DEPREDADOR (2) Tiago el Brasileño
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ZLASKO.
DEPREDADOR (2)
Tiago el Brasileño
– Oye, Tiago acercate.
–
– Dime Luis.
–
– ¿Mira, ves aquél niñato?.
El de la camiseta de tirantas negra que está al final de la barra.
–
– Si.
¿Que pasa tío? –
– ¿Te gusta Tiago? –
– Si, está bastante bueno el chaval.
¿Por? –
– Es que lleva toda la noche provocándome y calentándome el rabo.
Y antes, me he acercado para servirle una copa y le he preguntado que si quería royo conmigo.
–
– Jajaja.
¿Y que te ha dicho el chaval? –
– Jajaja.
¿Pues que me va a decir cabrón?.
Que si, pero me ha preguntado si me apetecía hacer un trío con otro tío más, y me ha dicho que te preguntara a ti, si te apetecía.
¿Que me dices colega, te apetece follártelo conmigo? –
– Pffff.
Pues claro tío.
¿Y donde nos lo tiramos, en tu casa?.
por que en la mia está mi novio durmiendo y no podemos.
–
– Aqui mismo colega, si ya no queda casi nadie y vamos a cerrar en 15 minutos.
Tu ve recojiendo lo que queda con Carlos, y que Andy limpie las mesas que quedan.
Cuando termineís le dices a los dos que ya se pueden ir, que ya cerramos nosotros.
Y mientras, yo invito al niñato a un par de cubatas y le doy conversación para que no se vaya.
Cuando ya no haya nadie y estemos solos, nos lo tiramos aqui en el bar.
–
– Ok Luis, eres un fenómeno tío.
pués nada, voy a ir avisando a los clientes que en 10 minutos cerramos.
–
No era cierto del todo, lo que le dije a Tiago sobre el niñato de la barra.
si era verdad, que el chaval quería echar un polvo conmigo y que le follara el culito, pero los dos solos.
Pero yo más que follarme al niñato, que también, lo que quería esa noche era follarme el culazo tan delicioso de mi compañero Tiago, y abrirselo en canal metiéndole mi pollón.
Tenía un culo perfecto, de los que te levantan la polla sin quererlo y cobra vida ella sola.
Mi compañero Tiago, tenía 22 añitos reciéncumplido, era lo que se dice un yougurin, alto, guapo, y muy simpatico.
Un brasileño por parte de padre, de piel tostada, con un culito firme y muy morboso, el cual todavía no había tenido el gusto de follarme.
La verdad es que ganas no me faltaban, cuando nos cambiábamos de ropa en la oficina para trabajar y nos quedabamos en calzoncillo los cuatro, su culazo redondito y respingón era el mejor.
Carlos y Andy, los otros camareros, también estaban muy buenos, pero como ya digo, el mejor culo y con diferencia era el de Tiago.
Más adelante os contaré como me follé a mi compañero Andy, que ese, si que es un putón.
pero no un putón cualquiera, es un guarro follando el tío y un vicioso de libro.
Volviendo a Tiago, el colega tiene una polla tan grande como la mia, incluso un poco más si te digo.
grande, larga, gordísima, y venosa, y muy morena como toda su piel.
Con un capullo regordete y rosado, que siempre está mojado de pre-cum (me fijé bastante en eso) y una rajita grande en la punta super morbosa.
Eran las 05:00 de la madrugada cuando ya no quedó nadie y pudimos cerrar la puerta del bar.
Angel, que así se llamaba el chaval, quedó en medio de nosotros dos, al sentarnos en los taburetes de la barra.
Estuvimos unos minutos hablando y bebiéndonos una copa, y rápidamente pasamos a la acción.
Comencé a comerle la boca al niñato metiéndole mi lengua hasta la garganta, entrelazándola con la suya, y saboreando su saliva con gusto a alcohol.
Después se la acercaba a la boca de Tiago y pegaba sus labios contra los suyos, para que él también lo besara y probara el saborcillo de su boca.
Así estuvimos un buen rato los tres saboreando bocas y lenguas.
Nos desnudamos al mismo tiempo que nos metiámos mano unos a otros, tocándonos el pecho, lamiéndonos los pezones, y agarrándonos los paquetes bien abultados.
