david el chico gay rosa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mariopas.
En mi trabajo yo era el encargado de la contabilidad y el dueño de la empresa tenía sus negocios sucios y con mi ayuda engañábamos al fisco, todo por estar enamora de el que es un hombre de 1.80 m de estatura, cuerpo atlético y una sonrisa tan linda, sus dientes blanco sobresalen de entre esa espesa barba que me vuelve loco y me provoca una erección cuando me guiña haciendo sonrojarme, el tiene una vaga idea de mi vida y sabe que soy gay pero no que me tiene enamorado, me invita a comer cuando anda de buenas también me lleva a mi casa cuando se nos hace tarde por equis razón. Lo amo en silencio.
un día de eso en los que terminamos tarde el trabajo, era viernes y por lo que escuche su novia le cancelo él se miraba molesto pero no le pregunte al respecto, me miro a los ojos y me dijo
enrique – chaparro vamos a cenar tengo hambre y tu también has de tener, que mal jefe soy que te trato como negro jajaja.
David – lo sé eres terrible como jefe tendrás que aumentarme el sueldo. (por dentro pensé maldito como te cancelo tu vieja soy tu segunda opción).
Enrique – vamos a sierra madre quiero una cerveza, hoy serás como mi morrita.
Diciendo esto me guiño tratando de disimular mi alegría y lo sonrojado que provoco su comentario solo le di una palmada en su espalda. Llegamos al sierra madre me encanta por que tiene luz tenue y ese día estaba algo vacio, algo raro ya que era viernes nos sentamos en una mesa con dos sillas, ver ese hombre tan varonil frente a mi sin poder decirle te amo fue tan terrible y ala ves tener que sonreír y seguir una plática tan trivial.
Enrique – jamás me has contado de tu vida obvio eres gay y como jamás me lo dirías me atrevo a afirmarlo , eres una de las pocas personas con las que disfruto estar, no sé como siempre te veo solo si eres muy agradable.
David – como es injusta la vida tu eres un promiscuo de primera y malísimo en tus relaciones , a un así siempre estás bien acompañado , no tienes idea de lo que es la soledad.
Soltó una carcajada, quería levantarme de mi silla y callarle esa risa con un beso y que el correspondiera a mi amor , paso una mesera atractiva y el miro su trasero mi corazón se rompió con esa pequeña acción de él, al llegar la cena el silencio fue grande creo que por el hambre que teníamos, ya cuando me llevo a mi casa puso su brazo en mi hombro sentí su fuerte brazo y su mano enorme también me llego el aroma de su loción.
David – así que hoy fui tu morrita jajaja :p
Enrique -al parecer. gracias por tu compañía eres muy buen amigo (volviendo a regalarme un giño)
David – tu también , mañana te veo.
Salí del su carro y con mi mano le dije adiós y el hiso lo mismo, pisando el acelerador vi como se alejaban las luces traseras de su auto y con ellas deje escapar un suspiro, esa noche soñé con él y empezó de la siguiente manera.
Regresando el tiempo en el momento en el que él me puso su mano en mi hombro, y al sentir su brazo sobre mi me desconcerté y voltee a verlo a los ojos, en ese momento el me atrajo con un movimiento hacia el plantándome el beso mas delicioso que jamás me avían dado sintiendo su barba de tres días en mi cuello con su aliento alcolico, era la mejor sensación que jamás abría imaginado y menos que fuera con el hombre hetero del que estaba enamora, me estrujaba con gran fuerza era un muñeco de trapo en sus manos y no deseaba escaparme de mi captor, lo amaba enserio lo amaba, en ese momento sentí que su mano bajo a mi trasero mientras me besaba el cuello dejando ciertas marcas en el, era todo un macho alfa y yo solo era de su propiedad , atrajo su mano a mi cara y metió un dedo en mi boca para que lo llenara de saliva y esta vez al bajar su mano metió el dedo anular, al sentir su dedo enorme entrando en mi ano mi piel se erizo y solté un sonido de mi boca y el aprovecho eso para seguir besando y mordiendo mis labios, yo estaba totalmente a su disposición estaba en shock por la situación , mis manos temblaban y no tenían nada de fuerza mi corazón a mil, al contrario de él que tenia la situación en sus manos, susurrando a mi oído (esto te encanta putita) mordiendo mi oreja y nuca, solo atine a seguir gimiendo calladamente, me soltó por un instante y dijo:
Enrique- entramos a tu casa?
David – si claro mejor vamos dentro
Enrique – ok no te muevas
Saliendo de su coche y abriendo mi puerta eso me enamoro mas de el, y mas que no le importara lo que pensaran de él si hacia eso conmigo, apenas cerrando la puerta de mi casa el me cargo rodeando con mis piernas su cintura y mis manos en su cuello fundidos en un beso que por mí no quería que acabara, se sentó en el sofá de mi sala con la luz de la luna asomándose por la ventana y yo seguía arriba, sus manos arrancaron mi camisa de mi cuerpo y mordió mis rosados pezones al punto de dejarlas totalmente rojos, adoloridos y mojados por su saliva, bajo mi pantalón hasta mi cadera dejando al descubierto mi trasero redondo, con una mano me agarro del cuello empujando mi cara hacia un lado dejando mi trasero a su dispocion de nuevo abriéndolo, esta vez me introdujo dos dedos yo trate de reclamar pero él con su fuerte brazo me hundió mas en el sillón, siguió jugando con mi ano escupiéndole de vez en cuando, acercó su rostro de nuevo al mío sin soltar mi cuello diciendo a hora si precioso serás mía
Me levanto cuidadosamente quedando él a mi espalda no sé en qué momento pero ya tenía su pene fuera de su pantalón y sentía que pasaba en medio de mis dos piernas ya que al ser tan delgado tenía un hueco entre las piernas, su pene casi quedaba debajo del mío que era muy pequeño al lado de suyo, empujo mi cuerpo hacia adelante quedando mis manos sobre el respaldo del sofá descanse mis rodillas en la orilla del asiento, con su puño serrado hizo que arqueara mi espalda dejando mi trasero mas levantado voltee mi rostro para ver parte del espectáculo y al macho que me estaba haciendo suyo, solo podía ver mi trasero, al levantar la vista vi sus manos sobre cada una de mis nalgas apretándolas como si se fueran a escapar de el, sus brazos llenos de venas y de su rostro solo miraba sus labios y unos pequeños puntos brillante que eran sus ojo que me miraban fijamente y atravesaban mis pensamiento o eso me imagine, apunto su pene en mi ya lubricado ano y empujo mi cuerpo no podía escapar de semejante semental no podía pararlo ya era de su propiedad, siguió entrando lentamente centímetro a centímetro ese venoso y caliente falo duro como piedra hasta chocar su pelvis en mi trasero, me sentía pleno y feliz, el me tomo de mi barbilla y mordió mi labio inferior diciendo ahora no puedes decir que no eres mía porque siempre lo has sido pero hoy lo estoy confirmando.
Terminando de decir esto me dio una envestida tan fuerte que no me dejo responder a su comentario y con su mano en mi cuello me hundió de nuevo pero ahora en el respaldo del sofá me mantuvo a si hasta que cada vez sus estocadas eran más fuertes vaciándose en mis intestinos, saco lentamente su pene de mis entrañas dejando un hueco enorme en mi mire como metía su pene de nuevo a su pantalón, yo totalmente mareado y atónito por lo vivido acercando su cara a la mía volvió a darme un beso.
En eso sonó mi alarma ya era sábado y ultimo día laboral.
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