Descubrí que mi sobrino era todo un putito a sus 8 años pt 29
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por relojde1988.
Antonio.
Ese nombre resonó en mis nervios toda la semana que paso, después de su encuentro, el culo lo tenía destrozado, cada vez que iba al baño el dolor me recordaba ese momento de sufrimiento y placer.
Durante un mes después de ser sometido por un hombre, diré un semental, trabaje con mi hermano y varios de sus trabajadores en un cuarto, al lado de la casa de mi hermano como a 10 metros de distancia, un cuarto hecho de madera y tejas, con pilares de sementó.
Muy fresco en verano, pero un poco frio en invierno.
Con las comodidades necesarias para descansar.
Mi vida comenzaba a tener rumbo en el campo, me dedique mas a las finanzas que al trabajo de campo, aunque estar sudado y hambriento por el trabajo físico no me disgustaba, al contrario bromeaba con los trabajadores y varias cosas salían a luz, cosas de mi hermano hizo en su pasado y en su presente cosas que desconocía.
Cosas que después tomaron sentido mientras me fui acostumbrando al campo.
Cuando ya tenía el cuarto hecho y amueblado, más bien para mí era una casa, obsequiada por mi hermano, en las semanas siguientes Mario se iba alejando de mí, su novia le robaba mucho tiempo más de lo esperado.
Dieguito era un caso aparte, se sentía independiente, mientras que Leandrito me tenía demasiado afecto, más que a su propio padre.
Tanto que empezó a dormir en mi cuarto, “casa”, prácticamente todas las noches era rara la ocasión que no dormía en mis brazos, ya me había acostumbrado a dormir deslechado por su culito o por su boquita dependía de la ocasión de lo que él quería… el me abrazada y me besaba… todo dentro de mi cuarto, afuera él me decía “tío” y me hablaba con respeto, pero estando a solas él creía que yo era su marido y el mi mujer.
Aunque nunca tuvo actitud y movimientos afeminado siempre un machito en crecimiento.
Dentro de unas dos semas llegaría la fiesta patronal del pueblo, carteles por cualquier poste y pared del centro anunciaban los eventos que se llevarían a cabo y los anuncios de la catedral llegaban sutiles hasta la granja de mi hermano.
A veces íbamos al centro a ver los espectáculos, éramos una familia de puros hombres masculinos y una sola mujer la novia de Mario, cuando ella nos hacia compañía, para después perderse, en más de una ocasión los vimos entrar en uno que otro hotel.
Para después encontrarse con nosotros recién bañados.
Mi hermano Carlos lo abrazaba y le daba un beso en la frente.
Carlos – ya vieron a su hermano, pronto me llenaran de nietos y quiero mínimo 3 de casa uno.
Tuyo también Leandrito…
– Rodrigo – pero está un poco chico toda vía, ¿no crees?
– Carlos – ya crecerá, ya crecerá…
Las cenas se posponían hasta que nos corrían de las fondas o restaurantes, en su mayor vez yo y mi hermano terminábamos borrachos hasta tropezar al caminar.
Solo nos despertábamos por la mañana, sin descuidar el trabajo.
Ya me había a acostumbrado a levantarme a las 5 de la madruga poner café y ver la tele un rato, a veces Leandrito me acompañaba a tomar café y a ver la tele a un lado mío abrazándolo por la cintura y su cabeza recostada sobre mi pecho o en su mayor vez en mi entrepierna.
Hasta que se cambiaba para irse a la secundaria.
Su culito ya se había acostumbrado a mi tamaño, su ano estaba muy grande y aunque le dolía al principio, él siempre llevaba el ritmo de las metidas de verga.
Un día antes del final de las fiestas del pueblo, me dijo que me quería presentar a un amigo suyo.
Le dije que sí, me dijo que en la noche que cuando fuéramos al centro me lo presentaría.
Por la tarde llego temprano de la escuela, los habían dejado salir después de receso… lo vi venir y me dijo que si tenía tiempo libre por que había planeado ir con varios chicos al rio, pero quería ir a las pozas que estaban más retiradas.
Le dije que sí.
