De Noche En La Ciudad
Una salida de noche por la Ciudad se convierte en la confirmación de un gusto y deseo sexual especial..
Cierta noche al salir de un conocido bar en la gran Ciudad Mexicana, ubicado en una famosa avenida frente a un puente justo del cual se encuentran a un costado de este unas tapias de una construcción abandonada donde es bien sabido que en la mayoría de las noches duermen algunos indigentes, niños de la calle y uno que otro desventurado, de repente veo una persona que lleva un niño de la mano. A lo lejos se aprecia es un chaval pequeño aproximadamente de unos 7 u 8 años, algo hablan, el hombre lleva en una mano un pequeño paquete el cual señala y luego de un momento el chico mueve la cabeza en señal de aceptar lo que el individuo le dice u ofrece y terminan entrando a aquellas tapias.
Mi corazón late fuerte, imagina mi mente lo que posiblemente va a suceder, pues no es común ni normal la acción sucedida y más por parte del adulto, lo que instintivamente y al calor de algunos tragos ingeridos en el bar del que acababa de salir provoca que mi imaginación vuele, mi adrenalina es mucha y entre temor y valor decido seguirlos.
Cruzo la avenida y entro a aquel sitio tratando de no hacer el mínimo ruido. El lugar es grande, no sé para dónde caminar, sigo de frente y llego a las afueras de un cuarto del cual salen voces y como puedo me acerco tratando de no hacerme notar buscando esconderme, dentro de aquel sitio el niño come mientras platica con su acompañante, indudablemente aquel pequeño paquete llevaba un lunch que la persona le acaba de regalar, se alcanza a escuchar que Él cuestiona al pequeño y confirma que está solo y no hay quien lo cuide al menos en ese momento, el hombre sonríe; mi escondite atrás de una pequeña barda algo derruida me permite escuchar y ver con claridad pese a la poca iluminación del lugar.
El niño termina de comer y es entonces que el hombre pide a el pequeño infante que cumpla con su parte del trato; le recuerda que el lunch era a cambio de un pequeño favor a lo que el chico se queda serio y le pide al individuo que sí no puede ser otro día, diciendo este que no, que es un trato y que es hora de que cumpla el pacto al que se comprometió, el crío es claro que no quiere.
De repente el hombre jala de la mano al niño y sin soltarlo se comienza a desabrochar su pantalón, ropa de vestir que al estar desabotonada cae rápidamente, el individuo no trae ropa interior y rápidamente salta una verga de muy buen tamaño totalmente erecta, el niño se ve asombrado y algo asustado, trata de retirarse, pero la persona lo tiene fuertemente agarrado de la mano. Con un brusco movimiento hace caer al infante de rodillas y el hombre acerca su verga al rostro del chaval, lo obliga a abrir e introduce su gran verga a la boca del pequeño, se escucha que el chico hace ruidos de no querer, de tratar de hablar y se aprecia que se quiere quitar pues no puede tomar con su boca aquel gran pedazo de carne. El sujeto completamente excitado y algo molesto le dice que entonces pagará de otra forma. Sin soltarlo saca como puede con la otra mano algo de la bolsa de su camisa, parece una pequeña franela que algo contiene, se la pone inmediatamente en la cara al angelito a la altura de la boca y la nariz mientras que con la otra mano sostiene fuertemente al crío, este empieza a tratar de quitarse pero repentinamente va perdiendo fuerza y resistencia hasta quedar casi inmóvil, solo balbuceaba sin entenderse lo que quiere decir pero no tiene casi movimiento, Él al verlo ríe, lo suelta y comprueba que lo tiene ya a su merced.
Al confirmarlo lo desnuda de la cintura para abajo, es un niño delgado, no muy alto para la edad que aparenta, de unas bellas piernas delgadas, pero bien formadas y unas nalguitas chiquitas muy redonditas y paraditas. El sujeto lo acomoda empinándolo sobre otra barda no terminada y que deja al infante justo a la altura precisa de la verga del hombre estando de pie atrás del pequeño con las piernas colgando, el chaval sigue quejándose entre tartamudeos, pero sin tener casi movilidad alguna.
