De Luis a Luisa 3 : Willy y su la verga circuncidada
No me basta con Tato y conozco me pajeo con Willy … termino ensartado.
Como empezó esta historia: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/tato-me-desvirgo-en-la-muebleria-en-la-secundaria/
Luego: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/de-luis-a-luisa-tato-me-sigue-cogiendo/
Tato era mi amante, 1 vez a la semana iba a su casa y me cogía, él nunca dijo nada, así que me acomode a la situación. Estaba a salvo, mi madre no lo sabría y yo eraba aliviado. Todavía me torturaba el pecado, rezaba pero siempre volvía como ustedes saben la carne es débil. Y una vez que uno prueba la carne no es posible dejarla.
Ya volveré a un par de cogidas especiales que tuve con Tato, pero en el medio empecé a hablar con Willy. Willy era también algo más bajo que yo, no tan bueno al futbol, no tan musculoso como tato, quizás algo regordete un poco menos que yo.
Eran los 80 en Argentina, empezaban a aparecer las revistas con minas en bolas, y Willy por alguna razón empezó a conseguirlas. Pero él no pertenecía al grupo de los que jugaban al futbol, los deportistas así que buscando compartir se acercó a mí y algún otro chico. Pero nos llevábamos bien. Mirábamos las revistas en el recreo y finalmente fui a su casa para verlas mejor, como siempre con la excusa de la tarea.
Estábamos en su habitación, y sacamos la revistas, obviamente nos calentamos y empezamos a tocarnos, a mí me calentaba más la situación, y su bulto. Le dije que nos pajearamos, se puso algo nervioso, y me dijo que le gustaría pero… saque mi pija, para alentarlo, y me dijo: “Bueno, pero la mía es distinta” y saco una verga blanca, gruesa en la base y más fina en el glande, sin prepucio!!!
Parece que tuvo un problema de bebé y lo habían circuncidado, me llamo la atención, como sería mamarla, pero no quería asustarlo, así que le propuse pajearnos, así lo hicimos. Yo viendo más que nada su verga más que las revistas.
Una vez en casa, a falta de algo mejor, me metí el palo del escurridor en el culo y me pajee pensando en la verga de Willy. La siguiente ocasión le propuse pajearnos mutuamente, que era distinto si lo hacías otro, me dijo: “Pero somos varones”, le dije que no importaba, que era solo eso. Él no quería mucho, pero yo agarre esa verga y la acaricié con primor, era hermosa, podía acariciarla sin interrupciones al no tener prepucio, se le puso muy dura, le costaba tocarme la mía, yo seguí adelante, acariciando toda su pija cada vez más rápido, se abandonó y terminó con una gran explosión, lanzando leche sobre las revistas.
Me miró y me dijo: “lo sabés hacer, eh .” le dije que solo hice lo que me gustaría que me hagan a mí, yo había acabado tocándome apenas. Esa vez dejamos ahí, pero la siguiente vez me dijo: Me contaron que algunos chicos se las chupan a otros, que no es nada, que es solo entre amigos.
Lo miré, sonriendo le pregunté: “Querés que te la chupe? “ , hacía calor, estábamos en pantalones cortos, se bajó el pantalón y el calzoncillo a los tobillos, y me dijo: “Si”. Se sentó en la cama, me arrodillé frente a esa hermosura “rara” y empecé a lamer, de abajo para arriba, y metérmela en la boca. Con la mano le masajeaba los huevos, había aprendido con Tato que eso gustaba. Cuando parecía que iba a acabar paraba un poco, y lo hice dos veces, al final desesperado me agarro del pelo, tragué todo lo que pude esa verga y aceleré el movimiento, acabo en mi boca, me atragante con la leche que salió a borbotones.
“uff me dijo, que bueno estuvo eso” , me miró y me dijo: “te dejás coger también?” Le respondí que si, se le paró al toque, luego supe que fui el debut para él, me baje los pantalones, me saque la zapatillas, y me subí a la cama. Se puso atrás mío, se le había parado de nuevo, los beneficios de la juventud. “Lubricame” le dije, escupió en su mano, y torpemente comparado a Tato, lubrico mi ano, metió un poco el dedo, pero ansioso enseguida apoyo la pija, esa pija de cabeza chica y base ancha.
Empezó a empujar, yo ya más acostumbrado relajé y empezó a entrar, era raro, porque al no tener un glande tan marcado es como no terminaba de entrar. Me empezó a coger, se entusiasmó, y cada vez más fuerte, me agarraba de las caderas, del culo y bombeada. Era mi segunda pija, y la estaba disfrutando. Se vino adentro mío con una gran arremetida, yo acabe al contacto con la sabana.
Fue mi primera vez en una cama, Tato siempre me cogía en el galpón de la mueblería.
Excelente, sigue contando tus experiencias con tus compañeros, espero leerlas pronto.
Primera vez en una cama y fue con «el otro.»