Dale amor a papi (tercera parte: baño glorioso)
Hola, espero que les gusten los relatos, jalensela si es así, jaja. Les dejo los enlaces de la primera y segunda parte abajo..
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/dale-amor-a-papi-primera-parte-caliente-incidente-con-mi-bebe/
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/dale-amor-a-papi-segunda-parte-rusa-con-mi-bebe/
Mi vida sexual cambio mucho cuando descubrí el mundo de placer que me podía dar mi bebé; el pinche morbo me llevó a explorar posturas y costumbres para la delicia que tenia, hasta deje de recurrir tan seguido a las viejas, el porno normal y hasta la chaqueta en solitario. Mi ex, no entendía porque le pedía más seguido al niño, aunque ella creía que lo usaba para ligar por lastima jaja.
Ya había explorado las dulces mamadas de su suave boca y tibia saliva a sus 10 meses, y las gloriosas rusas con sus nalgas cuando cumplió el año, y por supuesto el cachondeo permanente de besarlo, lamerle su culito rosita y dejar que jugara con mi verga estando juntos y desnudos casi siempre. Pero era obvio que necesitaba el paso final, cogerlo, pero no me atrevía por el miedo de lastimarlo y dejar que se cayera todo lo logrado; así que me tuve que aguantar hasta que cumplió tres años para iniciar su preparación.
Por supuesto siempre fue constante bañarme con el, pero solo lo manoseaba y dejaba que me mamara la verga. Hasta que un día comencé a masajear sus nalgas y su culito para familiarizarlo con la sensación. Lo mismo hacía al cambiarlo y ponerle aceite o talco, necesitaba que le gustara el tacto de mis manos con su ano. Empecé a usar mi dedo meñique para masajearle el ano, luego el anular, luego el medio, después el indice y finalmente el pulgar; cada uno cada semana, al mismo tiempo que le lamia su rabito introduciendo mi lengua, generándole cosquillas que hacían ver que mi plan funcionaba. Teniendo ya tres años es obvio ya podía hablar, pero tome mis precauciones:
-«Mi amor, recuerda que los jueguitos con tu papi son secretos, y no puedes contárselos a nadie, porque tu mamá se enojaría mucho y me llevarían lejos, ya nunca podría verte, el amor que le das a papi debe ser secreto»
Con su tiernas palabras y voz chillona (que por alguna enferma razón me prendía), solo atinaba a decir (recuerden que no me dejan subir relatos con faltas de ortografía, así que solo imaginen las palabras de un niño de tres años):
-«No, papi, no, yo te amo mucho, no te vayas, hazme cosquillas»
Me gustaba mucho, me daba ternura y algo de calentura que tomara a juego lo que hacíamos; pero yo soy un pinche chacal que gusta del sexo puerco, necesitaba que lo viera con el morbo que yo lo veía, que respondiera a mis guarradas, que gimiera, que me pidiera la verga con desesperación. Así que lo enseñe a imitar a los personajes de las películas porno que veíamos, y lo hacia torpemente por su edad, pero por fin lograba arrancarle gestos, posturas, sonido y una que otra palabra caliente.
Cuando cumplió 4 años, ya no podía más, tenia que gozar su culo, ya eran demasiados meses solo dilatándolo para que se acostumbrara. Un día mientras estábamos bañándonos, seguíamos la misma rutina de cada baño: el me enjabonaba la verga, yo le enjabonaba el cuerpo pasandole la mano y la verga por la rajada, me la chupaba bajo la regadera al tiempo que me la jalaba con sus manitas y acariciaba mis huevos (a veces se metía uno en la boca); y luego hizo algo mágico, comenzó a lamerme debajo de los huevos, paso su linda y suave lengua por ese camino de carne que conecta huevos y culo, me excite un chingo, volteé a verlo y vi sus nalguitas brillantes y húmedas, redondas y perfectas, me incliné para tocarlas y no pude más, pensé «ese culo, me llama, no mames, debo cogerlo ya».