A Tiago y a mi solo nos quedaba el calzoncillo puesto, Angel nos dijo que nos lo dejaramos, que le daba mucho morbo mirarnos los bultos y lamerlos por encima de la tela con su lengua.
Se agachó en medio de los dos y fue pasando su boca de una braguta a la otra, lameteando de arriba abajo los paquetes y mojando de abundante saliva la fina tela de los dos calzoncillos.
Cuando estaba lamiendo y mordiendo uno, el otro lo tocaba con la mano notando el grosor y la dureza que iba adquiriendo los pollones aún tapados.
No se tomaba un respiro el mamón, del gusto me tenía la punta de la polla empapada de pre-cum por sus lameteos, y yo no era el único, por que el pollón de Tiago también había empezado a formar una gran mancha en el calzoncillo.
Angel quería verle la polla, como yo, sentir el calor y su dureza, así que se las apañó para sacársela por un lado del calzoncillo y agarrarla entera con su mano.
También le sacó los cojones gordos repletos de leche.
que imagen joder.
que pollón tan enorme tenía el cabronazo.
y que cojones más hermosos.
Mientras se lo magreaba bajándole la piel hacía abajo, destapándole la cabeza de la polla mojada y pringosa de pre-cum, el niñato lo miraba con los ojos abiertos como platos.
– Que pedazo de polla tienes tío.
como me gusta joder.
–
El niñato se fue acercando hasta tener la boca cerca de su polla, y comenzó a darle besitos por todo el tronco, y fue subiendo hasta llegar al capullo donde se detuvo para lamer un rato.
Yo me puse de pie a su lado colocando mi polla cerca de su cara, restregándole el baboso capullo por sus labios y presionando con la punta hasta que se la metí dentro de la boca.
¡Que gustazo colegas!.
¡Que boca más morbosa tenía Tiago!.
Me ponía muy cachondo verle esos labios gordos y carnosos, apretándome el tronco del cipote con fuerza mientras lo recorría hasta abajo, y al final engullirlo por completo.
Me cogía el pollón fuertemente con la mano, como si estuviera midiendo la fuerza y la potencia de mi miembro, y se la comía entera como un campeón, pegando auténticos chupetones de vicio, llenándose los mofletes y sintiendo cómo el calor de una buena polla le inunda hasta el alma.
– ¡Que boca tienes compañero!.
¡Ohhhh!.
Chupa Tiago, chupame toda la polla tío.
–
Yo le ayudaba a tragar, poniéndole una mano detrás de la cabeza y forzándole un poquito, a que me pegara unos cabezazos y me hiciera una paja con los labios.
Se me caía la baba mirándolo, y deleitándome los oídos con el sonido de los chupetones que me daba en la polla, y que cada vez eran más fuertes y ruidosos.
El niñato guarrillo, miraba de vez en cuando hacía arriba sin dejar de mamárle la tremenda, larga, gorda, y gigante polla a Tiago, y dejándosela bien lubricada con su saliva.
Se puso de lado dejándome ver su hermoso culito, y desde arriba admirar su delicioso agujero, miestras él se lo abría a tope estirándose la piel con los dedos.
– ¿Te gusta como te chupo la polla?.
¿Te gusta así Tiago? –
– Me encanta chaval.
¡Uffff!.
Sigue así tío.
–
– Y a ti Luis.
¿Te gusta como te chupa la polla tu compañero? –
– ¡Mmmm.
Siiiii!.
La mama de puta madre.
–
Ya tenía un calentón del quince mirando el culazo del chavalín, que no paraba de menearlo, y pensando lo que puede hacer mi pollón con él.
El niñato chupa pollas, lo hacía a conciencia para enviciarme cada vez más, para ponerme la polla al límite y que no pudiera controlar mi deseo de empotrarle mi verga en su ano.
Angel se levantó y se arrodilló encima de uno de los sillones, con todo el culito en pompa y mirando hacía nosotros, mientras se separaba las nalgas con las manos y nos mostraba todo el boquete.
Tiago lo siguió y se colocó a su lado en la misma postura, y haciendo lo mismo que él.
Ahora tenía ante mis ojos dos anos tremendos, a cual de ellos más exquisito, suculento, y apetitoso.
