DE CÓMO ME INICIÉ EN EL SEXO

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por juanside.
Mi nombre es Juan actualmente tengo 25 años, mi complexión desde que tengo memoria ha sido delgada, no soy musculoso pero tampoco soy demasiado delgado, soy de tez morena, mis ojos son cafés oscuros, digamos que no soy muy guapo pero mucho menos feo, en fin, soy bastante normal, como la mayoría.

Tengo recuerdos de mi niñez que me hacen pensar que mi gusto por los hombres se despertó desde muy temprano en mi persona, cuando yo iba en la Escuela Primaria, por cierto soy de México, me llamaban la atención los niños más grandes, porque ahora les contaré mis primeras experiencias con el sexo.

Mi abuela se alivió muy joven de mi mamá, por la misma razón, ni una de los dos es muy grande de edad, mi abuela tuvo un segundo esposo, que se llamaba Mario, para ese entonces yo tendría como 7 años de edad cuando él comenzó a vivir en la casa de mi abuela que estaba a lado de la nuestra. Supongo que él vio algunas características en mí que le hizo suponer que yo tenía tendencias homosexuales, por que déjenme aclarar, no me distingo por ser muy afeminado, mis gustos no se los he confesado a nadie, y es muy seguro que pocos sospechen, bien como les decía, Mario era un hombre como de 43 años de edad, un poco alto, de piel más clara que la mía y la verdad era un señor muy bien cuidado en su aspecto, no era nada feo, se veía muy distinguido y varonil, la verdad era un hombre apuesto, mi abuela siempre ha gustado de vivir con hombres más jóvenes que ella, aunque la diferencia de edad entre ellos era como de 7 años más o menos.

En mi casa vivíamos mi hermana mayor mi madre y yo, porque mi papá tenía otra familia, y en la casa de mi abuela solo ella y Mario, en una ocasión a mí me dejaron jugando en la casa y Mario se quedó en su habitación, entonces yo fui a su cuarto porque me sentía solo y tenía curiosidad de ver que hacia mi abuelo, entonces llamé a su puerta y me dijo que pasara, le pregunté qué hacía y me dijo que estaba viendo una película para adultos, que era mejor que me retirara porque podrían llegar y regañarme, después me dijo que me quedara pero si escuchábamos que llegaban me fuera corriendo a mi cuarto, dije que sí, fue la primera vez que vi escenas pornográficas. No sé por qué, pero no me dejaran mentir, aquellos que sienten un tipo de excitación desde muy pequeños cuando ven esas imágenes sexuales, algo así me pasaba, sentía algunas cosas en mi interior por la situación en que me encontraba con mi Mario, bueno, entonces él me pide que me acerque más a su lado y me pregunta si quiero ver su pene, yo no supe que decir solo asentí con la cabeza, entonces él se baja sus pantalones y deja salir un pene que en ese entonces yo veía enorme, ahora puedo decir que he visto más grandes, y me dice que lo toque, yo lo hice porque realmente me sentía a gusto haciéndolo y tenia deseos de hacerlo, su pene era de un tono moreno, grueso, quiero creer que como de 16 cm, con una mata de pelos en la parte superior que me gustaba mucho. Sin embargo escuchamos ruidos y yo salí corriendo muy espantado a mi casa.

Ese fue el inicio de muchas cosas que hice con Mario, aprovechaba situaciones para que me sentara en sus piernas y sintiera lo duro de su verga, me fui acostumbrando a esa sensación tan agradable que me punteaba en la parte de atrás y de vez en cuando, tocarlo, acariciarlo, por eso los hombres comenzaron a gustarme más. Recuerdo una ocasión en especial, quedamos solos nuevamente me llamó a su cuarto, me dijo que tomara su pene, yo lo contemplaba con admiración, jugaba con su vergota y le decía que parecía un plátano, su aroma me embriagaba, aquel que haya tenido una buena verga en sus manos sabe de qué hablo. Me dijo que me recostara, me bajo mi shorcito y comenzó a tocarme mis nalguitas, me escupió el culo y entonces me dijo que me relajara, de repente comencé a sentir que empujaba con su verga mojada, la verdad me dolió mucho por que sentí que me abría el ano muy fuerte, entonces comencé a llorar y no pasó nada más.

Eventualmente mi abuela se separó de él, uno de los hombres con que se juntó fue Arturo, que era más joven que ella, de nuevo, ahora yo tendría como 13 años, aunque recordaba todo lo que había hecho con Mario, no había intentado nada mas con nadie, aunque si algunas cosas pero sin importancia realmente, pero como supondrán, Arturo comenzó a llamarme la atención de nuevo, porque en ocasiones se paseaba en boxers y me excitaba, comenzaba a imaginar cosas y creí que podía tener mi primera relación sexual con un hombre. Él tendría como 40 años, era moreno, anque menos atractivo que Mario, de complexión regular, no era musculoso pero tampoco gordo.

