ver ser afeminado con ser bisexual». Añadí: «No soy afeminado pero si me ponen una verga enfrente automáticamente voy a mamarla» desatando las risas de todos. Yo también reí y seguí tomando de mi trago. Ángel dijo: «Ah bueno entonces mamale la verga a José» mientras empujaba a José para que se levantara del sillón donde estábamos todos sentados uno al lado del otro. Paty empezó a aplaudir mientras decía: «¡Sí! Párate José y saca tu verga a ver si es cierto». José se paró enfrente de mí y todos estábamos riendo, incluso mi novia que me dijo: «Amor, si te sientes incómodo no tienes que hacerlo, pero si tienes ganas hazlo, estamos en confianza». Mi novia disfruta mucho del porno gay, así que eso sería como verlo en vivo, por lo que sabía que lo disfrutaría si lo hiciera. Ángel y Paty me pedían que lo hiciera, José sólo reía apenado y tomaba de su trago, yo también sentía vergüenza y aunque no podía verme sabía que estaba rojo de la vergüenza, aunque reía y tomaba de mi trago.
Miré a José y le pregunté: «¿Estás de acuerdo con esto? Tú eres hetero». A lo que me respondió entre risas: «Sí bro, no hay problema». Tal vez el alcohol y la situación lo había calentado un poco, y la verdad ¿quién se niega a una mamada? Así que empecé a quitarle su correa y a desabotonar su pantalón de jean. Angel, Paty y Daniela quedaron en silencio mientras liberaba la verga de José. Finalmente la saqué, lógicamente estaba flácida, y escuché a Paty decir: «Ay pensé que ya se le había parado», lo que provocó la risa de José que luego respondió: «Eso no es así de fácil, hay que hacerle cariño». Luego de eso alcé mi vista a José, me estaba viendo con una sonrisa, él tomó de su trago y yo introduje su verga en mi boca. Como no estaba erecta la metí completa y empecé a jugar con ella pasando mi lengua al rededor de su verga sin sacarla de mi boca.
«Mierda, sí lo hizo» dijo Ángel. «¿Viste? Y decías que era mentira» le dijo Paty. Mi novia no decía nada, pero disfrutaba el espectáculo. Yo sentía como ese rico pene crecía en mi boca, y poco a poco empecé a perder la vergüenza. Empecé a moverme hacia atrás y hacia adelante, haciendo una mamada en toda regla, sin usar las manos, las tenía sujetando las piernas de José que estaba mudo disfrutando la mamada que le estaba dando su mejor amigo. «Ahí va, ahora sí se le paró» dijo Paty. La saqué de mi boca y pasé mi lengua por todo el largo del pene, bajando hasta las bolas y luego subiendo otra vez a la punta, para luego introducirla otra vez en mi boca hasta el fondo. Luego de algunos segundos la saqué nuevamente de mi boca y dije: «Bueno, creo que ya está ¿no?». Mi novia soltó: «Mierda, amor, que rico estuvo eso». Paty le preguntó a José: «¿Te gustó? ¿Cuánto le das del 1 al 10?» y José mientras se acomodaba su pantalón dijo: «Le doy un 8 porque soy hetero, pero estuvo bastante bien». Yo alcé mis brazos y empecé a celebrar la puntuación entre las risas de todos.
