De cómo mi amigo Al. un año mayor, y yo, lo hicimos por primera vez en nuestra adolescencia.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Era un día completamente normal. Yo estaba en mi chalet, con 14 años, recién llegado de entrenar a tenis, serían sobre las 18:35, cuando mi madre y mi padre me dijeron que se iban a tener que ir este fin de semana a casa de unos amigos que vivían en otra ciudad a unos 50km de la que vivo. Aquello me puso muy contento porque mi hermano iba a irse con a casa con su novia e iba a quedarme solo un fin de semana entero.
Nada más saber la noticia, le dije a mi amigo Al. que si quería venir el finde a dormir a mi casa, y así jugábamos a la play, veíamos porno, nos masturbábamos juntos, y todo eso que solíamos hacer los chavales de mi edad a nuestra edad, nada más que pajearse con un amigo, no había mala intención. El pidió permiso a su familia y le dijeron que sí podía venirse. Poco después mis padres me dijeron que si yo me podía hacer cargo de mi primo A., cinco años mayor que yo (ya he hablado de el en otro relato), que sus padres esa noche no podían hacerse cargo de el, y les dije que ningún problema.
El caso, es que el viernes por la noche, ya cuando mi primo se había duchado y estaba jugando con mis muñecos de Lego, decidí irme a la ducha, y Al. se vino conmigo, ya que al entrenar juntos nos duchábamos a la vez, cosa muy normal entre nosotros. Me desnudé y me metí en la ducha. Cabe decir que yo me hacía pequeños diseños triangulares con mi vello púbico, ya que analmente estaba depilado, y el resto del cuerpo igual. Cuando me estoy terminando de jabonar el pelo, Al. agarró y se empezó a desnudar. El era de mi estatura aproximadamente, depilado, algo regordete, con un culito respingón y no muy agraciado de cara, porque tiene pequeñas manchas blancas en ella, que era quizá lo que más me gustaba de él.
Nos metimos en la ducha, y hubo un roce entre nuestros penes, nos miramos fijamente y surgieron chispas. Pero estábamos con la puerta abierta, como es obvio no nos vamos a empezar a tocar frente a mi primo.
Tras secarme la melenita a lo Beatles que tenía yo por aquél entonces, Al. salió de la ducha y comenzó a restregarse la toalla por el cuerpo, para quitarse todo el agua, lo que a mi me estaba poniendo muy caliente porque veía como su pene bamboleaba de un lado a otro. Yo me estaba dando crema por todo el cuerpo y sentía como de repente la mano de Al. pasaba por mi espalda desnuda y por mis nalgas, incluso tocándome el ano. Le dije que parara porque estaba mi primo en frente y no me apetecía que nos viera tocarnos.
Ya cenados, mandé a mi primo A. a la cama, le acosté, le hice un pequeño masaje de pene como ya era habitual en nosotros, para que estuviera relajado y se durmiera tranquilamente, y Al. y yo, M., nos fuimos a mi habitación. Puse la radio porque había un programa de sexo en un dial de la misma, y le dije que si quería escucharlo, me dijo que si. Se vino a mi cama, nos tumbamos boca arriba, y de repente empiezo a observar que Al. se estaba poniendo, que su bulto estaba subiendo. Por aquél entonces ya nos medía alrededor de 14-15cm y un grosor de 2cm. Me acosté de lado, apoyando mi cabeza sobre su pecho, porque se estaba cómodo y comencé a deslizar una mano bajo su pantalón del pijama, notando cómo su pene había crecido y le empecé a acariciar la punta, bajándole el prepucio y subiéndoselo lentamente, cuando de repente me agarra la cabeza y me empieza a dar un beso.
En tanto, el ya estaba sin el pantalón del pijama, ya que dormíamos sin ropa interior, y mi melena despeinada porque me agarraba la nuca a la hora de besarme. Decidí llevar yo las riendas de la situación, y lentamente a la vez que le masturbaba el pene y le acariciaba el ano, le iba besando el cuerpito de adolescente que tenía, por todos lados, no me dejaba ni un mm. de cuerpo sin besar (cuello, orejas, pecho, pezones, tripa, cadera…) hasta que llegué a su miembro, y comenzaba a darle pequeñas lamidas. Seguía yo con mi juego y su erección se acentuaba más. Yo comencé a mamarle bien rico, y suave, para que fuera todo mucho más pasional. Bajé a sus huevos y se los lamí mientras le masturbaba muuuy lentamente. A veces le daba pequeños mordisquitos en el glande que hacían que se pusiera mucho más cachondo.
