Dejar el aburrimiento de un domingo con un hetero
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Primero quiero indicarles que es la primera vez que me motivo a escribir un relato, el cual es sobre mi más reciente experiencia sexual con un hombre.
Empezaré describiéndome.
Pues bien, me considero un hombre serio, nada afeminado y en lo posible algo descomplicado.
Tengo 24 años, mido 173 cms y soy de contextura gruesa.
No soy el más apuesto, pero atraigo con cierta facilidad a otras personas.
No me gusta definirme en una orientación sexual específica pero para una mejor comprensión del lector, se podría decir que soy bisexual.
Soy profesional sin empleo, pero continúo estudiando otras cosas en la universidad.
Soy de Ibagué, la ciudad musical de Colombia.
En cuanto a él, mide alrededor de 170 cms, contextura delgada, cabello corto, piel trigueña, más lampiño y con un pene de 17 cms aprox.
Hoy domingo me desperté un poco estresado por la cantidad de cosas pendientes por hacer de la universidad, lo que en últimas me ponía aburrido y con menos ganas de hacer algo.
Pero este domingo tenía un tinte distinto, y era que mi familia con la que convivo en la casa, tenían un almuerzo con otros amigos lo cual se presentaba como la excusa perfecta para no ir a ese almuerzo y quedarme en casa "haciendo trabajos", pero sobre todo estaría esperando encontrar a un man serio para pasar la tarde en la casa haciendo algo sexual.
Es así que antes de que saliera mi familia, ya me había preparado y también estaba en la tarea de encontrar a alguien interesante por Grindr, pero parecía que no iba a encontrar nada serio como en ocasiones pasadas.
Pero encontré un perfil que me llamó la atención con una foto de perfil de unas piernas velludas lo cual me gustó.
Le saludé y como a los 5 minutos respondió el saludo, siendo la conversación así:
Yo: Hey parce, cómo va?
él: Bn parce acá pasando el guayabo pero bn .
yo: Ah bueno parce.
Qué busca por acá? .
él: No nada hablar parce y vos que?
yo: Lo que salga o sexo.
él: A mi me trama más el morbo.
Pillemonos (veámonos) y hablamos mierda un rato.
Así estuvimos hablando e intercambiando fotos e indicándole en dónde era mi casa para que viniera a "hablar mierda".
En esos momentos me puse nervioso por el hecho de saber que vendría a mi casa corriendo el riesgo de que en cualquier momento apareciera algún familiar.
Y efectivamente, 5 minutos antes de que él llegara mi papá regreso a casa a dejar unas cosas que traía en el auto, y yo rogando de que no se tardara mucho aquí, pero al rato salió de nuevo.
Cuando mi padre iba en la esquina, el hetero llego a mi casa.
Lo recibí en mi casa como a un amigo normal, y estuvimos hablando acerca de aspectos generales de la vida de los dos y tomando algo para ir rompiendo el hielo.
Él me indicó que sólo una vez había tenido rollo con un hombre, en una situación acompañada de alcohol donde el man le hizo sexo oral en un cuarto donde dormían más amigos, y que estaba en estos momentos saliendo con una chica la cual estaría a punto de formalizar la relación.
Luego le invité a que conociera la casa y así estuvimos un poco más cerca hablando de cosas triviales.
Al regresar a la sala, volví a tocar con él tema sexual y también hablando de las personas con las que tuve rollo sexual, preguntándole luego que qué buscaba en Grindr y me dice que lo mismo que yo, "lo que se pueda dar".
Ante esas palabras que me daban el pase libre a disfrutar de un pseudohetero, le invite a que pasáramos a la habitación de mi hermano y empezar a conocernos más profundamente.
Sentados en la cama, me le acerqué y sus labios me esperaba con cierta timidez lo cual me prendió más.
Él me besaba suavemente y yo disfrutaba por primera vez de sentir esos labios suaves de una pequeña boca y una lengua que al pasar de los segundo se iba tornando más juguetona y atrevida en mi boca.
Después de estar besándonos como dos amantes sedientos de placer, pasamos a tocar nuestros cuerpos aún con la ropa puesta y pude sentir ese miembro que estaba empezando a despertar y que quería más acción.
Luego nos acostamos y él empezó a besar mi rostro pasando por mi cuello y luego a mi oreja tomándola como un juguete preciso para su lengua seductora, lo que me calentó mucho más y empezamos a desnudarnos.
Pude ir lentamente descubriendo su cuerpo lampiño que denotaba aún rasgos de un adolescente, algo que me gusta mucho.
Al bajar sus pantalones, tenía unos boxer ajustados de color morado que marcaban ese miembro ávido de mantenimiento bucal.
Por lo que empecé a lamer su pene por encima del interior mientras notaba como reaccionaba brincando, creciendo más y queriendo ser liberado, pero mi intención era que el mismo hetero me pidiera que se la chupara de una vez, cosa que sucedió al momento.