«Pensé que ibas a seguir hasta que acabara» dijo Ángel. «Lo que quieres es ver porno gay, no lo niegues» le respondí, lo que desató la risa de todos. Tomé un trago y luego dije: «Bueno Ángel ven, te toca a ti ahora». Respondió con un «¿Qué? No, no, gracias» pero mi novia lo alentaba a que lo hiciera. «No, pero ya va, hablen con Paty, ella es la dueña de mi verga, ella decide». Todos volteamos a ver a Paty que respondió: «Bueno si tú quieres que te lo mame pues adelante, ya eres un adulto» mientras sonreía y tomaba de su trago. Ángel le preguntó a José: «¿Qué dices tú? ¿Lo hago? ¿Vale la pena?» y José le respondió: «Sí bro, estuvo bastante bien». Daniela siguió alentando a que lo hiciera y yo sólo esperaba tomando de mi trago. Luego se insistirle unos segundos más, Angel decidió levantarse y colocarse enfrente de mí. «Por fin» exclamé. Empecé a bajar su pantalón mientras decía en tono irónico: «Menos mal que son heteros los dos» provocando las risas de los demás mientras decían «Sí, menos mal». Cuando saqué su verga ya estaba erecta, lo que me sacó una sonrisa pícara. Subí mi vista para verlo pero él estaba viendo a su novia Paty. Empecé a meter su verga en mi boca lentamente hasta donde pude, era más o menos grande, me costó meterla completa en mi boca. Me la saqué y la agarré con mi mano derecha, y empecé a mamarla y masturbarla al mismo tiempo. La sala estaba en silencio, todos disfrutando el espectáculo. Luego de unos segundos Paty me dice: «Hazle garganta profunda, a él le gusta». Le hice caso, metí su verga completa en mi boca con un poco de esfuerzo, la mantuve la mayor cantidad de tiempo que pude, hasta que sentí que Ángel puso sus manos en mi nuca y me empujó aún más contra su verga. Se me empezaron a salir las lágrimas, pero no me quitaba. Hasta que finalmente Angel me soltó y pude sacar su verga de mi boca y respirar.
«Hey, a mí no me hiciste eso. Ya veo quien es tu mejor amigo» dijo José, reclamandome en tono de broma. Paty y Daniela rieron y yo le respondí: «No sabía que te gustaba, ven acá». José se levantó y se colocó al lado de Ángel, al cual yo estaba masturbando. Mi novia dijo: «Déjame ayudarte» y empezó a quitarle el pantalón a José, para luego darnos cuenta todos que tenía una gran erección. A mi novia se le dibujó una sonrisa en el rostro al ver la verga parada de José, la cuál agarré con mi mano izquierda para empezar a masturbarlo, mientras me llevaba la verga de Angel a la boca nuevamente. Empecé a intercalar entre una y otra, chupaba la verga de Angel unos segundos y luego cambiaba a la de José, haciéndole también garganta profunda y disfrutando con los gemidos que soltaba por ello. En un punto sentí la mano de Daniela apretando mi pierna, señal de que estaba ya excitada.
Solté la verga de José y seguí chupando la de Ángel, momento en dónde mi novia aprovechó para mamarsela a José. Alcé la vista y ví la cara de sorpresa de ambos, mientras escuchaba que Paty decía: «Ay Dios, no sabía que podíamos participar» con un tono de voz que reflejaba un poco de alteración y nerviosismo, como si estuviera excitada pero sin poder aceptar que todo lo que estaba pasando era real. Dejé de chupar la verga de Angel para ver a mi novia, estaba devorando con muchas ganas el trozo de José, parece que tenía ganas de hacerlo desde hace mucho, lo masturbaba con su mano derecha y lo metía en su boca lo más que podía, y José gemía y disfrutaba de la rica mamada que le hacía mi novia. Yo no aguanté más y como pude y sin levantarme del sillón, bajé mi pantalón hasta los tobillos, liberando mi verga que estaba ya 100% erecta, y empecé a masturbarme mientras volvía a meter el miembro de Angel en mi boca.