Me metí a la oficina de mi hermano por las llaves de la camioneta… cuando salí a donde estaba la camioneta, vi a varios chicos de la edad de Leandrito unos 12 o 13 años y varios chicos ya desarrollados tal vez de 3ro, hubo uno en especial que me llamo a la atención, era güero de pelo chino un tanto castaño y usaba lentes redondos, tenía muy buenas pineras y unas nalgas muy paraditas, su uniforme le quedaba demasiado ajustado… era muy atractivo, su uniforme era de pantalón gris y camisa blanca, no le tome importancia, pues pensé que tal vez por el grado les cambiaban el uniforme.
Durante el camino todos iban echando desmadre típico de adolecentes… cuando llegamos a las pozas, que eran dos, una grande y otra más chica, hechas al parecer una maquinaria pesada… todos comenzaron a quitarse sus uniformes quedando en trusa o en bóxer, el chico chino y güerito llevara un bóxer color verde pistache que al contacto con el agua todo quedo transparente.
Al paso de una hora ya todos estaban dispersos, había llevado una pelota de futbol y hacia retas… algunos chicos se empezaron a ir y otros se quedaron jugando.
Algunos simplemente se perdieron entre los árboles, solo se escuchaban risitas y a veces nada.
Hasta que después salían algunos sonrientes y unos no tanto.
Me puse los lentes oscuros y solo vigilaba a Leandrito sin que él se diera cuenta, él y el güerito se llevaban demasiado bien… cuando puse atención había un tercero, ellos casi siempre se separaba de los grupos de chicos que quedaban, después me entere que el tercer chico se llamaba Michael a un que le decía Maiky, era un niño de primero se secundaria, delgadito y chaparrito, que solo vivía con su abuela, ya que sus padres se había ido a los estados unidos.
Desde que él tenía 5 años.
Y el güerito se llamaba Alfredo y tenía 16 años.
Ya eran las 3 de la tarde y ya la mayoría se habían ido caminando solo quedaban como 5 chicos.
Los dos chicos que se había quedado sacaron una bolsa de sobritas y se las fueron aun lugar aparte… sin darme cuenta por el calor y el ruido del agua me quede dormido, al despertar me fije que eras las 3:22 en mi reloj, cuando salí la bosa de sobritas estaba a un lado de la camioneta y mi cierre estaba bajado.
Y no vi a nadie en las pozas… me baje para estirar las piernas y querer encontrarme con la sorpresa de que Leandrito estuviera a 4 patas con el culo en popa.
Camine por varias vereditas que había por allí, pero no los encontré… ya me iba para la camioneta cuando escuche en gemidito agudo… mi verga reacciono al momento llenándose de sangre.
Cerré los ojos esperando que esos gemidos fueran de placer.
– Alfredo – haaaa cabròn que rico gimes ni mi vieja lo hace así – hablo muy quedito.
– Leandrito – si verdad… aaaahhh.
– Alfredo – shiiii habla más despacio… nos puede escuchar tu tío…
– Leandrito – ya te dije que no hay problema con el… el me regalo las revistas – cosa que estaba mintiendo, yo no tenía revistas.
– Alfredo – tu tío sí que es chido, mi papa me rompió una revista, cuando me la encontró.
– Leandrito – ya te dije vamos a mi casa, aquí me lastiman las ramas en los rodillas.
– Haaaaggggg.
Ai… ai…mmmmuuuugggfff…
– Alfredo – no manches ya entra bien la cabeza y no me lastiman los dientes.
– Leandrito – mmmmghi….
Aaaahhhh ahhh…
– Alfredo – me gusta como chupas la cabecita… enserio me vuelve loco…
– Leandrito – te dije que no te arrepentirías… de cogerte a un wey…
– Alfredo – si no manches, neta está bien chingòn.
– Leandrito – Oye Alfredo y tú te dejarías coger
– Alfredo – nel chinga tu madre, voy pensar si meto mi verga, eso de mancharse de mierda, toda vía no me pasa.
– Haaaaaaiii aiiii ahhhhh… mmmmkkkgggg…
– Leandrito – tu métela… si te mancha te la lavas, que dices…
– Alfredo – ¿y a poco crees que si entre…?
– Leandrito – y hasta unas más grandes que la tuya.
– Alfredo – nel no chingues… no creo ha de estar bien chiquito… ¿y tú como sabes eso?, ya lo compartiste con alguien más.
Mientras ellos hablaban, no dejaba de imaginarme a mi sobrino mamándole la verga a ese chico de pelo chino, de nalgas pronunciadas y un abdomen marcado.
Y pensar que era virgencito del culo me prendía más.
