De Carlos a Carla
El inesperado viaje de un chico hasta alcanzar su verdadero ser sexual.
Mi nombre es Carlos, tengo 30 años, esta es la historia de como terminé siendo Carla.
Llevaba casado casi 5 años, con mi novia de toda la vida, Maria, pero por su hermano mayor, Arturo, deje todo y me volví adicto a los penes, adicto a las vergas enormes.
Todo empezó desde pequeño, era un niño muy consentido por mamá pues papá nos abandono cuando tenía 2 años, así que mamá se encargo sola de mi, me sobreprotegia al punto de que no tenía amigos y solo iba de la escuela a la casa y en el barrio no tenia a nadie con quien jugar.
Gracias a que mamá era una mujer muy trabajadora, pudo ascender en su empresa llegando a tener un cargo muy importante, motivo por el cual nos trasladamos a un mejor barrio. Ahí conocí a Maria, la que iba a ser mi futura esposa, ella era una niña muy buena, nos hicimos amigos inmediatamente, ella tenía un hermano mayor 4 años que nosotros, 14 en ese entonces, Arturo, el era el típico bully del barrio, apenas me conoció y me apodo «nalgas locas», y es que por mi contextura (era un niño bastante gordito), tenía unas caderas enormes y unas nalgas sobresalientes, que al caminar se movían haciendo que tragara mis bóxer, dejando siempre como si tuviera tangas, motivo por el cual mis compañeros se burlaban, pero Arturo lo hacia de una forma diferente: a veces me nalgueaba fuerte y me apretaba las nalgas.
A. Gordo nalgon, siempre tentando con ese culo gigante, un día de estos vamos a estar solos y …..
Su hermana siempre me defendía, incluso llegaron a pelearse por mi, el decía que era solo molestando, pero el apodo que me había puesto ya lo conocía todo el colegio, e incluso sus amigos hacían lo mismo, nalguearme y apretarme las nalgas.
Pasaron los años y entramos a la universidad, al contrario de Arturo, que se había vuelto un joven gigantesco entrenando MMA y había abandonado los estudios, Maria y yo ingresamos con honores a la U, aunque todos sabían que eramos novios, la verdad, yo la veía más como mi hermana, la que siempre me defendía, y al igual que su hermano, ella también había entrenado MMA, lo que la hizo coger un cuerpo, por así decirlo «muy varonil». Yo por el contrario, me había afeminado bastante, gracias a Maria, sus mimos y protección, hicieron que me volviera aún más «debil» y dependiera de ella, mi cola siguió creciendo y ahora atraía muchas miradas, ahora sentía las nalgadas que me daban y me cosquilleaba el anito, aunque nunca había pensado nada de eso, el sexo para mi era desconocido e inexplorado, es más, no sentía particular atracción hacia ningún género, solo me sentía protegido con Maria, y por otro lado la extraña sensación que sentía en mi cuerpo cuando mis compañeros o el hermano de ella tocaban mis nalgas.
Después de nuestra graduación de la U, conseguimos trabajo fácilmente, ella en un laboratorio (ingeniera quimica) y yo en una compañía de transporte, como administrador.
Arturo, en una pelea callejera, había golpeado a un tipo de tal forma que quedó en estado de coma. La policía lo capturo y le dieron 10 años de cárcel.
El tiempo paso e inexplicablemente, Maria y yo nos casamos, ni siquiera nos habíamos dado un beso o algo así, simplemente ella quiso que viviéramos juntos, y mi madre dijo que debíamos casarnos para eso, yo se lo pedí y ella acepto, pero fue más como un juego.
Ya llevábamos 5 años de casado cuando mi mundo cambio por completo.
Un día, salí temprano de mi trabajo y llegué a mi casa, mi esposa tardaba un poco más en salir, así que decidí sentarme en la sala a ver la tele. Momentos después tocaron a la puerta.
A. Hola Carlito, esta Maria?
Y. Tu eres…. eres… Arturo?
No lo podía creer, si antes era inmenso, ahora lo era mucho más, llevaba una camisa sin mangas y sus enormes brazos llenos de tatuajes resultaban aún más, detrás de él estaban dos policías.
P1. Buenas señor, buscamos a la señora Maria A…, se encuentra ella en casa?
