Dandole gusto a un viejo
Historia 100% real sobre exhibicionismo y morbo a altas horas de la noche.
Hola, mi nombre es Miguel y actualmente tengo 26 años de edad, esto que estoy por contar pasó hace 4 años aproximadamente, recuerdo que fue un domingo, mi amiga Genesis me había invitado a tomar unos tragos en su nuevo apartamento, a pesar de no andar de humor… (pues honestamente prefería mil veces buscar sexo en alguna app de ligue) decidí aceptar, llegué pasaron las horas y las copas volando, pasadas las 12:00 am. Decidí llamar a mi hermano para que pasara por mi.
Eran la 1:30 am y mi hermano no respondía, seguramente se habría quedado dormido, pues trabajaba mucho; decidí irme caminando a mi casa, pues no me apetecía quedarme a dormir con mi amiga, me agradaba mucho su novio y no me apetecía tener algún tipo de problema con el, pues yo aún seguía en el closet y honestamente no se me notaba en lo absoluto, soy muy varonil, me marché y el trayecto era algo largo, vivo en una ciudad pequeña, pero mi casa quedaba algo retirada, a unas 10 cuadras.
Para este entonces ya eran las 2:00 am. Iba a mitad del trayecto y debido a los tragos andaba muchas ganas de orinar, estaba a nada de pasar por el parque central, a esa hora estaba totalmente vacio, un par de prostitutas rondeando y es todo, al menos eso es lo habitual, al llegar noté que en una de las bancas, estaba sentado un señor, lo reconocí enseguida, era un viejo vecino, de esos que no socializaban con nadie muy amargado, recuerdo que nos regañaba cuando juagabamos cerca de su casa «dejen de golpear el portón con esa pelota» nos gritaba, yo tendría unos 10 años y el uno 50 para ese entonces, honestamente ni sabía su nombre, pero si que era gay era tema de conversación recurrente entre mis pequeños amigos en aquel entonces, eso mezclado con el alcohol y las altas horas de la noche, me generó mucho morbo.
El estaba sentado, yo sabía exactamente que buscaba algo, es decir… ¿quien está sentado en un parque público a altas horas de la noche? Seguramente busca quien le haga el favor (dije en mi mente) entonces como si nada, mi instinto fue acercarme un poco, yo venía fumando un cigarrillo; justo al lado de el, a unos 10 pasos, había un arbol enorme, me acerqué al arbol y me ubiqué de manera que quedaramos frente a frente, yo no mencioné palabra alguna, mientras haciamos contacto visual me paré con las piernas abiertas y llevé mis manos a mi pantalón, noté como inmediatamente su mirada se dirigio a mi paquete, desabroché mi pantalón, me bajé el zipper, saqué mi verga, y comenze a orinar muy cerca de el, noté que se puso nervioso, pero no pudo apartar la vista de mi verga, y no lo culpo, yo era joven, y honestamente, estoy muy contento con mis atributos en esa area, aún en estado flacido, mi pene era grande, grueso, sin circuncidar y con venas pronunciadas, a eso sumemos un par de huevos grandes y pesados que para estas horas de la noche colgaban bajo de tanto caminar, vamos… no quiero sonar engreido, pero… verga ejemplar latina.
Oriné demasiado, pues ya hace un rato que tenía que hacerlo, durante todo el espectaculo el señor quedó ido, estupefacto observando mis genitales, genitales que con descaro les puse a 10 pasos de distancia para que se hechara su «taco de ojo» pasados unos 40 segundos, paré de orinar y observé su rostro mientras me sacudí la verga y exprimí la verga, tengo que admitir que debido a que el miraba, puse un poco más de empeño en hacerlo, la sacudí por unos 10 segundos y luego llevé el prepucio hacia atras y expuse mi glande mientras exprimía mi pene para quedar lo mas seco posible, movimiento que repetí unas 5 veces, su cara no tenía precio, el estaba anonadado, se que deseaba que ese momento durara para siempre. Ya con mi verga semi erecta, decidí que era momento de dar por terminado el show, guarde mi verga y en ese momento subio la mirada, me miró y no dijo nada, ni yo tampoco, di media vuelta di seis pasos y escuché: ¿tienes un cigarro que me regales? Me detuve, voltie a verlo y contesté, «claro que si señor», me acerqué me pare frente a el y le ofrecí uno, ¿tienes fuego? Me preguntó; «Claro que si», contesté mientras sacaba el encendedor de mi bolsillo, comenzó a fumar y a tratar de meter conversación, ¿de donde eres? Te me haces conocido, preguntó. Yo le contesto con otra pregunta, ¿qué hace a estas horas aquí? Me miro a los ojos y por intinto bajo la mirada a mi bulto, solo por un segundo.
El señor estaba ya algo calvo, con ya varias arrugas en la cara, muchas canas, pero eso si; se notaba que se cuidaba mucho, al fin y al cabo era de buena familia. Insistio y preguntó: «realmente te me haces conocido» ¿te conozco de algún lado? Yo lo miré a los ojos y contesté, «usted era mi vecino cuando yo tenía 10 años», ¿si recuerda? Me miro un poco perdido y en eso recordó, ¿tu eras de esos niños molestos que no paraban de azotar mi portón? Sonreí levemente y contesté, «si yo era uno de esos niños», ¡No lo puedo creer! Eras tan pequeño y ahora estás hecho todo un hombre! Y vaya hombre… contestó.
Lo miré a los ojos y le pregunté mientras lo miraba fijamente: y digame señor, ¿le gustó lo que alcanzó a ver? «¡Si! ya hace mucho que no miraba algo asi» contestó.
