• Registrate
  • Entrar
ATENCION: Contenido para adultos (+18), si eres menor de edad abandona este sitio.
Sexo Sin Tabues 3.0
  • Inicio
  • Relatos Eróticos
    • Publicar un relato erótico
    • Últimos relatos
    • Categorías de relatos eróticos
    • Buscar relatos
    • Relatos mas leidos
    • Relatos mas votados
    • Relatos favoritos
    • Mis relatos
    • Cómo escribir un relato erótico
  • Menú Menú
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (13 votos)
Cargando...
Gays, Incestos en Familia

DE COMO INICIÉ AL HIJO DE PADRASTRO DE 4

Le comencé a bajar los pantalones y su ropa interior lentamente y pude ver como asomaban unas nalgas blanquitas, redonditas y de tamaño pequeño (una sola mano mía abarcaba gran parte de su culito). He de decir que era de tez más clara que yo, por lo que se podía notar el contraste entre nuestros cuerpos….

Todo transcurrió hace ya años, cuando yo tenía 12 (ahora tengo 28) y terminaban las clases escolares, por lo que el verano ya había empezado. En esa época, mis padres estaban separados por lo que ese verano nos quedábamos mis hermanos y yo con mi padre y luego en invierno volvíamos con mi madre. Un día mi madre que vivía con su pareja y quien fue nuestro padrastro durante gran parte de nuestra infancia, me pidió si podía cuidar por unas horas al hijo que había tenido con esta nueva pareja, es decir, mi hermanastro, que tenía 4 añitos para aquel entonces, porque todos trabajaban y no lo podían dejar solo. Le dije que sí.

He de decir que yo para esa edad ya sabía lo que era el sexo y la masturbación, y me la jalaba constantemente cuando me quedaba solo. Era un adolescente muy caliente para mi edad ya que ya había probado pito años atrás, pero esa es otra historia. En cuanto a físico, siempre he sido un chico delgado, de estatura media (175cm) y cabello oscuro. Ahora me considero más bien un chico atlético.

Todo lo que tenía que hacer era ver que mi hermanastro estuviera bien, darle el biberón que ya estaba preparado y poca cosa más. Lo describiría como un nene delgadito, cabello castaño claro que con el paso de los años se fue oscureciendo y de tez blanquita. Él se la pasaba viendo dibujos animados en el sofá y yo a su lado también mirando la tv. Hasta que, en una de esas, se me pasó por la cabeza como se debía sentir que alguien te de una mamada. Se me puso dura instantáneamente solo de pensarlo y una descarga eléctrica sacudió todo mi cuerpo, como de nervios y excitación.

Por lo que me bajé los pantalones y los calzoncillos saliendo disparada mi polla, se la puse a la altura de su cara y le dije que la chupara. La verdad es que, era un nene muy obediente y tranquilo, simplemente se la metió en su minúscula boca sin rechistar y sin saber que era lo que estaba chupando, luego con el tiempo supo que eso era la herramienta que los hombres usaban para divertirse y que podía jugar con ella solo cuando estábamos solos.

Cuando se la metí en la boca, se notaba la falta de experiencia, obviamente porque todavía era un crío; podía notar como sus dientes chocaban con mi glande y me lastimaba. Mi polla me mide 17cm, en esa época algunos cm menos seguramente, y es de grosor normal; sin embargo, a su lado parecía enorme. Eso sí, el sentir su boquita húmeda y calentita encerrando mi miembro lo compensaba todo. Así estuvimos no por mucho tiempo, porque luego se me ocurrió la idea de probar ese culito. Así que le dije de ir a la cama para estar más cómodos, lo cogí de una mano y lo llevé a la habitación, nos acostamos y lo puse mirando hacia la pared y yo detrás. De repente, otra vez me inundó una sensación de excitación y lujuria.

Recuerdo que llevaba una camiseta blanca y unos pantaloncitos cortos amarillos de esos que tienen un elástico y no tienen cremallera. Le comencé a bajar los pantalones y su ropa interior lentamente y pude ver como asomaban unas nalgas blanquitas, redonditas y de tamaño pequeño (una sola mano mía abarcaba gran parte de su culito). He de decir que era de tez más clara que yo, por lo que se podía notar el contraste entre nuestros cuerpos. Él solo se dejaba.