Camine muy suavemente… hasta que los vi…
Leandrito estaba de rodillas penetrando por el culito a Maiky, Alfredo estaba de rodillas delante de Maiky desnudo y su ropa interior estaba colgando de unas ramas… Alfredo estaba de espaldas a mí, por lo tanto Leandrito estaba de frente a mí y Maiky entre ellos dos… cuando Leandrito me vio, comenzó a moverse más rápido, escuchando las pieles sonar… llevaba buen ritmo…
– Alfredo – verga, pinche león.
Te mueves bien… a cuantas viejas no te has de haber cogido… ya
– Leandrito – jajaja… claro tuve un buen maestro…
– Alfredo – ¿un maestro?, dirás una maestra…
– Leandrito – no un maestro de hecho está detrás de ti…
Cuando Alfredo escucho decir a Leandrito, este miro hacia atrás, yo que solo tenía mi trusa puesta y mi verga de fuera acariciándola.
– Alfredo – su puta madre… ya nos cachó.
Alfredo se puso de pie… su cara se había puesto roja he intento correr, pero cuando paso por mi lado, le tome del antebrazo, le di la vuelta quedando, él de pie delante mío, con un brazo lo rodee, del cuello y con la otra le agarre la verga que estaba ensalivada, un poco de la cabeza.
Mi pene quedo un poco más arriba de sus nalgas.
Su cabeza quedó un poco más debajo mis hombros.
– Alfredo – suélteme… suélteme, señor… yo- yo- yo n- no soy joto… se lo prometo señor, por la virgencita…
– Rodrigo – cálmate jovencito… – le dije un tono suave y con dulcera, a aunque con un alto grado de excitación.
– tranquilo no te preocupes, todos estamos calientes en este momento…
– Alfredo – no, no señor… yo no quería… pero león me insistió.
– mientras tanto Leandrito le seguía taladrando a su amigo Michael (maiky).
Aunque este chico al notar mi presencia estando en cuatro, le empujaba con la mano y trataba de quitar las manos de Leandrito de sus caderas, pero este se aferraba y continuaba su vaivén…
Mientras que con mi mano le seguía acariciando la verga a Alfredo, lo masturbaba suave y con su propio líquido seminal, le sobaba su cabeza, que estaba libre del prepucio… por lo que vi eran cerca de 17 cm y ancha, no tan gruesa…
– Rodrigo – cálmate… tranquilízate.
Ahora quiero que le des verga a tu amiguito por la boca, no querrás que te duelan los huevos por dejarlos sin sacar la leche.
¿o sí?, no ¡verdad!
– Alfredo – pe-pero no.
no… ¿está molesto…?
– Rodrigo – no te preocupes, si a él, le gusta la verga… verga hay que darle…
– Alfredo – pero no se lo valla a decir a mis padres, por favor, que si no me cortan los huevos.
– Rodrigo – tranquilo, aquí solo lo sabremos nosotros, va… además tu verga quiere más acción… mira como tengo la mano de mojada…
Camine con el aun teniéndolo del cuello y nos hincamos, yo detrás de él, libere su verga de mi mano, y tome de la barbilla al niño, que estaba igual de apenado que Alfredo.
Mientras que Leandrito estaba sonriendo… y gemía de placer.
Alce la barbilla y le dije – abre la boquita… – con mi pelvis le di empujones a Alfredo para que le metiera su verga en la boquita del niño.
Alfredo comprendió mis movimiento y comenzó a moverse, penetrando la boca del niño, lo hacia con ritmo.
– Rodrigo – se ve que tienes experiencia.
– Alfredo – sí señor, mi no-novia me chupa la verga, pero no me deja penetrarla.
Y pues ni modos… que quedarme con la calentura.
Comencé a acariciar Alfredo desde los hombros bajando a su cintura y culminando en sus nalgas.
Con una mano comencé a acariciar, las nalgas de Alfredo, mientras que con la otra me masturbaba lento, pues saber que estaba tocando un culo virgen, me tenía prendido al 100, y lo hacía lento… disfrutando el momento.
El líquido seminal de Alfredo más el mío y un poco de saliva, basto para humedecer su ano.
Cuando Alfredo el chico de 16 años sintió mis dedos en su ano, se estremeció y su piel se puso chinita… erizando los pocos bellos que cubrían su cuerpo.
– Aaaahhhhh… – gimió Alfredo.