Los dos miraban hacía atrás clavándome sus ojos en los míos, e invitándome muy gustosos a darme una comilona con sus traseros.
Primero posé mis labios en el de Tiago, que era el más me interesaba saborear, y mientras se lo lamía suavemente y despacito, le metía un par de dedos ensalivados a Angel por el ano.
Pronto empecé a escuchar los gemidos de gozo de los dos, uno por recibir mi lengua, el otro por notar mis dedos ahondando en su esfínter, y los dos por sentir el placer que yo les proporcionaba encantado.
Le eché mano al pollón de Tiago por debajo, estaba flipando con las dimenciones de aquella verga, con su dureza al tacto de mi mano, y el chorreo incesante de pre-cum que le salía del capullo.
Uffff, se me hacía la boca agua.
Mi forma de ser un puto pervertido y mis pensamientos de sádico, me dominaban por completo, y me obligaban a darle placer a Tiago y hacer de sufrir al niñato.
Ya eran cuatro dedos los que tenía metidos en el culo del chaval, abriéndole a saco el boquete del ano, ensanchándole las paredes del recto y registándoselo a tope como un bestia, mientras Angel no paraba de gritar desgarradamente.
Al mismo tiempo lamía el ano de Tiago y se lo penetraba sin parar, metiéndole toda mi lengua dentro, y con la otra mano le masturbaba el monstruoso pollón muy despacito, mientras mi compañero se volvía loco de placer y tenía que hacer el esfuerzo por no correrse del gustazo.
Con el culo ya abierto y bien dilatado, el niñato estaba preparado para recibir una buena ración de polla.
A pesar de estar los dos casi sin sentido de la orientación y muy calentones, por la droga que les puse en la última copa, saben perfectamente lo que quieren y lo piden en voz alta y a boca llena.
– Quiero polla tíos.
Quiero que me follen el culo de una puta vez, y que me lo partan en dos.
–
– No te preocupes chaval, que hoy te lo vamos a destrozar a conciencia.
No te vas a poder sentar en un mes, de la follada que te vamos a dar Tiago y yo.
–
– Yo también quiero vuestros pollones colegas.
Quiero follarme un buen culo, y que me folleís el mio también.
¡Que calentón tengo encima tíos.
Uffff! .
Estoy que ardo como una puta perra.
–
Puse a Tiago detrás del niñato que estaba todavía arrodillado en el sillón, ofreciendo sin condiciones su riquísimo ojete, para que fuera poseído y envergado por alguna polla.
Dicho y hecho, mi compañero le metió de una clavada el enorme pollón, todo dentro del agujero abriéndoselo a tope, y desgarrándole las paredes anales.
Angel no se conforma con poco, el niñatoo sí que sabe lo que quiere, y después de varios gritos de dolor y desconsuelo, le pide a Tiago que se lo folle por el culo más rápido y fuerte, hasta que se lo rompa a pollazos.
Me quedé un rato mirando como Tiago se tiraba al chaval por el trasero, agachándome, metiendo la cabeza debajo de su entre pierna, y disfrutando al ver como el pollón entraba entero en el ano hasta tocar sus huevos con el perineo de Angel, y como salía a hasta la mitad con toda la vena del tronco hinchada.
Saqué mi lengua y lamí esa inchada vena, le chupé el tronco que entraba y salía sin parar de moverse, e intentaba meterla en el ano de Angel junto con su polla.
– Bien, Tiago, abre bien ese culazo que te la voy a clavar entera como los machos.
así que preparate para gozar, y no me seas maricón, ¿eh? –
– Pero ten cuidado Luis, métemela despacio para que no me duela colega.
–
Me importaba una mierda si le iba a doler o no, o si le iba a hacer daño, todo lo contrarío, yo lo que quería era que chillara como un cerdo mientras me lo envergaba por el ojete, y que sintiera mucho dolor cuando mi pollón le agrandara el ano.
Le agarré por las caderas e hice fuerza contra su trasero, para que mi polla entrara hasta el fondo de su culo de una sola clavada.
El dolor fue enorme e intenso, y hasta se quedó sin aliento el pobre, cuando le abrí el ano por la mitad con mi polla.
