De viaje escolar. #3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Hogan211.
Hola a todos. Espero estén muy bien. Este es el tercer relato erótico que escribo. Aunque es la primera vez que lo hago en esta página. Probablemente los otros dos los suba nuevamente pero a este sitio. Bien comienzo contándoles, me llamo Carlos vivo en Sonora, México. Esto paso en una excursión escolar que salimos a campo. Mis otros dos anteriores relatos casualmente sucedieron en un viaje escolar, por lo cual sobra decir que los viajes se han convertido en mi parte favorita de la escuela. Estábamos en medio del campo todo el grupo de ingenieros alejados de la ciudad en un campo cerca de una presa, hospedados en un área especial de cabañas. Íbamos de excursión a conocer la cortina de la misma y el funcionamiento del establecimiento hidroeléctrico.
Esa vez me toco viajar con gente que si conocía, pero que no eran amigos cercanos, por lo cual fue difícil la selección de compañeros de cuartos. Para mi gran fortuna, uno de los chicos más guapos del campus era más cercano que otros y al empezar a formar los cuartos el me invito a ser parte del mismo. Para más fortuna aún, sus mejores amigos eran sorprendentemente guapos también. O sea estaba rodeado de pura figura masculina deportiva, músculos y más músculos, ojos verdes, cabellos claro, morenos atractivos, de todo. Era un completo festín ese cuarto. El primer sentimiento que tuve fue de gran decepción, al saber que a pesar de tener esos compañeros de cuarto que me hacían tener erección tras erección, no iba a poder tener ningún contacto sexual con ninguno de ellos, ya que por ninguna circunstancia ninguna tenía un indicio de ser gay. Entonces eso me entristecía mucho, pero me imaginaba esos abdómenes torneados pasar desnudos por el cuarto y la tristeza se iba.
Llegó el día de partir hacia la presa, por tri fortuna Javier me pidió ser ahora su compañero de asiento, ya que Gustavo y Ray iban sentando juntos delante de nosotros. Yo gustoso acepté, solo le pedí que me dejara la ventana libre para mí, ya que es el lado que más me gusta viajar, aceptó sin ningún problema. Salimos de noche, era un camino largo de más de 8 horas, lo cual representaba bastante horas sentado juntito a él, oliendo su esencia natural de hombre mezclada a su loción. Era para mí, como ya dije, una tortura estar tan cerca y tan lejos. Fuimos platicando banalidades durante 2 o 3 horas, vimos una película también, total el tiempo se fue rápido. Justo cuando faltaban como dos horas para llegar, el cansancio nos dominó a todos. El camión se volvió un silencio absoluto, solo los ruidos normales de carretera y de pequeños ronquidos. Desperté de repente y vi que todo mundo dormía y Javier y yo estábamos tapados con una cobija de él. No supe el momento en el que el sueño me venció. Lo que si me di cuenta es que al despertar Javier estaba acostado sobre mi hombro, su aliento se sentía cálido sobre mi oído. No me quise mover mucho para que no fuera a despertar, solo me acomode de nuevo y repose mi cabeza sobre la suya. Ya no podía dormir, esa escena me parecía un poco tierna y romántica. Pero el solo hecho de pensar que era lo más cerca que iba a poder estar de aquel espectacular hombre, me ponía triste. No sé cómo pasó, pero de repente mi mano estaba posada sobre su pierna muy cerca de su pierna, bueno si lo supe, sin querer la posicioné ahí y como no vi reacción pues ella se quiso quedar ahí mismo descansando. Tenía que hacer la hazaña completa y con mi otra mano tome la suya que estaba muerta sobre sí mismo y la posé sobre mi pene y pierna, Eso me puso a full, pero debía calmarme, no quería despertarlo y que hubiera algún conflicto. Javier y yo seguimos en esa misma posición hasta llegar a la presa. Ya amanecía antes de arribar a nuestro destino final. Alguien decidió pasar al baño al final del autobús y sin querer golpeó a Javier, lo que lo despertó de un sobresalto, sin darse cuenta donde tenía cada mano ni nada, solo volteó y me preguntó si ya habíamos llegado, yo por un momento temí que hubiera sentido que estaba su mano sobre mi pene erecto. Pero al parecer no, la obscuridad del camión y la cobija había hecho que no se diera cuenta de nueva, por suerte. Se despertó por completo y empezamos a platicar despacio para no despertar a los demás, el con sus pies sobre el asiento de enseguida y su cabeza aun en mi hombro, yo mirando hacia la ventana sin tomarle atención que estuviera en mi hombro.
