De como su tío se volvió su marido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por cambro_david.
La historia de Marco tiene un inicio triste. Había nacido debido a que su madre había sido violada a los 20 años cuando iba de camino al trabajo. Por su formación religiosa, en ningún momento pasó por su cabeza interrumpir el embarazo y así fue que nació el niño. Por los primeros 5 años de su vida vivió una infancia feliz, sin embargo al siguiente año su madre falleció en un trágico accidente de tránsito. El niño entonces se quedó viviendo con su abuela quien a pesar de quererlo mucho no tenía la energía para cuidar un niño. Así pasaron los siguientes años en los que el chico prácticamente se crió sólo. Por tal motivo él creció siendo bastante independiente, era bastante disciplinado, buen estudiante y bastante inteligente para saber que tenía que hacer para sobrellevar su difícil situación. Para hacer las cosas aún peores, el nene era algo afeminado por lo que el resto de la familia si bien ya lo rechazaba por ser el fruto de una violación, tenía otra razón más para no quererlo.
A sus 15 años pasó lo que ya ser venía venir. La abuela moría después de una dolorosa agonía. La albacea, quien era su tía, le dijo que no podría quedarse en esa casa. Toda la familia, como los grandes hijos de puta que eran, le tenían lástima al chico, pero ninguno quería incomodarse ofreciéndole posada, por tal motivo, el siguiente año pasó de casa en casa, de arrimado, aguantando malos tratos y humillaciones.
Fue entonces cuando el tío Pedro, quien siempre procuraba mantenerse al margen de la familia (porque conocía lo despreciables que eran), se ofreció a darle un cuarto al chico. Pedro también era una de las ovejas negras de la familia, lo que desde un inicio facilitó que se sintiera identificado con el nene. Él siempre había sido bien tortero, un gran tomador y apenas a los 18 había dejado a una chica embarazada. El abuelo, chapado a la antigua lo había obligado a casarse. Ahora a sus 40 años venía saliendo de su segundo divorcio. Llevaba un año viviendo sólo en una casa que también le servía como taller mecánico. El hombre físicamente era imponente. Media 1.90 mts y pesaba unos 100 kilos. De tez morena y cabello rizado y corto, tenía unas facciones exageradamente masculinas, unas cejas gruesas y pobladas y llevaba por lo general una barba de 3 días. De pelo en pecho y espalda ancha, estaba naturalmente capacitado para el trabajo físico, era un macho de diccionario, un bruto, un toro semental que exudaba testosterona.
Contra todas las expectativas, ambos hombres lograron crear una excelente conexión. A Pedro le agradaba en gran medida la compañía del adolescente quien de inmediato se encargó de limpiar el desorden que imperaba, cocinarle a su tío, lavarle su ropa y básicamente hacer del lugar un hogar.
Pedro intentó enseñarle su oficio, sin embargo Marquito no era para nada habilidoso con sus manos. Aún así este le ayudaba en el trabajo de oficina, llevandole la agenda, cobrado las facturas y consiguiendole clientes. Cada uno tenía habilidades de las que el otro carecía y por eso era que hacían una gran dupla.
Marco en secreto sentía una gran atracción por su tío. No solamente por el imponente físico que se gastaba sino también por su personalidad y la seguridad que le daba tener este hombre en su vida. Además de esto, el chico todas las noches aprovechaba para echarse un taco de ojo cuando su tío al final del día, antes de dormir, se deshacía de su ropa y quedaba únicamente en calzoncillo, sin ninguna pena, sin percatarse de lo revelador de su prenda y sin imaginar que su sobrino se moría de ganas de agarrarlo y manosearle el paquetote.
Desde pequeño a Pedro en casa le habían enseñado que así era como dormían los hombres por lo que él con total naturalidad se paseaba por su casa, en no más que esta diminuta prenda, para asegurarse de que las puertas estuvieran cerradas, se lavaba los dientes, meaba y desde la puerta del cuarto le daba las buenas noches a su sobrino.
Al día siguiente Marco se levantaba temprano para preparar el desayuno, no sin antes echar un vistazo en el cuarto de Pedro para mirar una vez más a ese toro en paños menores y con suerte (dependiendo de la posición) observar como la tela del calzoncillo luchaba por contener su erección matutina.