– Alfredo – no… señor, no me toque el culo, nadie me ha tocado el culo, solo yo…
– Rodrigo – pero acabas de gemir… eso es un indicio de gusto, ¿no crees?
– Alfredo – no… no señor… me tomo desprevenido…
– Rodrigo – es cierto que tienes novia, o nada mas me estas engañando.
– Alfredo – no señor, como cree.
Se llama diana, va en mi salón, en segundo se prepa…
– Rodrigo – no te estoy interrogando, solo lo digo… entonces no vas en secundaria…
– Alfredo – no señor… —
– Rodrigo – ¿y entonces que haces con mi sobrino aquí?
– Alfredo – eh… bueno, es un poco complicado, no se vaya a enojar… su sobrino… ya- a-antes… bueno como decirlo… ¿no se enoja verdad?
– Rodrigo – no me digas que tú también te lo has estado cogiendo…
– Alfredo – bue-no… así, como coger, coger no señor…
Cuando Alfredo comenzó a ponerse nervioso, el sudor comenzó a bajar por su espalda culminando en la división entre sus nalgas… vi una oportunidad y pose mi glande justo en la entrada de su recto.
– Alfredo – no… no… nnnnn-o… por favor señor, solo se dio… – tome de la cintura a Alfredo y presione… contra se ano… este se cerró ante la presión.
– si aprietas, más te va a doler… relaja…
En cuanto su ano se relajó… hice presión y mi cabeza entro de forma incontrolada… tanto que el chico chillo fuertemente… seguido por un gemido de dolor….
El chico no aguanto el dolor y se hecho en cuatro… abriendo sus nalgas y haciéndose hacia a atrás, penetrándose él solito… en cuando sintió que mi glande había avanzado más, se quiso poner de nuevo de rodillas pero, eso ocasiono que el empezara un vaivén… yo lo incline por la espalda para que se pusiera de nuevo en 4…
– Alfredo – aaiiii… aaahhhhh… ai señor me está doliendo demasiado…, sa- sa-ahhhh… saquel aiiiiigggmmmmm… por favor, sáquela…
Sentir como palpitaba su esfínter… y lo apretado que estaba… me estaba matando de placer…,
– Rodrigo – te la saco con una condición, dime que le hiciste a mi sobrino…
– Alfredo – esta… esta-ahhhh aiiiii… si… ahhh… señor aaaaiiiiii… duele, duele mucho…
No me di cuenta si lloro o solo que quejaba del dolor… pero se quedó callado un momento… solo se escuchaban los gemidos de Leandrito y se du amigo Maiky… y sus pieles chocar.
Yo escupía saliva en mi verga y parte de su ano, y la embarraba con mi mano en el tronco de mi verga… comencé a darle puntadas, me costaba abrirme paso… sus glúteos firmes y duros… hacia buena presión… a cada empujón que hacia Alfredo soltaba un AAAHHH… AHHHH… AHHH… apretaba el culo y lo aflojaba… llegue a tener media verga dentro de él… cuando él se fue poniendo de rodillas de nuevo… y él se la fue metiendo solito… haciendo presión hasta que su nalgas toparon con mis piernas y cadera.
No entro toda, pero si la mayor parte.
– Alfredo – haaaaaaaaa aaaaiiii aaaahhhhh… ha señor, no pensé que esto fuera a doler tanto.
Él volteo su cara y por detrás de sus anteojos se veían la marca de unas lágrimas… que corrieron por sus mejillas…
– Alfredo – bueno señor, la verdad es que ya tiene como un mes, que León, me está mamando la verga, una tarde después de jugar futbol, empezamos a echar desmadre y Leandrito saco una revista… porno… ahhh….
Ahhh… cuando aiiii… Cu-cuando todos se había ido, solo nos quedamos los dos.
En las canchas de la prepa, donde voy allí van varios chicos de la secundaria hacer la retas y pues hay lo conocí…
– Alfredo – y él, ya estando caliente le dije que le daba 50 pesos si, me la mamaba y el no quiso al principio, pero le insistí y desde ese día, le pago 50 pesos, cuando me la mama.
En cuanto Alfredo, me dijo eso comencé a sacársela, pero el al notar que me retiraba de su interior, hacia presión hacia atrás…
– Alfredo – no… no la saque… por favor… ya se me está pasando el dolor.