Paty se levantó y se sentó a mi lado, apreciando más de cerca la mamada que le estaba haciendo a su novio. Ella llevó su mano a su entrepierna y empezó a tocarse por encima de su pantalón, tenía la respiración agitada señal de la excitación que sentía. Decidí dejar libre la verga de Ángel para que su novia pudiera disfrutarla, y así lo hizo, Paty se inclinó hacia adelante y engulló por completo ese delicioso pene, que desapareció por completo en su boca, provocando un rico gemido de parte de Angel que sostuvo la cabeza de Paty contra su pelvis durante varios segundos, provocando que le salieran unas lágrimas. La soltó y enseguida Paty sacó la verga de su boca para tomar aire. Ví ese pene lobre lleno de saliva y me lancé hacia él para hacerle también una garganta profunda, tomando a Angel por sus nalgas y empujándolo hacia mí, quería esa verga lo más dentro de mi garganta como fuera posible. Volvieron a aparecer las lágrimas. La saqué de mi boca y Paty volvió a hacer lo mismo y así estuvimos intercalando un rato.
En un punto mi novia agarró mi verga y empezó a masturbarme mientras seguía mamandosela a José, así que decidí que era hora de unirme a ellos dos. Daniela sacó la verga de José de su boca y me la ofreció, y sin dudarlo empecé a mamar ese rico trozo, mientras que Daniela se inclinaba para darme a mí ahora una rica mamada. Ya esto se había descontrolado, estábamos todos disfrutando de una rica sesión de sexo oral. Ángel disfrutaba de una rica mamada de parte de su novia, Paty, que a la vez se tocaba por encima de la ropa, mientras que yo hacía disfrutar a José con mi boca y mi novia, Daniela, hacía lo mismo conmigo. Hasta que Daniela se detuvo para sentarse nuevamente y decir: «Mierda, no soporto el calor», y acto seguido quitarse su blusa, quedando sus hermosas tetas al descubierto ya que es una chica que no le gusta usar brasier. Al verla así, José se sentó a su lado y pasó su brazo derecho por detrás de ella, reposandolo en el espaldar del sillón, Daniela se giró hacia él y cogió su verga con su mano derecha para empezar a masturbarlo, mientras se inclinaba un poco para darle un rico beso con lengua. Yo sólo miraba la escena, mientras mi pene palpitaba de lo duro que estaba. Decidí también quitarme la camisa y terminar de quitarme el pantalón, el cuál aún tenía en los tobillos. Angel vió esto y también se desnudó completamente. Paty había soltado su verga unos segundos, momento que aproveché para meterla en mi boca nuevamente y practicarle otra rica mamada a mi mejor amigo, mientras que Paty empezaba a desnudarse. En este punto a ninguno parecía importarle que estuviéramos en la sala del apartamento, ni que hubiera más personas durmiendo en los cuartos y que en cualquier momento pudiera salir alguno y vernos a los 5 cogiendo, nos dejamos llevar por el placer del momento. Paty completamente desnuda era una diosa, una de las mujeres más hermosas que he tenido el placer de apreciar, y sentí aún más placer cuando la ví bajando para meterse mi verga en su boca y practicarme una rica felación. Definitivamente su garganta profunda era la gloria, me hacía gemir. Ángel se apartó de mí y se colocó detrás de Paty, la cual se acomodó a cuatro patas en el sillón, quedando en una perfecta posición para chupar mi verga y al mismo tiempo recibir la verga de su novio, que empezaba a penetrarla en su ya mojada vagina. Sabía que Paty tenía en el brazo ese aparato que evitaba que quedara embarazada, así que no me sorprendió que se la metiera sin condón.
