De Hetero a Pasivo (1): A mis 15 le hice un oral a uno de 32
A mis 15 me consideraba totalmente heterosexual, pero cuando un hombre de activo me habló por Facebook y me coqueteó algo dentro de mi despertó y termino poniéndome a mamar. .
Hola, mi nombre es Juan David, tengo 21 años y soy de Colombia. Les contaré como me corrompieron y me terminó gustando la verga, éste es mi primer relato del inicio de todo.
PD: ESTE Y TODOS LOS RELATOS SON 100% REALES
Cuando tenía quince años no había perdido ni siquiera mi virginidad, y tenía completamente seguro que me gustaban las mujeres, en ese tiempo me gustaba una amiga e incluso de niño me había besado con algunas. Pero recuerdo que no solo eso, a los 8 o 10 años jugaba mucho con un amigo a tocarnos el pene y la nalga y recuerdo que me llegó a robar un beso jugando escondidas, pero todo lo tomé como un juego y al crecer no volvimos a hacer eso y pasó al olvido.
Pero todo comenzó en el 2014, busqué un compañero en Facebook para preguntarle por una tarea y encontré alguien con su mismo nombre y ubicación, no tenía una foto de perfil pero asumí que era él, le envié la solicitud, aceptó al rato y le hablé con total confianza de la tarea y a los minutos el hombre dijo que no era quien pensaba que era, así que muy apenado me disculpé.
Una o dos semanas después el mismo hombre me habló a mi, su mensaje fue: «Te vi cerca del parque, te veías muy lindo» Yo no supe como reaccionar ante aquel mensaje, pero por alguna extraña razón mi pulso se empezó a acelerar y me calentó la escena. Pudo haber sido por la pubertad y las hormonas. Pero incluso actualmente me calienta recordarlo.
En resumen, le agradecí y empezamos a hablar, me decía que tenía buenas nalgas y que era piernón y yo le correspondí. No recuerdo bien toda la conversación, pero con el tiempo me calentó mas su invitación de vernos y hacer algo «rico».
El día llego, me pidió que fuera con ropa interior estrecha y nos viéramos cerca del estadio publico y que él estaría en una moto esperándome para recogerme e irnos al monte.
Estaba demasiado nervioso y asustado, más aún cuando lo vi en su moto viendo su celular, le dije mi nombre y me saludo como si fuera un amigo visto que estábamos en publico. Sé los riesgos que corría, pero todo fue un salto de fe.
Me subí a su moto y condujo hasta una montaña, fuimos demasiado alto hasta ya no ver casi nadie, por aquella montaña solo salía gente a caminar por las mañanas o en fines de semana. Estábamos solos. Dejamos la moto en el camino y nos adentramos al bosque y apenas vimos que no estábamos a la vista empezó a desabrocharse el cinturón. Él era alto, moreno, algo marcado de brazos y apenas sacó su verga era morena y grande, eso si no lo olvidó.
-Dale, chúpamelo rico bebe.
Yo estaba tan caliente que me puse de rodillas y empecé a chupar, metí su enorme glande a mi boca y empecé a chupar, él me sostenía mi cabeza y me ayudaba a subir y bajar, metiendo su verga entera hasta mi garganta y me provocaba arcadas, apenas si cabía en mi boca. Por instinto solo empecé a usar mi lengua y a succionar más el glande, jugaba con él usando mi lengua y mis labios, el sabor me encantaba, el sabor a pre-semen entre dulce y salado, el olor me encantaba y mi verga de uno 14-15 cm en ese tiempo ya estaba erecta.
Empezó a subir el ritmo de la mamada, y me ordenó no usar mis manos, dejé mi cabeza quieta y empezó a follarme la cabeza, rápidamente metía la verga en mi boca, provocando un sonido húmedo y generando que saliva y pre-semen salieran de mi boca por montones, me ahogaba a veces y cuando trataba de tomar aire él solo tenía mi cabeza para metérmela más a fondo. Pero eso me gustaba, lo agresivo y la forma que usaba mi boca como culo.
Un momento él solo metió por completo su verga hasta el fondo de mi garganta y la dejó ahí varios segundos, traté de tomar aire y zafarme pero eso solo generaban más arcadas. Apenas sacó su verga de mi boca pude ver lo hinchada que estaba y lo bañada en saliva de un color casi blanco. Tomó su verga y la golpeaba contra mi cara.
-Que rico lo chupas bebe, de seguro me mintió cuando dijo que nunca había mamado una verga.
-No, en serio, nunca lo he hecho.
-¡Que rico!, ¿y me vas a dar ese culito tan rico que tienes, bebe?
Sinceramente quería, pero al ver esta verga e imaginármela en mi culo estrecho y virgen solo me asusté y dije que no, él me entendió pero si me pidió que al menos dejara que lo besara y lo manoseara. Yo obedecí y me baje el short. Pude ponerme en 4 y el besaba mis nalguitas gorditas, redondas y paradas, pasaba su lengua y labios muy apasionadamente hasta llegar a mi ano y besarlo demasiado rico, metía y sacaba su lengua, fue un estasis y por un momento casi le pedí que me la metiera pero no lo hice, él solo me daba nalgadas y seguía comiéndome el culo y llegó a meterme muy suavemente un dedo y se lo metía a la boca para saborearme. Su lengua subía y bajaba por todo mi ano y lo humedecía solo para meterme un dedo suavecito.
-Que rico tu culito, bebe.
En todo ese rato él se estaba masturbando y cuando ya iba a venirse me preguntó atrás de mi culo:
-¿Dónde quieres la lechita, bebe?
-En mi cara, la quiero en mi cara papi.- Yo jamás me imaginé hablando así, como las mujeres en los videos porno, pero ahí estaba yo, con 15 años dejándome comer el culo de un hombre de 32 y se iba a venir en mi cara luego de haberle hecho una mamada deliciosa y coger mi garganta.
Él se puso de pie y puso su verga en mi cara, se masturbo a un centímetro de mi cara, tembló como loco y se vino en mi cara y boca, todo ese semen tibio estaba en mi cara, por mi nariz, un ojo y la comisura de mis labios, probé un poco y el sabor fue un manjar para mi, con mis dedos limpie el semen para luego meterlos a mi boca y saborear ese sabor dulce-salado y luego tragar viéndolo a él directamente.
-UFF, que rico mi bebe.- Dijo pasando su dedo por mi labio inferior.
Casi que de inmediato se puso el pantalón y fuimos hasta su moto, vimos un campesino pasar con una bolsa así que esperamos y cuando se fue pudimos subirnos en la moto e irnos de nuevo al pueblo, mi culo estaba muy húmedo y dilatado por cierto.
Me dejó en el estadio nuevamente y se despidió como un amigo o primo:
-Chao, Juancho se cuida, más tarde hablamos.- Dijo como si nada.
Y hablamos de lo rico que fue en la noche, pero con el paso de varios días no se conectaba mucho hasta que un día no volvió a conectarse y meses después me di cuenta que su cuenta no estaba. No pudimos repetir… Pero eso despertó algo en mi, una tentación, un hambre por repetir algo así y gracias a las redes sociales me fue muy fácil tener roces o encuentros casuales… Les contaré más adelante todas mis experiencias como pasivo hasta la actualidad. Ese fue solo el comienzo.
Gracias por leer.
Muy buen relato..