Y es la primera vez que tengo a alguien dentro… no sé qué se siente, pero me siento raro… lleno… me molesta pero algo me pica por dentro… y estoy lubricando mucho… eso jamás me había pasado.
Ni cuando me la chupa mi vieja…
Entonces le di un empujón que los últimos centímetros entraron… el abrió la boca lo más que pudo, pero no grito ni gimió….
Sin embargo me enterró las uñas en las piernas… su espalda estando pegada a mi pecho, podía sentir como su corazón retumbaba en todo su ser… entonces sentí como su recto comenzaba a hacer presión, fueron como 6 veces que me apretó con su recto… acompañados de gemidos pausados .
– Leandrito – mi-mira tío… ya saco su leche… y sin coger… no manches…
Entonces Leandrito se puso de pie y se agacho hasta comerse la verga de su amigo Alfredo, quedando casi acostados los Leandrito por encima de Maiky, tratando de comerse los restos semen que había en el pene de Alfredo… para después acomodarse de nuevo de rodillas y su amigo en 4, al escuchar las palabra de laderito… la cabeza me hirvió de excitación y comencé a embestir a Alfredo lo hacia pausado, aunque quisiera hacerlo recio, su recto no me lo permitía… el vaivén, no tardé mucho tal vez unos 10 minutos en lo que Alfredo se acomodó en 4 y gemía cuando le metía la verga… hasta que le llene el culo de leche… me fui acostando sobre el… indicándole que nos acostáramos de lado, quedando en posición de cucharita, le alce una pierna y me la pase por detrás de las mías… quedando su culo abierto.
Hasta quedar los dos tendidos sobre las hojas y ramas del lugar…
Le mordía en el cuello y le chupada las orejas… a lo que él se retórica y eso hacía que se moviera un poco estando mi verga dentro el… aunque por momento se me bajaba la erección… con unos cuanto movimiento se volvió a aponer dura.
Me levantaba un poco, le abría las nalgas y se la empujaba hasta el fondo, el gemía de placer… y se quedaba inmóvil… solo apretaba los dientes.
Mientras tanto Leandrito había puesto a su amigo Maiky, de espaldas con sus piernas sus hombros y comenzaba a penetrarlo… yo no me quería salir del interior de Alfredo… me movía en círculos, su recto se sentía todo pegajoso.
Hasta que Leandrito comenzó a gemir más… dando empujones pausados… eso me dio a entender que ya estaba terminando en el culito de mi amigo…
Leandrito se acostó sobre su amigo y comenzó a besarlo en la boca… hasta que se le bajo la erección y se puso de pie… Leandrito agarro su transita y se fue a lavar al rio.
– Rodrigo – quédate así niño… quiero ver cómo te sale la leche de cultito… yo me fui poniendo de rodillas y le fui sacando la verga a Alfredo… en cuanto se la saque toda… salió también el semen de su culo… para mi placer, no salió nada de heces fecales ni sangre.
Me puse de pie… mi pene brillaba por el semen mientras tanto Alfredo seguía acostado… quejándose, yo creo del dolor, al sentirse vacío… me puse de rodillas detrás del chico que estaba a costado boca arriba.
Sin que se lo pidiera, se abrió el culo… alzando las rodillas y agarrándolas por las pantorrillas… exponiendo toda su rosita anal.
Comencé a meterle un dedo y cuando se lo sacaba salía una babita de su recto y sin querer unos cuantos gases, producido por las metidas de mi sobrino… por lo que vi, su ano estaba muy grande para su estatura…
– Rodrigo – ¿puedo?
– Maiky – si, por supuesto, pero no toda.
Acomode el glande en su entrada y este fue cediendo… mientras Maiky se quejaba.
– aaahhhh… ahhh, aiiii…aiii… cuando mi cabeza entro… no sentí tanta presión como con Alfredo… si no que me dio permiso su recto hasta meterle más de media verga… se sentía aguadito por dentro… y en cambio Alfredo, lo sentía apretado… comencé a moverme despacio…
– Rodrigo – estas muy abierto…
– Maiky – ¿sí?
– Rodrigo – siiii… creo que puedes aguantar toda… ¡ya!