Y. No señor, pero en que le puedo ayudar? Yo soy el esposo de ella.
A. Jajajaj, en serio?
P2. Bueno bueno, cual es la burla, señor, le informamos, el señor Arturo A… de 34 años, se le concede hoy casa por cárcel, el señor nos da esta dirección como la dirección donde seguirá cumpliendo su condena, necesito que la señora Maria A… nos firme estos papeles para autorizar
Y. Ella no demora, pero esta es mi casa también, el señor Arturo es el hermano de ella, yo puedo firmar si uds están de acuerdo.
A. De verdad cuñado? Uuff yo si sabía que mis nal…. perdón que ud era una excelente persona.
Yo procedí a firmar los papeles, me explicaron de su condición y el dispositivo que tenia en su tobillo para poder rastrearlo, luego se fueron.
Y. No puedo creer que seas tu Arturo, estas enorme
El se abalanzó sobre mi dándome un abrazo, era la primera vez que hacía eso.
A. Gracias gracias gracias
Y. Jajajaja tranquilo, tu hermana va a estar feliz de tenerte, por lo que veo, te hiciste tatuajes, pudiste seguir entrenando?
A. MMA? No, pero si estuve alzando pesas, bueno, era lo único que había para hacer.
Y. Se nota, estas aún más enorme.
El me tomo la mano e hizo que diera la vuelta como una señorita.
A. Por lo que veo tu también estuviste haciendo ejercicio, tienes esas nalgas aun más grandes que cuando eras un niño.
Y diciendo ésto procedió a darme una nalgadas, la sensación fue maravillosa, gemi suavecito, mi cola empezó a cosquillear con más intensidad, me sonroje y solo pude balbucear una respuesta tonta.
Y. Jajaja, tan tonto, me crecieron de todas las nalgadas que me dabas jajaja
A. Entonces tengo que seguirlo haciendo, para que se vean más bonitas
Me decia esto sin soltarme, su mano agarraba toda mi nalga, tanteandola suavemente, yo me sentía increíble, su cara estaba cerca a la mía, sus labios carnosos invitaban a besarlos, yo estaba perdido en sus ojos mientras acariciaba sus enormes brazos. Pero en eso tocaron a la puerta. Inmediatamente se acabó el encanto, recordé que estaba casado y precisamente con la hermana de ese enorme ser que tenía enfrente, además de que era un chico y esa sensación jamás la había sentido con nadie más, procedí a abrir la puerta, era Maria.
Y. Hola Mari, te tengo una sorpresa
M. Hola Car, que será??? Jajaja
En eso salio su hermano, ella se tiro a sus brazos con lágrimas en los ojos, se quedaron un rato abrazados, algo dentro de mi empezó a sentir celos, o lo que sea que fuera, quería ser ella, quería ser Maria y estar abrazada a él.
Terminaron y empezaron a hablar, hablaron hasta altas horas de la madrugada, yo debía trabajar al día siguiente, así que fui a dormir, no sin antes ayudar a mi esposa a acomodar a su hermano.
Quedo en el cuarto de huéspedes, era un cuarto con su propio baño, por lo que estaría más cómodo.
Al día siguiente, me levante temprano para ducharme e ir al trabajo, en la sala estaba Arturo, estaba viendo tele.
Y. Buenos días, como amaneciste?
A. Aun no amanezco jajaja, estuve viendo tele después de que mi hermana le entró el sueño y dejamos de hablar, en la cárcel no hay tele y solo dormía y hacia ejercicio, así que no estoy muy cansado, quiero volver a saber del mundo así sea por este medio jajaja.
Y. Que bien, bueno, yo voy a ducharme para ir a trabajar.
A. Esa es una invitación?
Y. Como? A que te refieres?
A. Dices que vas a ducharte, me invitas?
Cada que decía algo así algo en mi afloraba, en mi cabeza quería decirle que si, pero sabía que estaba mal.
Y. Jajaja no digas bobadas, además debes de estar cansado de ver chicos y chicos duchandose.
A. Ninguno con esa colota
Yo me sonroje aún más, quería decirle que si, que me siguiera tocando las nalgas, que me enseñará lo que quisiera, pero no podía.
Y. Tonto jajaja, bueno, hablamos más tarde.
Ese día trabajar fue un martirio, pensaba solo en el, lo que me decía, sus enormes brazos, su enorme presencia, por una extraña razón me sentí más alerta a los otros tipos de mi trabajo. El primero fue el chófer de la ruta, sentí como sus ojos se dirigían a mi cola cuando entre a la van en la parte trasera y me agachaba un poco buscando un puesto, vi como por el retrovisor me miraba las nalgas, poniendo cara de morbo que quito al instante cuando me vio, yo solo sonreí, me gustó ver eso.
