Dante y su padre.
Esta historia ocurrió cuando me estaba quedando en casa de mi amigo Dante cuando teníamos trece años..
Me había quedado a dormir en casa de mi amigo Dante de la secundaria, no podía dormir, así que estaba viendo el techo y los alrededores para poder llegar a dormir, el cuarto a pesar de estar obscuro era iluminado por la luz de la luna llena que entraba por el espacio entre las cortinas de Dante, yo dormía en un colchón en el suelo.
Dante llevaba algún rato dormido, no sabría decir cuanto, quizá algunos minutos o algunas horas, de noche es difícil saber exactamente el paso del tiempo; Dante se había movido mucho en su cama, quizá por el calor, termino descubriéndose y podía verlo con toda claridad. Dante tenía un cuerpo muy hermoso, su piel era de un color dorado, propio del mestizaje mexicano, a pesar de tener solo trece años Dante tenía un cuerpo bien marcado, con un abdomen bien marcado, esa noche había dormido con una camisa azul desgastado de tirantes que era casi traslucida, unos shorts blancos que le cubrían muy poco de las piernas marcadas y bastante lampiñas. Dormía con el brazo estirado y se le alcanzaba a ver la axila con a penas un poco de bello que le crecía.
Una gota de sudor se le deslizaba por el pecho, por el camino de su abdomen hasta humedecer el resorte de sus short.
Yo no había llevado pijama en esta ocasión, así que Dante me había prestado algo para dormir, una camisa suya, como traía short ese día me dormí con ese mismo. Su camisa aún olía a él, me gustaba Dante pero no me atrevía demasiado a a hacer algún acercamiento, ya que no sabía el era gay y no quería alejarlo.
El olor de su camisa me empezó a excitar y verlo semi desnudo y sudando frente a mí, termino por ser más de lo que podía soportar, así mientras lo veía decidí, debajo de mi bóxer empezar a tocar mi verga, que de solo verlo, ya estaba bastante duro, comencé a masturbare mientras le veía, mis gemidos los tuve que acallar, para no despertarle, después de un rato de estarme tocando, termine por venirme mientras olía su camisa. Con eso, terminé por quedarme dormido poco después.
Uno nunca duerme bien, al menos no tan bien, como cuando duerme en su propia cama, así que a media noche me desperté, también tenía muchas ganas de ir al baño, me paré y me di cuenta que Dante no estaba en su cama, esperaba que no estuviera en el baño, pero donde más podría estar en medio de la madrugada.
Fui al baño, para mi sorpresa no estaba Dante ahí, pero al salir y volver al baño, me di cuenta que la luz del cuarto de su papá estaba encendida, me dio mucha curiosidad de que estuviera despierto tan tarde, el señor era grande, de un cuerpo fornido, pero no demasiado, más bien era marcado, tenía la costumbre de ir al gimnasio, así que el señor estaba muy marcado, tenía algo de bello en el pecho y algo delgado, también era de piel blanca, de pelo negro con franjas en los laterales de canas y corto, a diferencia de Dante que tenía un pelo largo y ondulado de café claro.
Me acerque a asomarme a el cuarto ya que escuchaba un poco de ruido y me llamo la atención, cual sería mi sorpresa, el padre de Dante le tenía abrazado por la espalda, Dante completamente desnudo y le estaba besando, naturalmente me asuste por un instante, pero ver Dante así me hizo quedarme a ver hasta donde llegarían, Dante tenía una gran erección, su pene era grande, quizá unos diez o doce centímetros, que es impresionante para alguien de nuestra edad, su padre estaba en bóxer únicamente, Dante no parecía molesto, parecía que estaba disfrutando de aquello.
– ¿Quieres la verga de tu papi?
– Sí – respondió Dante.
– Pídemela.
– Dame verga papi, quiero tu verga en mi boquita, por favor – Dante sonaba con una voz mucho más aguda, mucho más… femenina que su voz por lo general gruesa, no pude evitarlo y a través de la pequeña abertura de la puerta que daba justo a la cama, me empecé a masturbar viéndolos.