Llegó a la casa de mi abuela un poco ebrio porque no vivía ahí pero se quedaba días sobre todo cuando bebía, solo me encontraba yo, le dije que pasara y que sería mejor que se acostara, me dijo que si, desde ese momento comencé a sentirme muy nervioso, me quedé en el cuarto para conversar con él, yo le insistía en que se acostara para descansar el accedió y entonces me recosté a su lado, mis acciones fueron obvias y él lo notó, me puse de lado y él se acomodó detrás de mí y me preguntó ¿quieres que te coja? No le dije nada, se bajó el pantalón y vi su pene semi erecto, ha sido el más grande que he visto e inmediatamente comencé a tocarlo pero después se detuvo y me dijo que lo que hacíamos no estaba bien, entonces le dije que mejor se diera un baño, él dijo que si y se metió a bañar,

mientras yo lo espiaba en una rendija y vi como su pene crecía en tamaño mientras se bañaba, mi corazón latía muy fuerte, entonces el me llama y me dice si puedo pasarle jabón porque no había y abre la puerta y puedo ver su pene completamente erecto, y me dice que se le paró por lo que me acerqué y comencé a agarrarlo, era muy grueso y moreno, con una cabezota roja enorme que era lo que más me llamó la atención, también tenía muchas venas, debía medir como 18-20 cm, y me dice: chúpalo, ni siquiera lo pensé comencé a meterlo a mi boca, sabia delicioso a limpio, abría mucho mi boca debido a su grosor y comencé a mamar y mamar, trataba de meterlo todo lo que podía en mi boca aunque no cabía completa.

Entonces me dice que me la va a meter pero que no dijéramos a nada a nadie que todo quedaría entre nosotros, nos fuimos al cuarto y me preguntó si ya había estado antes con alguien, le dije que no que sería la primera vez, entonces me dijo que fuera por un poco de crema, fui y tome un poco en mis dedos, yo sabía para que la quería entonces me unté de una vez en mi ano y le puse un poco más a su pene mientras subía y bajaba el prepucio que recubría la cabezota que parecía un champiñón. Me acomodó en la orilla de la cama y comenzó hacer presión para meterme su verga, yo he leído en muchos relatos de aquí que antes de hacer esto los hombres les meten el dedo para prepararlos, pero eso no es cierto, al menos no los hombres heteros (digo heteros, porque muchos hombres cogen con otro simplemente por sexo sin volverse gays, lo digo por experiencia), a mi comenzó a dolerme al principio porque era mi primera vez y porque su pene era bastante grueso, entonces me quejé un poco y me dijo que me relajara más, pero él estaba muy excitado también y por ratos hacia mucha fuerza para que entrara, hasta que finalmente entró toda, sentía mi culo muy abierto, me dolía pero también me gustaba y se lo dije, entonces comenzó a cogerme en esa posición, sus arremetidas eran suaves pero profundas, muy profundas, tanto que quedaba parado con las puntas de sus pies, estuvimos así un rato y me subió por completo a la cama, en esa posición me comenzó a coger de nuevo yo boca abajo y el encima sentí todo su peso y me quito completamente mi ropa interior, para que pudiera abrir más mis piernas, el me abrió con sus manos y me la dejo ir de un solo empujón, por lo que me arquee un poco y solo di un leve quejido pero ya no me dolió mucho, sentía como su verga entraba y salía de mi culo cada vez más rápido, repetía lo mismo me la sacaba y como me tenía con las piernas bien abiertas me la metía toda su verga,

Lo hizo como cinco veces yo solo gemía en parte por dolor y placer también, me preguntaba si me gustaba lo que me estaba haciendo y le decía que sí que me gustaba mucho, incluso le pedí que me la metiera más rápido y el acelero un poco más sus movimientos, me la enterraba toda y le decía que con cuidado que podía lastimarme, tenía como ganas de querer ir al baño ustedes saben, pero me aguantaba, la sensación de tener a un hombre taladrándote el culo es muy rica, así como estábamos el me besaba la espalda, nunca en la boca porque no era gay, y yo tampoco quería besarlo, solo quería saber que se sentía tener una verga enterrada en el culo.

Ya estaba hecho, al fin me habían cogido y me había gustado mucho, aún recuerdo que me decía ¿quieres ver? Y trataba de girar mi cabeza para ver cómo me cogía, él estaba todo desnudo y con gotas de sudor en su cuello y pecho, bajé más la mirada y pude ver como ese trozo de carne morena entraba y salía de mi culo cada vez más rápido aprovecho ese momento y saco su vergota de mi culo para que pudiera verla, su glande se veía morado y las venas mucho más marcadas, nunca olvidare esa vista, me la volvió a meter de nuevo hasta la mitad y la sacaba de nuevo, hasta que otra vez me la enterró un poco violento y grité pero en vez de sacarla me comenzó a penetrar ahora si mucho más fuerte y rápido, yo solo abría mi boca y separaba con mis manos mi culo para que el me hiciera todo lo que quisiera, le decía que me gustaba mucho y sentía su respiración en mi oreja, entonces me dijo que se iba a venir que sintiera su leche y eso significaba que podríamos seguir haciendo eso siempre que yo quisiera pero sin decirle nada a nadie, eyaculó en mi culo y sentí sus arremetidas fuertes y muy hondas, sentí como cuatro disparos que me llenaron el culo de semen, gire de nuevo y vi cuando sacó su pene que aun goteaba leche y comenzaba a perder tamaño, mientras me dejaba con una sensación de tener el culo muy dilatado.

Estas ha sido algunas de las experiencias que he tenido, si gustan comentar pueden hacerlo para ver si me animo con otro, gracias y saludos.