El hombre escupe justo al culo del niño, después toma saliva de su boca y la unta a lo largo de su gran verga, la cual alcanzo a distinguir que es muy larga y aparentemente algo gruesa, pues los dedos de su mano no se aprecian que cierre en ningún punto su circunferencia. Se coloca justo atrás del chico, apunta su verga y sin piedad empieza a dejarse ir dentro del crío; el chaval solo gime y se queja sin poder articular palabra alguna mientras que el sujeto sigue su embestida, sonríe y se escucha su respiración muy pesada, de repente después de unos cuantos minutos de estar realizando presión en el culo del pequeño se queda quieto y le dice:
–“Ya vez, de que te quejas putito, ya la tienes toda adentro y eso que según Tú es tu primera vez que porque nunca has hecho nada de esto”.
Mientras que del niño solo se escucha un ligero lloriqueo y se nota un leve movimiento de sus piernas que aparentemente tiemblan involuntariamente al apreciar la presión en sus nalgas y sentirse completamente lleno y estirado de su esfínter. Enseguida comienza a bombearlo, primero lento y poco a poco va aumentando la velocidad, por el movimiento se ve que le gusta salir casi totalmente del interior del niño, para de golpe dejarse abrir pasó hasta el fondo del ano del pequeño infante.
Así estuvo buen rato, no vi el reloj jamás, pero calculo unos fabulosos 40 a 50 minutos cogiendo a aquel hermoso pequeño al cual sujetaba en ratos con sus manos de su pequeña cintura, y en otros levantaba en peso al angelito, permitiendo que la penetración se tornara más profunda, para después sin salir de su interior volverlo a colocar sobre la barda en la que lo tenía empinado dejando que sus nalgas quedaran totalmente expuestas y a su merced al quedar con las piernas enteramente separadas, donde se colocaba el individuo al centro dirigiendo sus estocadas al ritmo y dirección que se le antojaba, levantando con sus manos el pequeño estómago del niño, lo que hacía que levantara su sabroso trasero que chocaba fuerte y deliciosamente contra la pelvis y los testículos de aquel afortunado Señor, mismo que había creado especialmente para su propio placer tal situación, momentos en que en muy breves instantes descansaba buscando alargar lo más posible aquel indescriptible disfrute sexual que tenía, y que por sus gestos y suspiros denotaba que no deseaba que terminara pronto. De repente el individuo lo coge más duro y después de unas cuantas estocadas a aquel antes pequeño culo se deja ir recargando todo su peso; el hombre gime, se sacude y festeja su triunfo, mientras que el niño en cambio ya medio consciente solo llora y gime dando muestras de un gran dolor que indudablemente proviene de su antes diminuto orificio anal, ahora total e indudablemente abierto y desvirgado.
La persona se retira, limpia su verga y sube su ropa, mientras que Yo con una calentura tremenda al haber presenciado aquel fantástico espectáculo que acabo de ver y escuchar, pienso en que en cuanto se vaya aquel sujeto yo le daré la segunda cogida al niño sin importar que este abierto y con rastros del semen de aquel ser que lo acaba de desvirgar, pero para mí gran sorpresa el hombre se acerca al chiquillo le pone algo en el culo, yo supongo que un gran pedazo de papel, le acomoda la ropa y alcanzo a escuchar que le dice que es un gran culo como para no aprovecharlo por mucho más tiempo … carga el hombre al niño fijándose de no ser visto por alguien al salir del lugar, de aquellas tapias, sin darse cuenta de que de alguna forma sigilosa Yo lo sigo y que observo y me doy cuenta de que toma camino, da vuelta en la siguiente calle la cual esta algo oscura pues la mayoría de las lámparas están fundidas, lo que ayuda a que se pierda entre penumbras cargando al niño … Qué fue de Él, cuánto tiempo más lo disfrutó, solo Él lo supo, lo que sí es seguro es que el niño sufrió por mucho más tiempo el embiste rudo de aquel hombre de gran verga … Y el hombre disfrutó por mucho más tiempo aquel pequeño culo que de seguro dejó cada vez más abierto.
Espero les guste el relato de una situación que de verdad es real y que a mí me acabo de confirmar que al final era muy excitante el sexo con niños pequeños, afirmando mi gusto y placer por tal tipo de sexo, así como el deseo ferviente de realizarlo a la brevedad posible.
Continua, seguramente distes con ellos y lograstes compartir ese puto crio!!!
En realidad amigo está historia fue concebida únicamente como un cuento solitario, sin continuidad, como una situación que al personaje le sucede como experiencia inesperada, como tantas historias reales que pueden suceder en una gran ciudad y que en ocasiones puede atestiguar uno pero nada más.
Saludos y agradezco la atención de la lectura a mi relato.