Debut sexual temprano, parte 2
Continuando con mi temprano debut sexual, que fué aproximadamente a los 5 años y continuo en lo sucesivo con amiguitos, para alternar ocasionalmente con nenas.
Tuve una rápida experiencia con dos primitas y una nena que no me acuerdo de donde salió, no fue mucho, solo me mostraron sus vaginas, una de las cuales toqué muy superficialmente, y yo les enseñe como me masturbaba…
Dando un salto en el tiempo, y ya avanzada mi adolescencia, estaba en la casa de un amigo y compañero de colegio, tendríamos ambos unos 16 años, ninguno de los 2 habíamos tenido sexo con penetración, no habíamos penetrado a nadie, y tampoco nos habían penetrado a nosotros, una tarde noche estábamos en su habitación, habíamos estado toda la tarde estudiando y ya nos íbamos a ir a dormir…
No se en que momento sucedió que estábamos de pronto sentados en una de las camas, uno al lado del otro, y el dijo, estoy ardiendo! Y saco la pija, no noté que la tuviera muy parada, y se la comenzó a tocar, sacá la tuya me dijo…y yo no lo dude, lo hice de inmediato, fué entonces cuando estiró su mano y me la agarró, se sintió muy bien, cerré los ojos de placer, me tomó la mano y me la guió hacia su pene, yo me resistí al principio, pero lo hice, se sentía muy suave, caliente, y durito, con delicadeza comencé a menearlo de arriba hacia abajo, el me hacía lo mismo, no nos hablamos para nada, solo hacíamos…nos paramos, y nos abrazamos tomándonos de nuestras nalgas, mientras nuestros penes se rozaban… era sublime, sentía como nuestros fluidos se mezclaban, eran como uno solo, nos estábamos mojando mutuamente, era todo muy sensual, fresco e inocente…
El acariciaba mi cola con mucho cariño, me hacía sentir como una mujer, era extraño en ese momento, pero muy agradable, con una mano acariciaba mis pechos, a veces pasaba su lengua por mis pesones, yo solo gemía, mientras con un dedo de su otra mano acariciaba mi ano, yo lo cerraba con fuerza, no quería que lo metiera, dentro de poco tenía el examen para ingresar a hacer el servicio militar obligatorio, y tenía miedo que se me fuera a dilatar y quedara así… era propio de nuestra ignorancia de jóvenes… pero luego de un rato deje que me lo metiera un poco, fué hermoso, era la primera vez que algo aunque fuera pequeño me entraba.
No se en que momento quedamos desnudos casi por completo, nuestros pantalones a la altura de nuestros tobillos, nos corrimos unos metros hasta un escritorio que había en su habitación, y como pude me puse en 4 patas, con mis piernas apoyadas en una silla y mi torso recostado en dicho escritorio…apoyé mi cabeza sobre lo que sería la mesada, mientras el recorría con su pene el interior de mis nalgas.
Se sentía muy rico, subía y bajaba recorriendo mi cola, cuando tocaba mi ano instintivamente me cerraba con fuerza, tenía miedo, me reprimía ante la inminencia de mi examen físico.
Fué entonces que me dijo, no te preocupes, te meto solo la puntita, nada más, relájate, el no lo había hecho nunca, pero lo dejé, apoyo suavemente la cabeza de su pija en mi ano, me relaje un poquito, y sentí su cabecita suave presionar sobre el, no tengo palabras para describir lo que fué ese momento, no me podía penetrar, yo estaba muy cerrado, y la única lubricación era su liquido preseminal, eso lo frustraba un poco, pero igual tomó mis nalgas, y con ellas apretaba su miembro mientras me embestía con fuerza, eso simulaba una penetración que yo disfrutaba gloriosamente en mi ano.
Eso duró muy pocos minutos, la excitación era enorme, yo no podía resistir más, algo inexplicable pasaba dentro mío, me sentía extasiado, no podía frenar el orgasmo tempestuoso que se avecinaba, era intenso, novedoso, abrumador…y llegó… inmensamente placentero, con fuerza inentendible para mi, extenso, pareció durar muchísimo! Mientras mi semen salpicaba para todos lados, abundante como nunca me había pasado, cálido y pegajoso… El inmediatamente también tuvo su momento de placer, terminó en mi cola, sentí cómo su liquido caliente brotaba en mi, y ví por entre medio de mis piernas como caía sobre la silla… permaneció un ratito con su cabeza apoyada sobre mi espalda y luego se levantó, con mi mano toqué su semen en mis nalgas, era más líquido que el mío, agradable y no me hacía sentir rechazo, me gustaba.
Como ya les dije, hasta el día de hoy nunca se dió que me penetraran… pero si puedo decir que tuve y disfrute de muchas experiencias homosexuales extremadamente agradables…
Continuaré con más de mis relatos….
Que felicidad la tuya, que seas dichoso toda tu vida
Gracias Chundoman!