Luego al llegar a la planta, vi al guarda de seguridad que se quedó revisando mi maletin un poco más mientras aprovechaba de mirar mi cola, yo no me puse el maletin adelante, lo deje atrás y le dije que me ayudara a abrirlo, dándole más confianza de que me viera sin incomodidad. Por último a mi jefe, mientras le explicaba algunas cosas, me agache a recoger algo en el piso, dándole una vista amplia de mi trasero, voltee a verlo y estaba con su vista pegada a mi cola, algo que me encantó.
Al llegar a casa, estaba mi esposa y su hermano, sentados en la sala hablando, los salude a ambos, le di un pequeño beso a mi esposa, algo que siempre hacíamos, ella se levantó a preparar un café, yo le di la mano a Arturo y el me agarro llevándome hacia el.
A. Y para mi no hay un besito?
Mi calentura en ese momento paso a miles, claro que quería dárselo, pero no era correcto.
Y. No digas esas cosas por favor.
Pero en mi calentura pronuncie esas palabras en voz alta y en una especie de gemido que mi esposa se dio cuenta.
M. Que paso? Que no puede decir?
A. No, que la ducha en mi cuarto está dañada, le dije a Carlos que yo la arreglaba y el me dice que no diga eso, que el es el «hombre» de la casa y la va a arreglar.
M. Aahh jajajaj, con razón no te has bañado jajaja, pero usa la ducha principal mientras, cierto Car?
Y. Que? Ah, si si, claro, no hay problema.
A. Pues siendo así, paso a bañarme, me tienes ese café caliente y con pan hermanita jajajaja
Yo me quedé ahí helado, eso había sido muy arriesgado y peligroso, al rato paso Arturo cubierto solo de una toalla, su pecho y espalda también estaban tatuados, era demasiado musculoso, eso me impacto, quería tocar su enorme pecho, sentir la dureza del mismo.
Me saco de mi ensimismamiento mi esposa.
M. No te vas a cambiar?
Y. Ah? Si si, ya me cambio.
M. Yo voy a la panaderia, pensé que aún había pan pero no hay, no demoro.
Yo fui a mi habitación a cambiarme, al pasar por el baño estaba la puerta abierta, algo me llamaba a entrar, sabía que era algo que no debía hacer, pero entre, mi cabeza daba vueltas y casi grito al ver el monstruo que tenía Arturo entre sus piernas, puse mi mano en mi boca para contenerme.
A. Ah, hola nalguitas locas, que haces aquí?
Y. Yo..yo. yoooo, este, solo pasaba y no sabía que estabas aquí.
A. Y me necesitas para algo?
Y. No.no, digo… no, yo solo, ehhh, solo, voy a arreglar tu ducha.
No podía despegar mi mirada de su verga, era enorme, parecía un brazo extra que salía de su entrepierna. El vio que yo lo veía ahí, así que tomo su verga, aunque estaba flácida era enorme, mas de 5 veces la mía, lo veía como a un dios griego, empezó a golpear su verga contra su mano.
A. Si necesitas una mano, me avisas, yo tengo una buena herramienta para ayudarte, nalguitas locas.
Y. No me digas así por favor.
A. Te lo digo de cariño- fue acercándose, su verga empezaba a ponerse dura, seguía creciendo, era increíble, la veía ponerse dura ante mis ojos y aumentar aún más de tamaño, me empezó una mezcla de miedo y excitación, miedo de verla tan enorme, y excitado de tenerla tan cerca, rozo su verga contra mi brazo desnudo – así te decía cuando niños, siempre tentandome con este culote.
Y diciendo eso me agarro una nalga, yo gemi de placer, empece a rozar más mi brazo sobre su erecto pene.
A. Siempre moviendolo cerca a mi, gordo culon, como me encantaría romp…..
Pero en eso se oyó la puerta delantera abrirse, salí rápidamente de ahí.
M. Llegue, traje tu pan Arturo, Car, te traje donas.
Yo no sabía ni que hacer, estaba agitado, me encerré en mi habitación, sabía que lo que había sentido era malo, yo era un hombre, no podía tener esos pensamientos, y el era el hermano de mi esposa.
