Debut de adolescente colegial gay
En épocas del colegio secundario debuté luchando con un amigo en casa.
Anónimo
Era el otoño de mis 13 años, recién cumplidos y empezando la secundaria en un colegio privado doble turno.
Era un domingo de marzo, yo estaba en mi casa vestido con mi uniforme colegial nuevo, ese año estrenaba todo por haber crecido desde la primaria a la secundaria.
Guillermo era un amigo del barrio que vivía a pocas cuadras de mi casa, era un par de años mayor que yo, tenía 15.
Ese día yo venía de un bautismo en la iglesia del barrio, en esa época te vestían con el uniforme del colegio siempre, porque era la forma de ir a las fiestas de casamientos, comuniones, 15 años o bautismos, y actos del colegio.
Volví a casa antes del almuerzo porque la fiesta era para los mayores y los chicos volvíamos a casa sin participar del almuerzo, cosas de esa época… rara no?
Llegué a casa y estaba solo, como tenía unos zapatos nuevos regalados para mi cumple 13 días antes, decidí probármelos con el uniforme para ver como me quedaban y ablandarlos de paso de entre casa, antes de estrenarlos en el colegio al empezar las clases.
Me puse entonces los hermosos «canadienses» de cuero marrón, con cordones de cuero y suelas con tarugos, me quedaban muy cómodos y bien sujetos al pié… me gustaban mucho y siempre había querido tener unos así…
Cuando me estaba mirando al espejo sonó el timbre… quien sería? pensé… y fui a mirar por la ventana del living, era Guillermo en su bicicleta.
Le dije que pase por el costado y entre nomás,
Cuando entró por la puerta del costado me llamó la atención como estaba vestido casi de linyera!… ropa sucia, porque estaba pintando en la casa… jeans viejos desflecados con manchas de pintura, un buzo negro desteñido y manchado, y unas zapas de lona «converse» viejas sucias y manchadas con pintura también…
Me dijo… «uy! estamos pintando en casa y me escapé un rato… estoy así sucio y andrajoso perdón! y vos tan fino! que diferencia no?…»
Yo le dije…» no hay drama, me voy a cambiar de ropa y vuelvo…» a lo que él me dijo…
«No! quedate así dale que ya me voy… no te cambies quedate así que estás bien…»
Prendí la tele y nos sentamos en el sofá de 3 cuerpos de cuero negro… juntos pegados… yo puse mis piernas arriba de la mesa ratona luciendo mis zapatos nuevos a propósito, llamando la atención de Guille… él de inmediato los vió y exclamó… «Uyyyyy zapatos nuevos no?» y subió sus piés a la mesita también…
No sé porqué me calentó eso… ver sus zapas viejas y sucias junto a mis canadienses nuevos me excitó, entonces crucé mi pierna derecha por encima de las de Guille y mi pié arriba de sus zapas, lo sacudía como temblando y los refregaba sobre sus converse… ese juego era excitante, y no sé porque pero me vino una erección…
Guille entonces pasó un brazo alrededor de mis hombros y me atrajo hacia él… eso me produjo una calentura máxima… y seguí amasando sus zapas bajo mis zapatos nuevos… crujía la goma de sus zapas bajo las suelas con tarugos de mis canadienses Okm…
Entonces él me abrazó y propuso una lucha diciendo «luuuuchaaa!…», y enroscando sus piernas en las mías me trató de acostar en el sofá levantándose y tratando de quedar arriba mío…
Yo, no se porqué, creo que para evitar arruinar mi ropa, me dejé dominar y quedé acostado boca arriba en el sofá como siguiendo el juego de Guille, pasivo y esperando que él haga y maneje la lucha… así que saltó encima mío y me trabó los brazos con sus piernas alrededor de mi pecho diciendo… «tratá de zafar… a ver?…»
Y yo entonces traté de sacármelo de encima haciendo fuerza con las piernas, y levantando mi cuerpo para volcarlo a él fuera del sofá… sentí que su bulto estaba duro contra mi pelvis, y el mío comenzaba a endurecerse también… estábamos colorados jadeando los dos y él evitó que mis piernas lo levanten estirándose arriba mío y trabándome los pies pisando mis canadienses contra el sofá fuerte, «bautizados! dijo…» y quedó arriba mío inmovilizandome por completo…
Jadeando me dijo… «te rendís?… rendite y cobro el premio al ganador de la lucha dale?»
Yo me traté de zafar retorciéndome pero me tenía dominado encima mío trabando pies y manos… jadeábamos calientes los dos y me relajé viendo que no podía zafar la toma y puesta de espalda… entonces le dije… «dale me rindo… ganaste…»
Y él me dijo… «bueno, ahora cobro el premio!… date vuelta boca abajo…» y se separó dejándome que me dé vuelta… lo que hice sumiso, y quedé acostado boca abajo y él arriba a su merced…
Se acostó todo encima mío y su bulto me apoyaba la raya del pantalón fino del uniforme… me agarró ambas manos y me trabó ambos pies pisándome contra el apoya brazos del sofá… estaba dominado e inmóvil…
Entonces comenzó a bombear su bulto en mi cola y yo me dejaba porque me gustaba… totalmente entregado y relajado para que me apoye…
Luego de una refregada vestidos, se apartó y sacó su pija por el cierre del jean para apoyarme de lleno en mi raya, sentí como buscaba mi hoyo como que casi me iba a romper el pantalón gris del uniforme…
Entonces se apartó un poco y me dijo… «bajate el pantalón dale…» Y yo obedecí y me desabroché el cinto y el cierre bajando el pantalón y levantando la camisa blanca, solo para dejar mi cola al aire…
Guille me salivó el ano y su pija y la acomodó en la entrada, recostándose de nuevo arriba mío jadeando a mi oído…
Yo no sabía bien que pasaba, inocente, pero estaba recaliente y me gustaba… me relajé y dejé que Guille haga todo sin oponer resistencia…
Él ubicó su pija dura en mi raya resbalosa por su saliva, y empezó a empujar para meterla mientras gemía a mi oido… decía «dejate dale, este es mi premio dale… estás muy lindo vestido así de estreno, y me calentás mucho»
Y sin darme cuenta la fue metiendo de a poco hasta penetrarme completo y ahí se quedó quieto jadeando en mi nuca… yo me sentía raro, como en las nubes desflorado por mi amigo… y jadeaba al ritmo también…
Así me montó un rato duro, se contorneaba arriba mío, adentro y afuera su pene duro en mi ano virgen, hasta que aceleró y metiéndola más a fondo sentí que se le hinchaba más, sentí su pelvis pegada a mis nalgas, y luego de bombear unos minutos, se sacudió fuerte largando toda su leche en mi cola, mientras jadeaba al máximo en mis oídos diciendo cosas chanchas de como le gustaba darme así vestido, y yo de uniforme y zapos nuevos…
Se relajó y quedamos así acostados, el arriba mío completo, y dejando morir su pija adentro de mi cola…
Así empezó esta historia gay de pendejos, que siguió por meses y años hasta mis 17 o 18, siempre que él venía y estábamos solos lo hacíamos en mi pieza, yo llegando del colegio a la tarde y él viniendo del taller del padre, ya que iba a la mañana a una escuela pública, vestido siempre con sus ropas sucias de trabajo, lo que nos hacía calentar mucho claro…
Me gusto sigue contando… 🙂 😉 🙂 😉
Despues relato el encuentro siguiente con Guille otra vez… el primer día de clases…
Hermoso relato, me trajo reminicencia de mi adolescencia, muy buenos recuerdos de mi secundario con mis compañeros.- Gracias