Obedeciendo, le saqué su pene y pude observar un miembro acorde a su cuerpo de adolescente, con una pequeña mancha o lunar en la base y con unos testículos que también merecían ser probados.
Ante mis ganas de volver a probar un pene, empecé lentamente a lamerlo pasando desde sus bolas hasta la punta del pene, haciendo que el hetero se estremeciera y soltara gemidos que me prendían más.
Así empecé a introducirlo en mi boca, y succionar ese miembro ya lubricado con su precum que para mía era una entra del alimento de lo dioses.
Se la chupaba lento para que sintiera el placer de ser succionado y luego aceleraba el ritmo para que se retorciera del placer, y me dijera que se la chupaba muy rico.
Escuchar esas palabras de "parce que rico la chupa" o "no pare parce, usted lo hace muy rico", me motivaban a continuar concentrado con mi trabajo y sintiendo más plácidamente ese pene al que le tenía tantas ganas, donde en ocasiones él me agarraba del pelo y con sus manos marcaba el ritmo de mi mamada con su pene.
Después de estar como 15 minutos consintiendo ese miembro viril que sabía tan delicioso, subí hasta su rostro donde él me recibió con un beso rico pidiéndome que lo dejara venir en mi boca, y yo al ver ese placer en sus ojos no me pude negar y accedí.
Entonces volví a mi trabajo y en menos de 5 minutos, empecé a sentir con más ganas sus gemidos y como su cuerpo se retorcía de placer diciendo que se venía al momento de que los chorros de semen inundaban mi boca, mientras el hetero decía que era muy rico como se sentía.
Como un buen muchacho que considero que soy, le di las últimas mamadas en ese momento para dejarlo limpio y no desperdiciar ni una gota de su semen.
El hetero me dijo que había quedado exhausto y en su cara podía notar el placer acompañado de una sonrisa picara que confirmaba lo bien que lo estaba pasando y lo satisfecho que me hacía sentir de tener a un man "hetero" teniendo sexo conmigo.
Mientras descansábamos, seguíamos acostados charlando acerca de nuestras vidas, hasta que llego el momento en que él me preguntó sí había hecho ya tríos, a lo cual respondí que no y el también me dijo que no lo había hecho pero que le gustaría hacerlo en algún momento con otro hombre, cosa que me llamó la atención y me calentaba más.
Después él me mira y me dice que si estoy preparado para el otro polvo, por lo que de inmediato le dije que si, pero esta vez venía con la sorpresa de que él no sólo quería una mamada, sino que también quería venirse dentro de mí.
De nuevo empezamos calentando motores besándonos de manera apasionada, hasta que volví a bajar y concentrarme en poner bien erecto ese pene que me estaba gustando tanto.
Él seguía gimiendo como hombre en éxtasis sexual mientras yo succionaba asegurándome de seguir saboreando ese néctar previo que sólo un hombre había probado años atrás.
Hasta que él de manera tierna me separó y me dijo que parara porque le iba a hacer venir muy rápido, por lo que me empezó a sobar la cola y a lubricar la entrada de mi cola con su saliva.
Mientras se colocaba el condón, yo me acomodaba en cuatro para que este hetero viera lo que le iba a pertenecer además de que no sentiría tanto dolor.
Llego el momento en que sentía su punta en la entrada de mi cola y el empezaba a sobarlo en mis nalgas, como venganza, para que yo le rogara que me la colocara adentro sin tanto preámbulo.
Fue así que lentamente su pene iba haciendo más presión hasta que sentí su cabeza entrar y por ende un leve dolor acompañado de un gemido de su parte.
El hetero suavemente me la iba metiendo mientras yo respiraban profundo, concentrándome en poder sentir cada centímetro de su pene que iba entrando por mi cola, hasta que sus bolas chocaron con mis nalgas y él acariciaba mi espalda.
Él empezó a penetrarme a una velocidad normal, diciendo "qué rico se siente" y "qué culito tan rico el suyo parce".
Después cambiamos de posición, donde nos pusimos de cucharita.
En esa pose podía sentir mucho más placer, combinado con el sentir su cuerpo junto al mío y su lengua de nuevo jugando con mi oreja, y como a los 20 minutos se vino, pegando un fuerte gemido y apretando mis tetillas.
Después descansamos un poco, donde él me decía que lo había pasado muy bien y que no se había imaginado que eso fuera tan rico.
Bueno, así fue como este aburrido domingo me cogí a un hetero y pude darle mucho placer al inicio para que él después me lo devolviera con una rica follada, y al final saber que le gusto y que después se podría repetir.
Quedo atento a sus comentarios, y si hay alguien de Ibagué o ciudades cercanas, que sean serios, pueden dejar su dato para contactarlos y "hablar mierda".
Feliz inicio de semana parceros!
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