Debajo de las sabanas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ElMarques.
En el 98, una mañana bajo el sol matutino, Óscar en la sala de la casa veía como la hermana mayor trapeaba el piso de la sala. Ella se movía al ritmo de la salsa de << La India >>; movía la escoba y pasaba el coleto por debajo de la silla donde él estaba sentado.
El chico se ha levantado y ha dejo a su hermana limpiando el porche de la casa. El joven camina al patio y en la pared que divide con la del vecino de al lado; en lo huecos hechos por los primos, Óscar va subiendo y apoya su trasero en el duro concreto de cemento.
La sombra de un árbol cemeruco le acobija, el chico coge las fruticas más rojas y dulces y las comes. En eso la vecina de la casa de al lado, le sorprende llamándolo; la mujer hermosamente vestida para el trabajo le pide un favor a Óscar. Le pide que entre por la ventana de la habitación de ella.
La señora Tania después de ponerle una escalera a Óscar para que bajase a su patio, le explica porque razón necesita su favor; la señora ha pasado el cerrojo y dejo cerrada la habitación y ahora necesita entrar.
Una vez el favor hecho, la señora Tania se le hacía tarde y agarrando las llaves de su auto, la señora le dice a Óscar.
¿Acompañas a julio?
Julio esta apenas de pie en su habitación, un joven mayor que Óscar, es el único hijo de la señora Tania. El muchacho de piel morena oscura como la de su madre, en el marco de la puerta se estira y su cuerpo solo en short Óscar le ve de arriba abajo; julio esta con los ojos achinados y la bemba del labio inferior también hinchada por el sueño.
Claro que Óscar ya antes conocía a julio, es uno de los del barrio, pero tener esa confianza con él, y de estar en su casa, no era muy propio de él, por eso al decir la señora Tania ¿si le acompañaba? Él lo pensó un momento y por la pena que se notaba en sus mejillas, el chico asentó moviendo la cabeza.
La señora Tania ha marcha y ambos muchacho ha dejado solo en casa. Julio ha entrado a la habitación de él, Óscar ha quedado inmóvil en el pasillo de los cuartos; cuando oye que le llama julio, va lento pero rápido ha entrado a la habitación.
Esta sentado en el piso y apoyada la espalda a la cama, julio es un muchacho alto y delgado, de cabello rulos pero cortos y, de ojos marrones como la miel misma. El sonido de Mario Bross le hace ver al televisor, julio le dice que se siente y venga a jugar con él, emocionado Óscar y con humildad se sienta al lado de él y toma el segundo control del juego. Al rato de estar jugando julio se cansa o eso cree Óscar y ve cómo se va a la cama y se arropa hasta al cuello.
Julio le permite jugar un rato más a Óscar y al no micho rato, le habla con voz apagada; le invita a jugar un juego, que se meta por debajo de las sabanas y al legar al final él le muestra “algo”
Óscar tiene 13 años y julio 16, pero Óscar aun es inocente, el joven chico es introvertido. Él es de piel amarilla y ojos color aceituna; Óscar con cierta inocencia cree en el juego de julio y sonriendo ve como julio termina de tapar con la sabana su rostro.
Cuando ya Óscar está entrando por los pies de julio, nota los pelos de las piernas de este, intenta no tocarle pero al ver que julio no se molestaba porque él le tocaba, con confianza fue subiendo más a la cama.
Era como estar en una cueva, el color tenue de la sábana blanca, se veía el resplandor del sol que entra por la ventana, solo se oye el suspirar de julio junto con el ventilador de la habitación. Óscar al llegar hasta la cintura de julio, el short que lleva puesto es de algodón, ancho y de color azul. La tela se ciñó o eso intento julio hacer, pero igual en el medio un bojote abultado se nota en el short azul de julio.
Sabiendo que era una erección, Óscar recordó la que él tiene cuando se levanta en la mañana y cuando ve dos personas besándose en la tv. A igual también ya se hizo la primera paja y ver el bulto de julio le hizo excitar pero también nervioso; trago grueso y alzo la cabeza, julio pareció notarlo y sin decir nada con una mano, se rozó la entrepierna con los dedos, luego la apretó firmemente y la verga brinco estando atrapada de lado bajo la tela del short y la ropa interior.