Llegamos al fin, todo transcurrió normal, empezamos a bajar, maletas, recepción de las cabañas. Nos entregaron nuestra llave del cuarto y nos dirigimos los cuatro hacia allá, yo platicaba con Ray, que era de los 4 el menos atractivo y del que menos estaba interesado. Javier era mi sueño prohibido, pero Gustavo era un monumento de hombre, MUY diferente a Javi, en pensamiento, físico y forma de ser. Llegamos a la cabaña y nos dimos cuenta que realmente eran pequeñas entramos y nos dimos cuenta que solo había dos camas una individual para una persona y una King size para 3. Al entrar y ver esto Ray, quien traía la llave de inmediato corrió a ganar la individual por supuesto. Eso en lugar de molestarme por el contrario me encanto, el dormir con dos hombres asombrosamente guapos no me molestaba pero para nada. Nos acomodamos y yo preferí dormir en medio (espero que sepan porque) y ninguno de los dos tenía problemas, de hecho Javier me consentía demasiado, para todo pedía mi opinión, me ayudo mucho a incorporarme con los otros dos compañeros, que eran amigos suyos desde hace mucho tiempo. Se cumplió mi predicción llegó la hora de salir y todos empezamos a querer bañarnos y empezó el desfile de piel alrededor de la cabaña. Los 3 empezaron a desvestirse y solo quedaron en bóxers, el de Javier era mágico pegadito y corto, de esa marca de frutas que quedan justos y que resalta todo. Yo hasta ese día me di cuenta del espectacular volumen que tenía sus nalgas, era increíble el trasero tan grande que tiene. Yo no me pude quitar el pantalón como ellos, si no aquello iba a terminar en una masacre al descubrir mis pensamientos pecaminosos hacia ellos. Solo me quite mi camisa, yo no tengo mal cuerpo, no podía competir con ellos, pero nadie se ha quejado, de hecho Javier me hizo un comentario, me dijo que si fuera al gym podría reafirmar y tornear mejor, que iba bien. Eso me hizo sentir bien, me consideraba “bien” ya era ganancia. La erección cedió, era tiempo de quitarme mi pantalón, no quería que creyeran que no me quitaba el pantalón por alguna razón extraña. Entonces me equipare con ellos quedando en bóxer y me paseaba por el cuarto. El ambiente estaba relajado, yo trataba de no mirar mucho por lados que me pudieran prender la mecha. Era turno de Javier de bañarse ya que Ray acaba de salir. Estaba entrando al baño cuando le dije que antes de que entre me deje orinar rápido y me dice: “Pásale wey, no hay problema ni que tú o yo tuviéramos algo que no conociéramos”, y se metió al baño.
Inmediatamente entré yo después a orinar, y vi un show espectacular. Vi como Javier se quitaba el bóxer dándome la espalda, vi como esas espectaculares nalgas quedaban expuestas ante mí, esos glúteos morenos como su piel, torneados, sin un solo bello a la vista, fue mágico. Tuve una erección de inmediato al terminar de orinar, por suerte ya lo había hecho. Javier volteo y me dice: “No mames tienes una vergota cabron, ya salte pues, ya orinaste”. Yo tarde como cinco segundos en reaccionar ante lo pasado, le baje al baño y salí de ahí. Me tuve que calmar para que los otros chavos no se dieran cuenta. Ese día pasó me bañe yo, luego Gustavo y nos arreglamos para salir a comer algo, ya que no habíamos ni desayunado ni comido. Las actividades empezaban al otro día. El desfile de pieles siguió por el cuarto, bóxers por doquier, que decir, el paraíso para mí en ese momento.