Y entonces le dije: ¡ah vaya! si gusta le muestro nuevamente; digo… me gusta la idea de darle un gusto a mi viejo vecino, dije entre risas, además; asi retribullo a tantos años de molestia cuando estaba pequeño ¡pero sin tocar! recalqué.
El me miró y bajó la voz mientra me susurró: me encantaría, me harías muy feliz jovencito. Sonreí voltie a ver a todos lados, las calles estaban completamente vacías, un silencio total y estabamos en una zona algo oculta, rodeada de varios arbustos y un par de arboles, me acerqué aún más, me pare justo frente a el, a un par de pasos, su rostro quedaba casi a la altura de mi bulto ya que el se encontraba sentado en la banca, desabroché nuevamente mi jean y esta vez bajé mi pantalón junto con mi boxer hasta la mitad de mis muslos dejando expuesto por completo mi verga semi erecta y huevos en todo su esplendor, su rostro se iluminó y seguramente su boca comenzó a producir más saliva, noté como la observaba y eso hizo que mi verga comenzara a levantarse y ponerse más dura, en menos de un minuto tenía mi verga totalmente dura, de una manera exagerada jamás la había tenido asi, la idea de que ese señor, estuviera observando y morboseando cada aspecto de mi pene y huevos me puso la verga como una piedra, con las venas super saltadas y mi glande asomandose por mi prepucio, 19 cm de pura gloria para un señor de esa edad, carne fresca.
El señor no pudo evitar suplicar «dejame probarla, te lo ruego!» me dijo; a lo cual me negue con mucho esfuerzo, ya que, tanto morbo generó en mi un deseo excesivo por introducir mi verga en una boca humeda, pero me gustaba más la idea de dejarlo solo con el recuerdo; con la imagen de mi pedazo de carne fresca impresa en su mente, asi que me negué. insistio unas 3 veces más, esto en el transcurso de unos 3 minutos, 3 minutos en los cuales tenía mi verga erecta a poca distancia de su cara, solo para que la observara, sin poder tocarla o saborearla, yo ya me estaba poniendo demasiado caliente, por la punta de mi pene comenzaban a fluir hilos de liquido preseminal hacia el suelo, y el no paraba de babear, en eso me preguntó algo que al principio me sacó de onda, ¿siquiera te la puedo oler? Preguntó. Yo quedé pensativo y confundido por un par de segundos, pero era tanta mi exitación que accedí, «está bien» dije mientras me acerqué aún más a su rostro, «sin tocar» le dije.
El señor a estas alturas no podía ni hablar, le temblaba la voz. Asi que con mi verga a solo unos cuantos centimetros de su rostro, acercó su nariz hacia mis bolas, inhalo profundamente, como si de un buen vino se tratara, exhalo y con la voz temblorosa dijo «que exquisito», esto me puso como cerdo, realmente estaba sumergido en extasis, jamás había experimentado algo asi, pregunté: ¿te gusta? «Si! Me facina el olor a hombre. y más de un machito joven como vos» contestó. Yo no podía creer que este señor estaba tan desesperado por pene al punto de olfatear bolas, y yo lo estaba torturando mentalmente, pregunté ¿por qué te gusta? Mientras el seguía inhalando con su nariz casi pegada a mis bolas sin poder tocarlas, a lo que el contestó: «amo el olor a hombre, en especial el tuyo, estás limpio, pero no puedo evitar sentir tus aromas carnales, a tus jugos, a macho».
El señor me tenía perdido en calentura, estaba amando la vista, ame ver como estaba olfateando mis bolas, luego subio su nariz por el tronco hasta llegar al glande, puso su nariz en la punta de mi verga e inhalo nuevamente, esta vez más profundo con los ojos cerrados, exhaló y repitio unas 3 veces mientras yo miraba a todos lados vigilando que alguien no fuera a sorprendernos, al percatarme que a unas 2 cuadras venia un tipo caminando supe que estabamos llegando al final de todo ese momento de extasis, baje la vista y mientras el estaba incado olfateando le pregunté: ¿te ayudo? Me voltio a ver confundido mientras seguía con la nariz pegada a la punta de mi verga, en eso me agarre el pene y retraje el prepucio dejando expuesto todo el glande a centimetros de su nariz, inhaló una última vez y mientras lo hacia le agarre la cabeza, la incliné hacia atras y por primera vez hubo contacto, retregué mi glande sobre su nariz, de arriba hacia abajo, y de lado a lado, mientras el gemía de placer, inhaló como si no hubiera un mañana, exhaló y dijo con vos temblorosa: «es la verga más exquisita que he olfateado en mi vida, por favor dejame chuparla, estoy deseando brobar ese trozo», preguntó mientras me miraba desde el suelo con la nariz ya húmeda y brillante. Sonriendo agarre mi verga y la metí en mis boxers, me subí el pantalón y le dije: si algún día te vuelvo a ver por aquí a estas horas, te dejo brobarla completita.
Abroché mi pantalón. mientras el me miraba confundido preguntó ¿me puedes dar tu número?, le contesté solamente con una leve sonrisa, di media vuelta y me sumergí en la oscuridad de la noche, me retiré esperando algún día volver a repetir la experiencia, y vaya que tenía razón…
no esta mal.
Si que eres malvado, pero me gustó mucho tu relato, espero y cuentes cuando le metiste toda la verga en la boca. Saludos
Funciona el relato.
Quede con la intriga del buen hombre chupandote la verga.
Uffff del lado que me haya puesto me hiciste parar la pija como hace rato no lo hace un relato. Por momentos el joven y por momentos el viejo, pero lograste el efecto y la excitación es la misma. Te felicito. Solo espero que la segunda parte sea asi de caliente y quebel viejo se siga quedando con ganas de más pero que la disfrute más también