El chico no sabía qué hacer, se quedó ahí a la altura de la cintura de julio. Cuando vio como la mano de julio tomaba la de él, le condujo y se la puso en la palpitante erección que tenía, Óscar seguía tragando grueso y su cuerpo experimentaba temblores involuntario, veía fijo al paquete de julio y como le masajeaba con la ayuda de él, ve como julio asoma su rostro debajo de las sabanas y le mira directo a los ojos seriamente excitado.
La goma del short cedió rápidamente cuando el dedo meñique de julio levanto para sacar su moreno guebo aun encapullado; era una mezclas de olores que olfateo Óscar, y el tamaño sin exagerar su vista, vio el miembro viril de julio detenidamente con los ojos muy abierto, la vio palpitar y levantarse hasta estar completamente erguida, una vena fina aparecía en su costado y con la ayuda de julio, lentamente la fue descubriendo del capullo; mostro una cabeza morada y lucia de lo prensada que estaba, julio moviendo un poco con los dedos le roza el glande en los labios. Óscar sintió ese olor tan cerca que casi creyó que ya la tenía dentro de su paladar.
Asustado y nervioso, no dejaba de titiritar, a julio le gano las ganas y la excitación y le cogió por el cuello con una mano y le empujo la cara hasta chocar con verga descubierta. Óscar pego la nariz directo a las bolas, sintiendo los pelos y oliendo ese olor embriagador; olía tenuemente fuerte e intento abrir la boca para chupar, pero por su mente cruzo una negación a lo que estaba por hacer. El joven chico se levantó rápido trayendo la sabana a su espalda y dejando descubierto por completo a julio, se sentó en la orilla de la cama y le daba la espalda, julio se tapó la erección de nuevo con el short y luego le dijo al oído que no dijera nada de lo que ha pasado.
¿Quieres seguir jugando a Mario?
¡No, mi hermana no sabe que estoy aquí! – responde Óscar a julio con ojos asustado.
II
Después de aquella mañana, Óscar evitaba ver en la calle (sobre todo en las tardes) a julio. Julio por su parte también lo evitaba, hasta que el hecho se hizo olvidado e ignorado sin temor alguno por ambos.
Las vacaciones escolares de ese año llegaban a la última semana y Óscar en una noche algo excitado recordó lo que hizo esa mañana con julio, aunque lo negaba por dentro deseaba volver a vivir esa experiencia y se lo hacía de nuevo se prometía que iba hacer de todo lo que fantaseaba en su mente. Cuando se daba cuenta de ese deseo, Óscar lo reprimía con vergüenza no se permitía tal acto pecaminoso que él creía.
III
La primeras clases empezaron y un fin de semana de agosto, esa noche del viernes la hermana de Óscar salió de rumba y la madre el, que deseaba una noche a solas con el novio de ahora, le mando temprano directo a la casa de la tía.
Al llegar a la calle donde vive la tía, ya la noche entrada en la esquina hay carrito de perros calientes, ahí sentado julio comiendo uno le mira y le saluda, Óscar devolviendo el saludo piensa; cuantas pajas no se ha hecho pensado en él. Sigue caminando y llega a la casa de la tía, Óscar entra y al parecer la tía también está sola, cariñosa le recibe y Óscar no deja de pensar en lo aburrido que va ser este viernes por la noche.
Acomodado en una habitación de algún primo, esa noche Óscar durmió solo mientras que su tía durmió con el esposo.
La bulla de las músicas se sentía a lo lejos y cerca de la casa, era viernes y había alegría en las calles.
Sería como las dos de la mañana y Óscar despertó con ganas de ir al baño. El bullido de la noche había mermado y lejos se oían, algún vecino cercano estaba romanticón con la canción de Laura Pausini << Son Amores >>.