El primer año se fue volando. Gracias al trabajo conjunto el taller cada vez era más próspero. Pedro, por sus malas experiencias estaba alejado de las mujeres, aún así cada 2 semanas se iba al putero para calmar sus necesidades. En una de esas noches que iba para allá, se le metió entre oreja y oreja que Marco tenía que acompañarlo. Él no era tonto, él también veía que Marco era medio afeminado, pero estaba convencido de apenas probara el calor de una mujer, otro gallo cantaría.
– Pero dale Marco, vente conmigo… Ya tienes 17 años, ya va siendo hora homm’e
– No en serio tío por favor no insistas… A mi eso no me gusta… Si va a ser mi primera vez me gustaría que fuera con alguien especial una mujer que ame
– Pero como así… Tú ocupas foguearte para que cuando llegue esa mujer no hagas el ridículo
– Por favor tío, no me obligues, ve tu, desahógate y gasta esas energías que mañana tenemos que ir al norte por los repuestos del Tundra
– Esta bien no te voy a insistir más…pero …
– Pero?
– Te puedo hacer una pregunta? Va a ser algo incómoda eso sí
– Que pasa tío? – le respondió el chico tragando grueso
– Marco… Tú eres marica? … Te lo pregunto no porque yo lo crea sino porque tú sabes, la gente habla y yo siempre salgo a defenderte… Por eso quería que fueras conmigo hoy, porque yo a tu edad, con todo esto de las hormonas, andaba más caliente que calzoncillo de panadero
– Tío la verdad es que … -le dijo mandándose valiente – a mi las mujeres no me hacen mucha gracia… Aparte de mi mamá y abuela todas las que he conocido son un montón de brujas… Yo me llevo mejor con los hombres. Si eso es un problema para ti, por supuesto que lo voy a entender y si quieres que me vaya de tu casa sólo te pido un par de días para encontrar un lugar.
– Como vas a decir eso tito? Parece que no me conoces jajaja A mi me da igual si te gustan los hombres, las mujeres, los perros o las gallinas, yo a ti te quiero por quien tú eres, porque eres un bizcocho de persona, porque eres mi pana y mi socio, porque si te vas esta casa se despilinga en 3 días. No que va…
– Jejeje gracias tío, gracias por ser tan bueno
– Es más, si algún día quieres traer a un novio tienes todo mi permiso, y si alguien se mete contigo por ser marica, tu me dices y yo me encargo de desbaratarle el marco del hocico
– jajaja, mejor verte ya que las putas deben estar que se cogen solas con ansias ya de estar bien ensartadas
La relación a partir de ese día no hizo más que mejorar. La confianza en sí mismo que se tenía Marco, incrementó exponencialmente. El saber que tenía en Pedro a alguien que lo iba a apoyar en las buenas y en las malas hizo maravillas en su autoestima. Todo esto generó que el negocio prosperara. Marco cada vez estaba más metido, llevando meticulosamente el control del inventario, hablando con proveedores, consiguiendo las mejores tarifas, a los mejores empleados, etc. Todo esto hizo que los clientes aumentaran y que a mediados de año ampliaran el taller y se mudaran a una casa más grande y lujosa.
Un noche de tantas, mientras llovía torrencialmente, Pedro se levantó luego de un extraño sueño por un vaso de leche a la cocina, pasó en frente de la habitación de Marco y se quedó mirándolo. El chico dormía con la cobija a media pierna y la luz de la calle que entraba por la ventana iluminaba como el boxer ajustado se le metía entre las nalgas de burbuja. No era la primera vez que se percataba del gran culo que el nene se cargaba, pero si era la primera vez que lo veía con ojos de deseo. Miraba esas piernas torneadas de piel blanca y lampiña que por alguna extraña razón esa noche se veían como la cosa más sexy del mundo. Pensó por un segundo en ceder a sus deseos, en darle verga al putito. Se acercó en silencio y con cautela posó su mano derecha entre las nalgas del nene. El calor de su piel y la forma de estas no hizo más que ponerle la chota aún más dura. Tenía unas ganas intensas de bajarle el bóxer y sin ninguna consideración clavársela hasta soltar toda la leche.
– Que te pasa Pedro? – se dijo a sí mismo
Y saliendo del cuarto siguió su camino a la cocina.
