David, 16 años II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como recordaran en mi último relato les platique acerca de la relación que comencé con mi joven vecino de 16 años, ahora continuare con una segunda parte, relatando lo más posible de lo que vivimos desde que comenzó todo.
Los días transcurrían, David estaba a diario conmigo en el ciber, obviamente no todo el día pero si un muy buen rato, en cuanto nos quedábamos solos nos comíamos a besos, siempre intentando ser discretos y no hacer nada demasiado arriesgado, él era un chico bi, pero, de closet y aun no estaba listo para gritarle al mundo “miren él es mi novio”, lo comprendía, todos pasamos por esa situación, el temor al rechazo. Un día del mes de marzo me pidió que me quedara en su casa pues sus padres y hermana saldrían durante un par de días y él les invento una excusa para quedarse en casa, obvio acepte y me dejo una copia de las llaves de su casa para que entrara sin tener que estar tocando y esperando a que me abriera y sus vecinos se dieran cuenta de que yo estaba entrando, algo paranoico lo sé, pero bueno, así quería él.
Ese sábado pedí un descanso en mi trabajo y el domingo me presentaría normal.
Llegue a su casa cerca de la una de la tarde, sus padres ya no estaban, se habían ido hacia una hora, entre y como ya había entrado a su casa, me fui directo a su cuarto, estaba el en unos brief blancos, que le ajustaban un paquete totalmente hermoso, me vio entrar y solo sonrió, me mato, no pude más, me deshice de mi ropa y me lance sobre él.
D: Relájate amor, tenemos mucho tiempo.
J: nada, te ves tan lindo que te voy a comer, ya, ahora, sin miramientos.
D: Ok… jajaja, pues vas.
Comencé a lamer su bulto por encima de los brief blancos que tan mal me pusieron, hasta que no aguante, sin quitarle el interior saque sus testículos por una de las piernas y comencé a lamerlos, se veían muuuy bien, ligeramente rojitos porque me supongo se había acabado de depilar, colgaban y así los metía en mi boca, primero el derecho, luego el izquierdo, de nuevo, lamer la ingle, estaba el loquito, con el trabajo que le estaba haciendo en ese momento así que decidí pasar a lo que sigue, saque su pene también por la abertura de la pierna y comencé a comerlo, lamerlo, mojarlo totalmente, no podía dejar de hacerle esa felación probando su liquido pre seminal, algo salado pero no en exceso, aparte provenía de él, del chavo que me encantaba más que nada en la vida.
J: Te gusta?
D: continúa, no hables, tampoco puedo hablar, sigue… aaaaah…
Obviamente antes de salir de casa me prepare analmente muy bien, no quería sorpresitas desagradables, quería que siempre con el fuese perfecto, literalmente salte y pase de estar en cuatro lamiendo su entrepierna a estar encima de él totalmente ensartado en su pene, grueso, tan lindo y delicioso al tacto, su cara solamente pudo hacer una mueca de placer y sus ojos se abrieron al máximo, no me había dilatado mucho, solo un poco con el enema que me había hecho así que aunque me dolió, también fue riquísimo sentir perfectamente la cabeza de su pene rozando mi interior, adentrarse con tanta rapidez que solamente pudimos hacer un “aah…” al unísono pues no podíamos decir más nada.
D: aaaah, que rico, amor, eso se sintió delicioso, aaah súper ajustado, no aguanto más, tengo que hacerlo…
J: qué?
Solamente hizo que me levantara un poco para tener suficiente espacio para subir y bajar sus caderas metiendo y sacando su falo de mi ahora complacido ano…
Solamente gemíamos, nos besábamos, no había espacio para palabras, para nada más que sus labios con los míos y su pene en lo más profundo de mi ser, siendo uno, respiración, latidos, sudor, todo, en ese comento lo compartimos todo, no supe cuánto tiempo estuvimos así y no comprendo cómo pudo seguirse moviendo durante tanto sin cansarse para nada. El mayor placer llegó cuando se corrió dentro de mí, en ese momento me di cuenta de algo totalmente perturbador, no habíamos usado condón.
J: Chaparro, no usamos condón.
D: no te preocupes yo confió en ti totalmente.