– Maiky – no toda no, aunque… no – no toda no… hasta allí…
Al poco rato regreso Leandrito, y me encontró hincado, casi sentado penetrando a Maiky… mientras lo penetraba, lo masturbaba, tomando su penecito erecto… las metidas eran lentas, pausadas… podía sentir como se expandía cada vez más su interior… su ano… no apretaba tanto, pero era inminente sentir la fricción de su pequeño cuerpo… en eso se empezó a nublarse un poco, pero no le tomamos importancia… hasta que empezó a chispear (una llovizna leve) (chipi-chipi)…
El agua caía fría en nuestros cuerpos calientes… para eso Alfredo se dio la vuelta quedando de espaldas se sentó en la hierba recostado sobre un árbol de almendros, veía como penetraba a Maiky, aunque se notaba como ausente… no daba crédito que se lo había cogido momentos antes.
Leandrito se quedó parado al lado de él… en trusa y sin pensarlo se acostó boca abajo sobre la hierba y comenzó a mamarle la verga a Alfredo… este cerro los ojos y comenzó a disfrutar de la boquita experta de mi sobrino.
Comenzó a acariciar su nuca, le sobaba las orejas…
– Alfredo – siiii… así… que rico lo haces… eres mejor que mi novia…
– Alfredo – hayyy cabròn… que rico.
aaaahhhhh…ahhh mmmmgaaaa…
– Maiky – mmmm ahí… ahí… ahí… nomás no… no la meta mucho, que me duele la panza…
Le metí dos dedos en la noca de Maiky y comenzó a chuparlos…
– Rodrigo – te encanta la verga, ¿verdad carboncito…?
– Maiky – hhaaa aaja… si me gusta sentirla dentro de mí… aunque usted está muy reatado señor.
– Maiky – voy a quedar bien abierto ahora si…
– Leandrito – ya se te paro bien….
Ya la tienes bien dura…
Entonces Leandrito se puso de pie y se puso saliva en su culito… dio unos cuantos pasos hasta que su pene quedo a la altura de la cara de Alfredo.
– Alfredo – no te la voy a chupar, pendejo…
– Leandrito – no, eso no quiero…
– Alfredo – ¿Entonces, que quieres?
– Leandrito – esto…
Se fue agachando hasta agarrar el pene de Alfredo y lo acomodo en su entrada… y se fue sentando, hasta que quedo completamente ensartado…
Leandrito comenzó a moverse en círculos… Alfredo lo abrazo y entonces el comenzó a moverse de arriba abajo… podía ver como el pene de Alfredo entraba en toda su capacidad.
En eso Leandrito se fue dando vuelta hasta quedar de espaldas a él… y él dijo que se la metiera en 4, que así le gustaba más… en eso comenzó llover muy fuerte, aunque estábamos debajo de árbol de almendras muy frondoso, las gotas de lluvia… no caían con fuerza… cada vez que las gotas iban directo a la columna de Leandrito, este arqueaba la espalda y sacaba más el culo.
Alfredo metía y sacaba su verga con más fuerza… mientras que yo estaba en cuatro cogiéndome a Maiky… de vez en cuando soltaba sus piernitas por que se le dormían, pero volvía a alzarlas… yo lo cubría de la lluvia.
Maiky y Leandrito gemían de placer… nos estuvimos cogiendo por un rato más, hasta que comenzó a relampaguear… por lo que decidimos suspender y tomamos nuestras cosas y nos fuimos a la camioneta, metimos en la cabina las cosas y las acomodamos en la parte trasera de la cabina.
Yo me senté del lado de chofer junto a mi Maiky, Leandrito Alfredo de lado de pasajero, no quisimos desperdiciar el tiempo y comencé a acariciar Maiky, lo subí a mis piernas.
Le baje la trusita y como todavía tenía lubricado su culito, no me costó que entrara… mientras que Leandro se acomodó de frente a Alfredo… Leandrito quiso besar a Alfredo, pero este se hizo a un lado y le dio un golpe en el hombro… entonces Alfredo le dijo que se volteara y que se sentara en su verga.
Puse en marcha la camioneta… y como era arena y piedras el camino… en cada rebote… mi verga se metía más y más… hasta que quedo completamente dentro del niño… él ponía sus manos en mis piernas para que no metiera toda pero, era en vano… en la parte más profunda me apretaba muy bien su recto… sentí como si hubiera traspasado su segundo esfínter.
Avance lentamente pero me iba por donde había mas piedras… para que hiciera el movimiento automático de vaivén… conduje como 20 minutos… en los cuales termine dentro del niño, pero mi verga no perdió la erección, así que no le dije nada, aunque el me preguntaba a cada rato, si ya había terminado… a lo que yo le respondía que no… pero él dijo que sintió como inflaba la cabeza dentro él.