La luz de luna azul se filtraba por las cortinas de las ventanas de la cocina. Después de ir al baño Óscar llego hasta la sala y la puerta de una habitación ubicada a la izquierda la vio un tanto abierta, le pico la curiosidad y llego hasta ella. Parado en la entrada, el olor a borracho le repugno, adaptándose su vista a la oscuridad del cuarto, Óscar vio a alguien acostado en la cama, se preguntó << ¿cuál primo debe ser? >>.
La oscuridad se disipo para su vista y el, pudo ver mejor; noto que el cuerpo adulto reposaba en la cama boca arriba, un ronquido leve se oía y lo que más atrajo su atención es que solo estaba en slip. Óscar volteo hacia atrás y pensado se apoyó del marco de la puerta, viendo hacia dentro el joven pensó lo que ya tenía en mente.
Le oía respirar y roncar, estaba sentado en la orilla de la cama y Óscar sentía lo pesado que caía el cuerpo de aquel hombre que aún no sabía quién era; caminando los dedos por la cama toco con miedo la pantorrilla del hombre, sintió los pelos y vio que no se movía y no dejaba de roncar, por el muslo de la pierna, sutilmente recorrió con un dedo y el hombre un poco se movió. Óscar bajo de la cama y agacho la cabeza al piso; sentía en los dedos de los pies el frio del temor a ser descubierto, pero a la vez también la excitación de hacer lo prohibido.
A la orilla de la cama asoma sus ojos lentamente, el hombre solo ha volteado la cabeza al otro lado; una mano la tiene a la altura del ombligo y la otra le cae por el muslo de la pierna izquierda y el abdomen se ve moverse cuando el respira. Óscar desde ahí arrodillado en el piso, mueve la mano y la llega hasta la cintura del hombre, toca la pretina del slip, y se guía con ella para tocar el relieve abultado de su entrepierna; no esta dura, pero es carnosa y gruesa, en su mete cree saber que olor y textura ha de tener el guebo que está tocando por encima del slip y Óscar con los ojos cerrado y muy excitado, palpando completamente con la mano acobija el paquete y lo presiona suavemente.
Casi podía creer que la verga que tocaba se estaba poniendo dura, pero era poco lo que estaba, quería sacarla pero podía, Óscar no se sentía valiente de hacer aquello, se sentía visto, descubierto y expuesto. Por suerte de él, al lado, casi debajo de la almohada que usa el hombre acostado, ve una sábana doblada, con cuidado la coge y se pone de pie, las desdobla y la extiende sobre el cuerpo dormido en la cama, el hombre queda arropado y luego de aquello Óscar camina a la puerta y la ajusta mas no la cierra por completo.
Al regresar, esta al pie de la cama, el hombre cubierto por la sabana, se siente más cómodo, recuerda como entro por los pies de julio, y le excita hacer ahora lo mismo.
Óscar se pone de rodilla y va entrando por debajo de la sabana, toca los pies del hombre y no le importa si pisa fuerte sobre él, los pelos de las piernas le roza todo el pecho y por fin esta entre el medio de la entrepierna de aquel hombre dormido. Nervioso por su osadía estando ya ahí, decide tocar las bolas por encima del slip, casi esta húmedo la zona y luego olfatea cerca donde acaba de tocar, el olor le gusta y vuelve a oler, cuando toca el miembro viril se sorprende de sentirlo duro como un trozo de palo.
El miedo y el placer se le concentra en un mismo lugar: en el estómago, siente un vahído y una fiebre en el cuerpo, pero lo que experimenta Óscar es puro placer y lo disfruta. Vuelve a tocar el guebo del hombre, le palpita en los dedos y por una orilla del slip, el glande prensado se asoma y el siente su textura. Como si ya lo hubiese hecho, Óscar con la lengua, saborea el glande que por la mita sale de la ropa interior; el chico desbordado de excitación pierde el pudor y atrevido saca por el lado del slip toda la verga erecta, la levanta con la mano y agarra con los dedos por todo el troco duro del miembro viril, no paraba de brincar en su mano y abriendo la boca, chupa con deseo el glande presando e inexperto la succiona con un chupetón fuerte, que el hombre arqueando la cintura lo despega mientras jadea con placer. Óscar quedo trémulo, había despertado de la excitación que tenía su cuerpo y sudando la fiebre quedo con ojos abierto debajo de la sabana esperando lo peor…
El hombre que se había dado cuenta desde que Óscar lo arropo se dejó hacer sin saber de qué todo se trataba, al fin al cabo estaba ebrio como para parar la cosa, por eso cuando sintió el chupetón se estremeció por la sensibilidad de su miembro, y creyendo que no iban a seguir chupando su guebo, el tipo se lo agarro y lo guio de nuevo a la boca.