Ella entro a la habitación, me pregunto si me sentía bien y yo le dije que no, que me sentía un poco enfermo, que iba a dormir ya, nos despedimos y ella salió de la habitación a hablar con su hermano.
A la mañana siguiente me levante, vi que la luz del baño principal estaba encendida, pero no pensé nada, seguro a Maria o a Arturo se les había olvidado apagarla, entre y de nuevo estaba Arturo, completamente desnudo, su enorme verga se balanceaba entre sus piernas, era como un imán para mis ojos, de inmediato se fijaron justo en eso, y es que era monstruosa.
A. Oh, hola, de nuevo en esta situación, eh?
Pero es tu culpa nalguitas, por no arreglar mi ducha.
Y. Tienes razón, hoy mismo la arreglo.
Sin embargo no podía quitar mi mirada de ahí.
El empezó a agarrarla nuevamente, instintivamente relamia mis labios.
A. Es un buen aparato, sabes?
Yo estaba fijo en su enorme aparato, no podía contenerme más.
Y. Debe serlo, es enorme
A. Bueno, un poco, y me pica sabes? Desde que me lo pusieron.
Y. Ahh tu dices… si si, se ve incomodo.
Obviamente el hablaba de su tobillera eléctrica, aunque su mano seguía aferrada a su verga qu3 seguía aumentando de tamaño
A. Bueno si, puede parecer incomoda, pero después de un tiempo te acostumbras y puede que te guste.
Y. Se ve doloroso, pero me gustaría probarlo
Ahora si hablábamos de su enorme polla, pero usábamos la tobillera para ocultarnos.
A. Porque no me ayudas a moverla un poco, para aflojarla, me fastidia cuando esta así.
Yo inmediatamente me agache, su verga quedó a la altura de mi cara, tomé su tobillera y empecé a sobarla, mientras su enorme verga se sobaba en mi cara, la puse sobre mis labios, la tocaba con mi rostro como si fuera accidentalmente mientras tocaba su pierna disimulando con su tobillera.
Y. Así???
Decía moviendo mis labios recorriendo su polla en cada letra.
A. Siiiii, que bien.
En eso sonó el despertador de mi esposa.
Me levante inmediatamente.
Y. Creo que debo aflojarla un poco más, podemos seguir más tarde si quieres
A. Claro que si, si quieres probarla, buscamos como hacerlo.
Le guiñe un ojo y salí de ahí antes de que saliera mi esposa.
Y. Buenos días Mar, tu hermano está en el baño, creo que ya casi sale, hoy salgo temprano para arreglar su ducha.
M. Oh cierto, debemos arreglarla, hoy tengo una cena de negocios, y puede que este fin de semana salga a una conferencia con las demás chicas del laboratorio, yo te aviso por si debo empacar algo y me puedas ayudar.
Y. Claro que si, espero hoy arreglar eso de tu hermano para que se sienta más cómodo.
M. Me encanta que se lleven bien ahora, cuando éramos jóvenes no lo podías ni ver.
Y. Si jajajja (pensando) ahora es un placer verlo.
No se porque pero al ver semejante verga cerca a mi, poniendose dura por mi, despertó la hembra dentro mío, al tener un nivel de testosterona muy bajo, mi cuerpo era lampiño, sin embargo afeite los pocos que crecían en mi cuerpo, depile mi cola y por primera vez tomé conciencia de ella, me miré al espejo, tomé algunas fotos con mi celular, nunca había buscado o siquiera visto porno, pero teclee en el buscador «colas grandes», grande fue mi sorpresa al comparar los esculturales cuerpos de esas chicas con la foto que minutos antes me había tomado, no tenía nada que envidiarles, lleno de lujuria tomé una de las tangas de mi esposa y me la puse, al mirarme en el espejo nuevamente mi cola resaltaba aún más, se veía voluptuosa, enorme, redonda y firme. Sentí mucho orgullo y una especie de fervor por la forma en la que me veía, no podía creer que nunca me hubiera visto de esa forma, acomode mi ropa de «hombre» pero busque una camisa que me quedaba corta y un Jean apretado que resaltaba mi culo y mostraba un poco de la tanga por encima.
Arturo me vio así y casi se le cae la baba mientras desayunabamos junto a mi esposa.
M. Acaba de llamar mi jefe, si debo ir a la conferencia, así que me quedo otro rato alistando maleta, creo que la ruta pasa por ti en unos 10 minutos, iba a pedirte ayuda pero mejor desayuna, y nos vemos la otra semana entonces.
