De menos a más 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Pasaron 3 días desde que le hice la mamada a Raúl.
Era martes y no podía concentrarme en clase, no se me quitaba de la cabeza la imagen de su polla y lo que sentí al comérsela, tenía ganas de volver a hacerlo.
El iba un curso por delante del mio, solo podía verlo en la hora del recreo y, el lunes no lo vi por ningún lado, esperaba verlo ese día y que me dijera de volver a mi casa.
Sonó el timbre y al dirigirme al patio del colegio, pasé por la clase de Raúl con la excusa de querer ir al baño, no me cruce con el, pensé que tal vez se había puesto malo.
Me puse a mear en uno de los urinarios y vi que se abrió una de las puertas de los váter.
– ¿Que haces tu en este baño?.
– El corazón me dio un vuelvo era Raúl.
– ¿No estarás buscandome no?
– Que dices, ¿para que iba a buscarte?.
– Dije mientras me ponía rojo
– Por esto.
– y se agarró la polla a través del pantalón.
No pude evitar mirarla y debió notar mi deseo.
– ves si estas deseando de que vuelva a metertela en la boca.
– Calla tío vaya que entre alguien y te escuche.
– A esta hora no hay gente en este baño, van a los de fuera.
– Era verdad a la hora del recreo los baños que están dentro del edificio no tenían tráfico.
– Quieres comermela un poco ¿o que?
– ¿A qui? No se tío, puede entrar alguien.
– Le decía, pero las ganas iban en aumento.
– Nos metemos en un váter y cerramos el cerrojo, nadie nos va a ver.
– Dudaba, pero al ver que no decía que no, se la saco para tentarme aún más.
– Venga va, un poco solo si estas deseando.
– Venga va, pero sólo un poco y nos vamos antes de que empiece a venir gente.
– Si, si.
– Entró y yo entre detrás cerrando la puerta, se bajo los pantalones y me dijo que me sentará en el váter.
– Se la agarré.
Esa visión, yo sentado y el con el pantalón y calzoncillos por los tobillos, la polla a la altura de mi boca, no me resistí más y me la metí en la boca, empecé a comérsela despacio, le daba lametones en el capullo para luego meterme la mitad de la polar en la boca, así despacio y saboreando el líquido que ya empezada a saltar y al que me estaba viviendo adicto.
– Joder lo haces mejor que el otro día ¿Esque has estado practicando?
– He visto películas de porno gay para aprender a hacerlo bien ¿Te gusta?
– Si, si ya ves, sigue.
– Me agarró la cabeza y me metió más de la mitad de una, me dio un pequeña arcada, pero no me la saque, quería satisfacerlo, darle el máximo placer.
– Y ¿que más has aprendido viendo esas películas?.
– Dude si decírselo, pero alfinal la situación pudo más y se lo dije
– Que se la meten por el culo unos a otros y por las caras que ponen y como gimen parece que les gustan.
– Acaba de decirlo, si, me había delatado yo solo.
Raúl no pudo disimular su cara de asombro y as la vez de deseo.
– ¿Te gustaría que te la metieran por el culo?.
– Al decir eso me dio con la polla en la cara, yo me preguntaba de donde aprendería esas cosas, imagine que viendo películas como yo, lo que no podía negar es que me gustaban esas cosas.
– No se ¿No dolerá eso?
– Alfinal vas a resultar ser marica de verdad.
– Me lo dijo, pero no note desprecio, más bien deseo por la oportunidad de poder metermela.
– Lo que está claro es que me gusta comertela, tal vez también me guste que me la metas.
– Al Decir eso, me la metí en la boca y le agarre del culo para empujarlo hacia mi, el me volvió a cojer de ma cabeza y empezó un mete y saca frenético, yo no paraba de babear, me la sacó de golpe y empecé a toser.
– Pues venga bájate los pantalones y ponte a 4 patas en el váter.
–
Dude, pero volví a ceder, si estaba deseándolo, tampoco me iba a hacer mucho de rogar, teníamos poco tiempo.