Ya era mi turno y decidí subir mi pelvis a su boca, para que me chupara mi polla lentamente mientras yo movía las caderas. Mi pene comenzó a crecer rápidamente, y eso que ya estaba cachondo de antes, y e empezó a chupar la punta, hasta que de repente, SE LA METIÓ ENTERA. En las mamadas que había recibido en mi corta adolescencia, tanto de chicos como de chicas, no había recibido nunca una deepthroat. A la par que me la chupaba, yo estaba jugando con su pene y masturbándolo, haciendo presión, etc, Como mi cuerpo aún tenía algo de crema, Al. me metió un dedo en el ano, por lo que la mamada fue muchísimo más placentera.
Le dije que iba a hacer algo que jamás había hecho el antes. Quité la pelvis algo peludita de su cara, y la bajé sobre su polla. Me estuve frotando el ano con ella durante más o menos 5min, hasta que me lo metí dentro y comencé a cabalgar como si de una amazona se tratase, y su cara era todo un poema, estaba en el 7º cielo. Me giré, me puse de espaldas a el, y aparece mi primo por la puerta. Nos vio en pleno acto, y dijo que quería probar lo que estábamos haciendo. Cambié de nuevo de postura, a la anterior, y A. se puso con el ano sentado de piernas abiertas sobre la cara de Al, para que le lamiera el ano que como ya conté, dilaté en su momento. Mi primo gemía, yo también, y Al estaba en la gloria. Yo le tocaba el pene a mi primo, se lo masturbaba y chupaba, y le daba algún pequeño beso en la boca, porque el me lo pedía, que le gustaba.
Decidimos entre todos que era hora de que otro ano fuera penetrado, y elegimos el de A. Se puso a lo perrito, a 4 patas, y Al. y yo decidimos chuparle el ano y los testículos y el pene a la vez, hasta las bocas de Al y mía se juntaron a la hora de hacerle una mamada conjunta a mi primito pequeño. No podía creer lo que estaba pasando. Me dispuse a salivar bien su hoyito rosadito y a meterle el glande para que poco a poco se fuera acostumbrando al grosor de mi polla. Al seguía mamándosela y y yo le penetraba lentamente, para gozar de ese momento tan placentero que teníamos entre las manos.
Mi primo llegó al orgasmo y expulsó algo de líquido preseminal en la boca de Al. Mi primo decidió irse porque estaba cansado, y Al. y yo seguimos "jugando". Así llegó el turno en el que mi amigo del alma fuera penetrado por el ano. Se lo comencé a chupar, y a jugar con mi lengua, haciendo presión, introduciéndosela, sacándola, etc., a la par que le masturbaba el pene algo más gordito que el mío. Me dominó el. Se la introdujo toda de golpe, lo que quería decir que ya no era virgen, y comenzó un movimiento pélvico que casi hace que me corra, porque se movía como si de una chica se tratase. A punto de llegar al orgasmo, le dije que me gustaría que me penetrara de nuevo. Así lo hizo y poco tiempo después, tras muchos besos y muchas caricias en nuestros miembros y anos dilatados porque nuestras pollas habían entrado en uno y otro, comecé a tener espasmos en la zona anal, y contracciones. Yo notaba cómo el se estaba viniendo dentro de mi mientras seguía con su balanceo pélvico.
Me sacó su polla del ano, ya que estábamos a 4 patas y comenzó a lamerme el culo como nadie en la vida lo había hecho antes, me estaba masturbando la polla y lamiéndome los huevos adolescentes, y calvos que tenía debido a mis continuas depilaciones, a la par que me introducía dos dedos. Le dije que estaba llegando ya, y se metió mi glande en su boca. Lo chorros de semen que salieron de mi uretra penetraron en su boca y de allí no salieron, pues se lo tragó. Yo debía devolverle el favor, por lo que comencé a hacerle la mejor mamada de mi vida, y terminó por venirse en mi boca. Le pedí una vez más que me la metiera en el culo, pues todavía después de su eyaculación, su polla estaba erecta. Allí permaneció, besándome, exhaustos los dos, hasta que me la sacó y se acostó a mi lado y nos quedamos dormidos al poco tiempo, ambos desnudos.
Hubo alguna que otra experiencia más, pero no tan bonitas como esta, porque fue mi primer trío (aunque breve) y porque fue muy romántico y muy pasional.
Espero les haya gustado este relato de una de mis experiencias, lo hice lo mejor que pude. Comenten y no olviden hacerme críticas para así mejorar en los relatos futuros que escriba y lograr que puedan ver en la mente estas situaciones.
Un saludo y cuídense:
M.
comos igue