Llegó la noche y decidimos no tomar porque al otro día teníamos que salir a las 6 am. Nos fuimos a acostar temprano, como ya lo dije a mi me toco en medio de los dos hombres más ricos que he conocido últimamente. La verdad es que estaba demasiado cansado, pero el hecho de poder repetir lo que hice aquel viaje con Daniel y que nunca logro darse cuenta de nada me excitaba. No pude más el sueño me venció. De repente me despiertan con un almohadazo en la cara, era Javier que despertaba a todos para bañarnos e irnos al autobús. El desfile de pieles se repitió, pero esta vez fue muy exprés y rápido nos arreglamos y estuvimos a tiempo. La ventaja de este viaje es que íbamos solo hombres, los 42 éramos hombres. Lo cual nos garantizaba la puntualidad. El día transcurrió normal, mucho trabajo, muchas fotos, muchas risas, gritos, muy divertido. Como las actividades del día siguiente empezaban a las 12 de medio día por cuestiones de la administración de la presa, ese día decidimos empezar con las clásicas fiestas que me encantaban, mi sexto sentido gay, me indicaba que algo bueno iba a resultar de todo esto. Llegó la noche, DESFILE DE PIEL DE NUEVO. El pecado andando. Nos arreglamos y nos fuimos a un bar cercano, estuvimos ahí toda la noche hasta las 2 am, Javier ya estaba tomado pero no al punto de perderse, de igual forma Gustavo, el que si era Ray, el estaba muy mal por lo que decidimos irnos al hotel a acostarlo para que descansara, en el camino decidimos comprar algo de cerveza para tomar tranquilos en la cabaña y cerrar e irnos a dormir. Acostamos a Ray y lo abrigamos ya que estaba haciendo muchísimo frio. Nos tomamos la cerveza y Javier decidió ir a dormirse, mientras que Gustavo y yo nos quedamos platicando un rato más. Se termino la cerveza y decidimos irnos a dormir, ya que el frio afuera estaba demasiado cabron. Nos metimos y nos fuimos a dormir, yo me quite el pantalón, estoy acostumbrado a dormir solo en bóxer, y esta vez lo compensé con una camisa manga larga. Javier ya dormía y roncaba despacito, Ray dormido profundamente y sin saber que pasaba en el mundo real. Gustavo se acostó y rápidamente se quedó dormido, alcanzaba a escuchar sus ronquidos un poco más sonoros. No podía creer lo increíblemente guapo que era Gustavo. Aunque más delgado que Javier, su simpatía, su risa, su carisma, su caballerosidad, la manera en que hablaba, su forma de pensar, de esas personas que te enamoran, y sus nalguitas, aunque más pequeñas que Javier, se veían torneadas, duras y antojables.
Me acosté y tapé a Javier que estaba descubierto, seguramente un ratito más y se iba a congelar. Quería tomarlos a los dos, manosearlos, besarlos, pero el sueño me venció, no supe en qué momento de nuevo, pero así fue. Me desperté de un salto, eran las 4 am, apenas había pasado una hora desde que dormí. Al despertar me di cuenta que estaba más inclinado del lado de Javier y me decidí, dije es ahora o nunca. Hice un movimiento como para aventarlo y que se despertara, nada paso. Me pegue lo más posible a él, doble mi pierna y la pegue sobre sus nalgas. Nada pasó. Ahora era turno de mi mano, la pose sobre su nalga izquierda, el estaba de espalda hacia mí, pero con la cola para arriba. Como si esperara algún pene llegara y se acomodara perfectamente. Manosee sus nalgas hasta que me cansé, besaba sus brazos, olía su cabello, su aroma, le tocaba la espalda, le daba pequeñas mordidas, nada pasaba. Estaba tan extasiado, pero no podía hacer más que eso. Me acosté de lado resignado con solo contemplarlo en posición de cucharita, cuando en un movimiento que dio quedo de cucharita hacia mí, encajando a la perfección. Me congelé, no sabía qué hacer. La posición correcta, en un momento incorrecto. Estaba completamente excitado, mi pene pegado a mi cuerpo volteando hacia arriba, sus nalgas lo aprisionaban, verdaderamente estaba en el cielo. Metí mi mano por debajo de su cuerpo y lo abrace por el pecho muy despacio. Lo único que pude es hacer un movimiento hacia arriba y hacia abajo masturbándome con sus nalgas, repito eso tenía que ser el cielo. Paso rato en el que tocaba todo lo que podía, por supuesto quedamente sobre la ropa para no despertarlo. No pude más, eyacule dentro de mi bóxer. Y que venida, sentí que salía todo lo acumulado en dos semanas de nada de nada. Javier involuntariamente había hecho lo que yo buscaba con toda la intención. Me cambie el bóxer, decidí dormir.