Claaaro, cómo no? Si yo cogía si acaso 1 vez al año y siempre mis pruebas dieron negativo a cualquier ITS, pero él, en ese momento recordé todas las veces que me contaba de sus conquistas de fin de semana, como las había puesto y recuerdo que varias veces llegó preocupado pues había la probabilidad de que embarazara a la noviecita de turno por no usar condón, obviamente no dije nada de eso, pero el temor estaba, la semilla de una duda había nacido en mí y con lo que pasaría al día siguiente, aun mas…
El día entero lo pasamos desnudos, pero simplemente nos besábamos, acariciábamos, era idilio amoroso no sexual, todo fue totalmente perfecto y eso me gustaba, me hacía sentir que lo que teníamos era tan especial que él nunca había hecho esto con ninguna de las zorras de sus amiguitas. Cerca de media noche me tuve que ir pues al día siguiente tenía que trabajar y en casa no me había dado el permiso para quedarme fuera. Camino a casa iba tan distraído que casi me doy un golpe contra una lámpara del alumbrado, busque mi celular en la bolsa de mi pantalón, pero no estaba, lo único que encontré fue la llave de su casa, genial, el inteligente de yo había dejado el teléfono y cargado la llave… bueno podría ir al día siguiente a verlo temprano, antes del trabajo y sorprenderlo mientras aun dormía, pues sabía que dormía siempre hasta ya bastante tarde y tenía un sueño súper pesado, así que no despertaría hasta que su pene estuviera ya bien adentro de mí, un mañanero, pensé yo. Llegue a su puerta y entre rápidamente, para no ser visto por los vecinos, camine por la casa, no me preocupaba el ser visto, no había nadie más en la casa… o eso creía yo. Llegue a su habitación silenciosamente y abrí la puerta para entrar rápido, pero, a veces las cosas no son como uno quiere, casi resbalo y cuando vi en el suelo lo que me había provocado este accidente silencioso vi algo que no fue para nada de mi agrado, en el suelo estaba un condón obviamente usado y desechado después de haber cumplido su cometido… intente no pensar en nada me mi mente se saturo de ideas que no eran para nada bonitas… me acerque a la cama ahora vi que debajo de las sabanas se veía no una sino dos figuras recostadas, me acerque y con mis ojos totalmente húmedos levante su aun infantil sabana de los avengers, simplemente no pude más que callar.. Girar noventa grados hacia la puerta y retirarme, no sé si fue en automático que recogí mi celular que vi cerca de la puerta en un mueble para tv y que deje las llaves… en el mismo sitio, salí, baje escaleras, atravesé el patio del frente, llegue a la puerta de la calle y camine hacia mi trabajo, mi supervisor ya estaba allí.
D: Hola, que raro, tu llegando tarde… – vio mi rostro y- estas bien? Te ves muy pálido.
J: no me siento bien, comencé a sentirme algo mal ahora que venía para acá, será que puedo retirarme por hoy?, en verdad no creo poder trabajar hoy.
D: Claro que sí, puedes hacerlo. No te preocupes, cualquier cosa llámame.
Supongo que vio el dolor en mi rostro, sin embargo, no sabía que ese dolor no era físico.
Llegue a mi casa, apague el teléfono y me quede horas viendo hacia el techo, no Salí a comer, no hable con nadie por el resto de ese día. Esa noche tome una decisión y marque un número,
Supervisor: hola, Javi, que tal? Cómo te sientes?
J: un poco mejor, pero, tengo malas noticias, voy a tener que dejar el trabajo.
S: porque? Todo bien? Alguien en el trabajo te trato mal?.
Mi supervisor llevaba muy buena relación conmigo pues al llevar yo varios años y siempre haber sido responsable me había tomado afecto.
J: No para nada, pero es que… – en segundos invente una excusa algo tonta, pero me sirvió- por la escuela tendrá que irme a vivir a “XXX” ciudad.
S: Que mal, pero… que te parece si sigues con nosotros allá, recuerda que tenemos un par de sucursales allá y justamente el dueño me dijo hace un par de días que buscara un supervisor exclusivo para XXX pues por ser varias y tener poca supervisión, se han perdido muchas cosas y dinero, que te parece? Tendrías mayor flexibilidad de horarios y ganarías más.
J: Claro, me parece genial, a partir de cuándo seria?
S: A partir del martes.
J: Genial, entonces… – acordamos todos los horarios, lugares de trabajo y demás, cosas que no vienen al caso-
Ahora lo difícil era mi familia, tenía que decirles que me iba a ir. Les maneje la idea como que me habían ofrecido primero el trabajo y después había decidido irme a vivir a otra ciudad, raramente lo tomaron bien, al parecer el universo al fin estaba de mi parte.
Por medio de unos amigos conseguí un departamento contiguo al de ellos, rapidísimo, pues se llevaban muy bien con su casero y esa noche se me fue en guardar todo lo que me llevaría, el departamento estaba amueblado así que solo empaque ropa y mis aparatos eléctricos. El lunes mis padres me llevaron a mi nuevo hogar, no era gran cosa en realidad, pero era un nuevo comienzo o así lo vi yo.
30 minutos después que mis padres se fueron mi celular comenzó a sonar.
J: Qué?
D: Hola mi amorcito, perdón, ayer no te pude marcar, estuve bastante ocupado con la tarea, como estas?, pase a buscarte al ciber y no te vi.
J: si, es que ya no trabajo en el ciber.
D: por qué? Te corrieron?
J: no, oye, el sábado había olvidado mi celular en tu casa y me lleve la llave de tu casa, olvide regresártela.
D: imposible, porque te estoy marcando y…
J: y la llave de tu casa está junto al televisor…? Pasé a recogerlo el domingo temprano, pero estabas plácidamente dormido, así que no quise despertarte…
D: yo…
J: Ya, equis, no importa.
D: es que si importa yo te juro que…
Colgué, no quería seguir escuchándolo…
Continuara…
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