Tiago pegaba gritos de desesperación, no dejaba de jadear como un animal por el daño, pero yo no atendía a sus suplicas ni a sus ruegos, solo quería follármelo sin parar, violarle ese delicioso culito de brasileño, y seguir bombeando hasta metérsela por completo.
Tenía el ano super estrecho y muy cerrado, hasta me dolía la polla cada vez que la metía y la sacaba de su boquete.
y en ese momento se me vino a la mente, lo que segundos después me confirmó.
– Eres virgen del culo, joder.
¿Que eres maricón activo? –
– Si tío.
¡Ayyyy!.
Por eso te he dicho que me la metieras despacio y con tranquilidad.
Joder, como duele colega.
Aaaaa.
–
– Osea, que tu eres el que le da por el culo a Santi, (su novio) y lo pones mirando para Cuenca.
¡Uffff.
Me encanta!.
Un culito como el tuyo super delicioso, y además, virgen colega.
Jajaja.
Te voy a dar la del pulpo compañero.
¡Como te lo voy a follar cabrón! –
Lo tumbé en el sillón bocarriba, sujetándole las piernas con mis manos y abriéndoselas en aspa.
No tardé en volver a penetrarle el ano, empezando otra vez a bombardearle fuertemente con mi pollón, y embistiéndole el ojete con fuerza.
Cada vez me gustaba más, estaba follándome ese culazo tan deseado por mi, me hallaba en el paraíso del placer, y me tenía al límite del vicio más perverso.
Cuando vi que su ano sangraba por haberle roto el virgo, y me miré la polla manchada.
¡Uffff!.
aquello me puso como un salvaje, y ya no medía la fuerza con la que embestía su ojete.
El niñato se sentó en su cuello y le metió la polla a Tiago en la boca.
Mientras lo callaba a la fuerza follándosela, me regalaba una magnífica imagen de su sabroso culito, bien abierto y preparado para recibir placer con mi mano.
Al niñato le entró en el boquete mi mano entera, se notaba que aquél ano estaba acostumbrado a tragar grandes elementos y objetos.
pollas, manos, consoladores, y diferentes cosas que te puedas imaginar.
Angel lo tenía agarrado por las manos, y Tiago no podía soltarse mientras él le follaba la boca sin parar.
Yo estaba cada vez más cachondo y vicioso, mirando la escena y a mi compañero muy sumiso y convertido a la fuerza en pasivo.
La verdad es que el cabronazo estaba gozando tragando pollas, mamando, saboreando, y mordisqueando la de Angel con la boca, y devorando con el ano mi grandísimo y hambriento pollón.
De repente el niñato gemia más y más deprisa, y en pocos segundos le lleno la boca de semen caliente al brasileño.
Era musica divina para mis oídos, escuchar como se bebía la lechada del chaval, ver como se movía su nuez mientras tragaba todo el esperma, y le bajaba por la garganta.
Angel, no le sacó la polla de la boca hasta que no soltó hasta la última gota, hasta que Tiago se la limpió por completo, y al niñato se le quedó la verga flácida.
– Venid aqui los dos y correros en mi cara.
Me encanta que me bañen el rostro de leche caliente, buenos pollones como los vuestros.
–
Angel se sentó en el suelo con la cabeza apoyada en el asiento, y esperando una buena ducha de semen, al mismo tiempo que mirarba hacía arriba, y veía como los dos camareros nos masturbábamos la polla.
Nos corrimos los dos casi al mismo tiempo, Tiago empezó primero a escupirle por el capullo numerosos trayazos de leche, mientras yo le metía a saco tres dedos por el culo, y él se vaciaba los huevos jadeando de placer.
Dos segundos después llegó mi caudal de leche, vertiéndosela al puto niñato en tada la cara y llenándosela entera de pringue.
Para terminar se la metimos en la boca para lavarlas, y que Angel, que se había portado super bien, saboreara la semilla de cada polla.
– Voy a preparar unos cubatas fresquitos, que estamos secos y super acalorados.
Tiago, enciéndete un porrito, y nos lo fumamos bebiéndonos el cubata, y ahora continuamos.
–
Continuará.
En el siguiente capitulo: Luis se queda a solas con su compañero Tiago, después de que Angel el niñato se vaya, y le pega una follada en el culito de escándalo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!