Este evento sin embargo, no quedó ahí. Pedro empezó a ver a su sobrino con ojos distintos Si bien buscó alternativas diferentes para saciar su calentura ( tales como incrementar la frecuencia de sus visitas al burdel o inclusive buscar porno gay en internet) al final del día, al volver a casa y ver a Marquito en shorts, de nuevo le daban ganas de darle chimba.
Usualmente Pedro invitaba a sus amigos más cercanos a la casa cuando habían partidos importantes de la liga o cuando jugaba la selección y Marco se encargaba de prepararles unas deliciosas alitas de pollo y varios dips para que picaran mientras tomaban cerveza. Entre los presentes era habitual que JuanCa, uno de los amigos de siempre de Pedro (y que también trabajaba en el taller),se apersonara a disfrutar de las veladas. JuanCa era un todo un caso, era el típico chico burlón, con los mejores dichos e historias que todo el mundo ama escuchar. Tenía una sonrisa divina y se pasaba molestando al pobre Marco ( por ser tan nena). Por lo ocurrente que era todos se morían de risa (incluido Pedro e inclusive el mismo Marco). Sin embargo, en una ocasión de tantas, cuando todos estaban distraídos él se escabulló a la cocina donde Marco estaba solo.
– Qué pasó JuanCa? Que ocupas? Otra birra?
– No Marquito ahí tengo todavía… yo vine porque ocupo que me ayudes con algo
– Con que?
– Es que mira como se me puso la verga – y agarrandosela por encima del pantalón, dejó en evidencia su tremenda – erección que hizo que el chico pelara los ojos
– Ya vas a empezar jaja… mejor ve a la sala que ya casi está lista la primera tanda
– Es en serio, como quieres que me vaya a sentar como si nada, con esta cosota ahí parada… Porque no vamos rápido al baño y tú me ayudas a bajarla
– Jajajaja no me jodas que yo no soy marica, ve tu solo y te la jalas
– Es que yo no puedo sólo, la tengo muy grande, por eso ocupo que me ayudes… Es más, ya que no me crees mira tu mismo – y abriéndose el pantalón, dejó a la vista del inocente chico una gigantesca verga de 20 cm, gruesa y rasurada, completamente erecta.
Marco trago grueso, sin saber cómo reaccionar. Se le antojaba en sobremanera hincarse así mismo y metersela a la boca, pero le daba miedo que todo fuera únicamente una broma más de JuanCa. El macho caliente, al ver la reacción del nene se acercó despacio y tomándole la mano hizo que se la agarrara.
En eso Pedro entró a la cocina y viendo la escena, bastante cabreado le reclamó a JuanCa lo que estaba pasando.
– Qué crees que estás haciendo, pendejo hijo de puta!!!
– Nada nada, tranquilo hermano – le respondió al tiempo que se guardaba su herramienta – Yo nada más le estaba enseñando al marica aquí que
– El marica es mi sobrino y también tu jefe y lo respetas!!!
– Tío tranquilo, era una broma nada más – le dijo el chico, tratando de calmar los aires
– Tu te callas! Y tú pedazo de mierda te largas ya mismo antes de que te reviente el hocico – JuanCa sin que se lo tuvieran que decir dos veces se marchó
Pedro aún cabreado y sin decir nada dio media vuelta y volvió a la sala donde nadie se había percatado de lo sucedido. El resto de la noche pasó malencarado, sin disfrutar en absoluto de nada.
Luego más tarde cuando todos los invitados se marcharon, Marco fue a buscar a su tío para disculparse.
– Tú no tienes de qué disculparte, tú no hiciste nada malo
– Entonces porque estas tan enojado
– Por culpa de ese imbécil que te faltó el respeto
– No fue para tanto tío
– Ese es precisamente el problema… Tú tienes que darte a respetar Marco, no permitir que las cosas lleguen a ese punto.
… y qué tal si yo quería que las cosas llegaran a ese punto?
No me jodas Marco
– Es en serio, ya te quisiera ver a ti si una chica se te mandara así
– Es diferente
– No lo es
– Juan Carlos es una mierda de persona… Tú apenas lo conoces… Yo tengo 25 años de estarlo tratando, le conozco todos sus defectos y se que es lo que anda buscando… Queda terminantemente prohibido que te le vuelvas a acercar a ese imbécil, entendido? – era la primera vez que Pedro le hablaba así y el chico se sentía sorprendido ( y a la vez atraído) por tal muestra de autoridad
– Entendido – respondió mirando al piso
– Que pasa? Ahora me vas a decir que estas enamorado?