Era mucha acción por esa noche, demasiado riesgo. Me acosté de nuevo, tome su mano y la pose sobre mi pierna y así me quede dormido, antes que mis impulsos me llevaran a más. Al día siguiente como si nada hubiera pasado, me levante con la grita de Gustavo brincando sobre Ray, diciéndole borracho y mil cosas. Oí la risa sobre mi oído de Javier, me dio los buenos días, y yo también reí con Gustavo y la cara de cruda de Ray. Al parecer nadie había notado nada, ni el mismo Javi. Por suerte. No es necesario que lo repita, desfile de PIEL. Esta vez más tranquilo el asunto, ya que no teníamos el tiempo limitado. Anduve en bóxer muy cómodamente, logre una media erección y lo acomode de lado como para que lo vieran, nadie hacia comentario ni nada, ni lo veían. Era más mi pánico de que me señalaran de lo que verdaderamente pasaba. Nos bañamos y cambiamos y nos fuimos a desayunar regresamos y todo el día transcurrió normal. Llegamos tarde a las cabañas de la expedición, nos duchamos de nuevo y decidimos comprar cerveza otra vez, pero esta vez decidimos tomar solo en la cabaña sin salir a ningún lado. Era increíble la amistad que habíamos logrado los 4, nos llevábamos bastante bien. Un viaje definitivamente es el lugar para hacerte amigo de la gente. Tomamos hasta tarde, cuando Gustavo decidió dormirse primero, ya se notaba bastante tomado, luego Ray que rápido se puso muy borracho y Javier y yo nos quedamos platicando. No sabía si esa noche iba a pasar algo más pero si no iba a disfrutar la compañía de Javi en plenitud. Platicamos de muchísimas cosas, me di cuenta que era una persona bastante interesante, mis historias el gustaban mucho, lo hacía reír involuntariamente, me encantaba verlo sonreír. Creo que el alcohol se nos pasó de la mano, no sentimos nada por el calor de la plática. Estábamos los dos ebrios, no sé quien más de los dos, pero los dos ebrios. Decidimos mejor dormir, ya que al siguiente día iba a ser complicada la levantada. Javi se acostó y no duró más de 18 segundos en quedarse dormido, nuestras jornadas de trabajo eran pesadas, adicional al alcohol en las venas, era un relajante nato. Yo noté muy borracho a Javier entonces decidí dar un paso más adelante en la casa de este cuerpo de dioses.
Me acosté de nuevo en bóxers ahora solo con una resaque negra entallada, el se quedo dormido con toda la ropa. Esa era mi oportunidad y pretexto si se levantaba. Empecé a desvestirlo, le quise su sweter, pantalón de mezclilla que llevaba, calcetines y todo, lo deje solo en bóxer y camisa de arriba. Tampoco podía someterlo al intenso frio, aunque con mi calor corporal debía de ser suficiente para calentar el Universo. Lo acomodé boca arriba, quería comprobar su grado de ebriedad. Lo golpeaba fuerte como sin querer para ver sir reaccionaba, nada pasaba. Le puse mi pie en su pene para ver si con eso reaccionaba, NADA. Era mi oportunidad puse su mano en mi verga, y la empecé a mover como movimientos de masturbación, neta que el corazón no se me salió por los ojos no sé por qué motivos. Mi pecho era un tambor escandaloso. Se movió de lado, apuntándose su cola para mí, espere unos minutos para que volviera a recuperar el sueño profundo. Me acerque a él tanto, lo olía, lo sentía en todo el cuerpo, lo besaba todos los hombros, brazos, piel, cada centímetro disponible, sentía sus glúteos pegados sobre mi pito. Le tocaba por debajo de su camisa, palpaba lo torneado de su espalda, sentía vellitos muy delgaditos y rubios rozar mi mano, eso me ponía full. Decidí bajarle un poquito el bóxer de modo que podía ver su nalgas las toque las olí, le besaba la orilla del glúteo, las lamia y masajeaba, Javi no se movía. Decidí bajarle el bóxer completamente, ¿Realmente estaba pasando? No creía los extremos a los que había llegado.