Óscar al sentir el glande rozar sus labios, solo le quedo por abrir la boca y en fondo de la garganta toda la virilidad del hombre fue a dar, oyendo como gemía el hombre, la libido de él estaba apagada y no dejaba de pensar; << esto me lo he buscado >>. Abría la boca y sentía el prensado glande tocar la campanilla de la garganta, al empujarle y tenerle la cabeza sujetada, Óscar en arcada la volvía a sacar, el hombre quería sentir que se la chupara por eso le dijo que se la chupara, pero con suavidad. Óscar juraba que estaba en total descubierto y no dejaba de pensar en ello.
Al estar comiendo el guebo del hombre, su libido despertó, y despertó con muchas ganas, desinhibido comía el troco de la verga y la chupaba hasta de nuevo el solo atragantarse con ese trozo de carne palpitante. El tipo jadeaba y le sobaba el cabello junto con la cara, le sujetaba y movía la cadera en un vaivén furioso y lento a la vez.
Sintiendo la textura en los labios, la presionaba con sutileza mientras ese fierro caliente le atravesaba la garganta, el sabor le gustaba y evitaba darle un chupetón fuerte, se pegaba a la ingle peluda y absorbía el olor de macho en celo, ese olor tan masculino que el empezaba a desear o que siempre lo había deseado.
El hombre excitado chistaba entre dientes, y moviendo la cintura, con los muslos de la pierna atrapo la cabeza de Óscar, le sujeto del cabello y lo ahogo con su trozo de carne, luego sin sacarla de la boca del muchacho, en un movimiento rápido Óscar quedo boca abajo y el hombre encima de él. Explayo las piernas y se sostuvo el peso del pecho con los puños de las manos en la cama; moviendo la cintura se cogía al chico por la boca, y dejando caer todo el cuerpo a la cama afinco la cintura y los trallazos de leche en la garganta quemo a Óscar.
El chico con una mano tocando su erección por encima del short, con la otra tocaba las bolas del tipo, que le golpeaba con el vaivén en la quijada, al sentir ese espeso liquido golpear su garganta, fue como el mejor dulce que haya probado, y chupo es verga con intensidad hasta traga todo el semen expulsado por el hombre, su excitación y libido exploto dentro de su short humedeciendo todo.
VI
Lo bueno de aquella noche, es que era el primo Eddy el que estaba acostado en la cama, paso ese fin de semana en casa de la mamá, y el lunes regreso a la ciudad donde él estudia la universidad, si bien por un lado se sentía cómodo que no lo vería pronto por otro lado sentía la necesidad que se volviera a repetir lo ocurrido. Su primo no le dijo nada a la mañana siguiente (como si nada hubiese pasado) le desconcertó pero le alivio de igual manera.
Aquel noviembre del 98, empezaba la mañana fría y un tanto nublada. La madre de Óscar estaba por salir al trabajo mientras que su hermana aun dormía. Óscar se ha levantado temprano y en el patio sentado con una taza de café en mano, despido a su madre que salía del trabajo. Miro a la pared de al lado y dejo la taza de café a un lado del piso y pensó en subir a la mata de cemeruco de la casa de julio.
Al estar arriba, el silencio era interrumpido por la brisa matutina, en la puerta del patio de la casa del al lado, julio con una sábana cruzada a la cintura le ve desde abajo. Ambas miradas se cruzaron y seriamente adivinaron sus pensamientos…
Si ha gustado, continuara…
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