Y. OK, te voy a extrañar mucho.
Me pare a abrazarla, me levante de tal forma que le pudiera mostrar mi cola a Arturo, al subir mis brazos se levantó mi camisa dándole un perfecto panorama de mi trasero, voltee a verlo y le sonreí.
M. Si quieres hoy sales del trabajo y compras un tiquete para donde yo voy, pasamos el fin de semana juntos.
Mi ilusión se desvanecía, no sabía que excusa ponerle, pero entonces hablo Arturo.
A. No hermanita, y me voy a quedar solo? Ya había cuadrado con tu «esposo» tomarnos unas cervezas y recordar viejos tiempos jajajjaa
M. Esta bien, solo por no dejar que pases sólito después de tanto tiempo.
Y. Claro Mar, además quiero arreglar esa cosa de tu hermano… quiero decir, la ducha.
Lo dije mientras miraba el paquete de Arturo y le guiñaba el ojo, algo se había despertado en mi, quería agarrarle la polla y acariciarla, sentirla de nuevo en mi cara, sentir como su olor penetraba en mis fosas nasales y sentir el cosquilleo en mi anito.
En eso sonó el pitó de la van que me transportaba, me despedí rápidamente de ambos, quería comprobar algo con el conductor.
Salí y ya estaba el tipo esperándome, abrí la puerta del pasajero de adelante, nunca me había hecho ahí. El conductor se llamaba Germán y era un señor ya un poco mayor, tipo 45-50 años, pero conservado, a pesar de su trabajo, no tenía la típica panza de conductor, por el contrario, se veía un viejo bastante atractivo y en forma.
Y. Buenos días don Germán.
G. Uy doctor, se va a hacer acá adelante?
Y. Si, o le incomoda? Si quiere voy atrás
G. No doctor como se le ocurre, si no que es raro, como a ninguno le gusta hacerse acá.
Y. Tranquilo, de hoy en adelante le voy a hacer compañía, además hasta recoger al próximo es bastante lejos todavía.
G. Si doctor, como ud siempre se hace atrás, ese trayecto se me hace más largo.
Y. Si, lo que pasa es que a mi me gusta así, laaargo – lo dije mirando su paquete – para poder echarme una síestica jajajjaa
El me miró extrañado, sintió el morbo con el que dije «laaargo» y me sonrío
G. Menos mal que aquí adelante es bastante «largo» también… digo espacioso para que se sienta cómodo doctor
Y. Ay don Germán, no me diga doctor, dígame Carlo…. sabe que, acá entre nos, dígame Cari, yo se que vamos a ser muy buenos amigos.
Esto último se lo dije mirándole ya descaradamente a su paquete y mordiéndome los labios.
El se lo agarro y mirándome me dijo:
G. Muy buenos
Empecé a sonreírle y a hablar de la forma más coqueta posible, el arranco el auto.
Y. Como siempre me voy dormidito, nunca me había dado cuenta de lo «larga» que es… la carretera.
G. Jajaja, si, es bastante «larga» pero también es «ancha»
Y. Uy, debe ser muy excitante manejar en algo tan largo y ancho
G. Ud si lo sabe «manejar»?
Y. Nunca lo he intentado, pero me entraron unas ganas de cogerme esa carretera y cabalgarla… bueno, conducirla
G. Yo le puedo enseñar, cuando quiera nos damos una vueltica pero en mi carro propio, que en ese si podemos manejar como quiera en esta carretera.
Y. Eso sería muy rico, manejando en esa cosa tan grande… esa carretera pues, pero ud si le ha enseñado a manejar a chicos así como yo?
G. Pues no, pero para todo hay una primera vez, aunque dicen que los chicos así como ud aprenden a manejarla más rápido y les gusta más
Y. Yo si quiero aprender rápido, si solo mirándola me gusta, como se sentirá sentarme sobre ella jajaja
El tipo ya no se aguanto más todo el doble sentido y me agarro una pierna, sobandomela delicadamente.
G. Si quiere empezamos esta noche, me acompaña a dejar la ruta hasta mi casa y nos vamos en mi carro
Y. Y me enseña en su carro?
G. Claro, yo le enseño lo que quiera.
Y. Que rico, quiero que me enseñe a manejar esa palancota
Lo dije descaradamente mirando su paquete y agarrando la palanca de cambios de la van, moviendo mi mano de arriba a abajo, masturbando la palanca.