Mientras que Leandrito ya tenía como 5 minutos en que se había bajado de Alfredo… comenzamos a pasar por las primeras casas… entonces en una esquina, donde había puros cultivos de milpa… les dije que se bajaran y que se pusieran la ropa.
Nos dijo Maiky, que él vivía cerca de allí.
Así que lo fui a dejar… dándole un beso en la frente, después el alzo la cara y me dio un beso de piquito en los labios.
A tres cuadras de allí estaba una anciana de tal vez 65 años, en cuando vio que Maiky descendía de la camioneta… lo abrazo y me dio un beso en la frente y un golpecito con el puño en la nuca…
– Gracias señor por traerlo…
– Rodrigo – disculpe, nos agarró la lluvia,
– Muchas gracias… señor… ahora vete a bañar y te metes a la cama, no quiero que te enfermes.
Volví a poner el carro en marcha y le pregunte a Alfredo que por donde vivía… y nos dijo que si podría darse un baño en la casa de Leandro, que había pedido permiso para llegar hasta la noche a su casa.
Le tome del hombre dándole unas palmadas y le dije que no había problema… en cuanto llegamos puse un poco de agua con canela en la estufa y Alfredo y leñador subieron a su habitación… Carlos mi hermano se les quedo mirando, en especial al trasero de Alfredo… y me sonrió maliciosamente.
Yo le devolví la sonrisa, y afirmando con la cabeza y mostrándole el puño, con el pulgar hacia arriba, con lo que él me sonrió sínicamente y movió la cabeza negativamente.
Tardaron en bajar como 30 minutos… Alfredo traía un short negro de Leandrito, a cada paso que daba se le movía demasiado el pene.
Y sin playera, mientras que Leandrito solo bajo en una trusita tipo bikini color blanco y con sus tenis…nos sentamos en la sala con mi hermano… y nos pusimos a ver la tv, en cuanto el agua hirvió le puse unas barras de chocolate y lo batí.
Les serví a los tres y la mía y se los lleve…
Mi hermano Carlos subió a su cuarto y bajo con una cobertor y los cubrió a los dos… a lo que yo me fui a bañar al cuarto de Leandrito, al trusa de Leandrito estaba mojada, la revise por morbo y pude ver como el semen mojado de Alfredo que se había salido del culo de mi sobrino… acabando de bañarme me puse pase al cuarto de mi hermano Carlos y vi que allí estaba dormido diego… busqué ropa de mi hermano Carlos, y me puse un bóxer negro de licra y una playera gris de él, me quedaba un poco ajustada.
Mientras bajaba por las escaleras escuche los gemidos de Alfredo, al estar en la planta baja mire en dirección de la cocina.
Y vi a Alfredo acostado sobre la mesa con los pies en el suelo y mi hermano detrás de él, dándole placer con la boca, mientras Leandrito estaba de pie parado a un lado de mi hermano, metiéndose la mano dentro del calzón, acariciándose el pene.
Mi hermano estaba completamente desnudo, con una mano se masturbaba y con la otra acariciaba las nalgas del chico de pelo chino y con lentes… lo deseaba de vez en cuando y le volvía a chuparle el ano.
Los gemidos y sonidos de placer que emitía mi hermano, de estar detrás de ese culo tan suculento… hicieron que mi pene se pusiera erecto, en eso Leandrito camino hasta mí, estando frente a mi comenzó a sacarlo del bóxer negro de licra… se empezó a agachar, para mamarlo, pero le dije que no que solo me lo acariciaría que no tenía ganas… le acaricie la cabeza y caminamos los dos… hasta estar a un Aldo de Alfredo…
Tenía los ojos cerrados y abría la boca exhalando bocanadas de aire.
Bajo sus manos hasta que agarros sus nalgas, las abría y las cerraba a lo que mi hermano nos sonrió a los dos.
Se puso de pie y acomodo su verga en la entrada de su ano, cuando vi, se le veía un poco inflamado, cuando mi hermano comenzó a entrar en su interior… un ahhhhh….
Exalado de la boca de Alfredo y abrió más sus nalgas.
Mi hermano comenzó a meter y a sacar su glande de su ano, se veía abierto.