Y ahí estaba Paty, siendo cogida por Angel que la embestía con fuerza y ahogando sus gemidos con mi verga, la cual no sacaba de su boca para no hacer ruido. Mi novia al ver la escena decidió hacer lo mismo, así que se levantó para desnudarse completamente y colocarse en la misma posición que Paty, pero al otro lado, quedando ambas frente a frente conmigo en el medio. José me vió buscando aprobación, a lo que yo le respondí asintiendo la cabeza, así que se colocó detrás de mi novia y empezó a metérsela poco a poco, a lo que mi novia respondía con gemidos que yo trataba de callar besándola en la boca. Finalmente José introdujo su verga completamente dentro de mi novia, y empezó un movimiento de mete y saca que Daniela disfrutaba inmensamente, ya que arqueaba su espalda y ponía sus ojos en blanco del placer tan intenso. Mi novia, la mujer que amo, estaba siendo cogida sin condón por mi mejor amigo, y yo estaba disfrutando la escena. Daniela toma pastillas así que un embarazo no era una posibilidad. Estábamos todos disfrutando de una rica orgía. Paty seguía chupando mi verga mientras su novio seguía dándole, José cogía bien rico a mi novia que no paraba de gemir, y así estuvimos varios minutos hasta que Ángel avisó que iba a acabar. Enseguida y sin dar oportunidad a que nadie más dijera algo, mi novia exclamó entre gemidos: «¡Dámela! ¡Dámela a mí!». Ángel rápidamente dejó de cogerse a su novia para ponerse enfrente de mi novia, meterle la verga en su boca y descargar su semen en ella. Daniela no sacó el pene de Ángel de su boca ni por un momento, lo cual era difícil porque José seguía cogiendola mientras todo esto pasaba. Cuando Angel terminó de disparar su semen en la boca de mi novia, ella sacó su verga de su boca y siguió gimiendo por la rica cogida que le estaba dando mi amigo, dejando claro que se había tragado toda la descarga. Yo me levanté del sillón y me coloqué detrás de Paty, diciendo: «Ahora es mi turno». Paty dijo: «Sí por favor, cógeme rico», mientras Ángel se inclinaba para darle un rico beso. Cuando ví a Paty en cuatro mi primera reacción fue pasar mi lengua desde su vagina hasta su culo, quedándome unos segundos en este último, jugueteando con mi lengua provocándole a Paty unos gemidos. Ángel recogió su ropa y fue al baño, dejándonos a nosotros 4 seguir con la faena.
«Metemela ya, por favor» me suplicó Paty, así que eso hice. Coloqué mi verga en la entrada de su vagina y empecé a meterla hasta que entró toda, provocándole unos ricos gemidos que mi novia trató de callar dándole un rico beso. Esa escena me encendió aún más y empecé a cogerme a Paty como si no hubiera un mañana, dándole con fuerza y rápido, cosa que a ella parecía gustarle porque luego de unos segundos a este ritmo su cuerpo empezó a temblar, señal de que estaba teniendo un rico orgasmo, y mientras eso pasaba se escuchaban los gemidos de José, que también estaba llegando a su orgasmo, depositando todo su semen dentro de mi novia que no podía parar de gemir de placer. El cuerpo de Paty se empezó a ir hacia adelante, señal de cansancio, pero la agarré fuerte de sus caderas y le dije: «Aún no he terminado». Seguí cogiendola aunque un poco más despacio, dándole oportunidad de que recobrara el aliento. José se salió de Daniela y ella se sentó nuevamente en el sillón cuidando que su vagina llena de semen no chorreara y lo manchara, y para sorpresa de todos los presentes, Paty la agarró por las piernas y la jaló hacia ella, quedando frente a la vagina llena de semen de mi novia, la cuál empezó a lamer. Daniela empezó a gemir nuevamente, y José le metió su verga aún morcillona en la boca para callarla. Mientras yo miraba la escena empecé a darle cada vez más rápido a Paty, la cual empezaba a gemir cada vez más alto. José sacó su verga de la boca de Daniela, recogió su ropa y se dirigió al baño, dejándonos a nosotros seguir.
Paty dejó totalmente limpia la vagina de mi novia, la cuál gemía de placer, gemidos que callaron abruptamente cuando su primo de 15 años apareció en la sala. Con lo rico que la estábamos pasando ninguno de los tres escuchamos sus pasos venir desde las habitaciones. Daniela se paró rápidamente, asustada, y fue hacia su primo para hablar con él. Ni Paty ni yo escuchábamos lo que le decía, pero vimos cómo el chico se daba media vuelta y volvía a su habitación, mientras Daniela lo empujaba por su espalda y desaparecía con él en el pasillo.