Me baje los pantalones y me me moje un dedo de saliva, como había hecho ese fin de semana alguna ocasión, nunca me metía más de un dedo y me dolía, y ahí estaba con una polla deverdad, no muy grande si pero 14cm para un culo virgen de 12 años, no estaba nada mal.
Ya estando de rodillas en el váter le dije a Raúl, que primero me metiera un dedo con saliva para que no me duela tanto, lo hizo, pero sin delicadeza alguna, se echo saliva en el dedo corazón y lo metió entero de golpe, grite pero no lo saco.
– No grites, si después seguro que te gusta, como comermela.
– Lo saco y lo volvió a meter.
Raúl empezó a comportarse de una manera más dominante y agresiva, nunca se había comportado así (ahora se que el sexo saca esas cosas de la gente, su lado más animal), me sacaba el dedo entero, y lo metía a un ritmo rápido, con la otra mano tubo que taparme la boca, se metía saltaban las lágrimas, me dio un guantazo en la nalga y me dijo, ábrete el culo que ou a intentar meterte el rabo ya.
– No Raúl tío, que me duele, eres muy bruto.
– Si hombre, estas tu que ahora me dejas con las ganas de follarte, de eso nada marica.
– Me escupió en el culo y puso su capullo en la entrada
– Despacio por favor.
– Le decía yo con la cabeza apoyada en la cisterna para poder abrirme bien el culo con mis manos.
No se si me escucharon fuera o no, pero el grito fue grande, me metió más de la mitad de golpe, y no contento con eso, siguió empujando mientras no paraba de gemir y decir que era una pasada, que es mejor que una mamada.
Cuando me la metió entera, se paro y me tapó la boca, me volvió a decir que no gritara si no quería que me vieran con una polla en el culo.
Empezó a sacarla y meterla despacio, ya meterla dolía un poco menos y se meterla escapó un gemido.
– Mira, ya te está gustando.
– aumento el ritmo del mete y saca
– Pfff, sigue así, así si me gusta
Seguía follandome cada vez más rápido, ya me la sacaba y me la metía entera, hacia que mi cabeza chocará contra la pared, y noté que empezo como a convulsionar con todo el rabo dentro de mi culo, y a gemir, cuando note la húmedad y el espesor de lo que hace unos días me había tragado.
Se echo encima mía, respirando agitadamente, y diciéndome que había sido una pasada, que me iba a follar todos los días.
Los 2 estábamos sudados, note como su polla se hacía más pequeña dentro de mi hasta que se le salió sola, me toque el culo, lo tenía abierto y pringado, me senté para limpiarme y Raúl aprovecho y me dijo que se la limpiará con la boca, cosa que hice, tragando sus restos de semen, cuando la tuvo limpia se subió los pantalones y los calzoncillos.
– Primero salgo yo, te esperas un poco y ya sales tu.
– Me dijo ya vestido, yo seguía limpiandome el culo
– Vale.
– Y salió.
Yo termine de limpiarme y me metí 2 dedos, había quedado grande, me iba a tocar cuando escuche el tiemble de fin de recreo.
Termine de limpiarme rápido, me vestí y salí.
Me puse a lavarme las manos, cuando la puerta de otro de los váter se abrió y salió Miguel, un chico de los mayores, tenía 17 años, se puso a mi lado a lavarse las manos también.
– Buena manera de pasar los recreos, eh.
– Me quede helado
– ¿Que?
– Que por los gemido de tu amigo debes de tener un boca y un culo para probar, pero ahora no hay tiempo ya lo probaré.
Dijo eso, me tocó el culo y salió agarrándose la polla.
Yo no me creía lo que acaba de pasar, si me había dolido con Raúl que tenía 13 años, ¿como iba a ser con uno de 17? No tardaría mucho en saberlo.
Las historias son entre real y ficción, que cada uno ya ponga lo que quería donde quiera.
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