De niño a niña 1 (el señor que me hizo descubrir mis gustos)
La historia de como un pequeño de 9 años descubre su verdadera identidad .
Era un día como cualquier otro, en ese entonces yo era un pequeño de 9 años, algo pequeño para mí edad, alcanzando apenas el 1.25 m, no era particularmente delgado pero tampoco era gordo, mi pelo era negro y el típico corte casi rapado que te obligaban a usar en las escuelas públicas, mi piel era blanca y algo pálida ya que en la colonia donde vivía no había muchos niños con los que pudiera salir a jugar por lo que generalmente me quedaba en casa y no recibía mucho sol, además, como era muy introvertido no jugaba mucho con los niños en la escuela y casi siempre durante la hora del recreo me quedaba en la biblioteca aunque tampoco era muy buen estudiante, algo que me decían que resaltaba mucho eran mis nalguitas, ya que tanto familiares como personas en general solían decirme que tenía un trasero que a las mujeres siempre les gustaría en un hombre (si supieran quienes se lo terminaron comiéndo).
Mis dos padres solían trabajar por las mañanas y sus empleos quedaban para el lado opuesto de mi escuela por lo que desde que entre a la primaria me enseñaron a ir el camión a la escuela, en este punto recién había comenzado el cuarto grado en la escuela primaria, había pasado apenas una semana del inició de clases y yo como todos los días me levanté temprano y sali de mi casa con mi uniforme escolar que era un pantalón gris de vestir, este me quedaba algo ajustado en el trasero pero como era un niño muy chaparro para mí edad no podía usar pantalones más grandes, una playera blanca con cuello y tres botones y finalmente un suéter rojo que no era apretado pero la tela era de ese tipo de tela como si fuera algodón pero muy elástica y se ajustaba perfecto a mi cuerpo.
Tome mi mochila que por supuesto era enorme, al menos bajo mi perspectiva y sali de mi casa a la escuela, como vivía algo lejos siempre tenía que salir temprano por lo que no era raro ver el camión casi completamente vacío, al igual que muchos otros días este fue el caso, al subir pude notar como en ese enorme camión solo iban dos personas el conductor y un señor, el tenía una apariencia algo descuidada pero no demasiado, estaba sentado hasta atrás del bus, se notaba que no durmió bien, era alto, como de 1.90m y de pelo negro, llevaba una camisa azul y un pantalón de vestir negro, estaba sentado con las piernas abiertas y recargado en el asiento.
Yo me acerque a esa última fila de asientos por qué mi lugar favorito del autobús siempre fue la ventana de la última fila del autobús así que no era raro para mí ir hacia ese lugar, sin embargo justo antes de llegar el autobús pasa fuertemente un tope que me hace tropezar provocando que caiga encima del señor y mis manos más puse directamente en su entrepierna lo que me hizo sentir que había algo duro, como era de esperarse el conductor ni siquiera se percató de ello y el señor me miró directamente y coloco su mano en mi cabeza.
Señor: Estás bien pequeño?
Yo: yo… Emmm, si, lo siento
Inmediatamente me levanté pero antes de hacerlo pude notar como lo que sea que toque estaba aún más duro, me volví a incorporar y me senté en el lugar en la ventana que me gustaba pero con una sensación extraña tanto en mi mano, preguntándome que fue eso que toque, como en mi entrepierna ya que podía sentir como mi pequeño cuerpo reaccionaba, ya antes había tenido erecciones, cabe destacar que en ese tiempo mi pene al igual que yo era muy pequeño, lo típico en un niño de mi edad, con la erección si acaso llegaba a medir poco más de 6-7 cm.
Yo estaba algo avergonzado por esas sensaciones y aunque no sabía que estaba pasando exactamente algo me decía que era incorrecto, trate de tener mi mente en otro lado así que puse mi mochila en el asiento alado mío y me le quedé viendo a la ventana, generalmente tardaba una hora en llegar a la escuela así que ese tiempo me serviría para despejarme.