Saqué mi verga de la vagina de Paty y me senté en el sillón, al igual que ella, quedando lado a lado. «¿Quién era ese?» me preguntó Paty, y le respondí que era el primo de Daniela de 15 años. «¿Es chismoso? ¿Crees que le diga a alguien?» me preguntó. «No lo sé, pero Daniela es buena en situaciones así, algo le dirá para que se quede callado» y reí, cosa que la calmó a Paty que también sonrió. «Sigues con ganas, ¿verdad?» me dijo mientras agarraba mi pene aún en erección. «Sí, un poco» le respondí. «Ya vamos a solucionar eso» me dijo mientras se colocaba encima de mí, quedando frente a frente en el sillón. Tomó mi verga con su mano y la apuntó a la entrada de su vagina, y empezó a bajar poco a poco hasta que desapareció completamente, dejando escapar un gemido cuando la sintió toda dentro.
Paty empezó a moverse encima de mí, haciendo sonar sus nalgas con mis muslos, gimiendo y haciéndome gemir. Yo besaba su cuello y la sostenía fuerte contra mí, disfrutando de estarme cogiendo a una diosa. Tenía a la novia de mi mejor amigo saltando en mi verga. Luego de unos minutos ella empezó a gemir más alto al igual que yo, señal de que ambos estábamos alcanzando el orgasmo. Finalmente gimió fuerte y paró sus movimientos, clavó sus uñas en mí y su cuerpo empezó a contraerse, y al mismo tiempo yo empecé a depositar mi semen dentro de ella, también soltando un fuerte gemido. Luego ella sostuvo mi cara con ambas manos y pegó su frente con la mía, ambos sonreímos y nos dimos un rico beso, no tan caliente sino mas bien tierno.
«Eso fue increible» le dije. «Muy increíble, me encantó» respondió Paty. Volvimos a besarnos, ella aún estaba encima de mí y mi pene aún estaba dentro de ella, perdiendo dureza poco a poco. «Me encantaría repetirlo» le dije. Ella sonrió y contestó: «¿Otra orgía?». Le dí otro beso para luego responderle: «No exactamente…». Me miró durante unos segundos directo a los ojos, parecía que le había alegrado oír esas palabras. «A mí también me encantaría repetirlo» me dijo. Nos besamos nuevamente durante unos segundos más y luego nos levantamos del sillón para ir a lavarnos al baño. Cada uno recogió su ropa y yo recogí la de Daniela que aún estaba en el suelo de la sala. Fuimos hacia el baño que quedaba al final del pasillo, pasando frente a las 3 habitaciones que tiene el apartamento. Decidí ojear cada habitación sólo por curiosidad para ver si encontraba a José y a Ángel. Los encontré en la segunda habitación. Estaba una cama vacía, y dos colchones en el suelo, en los cuales estaban durmiendo ellos dos, uno en cada uno. La cama vacía era para Daniela y para mí. Paty se había adelantado y ya estaba en el baño. Yo finalmente eché un vistazo a la tercera habitación y me encontré con Daniela dándole sexo oral a su primo que nos había visto cogiendo. Supuse que fue parte de alguna negociación que hicieron. No quise interrumpir y seguí de largo hacia el baño, y mientras yo entraba Paty salía ya vestida. La agarré de la cintura y le dí otro rico beso, un poco más apasionado y con lengua, para luego soltarla y verla ir hacia la habitación donde estaban José y Ángel. Me limpié y salí del baño, le eché otro vistazo a la habitación donde estaban Daniela y su primo, y la ví a ella arrodillada con la boca abierta y a él parado enfrente de ella masturbándose. Lo que vino después fue una descarga de semen directa a la boca de Daniela. Una escena que nunca voy a olvidar. La esperé en el pasillo fuera de la habitación, ella salió y se sorprendió al verme ahí, yo le sonreí, le dí su ropa y la besé. Le dije que la esperaba en la habitación para dormir, y ella fue al baño a limpiarse.
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