El papá de Dante lo bajo hasta tenerlo en su verga, Dante de manera casi instintiva le bajo el bóxer, la verga dura del señor de quizá quince o veinte centímetros, salió de golpe, Dante sin dudarlo ni un momento se abalanzo con su boca sobre ella, lo hacía como todo un experto, su papá gemía y Dante se atragantaba con la verga de su padre en la boca, a ratos se la sacaba para jadear y respirar, dejando caer un hilo de baba y liquido pre, su padre gemía sin parar, lo agarraba del pelo y jalándolo le miro a los ojos.
– ¿Eres mi putita?
– Sí papi soló tuya, por favor préñame.
El señor lo arrojo a la cama y abriéndolo de piernas le comenzó a lamer el culo para abrirlo al mismo tiempo que le metía un par de dedos intercalando sus dedos y su lengua e inclusive a veces metía todo a la vez, se puso sobre Dante y le dijo «¿Quieres que ya te la meta?» a lo que Dante respondió afirmativamente, su papá antes de metérsela, le dio una nalgada bastante fuerte que hizo gemir a Dante, para en seguida dejársela ir entera, así de un solo golpe ya estaba completamente dentro de su hijo, Dante gimió aún más fuerte, así comenzaba el famoso mete saca, y créanme amigos que su padre no le tenía ninguna consideración, le daba a un ritmo sumamente rápido y fuerte, a toda velocidad, el gemir de Dante se entrecortaba con cada embestida, solo se escuchaba el ruido de sus cuerpos golpeando entre si, la gran verga de Dante, se veía hermosa y se movía, al mismo tiempo que Dante se masturbaba, lo tenía con las piernas al hombro.
Finalmente se la saco, y camino fuera de mi área de visión jalando a Dante consigo me seguí masturbando porque aunque no podía verles sí que podía escucharles.
– ¿Listo?
– Sí, ya métemela de nuevo – escuché a la perfección como la verga de su padre se metía dentro de él, el inconfundible sonido de los fluidos entrando, seguidos del golpeteo de las nalgas de Dante contra su padre.
– Eres una zorra.
– Sí, lo soy papi.
– ¿Te gusta que te preñen no es así?
– Me encanta que me preñen.
– ¿Te masturbas pensando en tus amigos de la escuela verdad que todos ellos te preñan?
– Quiero que me preñen.
– ¿Quién quieres que te preñe?
– ¡Quimet! – En ese momento se me helo la sangre, había dicho mi nombre mientras se lo cogían, decía que quería que lo cogiera.
– ¿Por eso lo invitaste verdad para que te cogiera?
Dante fue arrojado de nuevo a la cama, dentro de mi poco campo de visión, pero ahora tenía un collar como de perro puesto y una correa que sostenía en el otro extremo su padre, el señor, cargo a Dante y lo puso en sus piernas de modo que el pecho del señor estaba contra la espalda de Dante, le agarro las piernas y lo cogía parado, diciéndole «Quiero cogerte frente al espejo» de modo que quedaron parados casi de frente a mí, en cualquier momento pudieron haberme visto, por suerte no fue así, la correa le daba la vuelta al cuello del señor quien la jalaba para ahorcar a Dante quien se agarraba de su cuello con ambas manos mientras tenía la verga de su padre dentro, lo empezó a coger inclusive más fuerte, «Di su nombre» Dante le hizo caso – Quimet, oh Quimet, por favor préñame, Quimet, vente dentro de mí, Quimet. Finalmente el señor se vino dentro de Dante y su semen escurría y Dante se había venido en su pecho, manchando su abdomen marcado y escurriendo de su propio semen, con la verga aún algo parada pero ya bajando, el señor con un dedo agarro el semen de Dante e hizo que Dante se lo tragara, yo me vine junto con ambos.
Después de aquello le saco la verga, lo beso bastante y le agarraba el trasero, se empezaron a vestir así que era mi señal para salir de ahí, por suerte todo mi semen cayó en mi propi mano, volví al cuarto y fingí estar dormido, al poco rato entro Dante y a pesar de la obscuridad, logre ver que a través de su short y por su pierna seguía escurriendo un poco del semen de su padre, yo fingía estar dormido, él se acerco a mí, parecía que me iba a besar pero al final no lo hizo y simplemente se acostó, finalmente yo igual caí victima del sueño y del cansancio de haberme masturbado tanto.
Excelente relato espero que sigas contando que paso
seguramente tiene mas para contar amigo saludos… 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉
Guau!! Que genial debe ser toparte con algo así y enterarte que le gustas a tu crush 😋