Lo tome entre mis brazos y le di un cachondo beso devorando su lengua, para luego decirle:
-«Mi amor, debes darle todo tu amor a tu papi, te voy a coger mi cabroncito»
El sonreía tímidamente, mientras yo poseído por mis más bajos instintos, lo lleve a la cama así mojado, lo puse boca abajo y lo lamí con tal intensidad que la mitad de mi lengua se introdujo en su culo. Tomé su aceite de bebé le vacié la mitad del frasco a su culo y la mitad a mi verga, ahí noté como su culo ligeramente se contraía, sabía que todo el «entrenamiento» había funcionado.
Comencé a puntearlo levemente para dilatarlo con la cabeza del pito; jamas había tenido tan parada la verga, mis venas se habían hinchado tanto que creí que reventarían, ni siquiera podía maniobrar bien mi grueso palo, estaba a las puertas de la gloria.
Empecé a metersela poco a poco, y al principio gracias al «entrenamiento» aguanto bien, incluso se reía y decía tener cosquillas, pero cuando llegue a la mitad de la verga comenzó a gemir de dolor, lanzando quejidos y diciendo no. Pero yo ya no quería parar, estaba vuelto loco por mi morrito y no iba a desaprovechar, así que sabiendo lo mucho que le gustaban mis besitos, me incline a callarlo con mi lengua en su boca, ahí mi vino la magia, mi verga demasiado erecta no soporto la inclinación y se sumió de lleno al culo de mi hijo; ante lo cual el soltó un grito extremo de dolor que yo acallé con mis labios.
Mientras, mi verga experimento la sensación más chingona de su vida; sentí como el culito de mi hijo apretaba mi pito y lo succionaba como si fuera un vacío, se podía sentir el calor de sus tripitas e incluso cuando la punta de mi pene tocaba su interior. No mamen, fue una sensación de otro mundo, lo más caliente de mi vida:
-«¡Ahhhh, ayyy, no mames, no mames, que pinches rico cabrón, ahhhh, aprietas bien rico, putito, uuufff!»
El niño detuvo sus gemidos de dolor y comenzó a gemir con agrado, si con molestia, pero sin resistirse, parecía entregarse al momento, sabiendo que no pasaba nada malo, porque estaba con su papá.
Trate de mover mi verga hacia afuera tratando de no lastimarlo y más aun, tratando de no venirme de lo rico que sentía. Empecé a moverme y lo puse de perrito, luego patitas al hombro para disfrutar su besos, luego recostados e inclinados para que «descansara» jaja, luego lo senté sobre mi verga y me solté con mi morbo:
-«Así, así mi putito, así mi amor así, estas buenisimo cabrón, aprietas como ninguna pinche vieja puede; te amo cabrón, mi vida vas a ser mio para siempre (me levanté con el sentado sobre mi pito y lo bese), que rico, estas»
Aceleré el ritmo, sin importarme que nuevamente gimió de dolor, yo solo podía imaginar el enorme placer que tendría de ahora en adelante, y mientras el lanzaba ligeros «ya, ya», yo lo apretaba más contra mi y explote, dejé mis mecos dentro de su culito y gritamos los dos, yo de placer y el pues porque hasta el fondo se la metí. Caímos exhaustos en la cama y el tiernamente dijo «ya te di amor papito».
Me gusto sigue contando amigo… 🙂 😉 🙂 😉
Ufff cabron que morbo muy buen relato
El mejor relato que he leído, esta trilogía es épica. Quien no quisiera vivir esta experiencia
Veo que te gustan esas experiencias usas telegram ?
Hola tienes telegram así hablamos 👍
Yo tambien quiero contactar, esto estuvo uffff
excelente me la jale rico con tu relato
excelente relato, espero que haya más.
uffff me predio
me recuerda a lo que hacía con mi tío seguido
Hot, hay forma de comunicarnos aqui aparte de estos comentarios?
Sesion……05432be8da6113c04f7c471b62537b2206997d02d5de935ca91130ad02890ccf7f
Que delicioso relato me exita al máximo.