Sin embargo no contaba con que el señor, que en esa fila de 5 asientos que eran los que conforman la última fila del autobús y que estaba sentado a en el asiento de en medio justo alado de mi mochila, iba a moverla discretamente e iba a tomar su lugar alado mío, yo no le preste atención ya que estaba muy enfocado en la ventana no lo noté, eso hasta el momento en el que coloco su mano en mi pierna y comenzó a acariciar suavemente, yo en ese momento solo abri los ojos de la sorpresa pero por el miedo no pude ni siquiera voltear a ver lo que el estaba haciendo, cuando se acercó y a mi oído susurro:
Señor: te gusta provocar, verdad putita?
Dijo mientras empezaba a lamer el lóbulo de mi oreja y mordisquearlo, su mano lentamente comenzó a subir a mi entrepierna y bajando el cierre de mi pantalón metió su mano dentro, haciendo de lado mi calzon y acariciándome, yo estaba completamente paralizado pero al mismo tiempo tenía una sensación rara en el pecho.
Señor: te gustan los hombres maduros verdad putita? Seguro que te gustan las vergas grandes y gordas, aquí tengo una para ti
Dijo mientras se sacaba el miembro, recuerdo que era enorme y muy grueso, también era muy venudo y casi no tenía pelo. El tomo mi mano y la puso sobre su vergota moviendo con su mano de arriba a abajo, tomo mi cara con la otra mano y rápidamente comenzó a besarme, podía sentir como su lengua invadía mi boca junto con una sensación cálida en mi pecho, con mi mano podía sentir su verga volviéndose cada vez más dura y algo húmeda.
El señor se separó de mi un momento lo que me permitió soltar su verga y con sus dos manos tomo mi pantalón y prácticamente sin esfuerzo me lo bajo hasta los tobillos, el levanto un poco mi culo y volvió a susurrarme al oído
Señor: tienes un culito muy rico, solo muestra lo putita que eres.
Luego volvió a acomodarme de forma que en el asiento del camión y tapados por los asientos de enfrente mi culo era mostrado ante el y la cabeza de su polla estaba besando justo la entrada de mi agujerito, el empezó a masturbarse fuertemente, rozando la punta constantemente y acariciando mi trasero hasta que finalmente sentí como algo caliente de sentía justo en la entrada de mi culito.
El señor se acomodo en el asiento y mojando su dedo con su semen lo tomo y lentamente lo introdujo en mi culito, sentía como eso seguía caliente y un pequeño ardor al sentir su dedo entrar
Señor: eso es, ahi es donde va.
El me tomo de las piernas y quitándome el pantalón me quito mis calzones que eran unos de spiderman del tipo tanga de niño para guardarlos en una pequeña mochila que el traía para después de esa misma mochila sacar una tanga de hilo dental color rojo que era de una talla muy chica como para que una mujer adulta la usará y me la coloco quedándome casi perfectamente y después poniendo mi pantalón nuevamente, ví como se guardo su verga y se levantó dirigiéndose al chofer ví como sacaba de su bolsillo un pequeño fajo y entregándolo al conductor bajo del autobús con una sonrisa en la cara, yo no entendí que acababa de pasar y estaba muy confundido con esta situación, que fye lo que ese hombre me hizo? Y por qué me puso está tanga? En ese entonces yo s veces jugaba a ponerme ropa de mi madre pero nunca algo como esto y menos en público.
Finalmente baje del camión en mi parada habitual y entre a la escuela, esperando que nadie notará la tanga que traía puesta…
CONTINUARA…
Este es mi primer relato aquí, espero que les guste y si quieren ayudarme con algo de «inspiración» para seguír escribiendo mi telegram es @HidraMorningStar
Como sigue?
Buen relato. como sigue?
Una delicia de relato.. espero que lo continúes.
Como sigue? quiero mas..
Caliente experiencia. Se me antojó ponerme una tanga del mismo color. En cuanto la consiga me la pondré y luego volveré a leer este relato.