Cuando Alfredo se había acostumbrado y estaba más relajado… mi hermano comenzó a meter más y más centímetros de su verga.
Hasta tener su pelvis pegada a sus nalgas.
Los movimientos lentos, de mi hermano, sometiendo a un chico de 16 años.
Que comenzaba a disfrutar al sentirse lleno, mantenía los ojos cerrados, abriendo la boquita gimiendo de placer… cuando mi hermano metía toda y se la sacaba casi por completo, el ano se veía que se saldría de si interior.
Mi hermano se puso las manos en la nuca y mostraba sus gestos de gozo, al meter su verga… lo hacía lento, pausado.
Permitiendo que Alfredito gozara lo más posible… en eso mi hermano comenzó a pasar las yemas de los dedos por la espalda de Alfredito… de arriba abajo, haciendo que su piel se erizara.
Alfredo gemía mas cuando mi hermano se la metía toda y se mantenía allí… de vez en cuando le metía y le sacaba la verga muy rápido… en esos momentos Alfredito se soltaba sus nalgas y con el vaivén de mi hermano, se veía como rebotaban sus hermosas nalgas… en eso mi hermano agarro del cuellos con ambas manos y le daba muy rápido… desde que inicio el bombeo, hasta que mi hermano comenzó a emitir palabras y no solo gemidos de gusto ya había pasado como 20 minutos o más…
Creo que todos nos habíamos callado por el morbo de escuchar a Alfredo gozar, de estar ensartado.
Es que ver a un chico completamente masculino, con un cuerpo de deportista y de lentes, a todos nos volvió locos.
– Carlos – por dios… que culo tan más rico tienes chico.
– Alfredo – aaahhhhh… aiiii….
Aaaaahhhh, Ag, ag, ag…
– Carlos – que nalgas niño… que bien la disfrutas…
– Alfredo – haaaaa siiii….
Aaaahhhhh…
– Carlos – aaahhhh….
Aaaaahhhhhgggg.
Mmmmmmiiigggffff….
Mi hermano había alentado sus movimiento metiendo lo más hondo su verga en el culo del chico de 16 años… pues ya había eyaculado dentro del chico… mi hermano se acostó sobre la espalda del chico… a lo que el chico… solo gimió de gusto… y se quedaron allí, como 5 minutos respirando hondo los dos sudados.
Cuando mi hermano se puso recto de nuevo y le fue sacado su verga flácida… comenzó a dedearlo y en los momentitos que su ano quedaba abierto, se podía ver como comenzaba a salir el semen que mi hermano había dejado a dentro… el semen comenzó a correr por sus piernas.
Mi hermano le dio una nalgada y le dijo.
– Carlos – gracias- chico… tienes un culo hermoso, no se lo des a cual sea.
Si no te quedara todo aguado….
– Alfredo – ahhh… si – sí señor.
– Carlos – ve al baño a sacar todo, para que no manches tu ropa.
Tanto yo como Leandrito nos quedamos pie, mientras Alfredo se quedaba así… pero con la diferencia de que entrelazaba sus piernas y las movía, haciendo que sus guetos se movieran, creo estaba disfrutando tener el culo húmedo y comenzaba a reaccionar, que ya selo había cogido, según el siendo heterosexual.
Pero disfruto haber sido penetrado por dos adultos.
Hasta que abrió los ojos, nos miró a los dos de pie, los dos con erecciones toda vía notables.
Se puso rojo de las mejillas y le dijo a Leandrito que si lo acompañaba al baño tartamudeando.
Los dos caminaron.
Hacia la habitación de Leandrito en silencio… yo me apreté un poco los huevos para que se me bajara la erección.
Y me senté en la sala a ver la tv.
En lo que los demás bajaban.
Mi hermano levantó a diego, comimos todos a excepcione de Mario, que no llego hasta el día siguiente a la casa.
Por la noche fuimos todos a dejar a Alfredo a su casa en carro.
Y le contamos a Carlos lo que había pasado en el dio.
Leandrito como de costumbre se fue a dormir conmigo y me dijo que mañana me presentaría a su amigo… en el centro.
Esta vez dormimos solo abrazados, pues no tenía ganas de tener más sexo.
Por la mañana me despertó Leandrito mamándome la verga… muy contento… ya que había abierto los ojos y de darle los buenos días, me sirvió un poco de café y me dio un beso en la mejilla y salió para irse a su cuarto.
Y me guiño un ojo.
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