– No seas tonto
– Entonces qué es?… Siento como si te estuviera castigando
– Que es? Que tu te vas una vez por semana donde las putas, mujeres que tampoco valen la pena y yo te lo respeto. Yo en cambio por primera vez, tengo la oportunidad de tener algo casual con un tipo que me parece atractivo y tú me lo prohibes … Me parece injusto
– Ahhh bonita cosa, ahora el niño se va a casar con ese tipejo
– Yo no me voy a casar con nadie, yo nada más quería chupar una verga, por primera vez en mi vida, eso era todo
– Pues queda prohibido, con JuanCa y con cualquier hijueputa que trabaje, haya trabajado o vaya a trabajar con nosotros
– Si lo que quieres es que me quede sólo para siempre, pues no me queda de otra
– Sólo no… Yo quiero verte con un muchacho de tu edad, un crío con futuro, que te respete, no con un pelado cualquiera
– Es que a mi no me gustan los hombres así tío, a mi me gustan los machos, varoniles. Hombres que me hagan sentir hembra en la cama, sementales con experiencia en el arte de volar culo, no peladitos como yo que más bien ocupan un macho para ellos que les de clases… Es algo que probablemente tú no entiendas pero no te preocupes, yo a ti te respeto, esta es tú casa y yo voy a acatar tus órdenes. Ahora disculpame pero me está doliendo la cabeza, me voy a dormir. Buenas noches.
Pedro se quedó tomando un gran rato, solo, meditando sobre todo lo sucedido y terminandose la botella de whisky. Como a eso de las 12 fue, entró a la alcoba del chico y se sentó en la cama:
– Despierta Marco
– Que pasa tío?
– Quiero disculparme contigo porque no he sido sincero. La verdad es que me puse así, cabreado porque estaba celoso
– Celoso? – preguntó el chico, mientras se incorporaba y terminaba de despertar
– Si, al entrar y ver a JuanCa con la verga afuera sentí que más bien me estaba faltando el respeto a mi, no a ti…. Mira desde que yo te recibí en mi casa, tu te volviste parte de mi vida. Tú eres quien se ha encargado de darme ese balance que tanto necesitaba, tu eres el que maneja este lugar, el que me mantiene con los pies en la tierra, enfocado. Para que me entiendas, tú has sido mi mujer en todos los aspectos excepto en el sexual. Y ver a ese imbécil querer contigo me dio mucha cólera. Por lo tanto, si tu me lo permites, a partir de hoy yo me quiero encargar de cumplirte como macho, como el que andas buscando
– … – Marco no se creía lo que estaba escuchando. A pesar de la felicidad de saber que su tío le estaba ofreciendo lo que él tanto quería, lo miraba ya tomado y le preocupaba que no estuviera lúcido – Tío, no quiero que hagas algo que no quieras hacer sólo por mí… No quiero que esto afecte la buena relación que tenemos ahorita
– No la va afectar más bien la va a fortalecer. Yo soy el macho en esta casa y tu eres la hembra, yo me voy a encargar de que todas, absolutamente todas tus necesidades estén satisfechas
Y poniéndose de pie se quitó el pantalón y calzoncillo, exhibiendo una vergón grueso de 16 cm, erecto y caliente, que ante las dimensiones tan impresionantes del cuerpo de Pedro, más bien se le veía pequeño. Marco, tímidamente extendió su brazo para tomar, casi que con miedo, el miembro viril que palpitaba con vida propia al frente suyo. El chico estuvo así un gran rato manoseando, palpando con su inexperta extremidad el falo de su tío. Acariciaba los huevos, pasaba su pulgar por el glande lubricado, jugaba con el vello púbico, metía sus dedos entre las ingles calientes y luego los olfateaba, todo esto mientras Pedro miraba con cara de bobo al nene juguetón y disfrutaba cada una de las lentas caricias.
– Te gusta mi pinga? – le preguntó el tío rompiendo el silencio
– Si, la tienes muy grande
– No quieres mamarmela?