G. Uffff, ya no aguanto más…
Se iba a desabrochar el pantalón pero vimos que ya estábamos cerca del siguiente pasajero, una de las chicas de la oficina, así que nos tocó dejar todo así, fuimos recogiendo a los demás y en el transcurso ya guardamos silencio.
Al llegar a la planta, nos bajamos del auto y el me llamo.
G. Doctor!!
Yo fui hasta la ventanilla del conductor y con mi voz más sexy le dije
Y. Dime Cari, pero solo cuando estemos solos
G. OK Cari, entonces, esta noche?
Y. Yo te aviso, depende de si no sale otra cosa, pero si me muero por aprender a manejar esa cosota
El se sonrío y yo me fui caminando coquetamente.
Ahora era el turno del guarda, era un chico de unos 25 años, tenía cara de malo, de esos que entraron al ejército solo porque no quisieron seguir estudiando, y una vez terminado su servicio militar no quiso nada más sino ser guarda para poder seguir armado, era enorme también, un cuerpo trabajado en el gimnasio, siempre lo había notado coqueto con las chicas de la oficina, y nunca había caído en cuenta que esas mismas palabras y galantería las usaba conmigo, pero hoy lo pondría a prueba. Llegamos a la portería y deje que pasarán todos, el revisaba los maletines y el carnet de identidad, ya una vez estuvimos solos le dije:
Y. Hola Felipe, como estas?
F. Bien jefe, como esta ud hoy? Por lo que veo muy bien. Le está pegando al ejercicio? Porque está sacando unas piernotas jefe, con todo respeto jajaja
Y. Ejercicio y genética jajajaja, saque todo de mamá
Mientras giraba dándole un vistazo de mi trasero apretado en mi pantalon.
F. Ufff pues su mamá si estaba muy b…
En eso nos interrumpió la sirena para empezar el turno.
Y. Bueno, lo que necesito contigo, por eso espere que entraran todos, es que hagamos un reporte de seguridad sobre el proceso de entrada a la empresa.
F. Si, perdón jefe.
Y. Tranquilo, cuéntame, como es el proceso, que haces tu cuando la gente va a ingresar.
F. Pues jefe yo por lo general reviso el carnet, le pongo la maquinita y luego reviso el bolso, y pues eso seria todo.
Y. O sea, no revisas a las personas?
F. No señor, no se tocan.
Y. Pero tu sabes como requisar, cierto?
F. Claro que si.
Y. Bueno, enséñame como lo harías
El se acercó tímidamente, empezó a tocarme los costados del pecho suavemente, luego puso su mano sobre mi pecho tanteandolo y fue bajando lentamente.
F. Pero para poder requisarlo bien, debe estar de espaldas a mi.
Yo voltee y empecé a parar un poco mi cola, el se fue directo hacia ella, primero con movimientos lentos y suaves, luego me agarro las nalgas bruscamente separándome las piernas, me tocaba desaforadamente, empezó a bajarme el pantalón.
Y. Ay pero así tiene que ser?
F. Si de pronto lleva un arma?
Y. Los tendrías que revisar por delante también, no?
F. Pero si están así como ud no es necesario, pueden guardar muchas cosas en un culo como estos
Empezó a bajarme el pantalón, mostrandole el inicio de la tanga que tenía puesta cuando tocaron a la puerta del puesto de la portería.
Y. Demonios!!!
Me acomode y Felipe procedió a abrir, era una de las chicas de seguridad en el trabajo.
C1. Buenos días, Felipe, ahora vienen a dictar una capacitación, te envié el correo para autorizar el ingreso.
F. Si señorita, estábamos coordinando la nueva modalidad de ingreso, y ya iba a revisar el correo.
Y. Bueno Felipe, entonces seguimos practicando el proceso para la salida, creo yo.
F. Si claro, por supuesto jefe, lo voy a estar esperando
Y. Me gustó mucho la forma en que empezó a hacerlo, pero necesitamos practicarlo más, y necesito saber si esa arma esta bien cargada.
Le dije esto mirando descaradamente el enorme paquete que se le había formado por la situación anterior.
F. Cargada y lista para proteger la empresa jefe jajaja
Salí con la chica que quedó completamente inocente de todo.
Me sentía tan femenina, tan hembra, tan puta… había provocado a 3 hombres ya, y podría decir que en solo mi primer día y al primer intento.
Continuará….
Espero continúes pronto, me encantó 😍
innecesariamente largo