En fin, no era tiempo de arrepentimientos, era todo o nada. Me baje el bóxer yo también y acerque mi pene al surco de sus nalgas, lo subía y lo bajaba, verdaderamente era esa la gloria, no podía no serlo. Javi se movió unos cuantos centímetros pero eso me alarmo al máximo, me tape hasta el cuello y me voltee hacía Gustavo a esperar un rato a que durmiera de nuevo Javier. Me quede contemplando a Gustavo, era tan guapo, estaba enrollado como bolita, sus nalguitas expuestas, decidí tocarlo también, 2 x 1, que buena promoción, solo le toque sobre su pantalón, efectivamente comprobé mi teoría, un trasero espectacular, duro y delicioso. Regresé con Javi y seguía en la misma postura de hace rato, yo creo solo fue un sobresalto del dormir normal. Me acerque y casi inmediatamente recupere mi erección. Le pasé de nuevo mi pene sobre su culo, estaba a punto de venirme cuando Javi se volteo hacia mi completamente, yo me quedé pasmado, casi sin poder reaccionar, me quede quieto. Quedo frente a mí su cara extremadamente cerca de la mía. Se quedó quieto de nuevo. Sin pensarlo le besé en sus labios, una y otra y otra vez. No recuerdo cuantas veces lo besé. Era sorprendentemente guapo. No sé que me pasaba, estaba loco. Le metí el brazo por debajo de él y lo incline hacia mí, lo subí sobre mi!!!! Carlos que estabas haciendo, en que estabas pensando???? No sé qué pendejada hice, sin duda el alcohol me estaba haciendo esas jugarretas, era mi deseo contenido desfogado por el alcohol. Lo tenía acostado sobre mi pecho totalmente. El sobre mí, su cara con la mía, su pecho y el mío, nuestros penes se rozaban, nuestras piernas entrelazadas. Le tocaba sus nalgas, sus piernas, su espalda y lo besaba. Le metí un poco el dedo en el culo, al principio no hubo reacción y continúe, ya había decidido que era demasiado arriesgarse estaba a punto de bajarlo, cuando Javi despertó. Probablemente la presión en su culo y la posición incómoda lo hizo levantarse.
Seguramente ese día era mi último de vida, pensaba en que ciudad viviría ahora, que escuela, mil cosas. Se levanto un poco Javier y lo único que dije fue: Que estás haciendo Javier?. En serio Carlos?????????????. O sea yo le pregunte qué estaba haciendo. Me dice: no se. Que pedo? Yo: Estas arriba de mí, me bajaste el bóxer y no sé qué pedo. Puso una cara de pánico. Javier: No mames, no me acuerdo de nada. Anoche se me subió mucho. Yo: No mames Javier aun es de noche, estaba bien dormido cuando sentía que te me subías hasta ahorita que reaccione. Javier: Discúlpame we, estaba borracho. Se lo notaba muy nervioso. Yo: No te preocupes yo no voy a decir nada. Sin pensar dos veces lo jale hacia mí y lo besé. ¿Neta? Yo estaba haciendo eso??? Lo besé y el no opuso resistencia. Me besaba y me metía la lengua. El beso más rico de toda mi vida. Le puse una mano en su nalga desnuda y él se rio sobre mis labios. Fue el momento más mágicos de la noche. Después de eso paso MUUUUUUUUUCHO más. Continuará…
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