Entonces sin decirle nada, me embadurné de saliva la punta y le puse un poco en la entrada de su culito. Dirigí la punta de mi miembro hacia esa cuevita y poco a poco mi polla se iba abriendo paso por sus 2 nalgas llenas de colágeno, apretaditas y vírgenes. Era como estar en el cielo. No me podía creer que un nene de 4 años estuviera dándome placer. Y él sin decir nada, parecía que le gustaba, más tarde me di cuenta de que era lo que más le gustaba que le hiciera.

Estuve pasando mi polla entre sus nalgas durante unos minutos en un movimiento de vaivén que hacía que entre la mezcla de saliva y el roce de sus nalgas con mi miembro se produjeran como pequeños chasquidos.

En un momento dado, decido, con mi poca experiencia, empujar con un poco más de fuerza mi polla en diminuto ano; pude sentir como la puntita entró. De repente noté que pegó un salto y soltó un “au, au, au…” y comenzó a llorar. Por un momento me asusté, entonces se zafó de mi polla y se levantó de la cama retorciéndose de dolor. Yo le comencé a acariciar la barriguita mientras le cantaba la canción del “sana, sana, culito de rana…” (esa que te cantan cuando te hacías daño cuando éramos pequeños) diciéndole que ya estaba, que no lo volvería a hacer y que no llorara más, entonces lo volví a acostar. Poco a poco se le fue pasando el dolor, luego solo me dediqué a frotarle mi verga entre sus nalgas hasta que me vine/corrí.

Esa sensación fue increíble; notar como se me hinchaba la polla para luego inundarle todo su culito de leche mientras sentía sus suaves y delicadas nalgas apretándome todo el miembro, mientras mismo tiempo un aroma a ropa limpia mezclado con el aroma de su cabello me venían a la nariz. Estaba tan caliente y excitado que debí descargar litros de leche en ese culito como si nunca me hubiera corrido antes. Podía sentir como los chorros de semen le caían de entre sus nalgas.

Luego de semejante eyaculación, le limpié el culito y le subí de nuevo los pantalones y nos fuimos a ver la TV.

Le dije que sería nuestro secreto y que no se lo debía contar a nadie. Él solo asentía con la cabeza.

Ese día fue la primera, pero no última vez que jugábamos a juegos de adultos y parece ser que después del mal ratito que pasó, al final le acabaron gustando los juguetes que esconden los hombres entre las piernas.

Este es mi primer relato por aquí. Espero les haya gustado.

NOTA: este relato puede ser ficticio. La veracidad queda a disposición de la imaginación del lector.

Tl: @milor19

Peace and love y hasta la próxima.

96 Lecturas/16 octubre, 2025/0 Comentarios/por Lucifer0000
Etiquetas: culito, hermanos, hijo, madre, mamada, padre, semen, sexo
Compartir esta entrada
  • Compartir en Facebook
  • Compartir en X
  • Share on X
  • Compartir en WhatsApp
  • Compartir por correo
Quizás te interese
MI "PAREJA" A QUERIDO SER CORNUDO, YA LO ES, HE SIDO SOMETIDA POR UN MACHO DOMIANNTE Y CORNEADOR DE MI 2PAREJA"
Alex, mis mejores años en la adolescencia 2
INICIANDOME EN EL SEXO A LOS 9 AÑOS (SV)
Las gemelitas
una noche de camping
La visita del tío mateo (parte 2)
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.

Buscar Relatos

Search Search

Categorías

  • Bisexual (1.264)
  • Dominación Hombres (3.776)
  • Dominación Mujeres (2.821)
  • Fantasías / Parodias (3.034)
  • Fetichismo (2.517)
  • Gays (21.494)
  • Heterosexual (7.764)
  • Incestos en Familia (17.468)
  • Infidelidad (4.315)
  • Intercambios / Trios (2.997)
  • Lesbiana (1.118)
  • Masturbacion Femenina (875)
  • Masturbacion Masculina (1.740)
  • Orgias (1.915)
  • Sado Bondage Hombre (429)
  • Sado Bondage Mujer (168)
  • Sexo con Madur@s (4.003)
  • Sexo Virtual (248)
  • Travestis / Transexuales (2.348)
  • Voyeur / Exhibicionismo (2.366)
  • Zoofilia Hombre (2.143)
  • Zoofilia Mujer (1.637)
© Copyright - Sexo Sin Tabues 3.0
  • Aviso Legal
  • Política de privacidad
  • Normas de la Comunidad
  • Contáctanos
Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba Desplazarse hacia arriba