– Me estoy muriendo de las ganas jeje
– Bueno, dale es toda tuya, date gusto
Y quitándose la camiseta, quedó al fin y al cabo,como Dios lo trajo al mundo. Se volvió a sentar en la cama pero esta vez reposó su espalda en el colchón quedando acostado, con los pies en el piso y con la verga apuntando al techo, incapaz de estar más dura.
Marco entonces se hincó para quedar acomodado justo en frente del falo hinchado que se le ofrecía para su deleite.
En muchas ocasiones había soñado con este momento. Si bien era la primera vez que mamaria una verga real, ya antes había practicado su técnica con bananas y otros objetos que asemejaban un pene.
Acercó pues su inocente rostro y olfateó como un cachorro curioso el miembro de su macho. El olor a pene inundó sus fosas nasales. No era un olor desconocido, ya en innumerables ocasiones había olfateado los calzoncillos de su tío, sin embargo, el tener a su disposición la fuente de tan embriagante olor le hizo sentir un impulso eléctrico en su cola.
El nene entonces, hipnotizado por la fragancia mágica de la testosterona, cerró sus ojos y empezó restregarse las mejillas con la verga de su macho, para impregnarse de su esencia.
Pasaba lentamente sus suaves y carnosos labios (sin llegar a abrirlos completamente) aspirando al mismo tiempo que recorría la textura de su primera verga, misma que esta por tantas caricias no paraba de soltar gotas de líquido preseminal.
Mientras tanto, el tío Pedro observaba en silencio la escena, excitado a más no poder, fascinado por la forma en que el putito le meneaba su hombría.
Nunca antes nadie había demostrado tal nivel de adoración a su miembro. Ninguna mujer ni ninguna puta se había antes sometido a su pene como este niñato y eso precisamente era lo que lo tenía más excitado. Nunca antes se había sentido más macho que en ese momento.
– Ya mamamela que me vas a volver loco – le dijo rompiendo el silencio, desesperado por sentir la boquita inexperta del nene en su miembro
– Déjame disfrutar de este momento, déjame tomarme mi tiempo que no quiero que se acabe nunca – le respondió Marco abriendo los ojos con una sonrisa pícara
– Es que mira como me tienes … hacía rato que no se me ponía así de dura
– Tú nada más relájate, cierra los ojos y deja que yo me encargue de esta pingota
Pedro haciéndole caso, recostó su cabeza y cerró los ojos. Marco entonces tomándolo por sorpresa, empezó a besar y chupar la base de sus huevos cerca del perineo.
El macho no pudo contenerse y ante tan deliciosa sensación, soltó un suspiro que le hizo saber al nene cuanto estaba disfrutando.
El chico siguió besándole los huevos, pasando su traviesa lengua por las ingles, comiéndose los vellos, de manera muy lenta, presionando con sus labios cada centímetro del saco escrotal, todo esto mientras su macho respiraba profundo, en éxtasis. Llegó pues a la base del pene, la cual envolvió con su lengua caliente. Pedro ante tal caricia, involuntariamente tiró su pelvis hacia arriba y soltó otro suspiro ahogado, de hombre.
Marco entonces fue subiendo desde la base hasta el casco, y con sus labios saboreó por primera vez el líquido preseminal de este semental.
Pedro abrió los ojos para ver a su putito pegado como becerro a su glande, mamandolo, degustando de su esencia.
– Mmmmm que delicia – exclamó el nene sacándose el gorro de la boca mientras seguía dándole besitos a la punta. Pedro sólo sonreía incrédulo de que la mejor mamada de su vida se la estuviera dando alguien de su mismo sexo – la verdad es que no entiendo a tus exesposas
– Como así?
– Que habiendo probado esta pingota tan deliciosa te hayan dejado ir
– Pues yo la verdad me alegro, si no me hubieran dejado ir nunca hubiera disfrutado de esta boquita petera tuya
– Te está gustando?
– Me está encantando bebé… la verdad es que naciste con un don para chupar verga. De hoy en adelante tienes permiso de mamarmela cuando quieras
– No me digas eso porque sino nunca vamos a salir del cuarto jaja
Y sin poder esperar más se volvió a llevar el glande a la boca, envolviendolo con su lengua, haciendo contacto visual, provocando que su macho soltara un gemido ahogado.
– Uff que bárbaro … pareces experto… cométela toda, dale no me hagas esperar más
Marco obedientemente empezó a ingerirla, de forma lenta, rozando con su lengua el tronco grueso. No pudo sin embargo comérsela completa, solamente dos terceras partes. Al llegar el glande a la entrada de su garganta tuvo que más bien sacársela para no ahogarse y terminó tosiendo
– Jajaja es muy grande para que te quepa entera – le dijo Pedro orgulloso del gran pedazo que sabía tenía.
– Dame un par de semanas de práctica y te prometo que me la trago enterita como si nada
Y ya recuperado de las arcadas, empezó a mamarsela a más velocidad, comiéndose la mitad y sacándola, presionándola con sus mejillas, exprimiendole los jugos. Pedro muriendo de placer, empezó a mover su pelvis, como cogiendoselo por la boca, mordiéndose el labio, fuera de sí. El nene como todo un campeón aguantaba las embestidas, con el cuidado de no atragantarse y a cada segundo aumentando el ritmo. El macho, sin poder contenerse y sintiendo la leche venir lo tomó de la nuca con fuerza, haciendo presión intentando que se la tragara lo mas posible y con gruñidos de oso en celo le depositó en la garganta 5 chorros de semen caliente y espeso.
Marquito saboreando primero la leche, se tragó cada uno de los lefazos. Cuando su tío por fin se recuperó de los espasmos del increíble orgasmo, le soltó la cabeza y dejó que el nene sacara su verga al fin de la boca.
– Ufff tito jajaja… Que bárbaro
– Rico?
– Riquísimo jajaja – Respondió Pedro aún agitado y disfrutado de las mieles de la oxitocina en todo su cuerpo – Más bien disculpa que me haya venido tan rápido, pero no pude aguantarme, me la mamaste muy rico – le decía algo avergonzado ya que no había durado ni dos minutos, todo esto mientras Marco le seguía pasando la lengua,limpiando los restos de semen que aún quedaban – nada más dame 20 minutos para reponer líquidos y yo me encargo de estrenarte ese culito
– Jaja no te preocupes tío más bien para mi fue un cumplido haberte hecho venir tan rápido teniendo en cuenta que es mi primera vez y tu tienes bastante experiencia.
– Es que me la mamaste muy rico… es de las mejores que me han dado
– … – Marquito se puso rojo de la pena ante tal halago mientras la verga de su macho se iba haciendo cada vez más pequeña – igual creo que mejor esperamos a mañana para que me estrenes
– Y eso? No quieres que te de chimba?
– Por supuesto que sí pero la cosa no es así de fácil
– Como así?
– Pues que tengo que prepararme: rasurarme el potito, conseguir un buen lubricante, tener una dieta especial…
– Hijole!
– Sí, no es tan fácil como con las vaginas jeje
– No tenía idea jaja yo nada más me encargo de meterla jajaja
– Lo que sí quería era pedirte un favor muy especial…
– Dime
– Es que… Yo quiero darte un beso
– Después de semejante mamada cómo te voy a decir que no, ven acá
Y entonces el chico, muerto de la felicidad, escaló sobre su fornido tío y tomándolo del rostro empezó a besarlo al principio con ternura y al ver la pasión con su tío le devolvía el beso, empezó a besarlo con más calentura.
Pedro metió una mano debajo del bóxer del chico y con el dedo índice empezó a tantear el asterisco del nene, mientras que su otra mano acariciaba la
espalda de piel tersa y suave.
Estuvieron un largo rato besándose, mordiéndose el uno al otro, sus lenguas batallando en un beso lleno de lujuria.
– Mmmmm que rico besas tío
– Tu también Tito, es más mira ya se me está poniendo dura otra vez
– Jaja, a mi también pero ya es tarde y mañana tenemos que ir a ver lo de los filtros
– Es cierto ya se me había olvidado
– Puedo dormir contigo
– Por supuesto que sí mi amor, si vas a ser mi mujer tienes que dormir en mi cama, no? (Pedro tenía una caña tamaño King, a diferencia de la Twin de Marco)
Luego de cerrar la casa y lavarse los dientes ambos se metieron en la cama y se estuvieron besando/acariciando hasta al fin caer dormidos.
Fin de la primera parte
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